Por una mala presencia

Mano que pellizca y coge la cinturilla de mi pantalón, tirando esta con fuerza hacia abajo, acabando por desgarrarla y quedarse echa unos harapos en mis tobillos, dándose cuenta que no llevo ropa interior, soltando menuda putilla.

Por una mala presencia

Mi relato… uno más, tan verídico como tantos… uno más de mi vida, cuya lectura da morbo y sexo, donde a veces relato experiencias naturales, como en otras me decido a contarlas y haceros participe. Hoy os contaré una experiencia que me ha ocurrido precisamente hoy miércoles, me ha ocurrido en este día frio y lluvioso. Debo confesaros que no ha sido buscado ni fortuito, ni imprevisto, ni ocasional… sino casual y esporádico, mejor será que comience y ya me diréis…

Son las 10:00 de la mañana y aún sigo con el pijama puesto, mi intención desde esta mañana era cambiarme y salir, tengo muchas tareas que realizar por no decir trabajo, aparte de ir a comprar el pan y algo para comer. No me he cambiado porque espero la llamada del técnico, técnico que quedo ayer el presidente de la comunidad en reparar unas cosas del bloque, presidente que me ha encomendado finiquitar el papeleo. Miro el reloj y nervioso veo que esta persona se retrasa, presencia que debía de haber hecho desde las nueve de la mañana, presencia que condiciona todos mis quehaceres.

Además, estoy caliente y supe salido, tanto que desde esta mañana no he dejado de masturbarme, eso sí… mientras leía porno o veía alguna escena xxx. Dejándolo por el enorme olor a precum y la humedad de mi entrepierna, bueno eso y que no deseaba correrme aun y de esa manera.

Me dirijo hacia la cocina, me preparo un café y algo de desayunar, miro el frigorífico a modo de saber que debo de comprar, trasteando por las bandejas doy con un pepino de veinticuatro centímetros y de un grosor considerable… uuummm!!. Las ideas maliciosas llenan mi cabeza al tiempo que recuerdo que debe de llegar el técnico, verdura que vuelvo a dejar en el interior del frigorífico. Soltando…

  • “Tranquilo que hoy no te escapas… mmmm!!”.

Llaman a la puerta y sin acordarme de la mascarilla abro, encontrándome al otro lado a un hombre mayor, cuyo aspecto corpulento se me presenta. Me hace saber que se llama Paco y que es el administrador de la empresa encargada de los arreglos técnicos, persona que noto que me mira de arriba hacia abajo y que clava su mirada en algún punto de mi frente, dándome cuenta en esos momentos que no llevo mascarilla. Me disculpo y tras girarme tomo una del mueble de la entradita, volviendo a la conversación con este hombre, persona que nuevamente me explica su presencia y que me hace saber que debo de firmar unos papeles, pidiéndome entrar a modo de continuar en casa.

Tras darme la documentación… le invito a pasar, caminando yo delante hacia el interior, dirigiéndome hacia el salón mientras escucho la puerta cerrarse y los pasos de esta persona caminar tras de mí. Cojo la documentación y la pongo sobre la mesa, inclinándome a modo de poder firmarlas, momentos en que mi agarrado por sus brazos, brazos que cuyas manos se apoderaron de algunas partes de mi cuerpo. Pues mientras su mano izquierda se apodero de mi miembro… la izquierda me agarro el culo, magreando ambas al mismo tiempo, mientras yo intentaba zafarme al tiempo que le pedía que me soltara.

Mientras lucho por soltarme de esos brazos, puedo notar su cuerpo corpulento cuyo vientre hinchado debe de ser debido al alcohol, brazos peludos y supongo como el resto del cuerpo. Huele a tabaco y su cara araña debido a la barba de días, intento mirarlo, pero no lo logro, aún recuerdo sus ojos pues no pude ver bien su rostro por la mascarilla. Es cuando este me suelta…

  • “Si lo estas deseando, ¡mira si estas empalmado y mojado por una corrida o a punto de ella… uuummm!!”.

Sigue esbozando…

  • “Y este culito que está pidiendo a gritos una polla, ¡mira abierto y que dispuesto esta… uuuffff!!”.

Mano derecha que abandona mis nalgas, apoderándose ahora de mi pecho, eso sí una vez que la ha introducido bajo mi camisa de pijama, mano que magrea con violencia, pellizcando mis pezones hasta endurecérmelo… aaahhh!!. Mano que siento fría y el rasgo tosco, mano llena de durezas y por el tacto, diría que pertenece a un hombre de cincuenta y muchos o pasado los sesenta años. Pero también es verdad que se me ha endurecido por otro motivo, pues no es otro que el sentir la dureza de su polla, miembro que está presionando mi orificio… ooohhh!!.

Hombre que golpea mis rodillas con una de sus piernas a modo de separar las mías, hombre que coge y retira su mano derecha de mi pecho. Mano que pellizca y coge la cinturilla de mi pantalón, tirando esta con fuerza hacia abajo, acabando por desgarrarla y quedarse echa unos harapos en mis tobillos, dándose cuenta que no llevo ropa interior. Esta brutalidad ha hecho que me corra sin necesidad de que me masturbe, ya que ha cogido muy excitado y caliente, dándose cuenta de ello suelta a carcajada…

  • “Ja ja ja… ya te has corrido cabrón, bueno pues yo no me voy a quedar así… no crees”.

