Por una Lavadora
Este relato es real aunque no me arrepiento de lo sucedido y la verdad la lavadora sigue funcionando y no se le a descompuesto
Ya había dejado la escuela tenía más de veinte años, Trabajaba como Edecán así que junte mi dinero para comprarle una lavadora a mi Mama, ya que lavaba ajeno y la que tenía ya causaba muchos problemas, se acercaba su cumpleaños y todavía me faltaba la mitad para comprarla, fui a una tienda de abonos pero sentía que era mucho dinero, y recordé que Don Cesar siempre me decía lo que se te ofrezca te puedo ayudar.
Don Cesar era un señor muy amable amigo de mi Mama, sus hijos eran mayores que yo en ese entonces el señor estaría pegándole a los 56 años, así que me dirigí a verlo.
-Hola Don Cesar, como esta-
Muy bien Isabel, y tu mama como esta
-Muy bien Gracias-
Ya casi es su cumpleaños verdad
-Si ya a días y sus hijos-
Bien Gracias Estudiando, no sé por qué dejaste la escuela
-Pues la necesidad Don-
Me saludas a tu Mami
-Disculpe Don, mire tengo un problemita, me falta dinero para comprarle una lavadora a mi Mamá y quería ver si usted me lo podía prestar-
Si claro cuánto te hace Falta
-La verdad tanto me hace Falta- no recuerdo eran casi 4 mil pesos.
Y como me vas a pagar, Isabel me dijo
Pues poco a poco, le dije.
Mira Isabel tu eres una chica muy hermosa desde que estas en la secundaria te eh visto, como mujercita, y esta es una oportunidad que no se me va volver a presentar, te regalo ese dinero si tu pasas una buena tarde conmigo
Me sentía ofendida, molesta pero sabía que no podía juntar ese dinero hasta casi fin de año, y apenas había pasado su día y no le regale gran cosa.
Así que acepte. –Buenos está bien- mirando al suelo.
Que día puedes para yo decirte donde nos vemos, en esos días descansaba los lunes, así que me cito en un hotel muy bonito –A pero a mí me gustan las niñas como tú, bien rasuraditas-
Ese día me cito pasadas las 4:00 de la tarde me bañe antes y me rasure muy bien, me vi en el espejo y era la primera vez que me quite el bello, no se ve mal pensé entre mí, hice lo que él me pidió llevara Tacones, así que tenía unos zapatos con tacón bajo, una falda y una blusa, y una chamarra, me mandó un mensaje de que cuarto estaba el.
Llegue puntual a las 4:00 con pena pedí la habitación, mientras subía yo decía es por mi mami, es por mi mami. Llegue a la puerta y toque, abrió la puerta, y estaba el con solo una toalla amarrada e su cintura.
Don Cesar era un señor de 1,75 de alto, robusto algo fuerte, de mucho bello, canoso en el pecho, bigote, medio calvo en esos años , de ojos verdes, de tés apiñonado blanco, olía a perfume, sus manos eran grandes, eso sí muy bien arreglado.
Pasa mi niña, mira te compre esto, era un liguero blanco, con medias blancas, pero antes no quieres venir al Jacuzzi, anda quítate la ropa y metete aquí junto a mí- me dijo
Con pena me quite mi ropa y el muy caballero me dio la mano, lo que me sorprendió fue su miembro, hasta ese momento era el más grande que yo había visto nos metimos al Jacuzzi y me dijo cuéntame cómo es la lavadora para tu Mami.
Ya le conté como era y el por que
El me pregunto si era virgen
A lo que yo respondí - no-
No te apures mi niña, me lo imaginaba con ese cuerpo tuyo muy difícil que llegaras a tu edad virgen
Salte tantito del jacuzzi quiero verte con esa lencería
Así que me salí me seque y me puse todo muy torpemente, me pare frente a él con mucha pena,
Te quedo muy bien mi niña- me dijo
Se salió del Jacuzzi yo volví a ver su miembro y una gran sorpresa al ver que estaba más gruesa.
