Por una mirada

Una historia super dulce que roza el erotismo en cada palabra, espero que disfruten.

Sus manos acariciaban mi rostro y revolvían mi cabello haciendo un intento de peinarlo, una sonrisa escapó de sus labios y mi corazón se aceleró.

-Es imposible peinarlo- Un dulce hilo de voz resbala, apagándose.

-Mi señora, ya le dije que sería imposible.

-Haga lo que haga tienes un cabello muy rebelde para una señorita-Me corta hundiendo una de sus manos en él-pero es muy suave y ligero...

-No lo intente más, tiene una cita con Teodosio, va a llegar tarde si sigue intentándolo.

-¿Qué te dije cuando nos conocimos?-Me mira severamente.

FLASH BACK

-¡Está aquí! ¡La bruja se ha escondido en este puesto!-La voz de un guardia me alarma y me hace comenzar a correr por los tejados hasta que soy atrapada y encerrada en un calabozo en la casa de mi ama.

-La señorita vendrá para comprobar si realizas o no la práctica de magia negra.

-¿La señorita? ¿Qué pinta aquí esa malcriada?

El guardia me golpea con el mango de su arma.

-No te atrevas a insultar a la señorita en mi presencia.

Un hilo de sangre recorre la comisura derecha de mis labios, goteando en el suelo empedrado.

-Buenos días-Un guardia entra, seguido por la princesa -La hemos traído para que la inspeccione.

-Chica-mira hacia mí, tiene una mirada fría y una expresión demasiado seria, nuestros ojos se cruzan y mi corazón se para por un segundo, la chica aparta la vista y entra en la celda.

-¿No os da miedo que le eche un maleficio?-Me río de los guardias.

La señorita mira hacia ellos y saca una sonrisa mal disimulada.

-¿Podrías darme una mano?-Me hace volver a la realidad de golpe.

Se la ofrezco y ella la coge, la inspecciona y vuelve a estar seria aparto la vista de nuestras manos y me fijo en ella, sus ojos se han vuelto grises y su vista está perdida en algún objeto del calabozo.

-¿Y esos ojos?-Pregunto cuando vuelve en sí.

-¿Te gustan?

-Son extraños-Levanto los hombros

-No es una bruja-Dice levantándose-os podéis ir, no es peligrosa.

Los guardias salen y ella se vuelve a sentar a mi lado.

-¿Por qué mentiste?-Pregunto con incredulidad.

-Bueno, yo soy una bruja blanca-Me explica sonriendo.

-.Con más razón para delatarme

Rueda los ojos y suspira.

-No me harás daño, asique no tengo miedo.

-¿Estas segura de eso?

-Serás mi criada, así podrás ayudarme.

-¿Ayudarte?

-Ya lo verás.

FIN FLAHS BACK

-Sigo sin comprenderlo-Digo acomodándole el cabello.

-Dijiste que me ayudarías.

-Aun no me dijo a qué.

-A deshacerme de todos mis pretendientes, ¿no estaba claro?

-¿No quieres a ninguno?-Pregunto extrañada.

-A la persona que amo la tengo tan cerca que es imposible alcanzarla.

-¿Quién es?

-Nunca me dijiste tu nombre...-Dice cambiando de tema.

-Me llamo Primavera-Explico subiéndole la cremallera del vestido-Ya está, lista para su cita.

-Humpf...-Se queja con una mueca muy infantil-¿Te sigue sangrando el labio?

-Hace dos meses de ese golpe, ya ni me duele.

-¿Seguro?

-Venga señorita, le espera el señorito Teodosio

-Pero yo me quiero quedar aquí, contigo-Se queja bajando el tono

-No será tan duro, yo te apoyo-La sonrío.

Diez minutos después regresa a la casa muy contenta.

-¡Primavera! ¿Dónde estás?-La señorita va corriendo por los pasillos gritando mi nombre.

-¿Primavera? ¿Quién es Primavera?-El padre de mi ama sale del comedor y frena a la señorita.

-Mi criada personal ¿Dónde está?

A los dos segundos estoy delante de ellos preparada para lo peor.

-Esos ojos... ¿Eres una bruja?

Mi sangre se congela y me petrifico, ¿se ha dado cuenta solo con mis ojos?

-Papá, no es una bruja-Intenta mentir mi ama.

-Primavera, quédate aquí un momento- El señor se va.

-Tranquila, se lo ha creído.

-¿Cómo lo ha sabido?-Cojo aire

-Tus ojos tienen el mismo brillo que los míos pero a la vez su naturaleza es demasiado diferente. Los tuyos incitan al pecado mientras que los míos alejan esos sentimientos, ¿no te has sentido algo rara a mi lado?

-¿Rara? Un poco, pero creía que era normal, o sea, eres de la nobleza y todo eso.

-Ahora que lo pienso...

Su rostro se ilumina y saca una brillante sonrisa.

