Por una foto de mi polla

Mi radar de pasivas había fallado.

La tarde con Bruno fue genial, estuvimos por el centro tomando cervezas mientras recordábamos viejas historias y nos seguíamos poniendo al día con nuestras vidas. Las únicas referencias sexuales que hubo, fueron las historias que Bruno me contaba sobre todos sus ligues; ya me había hablado acerca de lo genial que se lo pasaba en la cama con algún tío, pero nunca con tanto detalle y con tantos nombres. Para ilustrar mejor sus historias, no dudó en enseñarme montones de fotos de tíos; su móvil era un auténtico campo de nabos, pectorales y culos abiertos.

-Bruno: ¿Ves a este tío? Me la comió la semana pasado, en pleno día, en el retiro.

-Yo: Joder, ¿no hay mucha gente por ahí?

-Bruno: Fuimos a una zona tranquila. La idea era simplemente tumbarnos a descansar. Al rato el chaval me preguntó si podía apoyar la cabeza en mi estomago, le dije que sí, aunque me quedé pillado porque tampoco había tanta confianza. A la que quise darme cuenta, el tío empezó a girar la cara hacia mi paquete, me desabrochó los pantalones y se metió todo mi rabo en la boca.

-Yo: Menudo morbo. A mí me pone mucho que me miren, pero en un sitio tan público…no sé yo, prefiero lucirme en un sitio al que la gente vaya a ver cómo le comen la polla a un tío, no a un parque al que la gente va a pasear.

-Bruno: Ahí va gente para hacer de todo, ya te contaré. Además, como para pensar en algo con la mamada que me hizo éste, al minuto ya le había llenado el estomago.

-Yo: jaja qué cerdo. Además, con el calentón de ver a todos los runners por el parque, con sus pantaloncitos cortos ajustados, sus piernas fuertes y sus camisetas…

-Bruno: Sí, ya recuerdo tus historias de hace años, cuando salías a correr con el chaval ese de tu uni. Muy maqueados con vuestras mallas y vuestros equipos, pero al final, de la hora que estabais por ahí, sólo corríais 10 min y los otros 50 te los pasabas dándole por culo detrás de un árbol.

-Yo: Haha sí, menudas hacíamos por ahí, esas salidas a correr darían para un buen relato.

-Bruno: Bueno tío ya son las 11, me tengo que ir a casa que mañana trabajo. ¿Tú qué? ¿Vas a irte de fiesta solo por ahí?

-Yo: Qué va, también estoy cansado del viaje. Me marcho al hostal y ya mañana veo que hago.

Acompañé a Bruno hasta la estación de Sol y yo me dirigí hacia el hostal. La verdad es que las cervezas, la conversación con Bruno y la escena en la habitación del hostal de la tarde, habían provocado que mi polla llevara empalmada un buen rato; cuando llegara al hostal iba a caer una paja de las de tumbarse en la cama. Pillé unas cervezas por el camino para seguir animándome y decidí escribirle a mi novio por si me mandaba material para mi paja.

-Yo: Hey Aleix, qué haces? Me acabo de despedir de Bruno y me voy al hostal ya a dormir, estoy reventado. Aunque si estuvieses en la habitación…igual sí tendría fuerzas para algo más.

-Aleix: Guay. Acabo de cenar. Hablamos mañana mejor, buenas noches.

Joder cómo se ha puesto, sabía que la tendría con él. Aleix sabe que Bruno es mi mejor amigo y conoce las cosas que hacíamos juntos cuando salíamos por ahí. Le he dicho mil veces que sólo es un amigo y que no hay nada entre nosotros, pero no le gusta que hayamos compartido tanto entre nosotros y que Bruno siga saliendo tanto de fiesta y con tantos tíos, se siente bastante celoso.

Por si eso fuera poco, a Aleix no le gusta nada el rollo de mandar fotos o escribir cerdadas por el móvil. Creo que nunca he podido conseguirlo con él. En cambio a mi…eso me pone demasiado. Durante el año que llevo con Aleix, debo confesar que alguna conversación subida de tono sí he tenido con Bruno por whatsapp, fotos incluidas. Como aquella vez que, con la excusa de enseñarle la chaqueta nueva que me había comprado, le mandé una foto con la chaqueta puesta llevando debajo únicamente unos calzoncillos en los que se notaba perfectamente un tronco duro, ladeado hacia la derecha, apuntando un poco hacia arriba, con un capullo a punto de estallar por el elástico. Tras esa foto, empezamos un cruce de comentarios, videos y más fotos entre Bruno y yo, que terminó conmigo corriéndome encima de la mesa, imaginando cómo Bruno había limpiaba mis corridas con su lengua tantas veces en el pasado.

Llegué a la habitación, me desvestí y me tiré a la cama con una cerveza en la mano dispuesto a seguir animándome un poco antes de empezar a machacármela.

¿Me pongo una porno? No, no quiero correrme tan pranto. ¿Empiezo a buscar fotos de tíos por instagram? O mejor Twitter, que hay más videos sin censurar. ¿Y si me descargo el Grindr? Venga va, sólo por ver qué hay cerca, igual hasta me pongo a hablar con alguien un rato y me anima la paja.

Siempre he sido muy fan de Grindr, aunque es algo que oculto a Aleix por supuesto. Nunca he quedado con ningún tío, la mayoría de las veces ni siquiera hablo con nadie, sólo me gusta entrar para ver qué hay en el mercado.

Esa noche, Grindr tenía mucho que ofrecer y, animado por tanta cerveza, pensé que no pasaría nada por poner una foto mía de perfil. Apenas conozco gente en Madrid y nadie vive por la zona en la que estoy, tendría que tener muy mala suerte para que alguien me reconociera y se lo contara a Aleix.