Ahora con su mano derecha que quita su mascarilla, bajando levemente su cabeza y escupe hasta por dos veces sobre la palma de su mano, imagino con qué propósito y se me ocurre la idea de decirle que tengo vaselina. Pero en esos momentos siento como introduce su mano entre mis glúteos, mano que humedece mi orificio, impregnándolo bien e incluso introduciendo su dedo corazón… ooohhh!!. Soltándome al escucharme gemir…

  • “Te gusta… eeehhh!!”.

Apartando su mano izquierda impregnada de mi corrida de mi flácida polla, colocándola sobre mi espalda al tiempo que toma una de mis muñecas, obligándome a permanecer inclinado al tiempo que me hace daño. Mientras la derecha conduce su miembro hacia mi orificio, ¡sintiendo su glande restregarse entre mis glúteos… uuummm!!, acabando por presionar y un dolor punzante me hace echar mi cuerpo hacia delante, mientras este presiona… aaahhh!!. Soltándome…

  • “Te imaginas que antes tus gritos de dolor, coge un vecino y entra, ¡cogiéndote de semejante manera… eeehhh!!”.

  • “Dime… ¿Cómo se lo explicarías?”.

Una nueva embestida, ¡hace que me entre un par de centímetros más… ooohhh!!, comenzando ahora de forma frenética a bombearme… ooohhh!!, sintiendo su polla sin látex alguno… uuummm!!. Polla bastante gruesa y aunque la longitud no es la de otros amigos… ooohhh!!, puedo confesar que me vale en verdad… aaahhh!!. Soltándome al oído…

  • “Crees tú que te puedo soltar, ¡me gustaría follarte cogido por tus caderas mejor… ooohhh!!”.

Un movimiento de mi cabeza le hace saber que puede, sintiendo como suelta mi dolorido brazo, brazo que dirijo hacia mi polla ahora morcillona y que comienzo a masturbarme… uuuffff!!. Volviéndome a decir…

  • “Quien me diría a mí que encontraría una satisfacción al visitar la casa del vicepresidente del bloque… uuummm!!, me parece que desde hoy vamos a tener muchos encuentros… eeehhh!!”.

Suelta al compás de unos embistes endiablados, ¡enviones que me hace retorcerme más de dolor que satisfacción… ooohhh!!... uuummm!!, enunciándome al momento…

  • “Ooohhh!!... señor vicepresidente que lo voy a preñar… uuummm!!”.

Embiste enérgicos, ¡cuyas manos me tenían sujeto por las caderas al tiempo que sus dedos me clavaba sus uñas… aaahhh!!, notando su cuerpo tensarse y polla enterrarse bien profundo… ooohhh!!. Sentía su miembro vivo, dándome la sensación que se hinchaba un poco más y que sus venas palpitaban… ooouuummm!!. Llegándome a soltar…

  • “Aprieta ahora el culo… ooohhh!!, aprieta y no deje que la saque… uuuffff!!”.

Sintiendo en minutos como descargaba entre espasmo, notando como me llena de leche, mientras me da un par de embestidas más… uuummm!!. Siendo estas de menor fuerza, aminorando las embestidas hasta quedarse echado sobre mí, sintiendo ese pesado cuerpo, incorporándose al tiempo que salía de mi orificio su flácido miembro.

Luego fue un momento extraño, me quede con mis prendas rotas, sintiendo como al ponerme derecho salía de mi orificio su corrida, sentía como está se diluía por mis piernas descendiendo hasta mis pies. Este sonriente se guardó su flácido miembro, tomando la documentación firmada y tomándome por la cintura, dijo…

  • “Bueno acompáñame hasta la puerta al menos que quiero decirte una cosa”.

No quedándome otra y mientras caminábamos hacia la puerta, coge y me explica…

  • “Mira… ante todo debo pedirte disculpas, yo no soy así y no sé qué me ha pasado, pero por otro, lado estaba cabreado por una serie de cosas que tú sobre todo tú tenías la culpa”.

  • “Pero fue abrirme la puerta y verte, ver la semejante facha de tío, oliendo a semen a no poder… me dio una patada en el estómago, pero fue verte mejor y reconocerte de una página de contactos gay”.

Dice mientras no dejaba de magrear mis nalgas, dedeando mi húmedo e impregnado orificio con sus dedos, prosiguiendo…

  • “Pues eso, fue reconocerte y pensar… ‘Joder menuda suerte la mía’, pues me venias de perilla, ya que venía de mala ostias y quería desquiciarme con alguien, mira por donde apareciste tu”.

Llegando a la puerta, no dejando de dedearme. Soltándome al tiempo que abría la puerta…

  • “Bueno lo dicho, me despido y me marcho con un buen recuerdo, y sobre todo haberme descargado, pues mira por donde tenía los cojones bien cargado”.

  • “Espero que no cuentes esto a nadie, ya sabes esto debe de quedar entre nosotros, bueno me marcho… pero verte pronto”.

Y hay ha quedado todo, pues nada más marcharse este, rápidamente me he ido a ducharme, no por quitarme resto del olor o presencia de esta persona, sino por retirar los restos de semen. Eso y hacerme una buena paja, ¡ojo no solo con estos recuerdos sino también con el pepino… ooohhh!!, sentándome poco después a redactar dicha experiencia, y de paso hacéroslo participe de ella. Bueno eso y a comprobar los anuncios de contactos, pues creí recordar que uno de ellos al menos había caducado, mientras el otro hacía meses que no estaba rulando. Dicho esto, os dejo, espero que les haya gustado y que hayáis disfrutado, espero vuestros comentarios, ya sea animándome a continuar, como críticas. Claro está, mi email es: jhosua 1974 @ gmail. com (obviamente… todo junto).