-¿Qué me ibas a contar?-La saco de su mundo.

-Ah, sí, que el noble me ha dejado.

-¿Y eso es...bueno?-Pregunto sin comprender.

-Es genial.

Volvemos a su habitación y se estira en la cama.

-¿Desea algo mal?

-De momento no, puedes retirarte si quieres.

-Con su permiso me retiro a la cocina.

-Hasta la cena.-Me sonríe.

Voy pos los pasillos y soy encontrada por el padre de mi ama.

-¿Dónde estabas? Te ordené que te quedaras allí.

-Mi ama requería mis servicios.

-Necesito entrevistarla, no fui avisado de su contrato.

Me lleva hasta su despacho y me manda sentar.

-¿Qué querría saber?-Pregunto amablemente.

-¿Qué ha hecho para que mi hija no la delatase?

-Ya le han dicho que no soy una bruja.-Me excuso desviando la mirada.

-¿Cuántos años tiene?

-16 o 17, no lo recuerdo exactamente.

-¿Por qué te ha contratado? Ella suele repeler a la gente desconocida, no es muy normal que te acepte tan fácilmente.

-Me iban a quemar por brujería, era injusto asique me aceptó como criada.

-Hum... ¿Qué piensas de que mi hija tenga pareja?

-Haré todo lo posible para que dicha pareja desaparezca sin dejar rastro.

-Contratada-El padre de mi ama me de la mano y me sonríe-Podemos llegar a ser amigos.

Fue en aquel momento cuando comprendí que aquella frase tenías mas más significado que de simple protección.

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Despierto acompañada de unos felices pajaritos, me acerco a la ventana y miro al cielo, nubes blancas y puras lo inundan, hoy será un día tranquilo.

-Prim, ya me desperté.-La llamo mientras abro la ventana.

-Buenos días, ¿Qué tal ha dormido hoy?

En su tono de voz se puede notar nerviosismo, ¿Qué la habrá pasado?

-Bastante bien, me he despertado con un sentimiento extraño.

-¿Sí, qué era?-Pregunta sacando mi ropa del armario.

-Llevo un rato pensando en que te amo-Mi voz sale con más firmeza de la que me esperaba.

Ella para de golpe y sacude la cabeza.

-Ya tienes todo preparado, me retiro.

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Mi corazón se aceleró con esas palabras, ¿Se está riendo de mí?

Salgo casi corriendo de la habitación y me apoyo en la puerta.

AUNQUE FUESE REAL NUNCA PODRÍA CUMPLIRSE, AMBAS SON MUJERES, UNA ABERRACIÓN PARA ESA SOCIEDAD.

No puedo evitar llenar mi cabeza de esas palabras TE AMO, ¿Cómo puede ser que esas palabras me vuelvan tan loca?

La puerta se abre y caigo haca delante, cayéndome encima de mi ama, ya que estaba apoyada contra ella.

-¿Por qué te has ido así?

-Tengo miedo...-Comienzo a llorar.

-¿Miedo por qué?

Se levanta y me invita a sentar con un gesto.

-Miedo... porque siento lo mismo... que tú.

-Eso no es malo-Me acaricia la cabeza.

-Señorita, no es normal que dos brujas opuestas sientan lo mismo, no es normal que dos mujeres se amen, no es normal que me ames.

-Si es normal, eres misteriosa e interesante, muy mona y diabólica, eres perfecta.

-Solo te gusto por mi esencia...mis ojos te ha atrapado...no deberíamos habernos conocido nunca...-Digo entre sollozos, es cierto que el amor no correspondido es el que más duele.

-Vuelvo a preguntarte, ¿Por qué? ¿No eres feliz cuando estás conmigo?

-Sí, pero esta felicidad también es falsa... tus ojos inspiran tranquilidad.

-Prim, yo te amo, por eso he rechazado a todos mis pretendientes.-Me corta abrazándome.

-Ama, pero ¿no comprendes que las dos somos mujeres?

-La verdad, no es justo que la gente piense así, los humanos de verdad no se enamoran de personas, se enamoran de almas, y las almas pueden tener cualquier cuerpo.

-Así es cómo Dios ha decidido.-Corto pidiendo perdón.

-¿Y me lo va a decir una bruja negra? Al Dios que tanto quieres no le importa lo que le pase a los humanos, si no ¿por qué enferman?

-Peero...-Intento defender, pero ante eso no hay posibilidad de defensa.

-Si este Dios fuese tan poderoso hubiera evitado que me enamorase de ti.

Mi cabeza empieza a dar vueltas, ¿Tanta razón tiene? Mi fe en Dios a desaparecido, no se puede creer en algo si no ha sido demostrado primero.

-Yo ¡Te amo!-Las palabras fluyen por mi garganta quitándome un peso de encima-Pero, yo no creo en Dios, si existiese, ya nos habría castigado.