Por una deuda me veo obligada a hacer sexo oral.

Mi primer relato de de como me veo obligada a comprometerme a mamar la verga a 5 amigos de mi hermano. Tuve que dividir el relato en 2 partes para evitar alargarlo de mas. Advierto que esta primera parte no contiene sexo. Espero no les resulte aburrido.

Mi nombre es Abby (diminutivo de Abigail) y trataré de ser lo más breve posible en mi presentación antes de entrar al tema principal. Es mi primer relato y les pido que tengan paciencia para tratar de mejorar conforme vaya relatando otras más de mis experiencias.

Como ya mencioné me llamo Abby, tengo 18 años recién cumplidos, vivo con mis padres y mi hermano Javier de 22 años en una ciudad de Estados Unidos. Acabo de graduarme de high school hace un par de meses. Fisicamente soy de estatura promedio, de piel morena, cabello largo negro y ojos cafés razgados lo que me ha ganado el apodo de China entre mis amigos. Tengo la nariz afilada, los labios rosas y la boca pequeña. Pómulos y cara en forma triangular, lo que me ayuda a verme siempre delgada. No me gusta mucho sonreír porque siento que me hace ver más niña de lo que soy.

Siempre he sido fan de los deportes siendo mi favorito el soccer (futbol) el cual he practicado desde niña. En high school pertenecía al equipo de soccer lo cual me ayudó a mantener una figura atlética sin siquiera acudir al gym. Eso y una buena genética heredada de mi madre.

Siendo más detallada en mi físico les cuento que tengo los pechos pequeños, casi planos, pero firmes. Piernas largas y cintura marcada. Eso sí, un culo bastante grande y frondoso que desde que estaba en la escuela ha sido mi mejor atributo y el foco de atención de las miradas de mis compañeros. Muchos de ellos acudían a los juegos de soccer solo para mirar como me temblaban las nalgas mientras corría tras del balón o ver como se metia el short en la raya de mi culo como si fuera tanga. Varias veces en el camión escolar llegaron a darme arrimones y manoseos, así como también los descubrí espiandome cuando estaba desnuda en las duchas. Pero eso pasó cuando era menor de edad y no puedo contarlo aquí.

Ahora, lo que quiero contarles sucedió apenas unos meses atrás.

Finalmente había terminado mi periodo escolar de high school, lo que creo es escuela preparatoria en México. Este último año escolar fue verdaderamente complicado por la situación del Covid-19. Si bien teníamos la ventaja de permanecer en casa y tomar clases en línea, también eso nos permitía flojear un tanto y descuidar la clase. De ser regularmente una estudiante avanzada pasé a ser una estudiante promedio y me costó ponerle un esfuerzo extra para poder terminar mi ciclo escolar.

Pero ese no fue el único problema al que me enfrenté. Como mencioné arriba, la situación de la pandemia complicó la vida de muchos de nosotros, varios negocios tuvieron que cerrar sus puertas. Aparte de ser estudiante yo me venia desempeñando como mesera en un restaurant donde no solo tenía un sueldo estable por semana si no también recibía una buena cantidad de dinero gracias a las propinas que los clientes me dejaban. Ese sueldo me permite costear mis gastos y algún que otro capricho. Pero por la pandemia el restaurante poco a poco fue perdiendo clientela al grado de que los dueños tuvieron que cerrar su negocio. Como muchos adolescentes estaba yo en la edad del relajo, las fiestas y las salidas de fin de semana, y nunca previne que podría pasar lo que sucedió. Me quedé sin trabajo y sin ningún ahorro, todo lo gastaba así como lo ganaba.

Había terminado mi ciclo escolar y estaba apunto de graduarme, y si bien me sentía feliz de haber llegado hasta aquí, eso representaba un gran problema. No tenía la solvencia para costear los gastos que se avecinaban. Había ya de antemano apartado un paquete de fotografías, mi toga, birrete y todo lo que conlleva lo que es una graduación. Le había mentido a mi madre diciendole que ya tenia todo pagado con el fin de que dejara de darme presión con la perorata de que dejó todo para el último, cuando la realidad era que solo había dado el primer abono y ahora faltaban un par de semanas para mi graduación y liquidar el resto del dinero y no contaba yo con siquiera la mitad del costo total. Está demás decir que me encontraba en una situación desesperante.

Aquella tarde me encontraba en mi recamara perdida en mis pensamientos, tratando de hallar una forma en como solucionar mi problema cuando sentí un ligero toque en mi hombro. Era mi hermano Javier quien me tocaba sacándome de mis pensamientos.

¿Que pasa, China? -me preguntó- Tengo un minuto hablándote y estás en las nubes. ¿Todo bien?

Ahhh, Javo! Perdona, me agarraste en la pendeja -sonreí al responderle llamándolo por el apodo que acostumbraba decirle.

¿Todo bien? -cuestionó de nuevo.

Mmm...pues no tan bien, la verdad -le dije con carita de llorar- Estoy metida en un lío gordo y por más que pienso no sé cómo resolverlo.

No me asustes, mujer ¿Estás embarazada?

Claro que no, pendejo! Tú todo lo relacionas con sexo jaja! -respondí divertida con su ocurrencia y aligerando mi pena. Esa era la relación que tenía con mi hermano. Poseía la magia de hacerme reír con alguna puntada siempre.

Pues si no es eso, no se que es entonces. A ver, cuéntame y quizás pueda ayudarte en algo.