No fui muy imaginativo y subí una foto mía en bañador de hacía unas semanas, me la hice para mandársela a Aleix una de tantas veces que intentaba empezar una conversación cerda con él, pero no tuvo efecto. A ver si ahora tenía mejor suerte.

Tras algún que otro cruce de palabras con unos cuantos, me escribió un chico que llamó mucho mi atención. Era delgado, un cuerpo normal, pero muy guapo de cara. A pesar de los 27 años que, según su descripción tenía, parecía más pequeño, tenía cara de niño travieso, de los que son formales en la calle, pero en la cama se vuelven una auténticas zorras sumisas si sabes manejarlos.

-Carlos27: Hola, ¿Cómo va la noche?

-Yo: Hola. Todo bien, en Madrid de paso por trabajo. Viendo si encuentro algo divertido esta noche.

Iba a estar en la aplicación sólo el rato necesario para hacerme una paja, luego la borraría. No le iba a contar al chico mi vida.

-Carlos27: Un poco de diversión siempre está bien ¿Hasta cuándo te quedas?

-Yo: Voy a estar un par de días más, pero suelo venir muy a menudo.

Me estaba animando y el chico era la suficientemente guapo como para dejar una pequeña puerta abierta por si volvía a tener necesidad de paja y me descargaba de nuevo la aplicación mañana u otro día.

-Carlos27: Guay, ¿cómo te gusta divertirte?

-Yo: Depende del momento, pero ahora me apetecería ver a un tío desnudo, entrando de rodillas por la puerta, que se pusiera delante de mí a comerme la polla hasta ponérmela bien dura y luego metérsela a 4 patas en el suelo hasta corrernos los dos. Luego puede irse, no hace falta hablar.

No suelo ser tan directo en la primera conversación, pero yo iba a lo que iba. A esas alturas mis pantalones y mi camisa ya estaban por el suelo. Yo estaba en la cama, abierto de piernas, el bulto de debajo de mis bóxers hacía rato que ya tenía un tamaño más que considerable.

La escena que le había descrito me había puesto demasiado, de verdad deseaba que esa situación llegara a pasar esa misma noche. Me acariciaba el bulto por encima, apretando una polla que tenía ganas de dar de comer a alguien, puede que a Carlos27, depende de lo que contestara a mi mensaje.

-Carlos27: Jaja eso molaría, pero soy activo.

Decepción, mi radar de pasivas había fallado.

-Carlos27: Pero si te mola la idea, conozco a alguien al que podríamos follarnos entre los dos. No tendría problemas en hacerte lo que has dicho. Podrías pasarte mañana por mi casa.

¿Un trío? no hay nada que me ponga más que compartir a una zorra con otro tío, una buena mamadora de pollas con ganas de que dos tíos lo revienten por todo lados.

Y puesto a que esta noche Carlos27 no podrá quedar, yo sí puedo calentar la situación todo lo que quiera sin miedo a esperar la pregunta “¿Quedamos ahora?”.

-Yo: Sí, me pone la idea ¿Tienes foto de él?

Carlos27 me pasa la foto de un tío de espaldas, completamente desnudo sobre la cama, piel morena, más o menos de mi edad. No se le ve la cara pero sí un buen culo en posición de pedir rabo.

Media polla mía ya está fuera de su prisión, empezando a mojar mi abdomen.

-Carlos27: ¿Y tú qué tal vas de polla? ¿Puedo verla?

Estoy demasiado caliente como para negarme a esa petición. No tengo ninguna foto en mi móvil, cuando me saco alguna, la borro enseguida para que no me pueda pillar Aleix en algún descuido. Me tendré que hacer una foto ahora mismo.

Me desnudo por completo y cojo mi rabo con una mano, bien firme, apuntando hacia arriba. Enfoco con el móvil, pero no me termina de gustar cómo se ve.

Me incorporo un poco, me la cojo del tronco más abajo, aprieto un poco para que todas las venas se marquen, sí, así se ve mejor. Me la descapullo para que se vea bien el glande, completamente mojado a esas alturas. Me saco varias fotos y decido enviarle una.

-Carlos27: Menudo pollazo, eso me lo quiero comer yo también. Mañana reventarás a mi amigo, pero a mí me dejarás que me meta eso en la boca también.

En mi cabeza sólo tengo la imagen de Carlos27 y su amigo comiéndome la polla a la vez.

Me la vuelvo a coger y empiezo con un sube y baja cada vez más fuerte. Estoy muy cachondo, la cerveza hace que mis suspiros y soplidos se oigan mucho más fuerte de lo que deberían. Me miro el rabo, ¿mañana darás de comer a dos hambrientos? La idea me excita demasiado, hace mucho que no hago un trío y quiero hacerlo de nuevo.

Noto que me me voy venir, mi respiración se acelera, en mi mente tengo las imágenes de la cara de Carlos27, del culo de su amigo, pero también la imagen de Bruno sentado encima de mí esta tarde ¿era sólo una broma o realmente quería que le diera polla? Quiero follarme a Bruno.

No aguanto más, suelto un grito que se debe oír en todo e hostal, trallazos de lefa salen disparados de mi polla. Termino exhausto, me miro, tengo la mano, el abdomen y el pecho, llenos de mi leche. Ojalá alguien para limpiarme con su lengua, yo estoy demasiado cansado, me quedo dormido así.

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Para entender mejor el contexto, puedes leer mi anterior relato "Mi llegada".

Gracias por leerme.