Ven recuéstate me dijo, abrió mis piernas y me empezó a tocarme muy delicadamente, abría mis labios y pasaba su lengua, de repente me empezó hacer un Oral que mis antiguos novios los hacia ver como unos tontos, se recostó y empecé hacerle un Oral agarraba su ancho miembro y yo con mi lengua jugaba con su miembro, él me iba guiando muerde un poco ahí me decía o chupa ahí, en verdad soltaba mucha saliva, detente niña que me vas hacer acabar, así que me detuve, cambiamos de posición, y se subió en mí, me robo un beso, era la primera vez que alguien me besaba con bigote, sentí su ancho pene entrar en mí, sus movimiento no eran acelerados, yo empecé a gemir después de unos minutos, el besaba mis senos, los mordisqueaba,- Don más, mas así- le decía, y cambiaba de ritmo, a veces era suave o rápido, duro o despacio, yo gemía de placer entre cada ritmo soltaba un grito de placer, el Don se sentó yo me senté de frente, el agarro mi trasero y me movía de adentro hacia afuera mientras yo sujetaba su cuello y de la nada se puso de pie, puso mis piernas en sus brazos y mientras sus manos me tocaban mi trasero, empujándome de arriba hacia abajo, yo lo abrazaba fuerte sintiendo que me iba a caer seguía gimiendo y el más me movía su antojo, me recostó nos pusimos de cucharita y el seguía mientras pellizcaba uno de mis pezones, yo empecé a mover mis cadera fue cuando paro y me dijo, súbete en mi, me senté viéndolo a él, el sujetaba mis senos, y empecé a mover mis caderas, cuando llego esos calambres que recorrieron mi cuerpo, y un chorro que salía por mi vagina y empecé a Gemir de placer fue una locura, me recosté en su pecho el me abrazo, llevo su mano a mi cabeza yo agarre todo el aire que podía estaba fundida..
Bien mi niña, en verdad quieres esa lavadora me dijo, la verdad si lo estaba Gozando, hicimos el 69 yo empecé hacerle un oral mientras el pasaba su lengua por mi vagina, la verdad no quería que acabara, me dijo ponte de perrito así que me baje y me puse en esa posición induje que ya íbamos a acabar, me tomo de la cadera y sigo penetrándome a su ritmo, no tenía prisa, yo gemía con cada embestida que me daba.
Saco su miembro de mí, y me dijo recuéstate que ya quiero acabar, así que me recosté abrí mis piernas para recibirlo, el me sujeto de la cabeza yo del cuello y empezó a embestirme, yo decía su nombre, Don Cesar, haah haa asi Don Cesar, el me tenia abrazada con esas manos fuertes mientras me empujaba su miembro dentro de mí, escuche un gemido por parte de él y sentí como estaba terminando, me dio varios besos pero uno en mi frente se levantó y me dio una Toalla, ven metete así al Jacuzzi.
Él se recostó en el jacuzzi yo me senté encima de él mi espalda tocaba su pecho él me tenía abrazada con una mano que cruzaba de mi cuello a mi seno, me sirvió una copa de vino, y descansamos tantito.
Ya me cuesta más Trabajo recuperarme
-Como Recupérate-
Se Salió del Jacuzzi tomo su celular, y me dijo déjame tomarte una foto así como estas en el jacuzzi.
-Pero eso no lo habíamos platicado-
*No hija pero cuando despierte quiero verte tal y como estas *
Así que accedí, -Solo una le dije-
Me dijo como la quería y pose para él, tapando mi rostro pero enseñando todo de mí.
Se volvió a meter al jacuzzi se postro detrás de mí, tomo mi cintura y me sentó en el yo empecé a mover mi cadera mientras el tocaba mis pechos, estaba muy excitada en ese momento no podía creer lo que pasaba, cambiamos de posición me puso de tal manera que mis manos tocaban la orilla del Jacuzzi, me levanto un poco de atrás y empezó a montarme sentía como con su dedo rosaba mi Ano, yo le decía que no me gustaba pero el insistía en tocar esa parte, introdujo su pulgar, yo sentía un pequeño dolor mientras lo hacía, varias veces gemí de placer él sabía lo que hacía, y empezó a embestirme más fuerte, mi cabeza ya estaba en el suelo de lo fuerte que me la metía, se detuvo, yo me subí en el para volver a terminar, con el agua su dedo tocando mi clítoris y su miembro tan grueso no tarde mucho en acabar, en esos momentos me sentía un poco mareada no me dio tiempo de tomar aire cuando él se paró yo hinque frente ah el para recibir su miembro en mi boca, empecé a chuparlo lo sacaba de mi boca para que le chupara sus huevos me empujaba para que pasara mi lengua un poco más adentro, me volvío a meter su miembro hasta que lleno mi boca de su semen.
Vaya que si querías esa lavadora.
Yo me metí a bañar mientras él se quedó ahí en el Jacuzzi me despedí con un beso en la boca, y me fui para mi casa, al otro día me hablo para ir a comprar la lavadora de mi Mamá, cuando me dejo cerca de mi casa me dijo que si se me ofrecía otra cosa no dudara en llamarlo
El sábado unos días antes del cumpleaños de mí Mamá llego por fin la lavadora, me sentía feliz porque la que tenía ya estaba lista para la basura, y ver feliz a mi mama valió toda la pena aunque ella nunca supo cómo se compró.