Por una materia 10 - solomily

La decima parte de mi historia, perdon por la tardanza :/

Antes que nada, quiero pedirles disculpa a todos por haberme demorado tanto, la verdad es que no me sentia de animos para seguir escribiendo, debido a que pasaron cosas en mi vida que por ahora prefiero no contarlas para no perder el rumbo de mi historia. Por otro lado otro factor fueron los mensajes que me mandaron, si bien la mayoria fueron muy buenos y estoy muy agradecida, otros no fueron para nada bueno, y hasta tuve miedo de algunos. De hecho el mail que aparece en mi cuenta ya no lo estoy usando, por lo que probablemente continue la otra parte desde otro mail, que se los hare saber en mi proximo relato. Sin mas, continuemos :D.

Luego de haber sido practicamente violada por el "amigo" de Pao, y despues de retomar mis fuerzas, aun no podia creer lo que habia ocurrido, mejor dicho, me resistia a creerlo. Pao estaba igual que siempre y actuaba como si nada hubiera ocurrido, aunque su cara era mas picara ahora. Ya se estaba oscureciendo y lo unico que queria era dormir. Pao me dijo, adelantandose a mis pensamientos:

  • Queres que te lleve a tu casa?

  • Si, por favor.

  • Okis, cambiate, si queres obvio.

  • Si, obvio que quiero cambiarme.

Fue hasta la esquina donde estaba mi ropa tirada y me la alcanzo, dejandola sobre la cama, esa cama que vio como me despojaban de lo ultimo de masculinidad que quedaba en mi cuerpo. Ella permanecia alli, se habia sentado en un especie de sillon que estaba contra la pared de su cuarto. Por alguna razon, no me avergonzaba que me mirara mientras me cambiaba. Meses antes hubiera sido incapaz de desnudarme frente a una chica (de hecho, frente a cualquier persona). Me dijo:

  • Queres llevarte la ropa?

De hecho, cada minuto que pasaba con esa ropa puesta, me gustaba mas usarla, su calze, su suavidad y su aroma, algo que en la ropa de hombre seria imposible sentir, sin embargo no estaba dispuesta a tomar tantos riesgos, llevar la ropa a mi casa, con la posibilidad de que mi madre la encontrara, y sabiendo que nunca he llevado a una amiga a dormir a mi casa (de hecho, practicamente, ni amigas tenia), seria mi perdicion. Asi que le tuve que decir que preferia dejarla en su casa. Ella supo entenderlo, pero en un tono firme, me dijo que me quede con la ropa interior, algo que pude aceptar, ya que resultaria mucho mas facil ocultarla.

Luego de volver a ponerme mis trapos de hombre, bajamos y nos subimos a la camioneta. Me sentia vacia, mi ropa se sentia rara, me sentia desprotegida, el unico consuelo era que todavia sentia la ropa interior apretandome y aun tenia impregnado el aroma de la ropa de Pao. En el camino no hablamos mucho. Sin embargo pude enterante que Fernando y Carlos eran empleados de su padrastro, y que siempre se juntaba con fernando a tener sexo, lo conocio un poco despues de ponerse de novia, por lo que tenia sexo tanto con su novio como con fernando. Algo que no huebiera podido imaginar jamas, a simple vista uno veia en Pao a una chica dulce y tierna, que hasta se atreveria a pensar que aun era virgen.

No podia dejar de observar su ropa, y me imaginaba que era yo quien la usaba, realmente me gustaba y hasta sentia envidia de que ella se podia pasar la vida usandola en publico captando miles de miradas masculinas y hasta una que otra femenina, y yo, bueno, yo ni sabia en donde estaba parada, no sabia lo que queria, de hecho si lo sabia, pero sabia que no iba a ser facil, y si valdria la pena correr los riesgos.

Llegamos a mi casa, nos despedimos con un beso en la mejilla y se fue. El unico miedo que tenia era que mi mamá sospechara algo, todos sabemos que las madres tienen un sentido especial para saber si los hijos ocultan algo, asi que estuve 5 minutos en la entrada tratando de observar que toda mi ropa y mi cara estuviesen normal, que no se notara todo lo que habia pasado. Entre a mi casa, y para mayor alivio, no habia nadie en la sala de estar, me fui directo al baño (aun no me habia bañado) pude notar que la tele de el cuerto de mi padre estaba prendido asi que supuse que estaban acostados viendo alguna pelicula o programa.

Me desvesti, quedando solo con la bombacha puesta, no pude evitar verme al espejo, me notaba diferente, como si el reflejo no fuera mio, era mi cara pero la notaba distinta, mi cuerpo tambien estaba distinto, de hecho lo sentia distinto. No tenia un solo bello, me gustaba no tenerlos. Me sentia solo, me sentia mal, triste, en cierta parte decepcionado de mi mismo, agradecia haberme cruzado en la vida a Pao, aunque tambien maldecia la hora en que acepte que su padre me hiciera eso. Sin darme cuenta estaba llorando, no emitia ningun tipo de ruido.

Me meti en la ducha, no podia parar de llorar, aunque nunca habia llorado de esa forma, era como si necesitaba sacar algo de mi. Estuve bastante tiempo bajo la lluvia, no pude evitar tocar mi ano, aun seguia un poco dilatado, o quizas no, simplemente ya habia tomado esa forma y tamaño, me dolia, sentia el liquido pegajoso, mescla entre el la crema que habia utilizado de lubricante y el semen de Carlos, ese hombre que me habia marcado, que me hizo saber que yo no podria serlo jamas. El mundo de los hombres estaba hecho para personas como el, y que yo por desgracia (o suerte) jamas encajaria en ese mundo.

Sali de la ducha, me dui a mi cuarto y antes que nada, escondi la ropa interior en una caja que tenia cosas de cuando era chico. Me acoste, trate de dormir pero no pude, la cabeza no dejaba de darme vuelta. Me surgian mil preguntas, me daba cuenta que quizas por mi forma de ser, nunca habia sido realmente feliz en mi vida, todos mis dias eran iguales, y en este ultimo tiempo habia vivido mas cosas que en toda mi existencia, cosas que con el tiempo me iban agradando mas, quizas no habia podido ser feliz por que estaba tranatndo de encajar en un lugar que no me pertenecia. El problema estaba en que me pertenezca o no, habia nacido siendo un chico, lo unico que me habia propuesto en mi mente era que bajo ningun punto se lo iba a decir a mis padres, hasta no estar completamente segura de lo que queria. Me tocaba una y otra vez las piernas, me gustaba sentirlas suave, hasta por unos minutos trate de imaginar que era completamente una chica. Entre tantos pensamientos, sin darme cuenta, me quede dormido.

Pasaron unos dias, mi vida seguia normal, aunque aveces me sentia mal, deseaba volver a usar esa ropa, el unico cuidado que tenia era de salir siempre de mi habitacion con remera, para que no se notara que no tenia bellos. Sin embargo a los pocos dias comenzaron acrecer de nuevo, mi masculinidad se volvia a hacer presente, ya no le daba mucha importancia, creia que iba a ser mejor que todo vuelva a ser como antes, pero seguia deseando ser mujer en mi interior, simplemente pensaba que lo intentaria cuando sea independiente economicamente. Hacía una semana aproxiamdamente que no hablaba con Pao, si bien tenia ganas de hablar con alguien, preferia no hacerlo. Me llego un mensaje al whatsapp:

  • Holis amor, como estas? perdon por no hablarte antes :(