Le conté como estaba la situación, con todo detalle. Lo desesperada que me encontraba por lo cercano de mi graduación y la falta de plata. El porqué no quería acudir a mis padres que seguramente podían resolver mi problema pero a cambio me ganaría un sermón que para nada quería escuchar. Prefería pedir monedas parada en una esquina que escuchar el clásico “Te lo dije” de mi madre.

Si tuviera dinero te lo daba, pero ando igual que tú -me dijo contrariado- ¿Y porqué no buscas otro trabajo? Así como hay negocios que están cerrando, hay otros que están abriendo sus puertas de nuevo. Eres bonita y le caes bien a todo mundo, fácil puedes conseguir otro empleo.

Pues sí, Javo. Pero son un par de semanas las que faltan para la graduación, no alcanzaría a juntar lo que tengo que pagar.

¿Y porqué no haces lo del OnlyFans? Hablamos de eso hace tiempo, ¿Lo recuerdas? -dijo Javo con una sonrisa pícara.

¡Ay no mames! No voy a andar vendiendo fotos enseñando el culo, que pinche vergüenza. Luego aparecen mis fotos ahí en internet y las llega a ver nuestra madre y para qué quieres. Si no le quiero pedir dinero para ahorrarme el sermón, ¿ahora imaginate que sepa que me encuero por dinero? Me mata.

Ya sé, pero de que venderias chingo de fotos, las vendes. ¡Hasta yo te compraría jaja!

¡Callate pendejo! Somos hermanos, no me jodas -le respondí sin enojarme.

Pues sí pero de que tienes buen culo, lo tienes -me dijo- Y te lo digo como ejemplo, si yo te lo quiero ver ahora imaginate cuantos más no quieren verte el culo también. Tengo un buen grupo de amigos que pagaría por verte encuerada, y lo sabes.

Ya sé, se les botan los ojos los ojos a los pendejos cada que vienen a visitarte. Si bien me fijo, no creas -le respondí. Nos teníamos suficiente confianza para hablarnos de esa manera.

Pues sí, pero tampoco los culpes. Bien que te encanta salir con tus shorts que parecen calzón de tan chiquitos que los usas. Te gusta que te vean, no lo niegues. Por eso te digo, piensa en esa opción.

Y la verdad, si. Me encantaba salir con cualquier pretexto cuando llegaban sus amigos de visita. Y siempre lo hacía usando una pequeña playera a veces sin sostén marcando mis pezones, o con un diminuto short que como bien había dicho Javier, parecía calzón de tan cortito que los usaba. Me fascinaba sentirme deseada por sus amigos e incluso por algunos de los clientes del restaurante. Y es que para nada era yo una santa. Me gustaba exhibirme, provocar lo mismo a jóvenes de mi edad como a hombres maduros. Saberme deseada me daba un sentimiento de poder que ni siquiera el dinero podía dármelo. Si bien me divertía el saber que provocaba erecciones a los amigos de mi hermano nomás de verme, también me gustaba imaginar que pensarían si supieran que igual yo terminaba mojada de mi puchita con solo sentir sus miradas en mi. Eran incontables las noches que me había masturbado con solo recordar sus viciosas miradas sobre mi cuerpo, especialmente en mi tremendo culo que luchaba por escapar de mis diminutos shorts.

Te quedaste toda pendeja mirando al vacío, China ¿Lo estás considerando acaso? Dime que sí y hoy mismo pido dinero prestado para comprarte el primer set de fotos Jaja! -dijo Javo soltando una maliciosa carcajada.

Claro que no, animal. Además si lo hiciera tu no tendrias que comprar mis fotos, pues tu serias el fotógrafo -le dije guiñando un ojo- Ya nomas te calientas y no piensas, bruto.

Ahhh, no mames! No me digas eso porque no me voy de tu cuarto hasta convencerte de que abras tu Only Fans -dijo emocionado Javo con esa mirada que bien le conocía. Éramos hermanos pero estaba consciente de que cuando yo salía a la sala a que me vieran sus amigos, era obvio que también Javo me miraba. No estaba bien eso, pero no podía evitar excitarme de saber que hasta mi propio hermano deseaba mi culo.

He leído que se saca buen dinero con eso y bien rápido, Javo -le respondí en tono serio- Pero no me atrevería a hacerlo. Más que nada porque viviría con el miedo constante a que nuestros padres o algún conocido de la familia descubra mis fotos. Por eso siempre me he negado a enviar fotos desnuda a mis novios, y vaya que me han pedido el pack todos.

Pues como no con ese tremendo culo que te cargas, China -dijo Javo dándome una nalgada.

Aaaay, no seas grosero Javo! Si me dolió -le dije dándole un manotazo en la espalda- Sabes que no me enojo pero tampoco te pases, pinche.

Lo siento, China. Pero es imposible no mirar tu trasero -dijo Javo sin mostrar pena alguna.

Y la verdad no podía culpar a mi hermano mayor. Esa tarde solo me habia puesto un pequeño top en color rosa con un leggins de color negro que me quedaba pegado al cuerpo haciendo ver mi culo mas grande de lo habitual, con la costura trasera del legging metiendose entre las raya de mis nalgas haciendo ver como si no trajera nada puesto.

Ya lo sé, pendejo. Desde hace rato se te nota que la traes bien parada, puerco -le respondí esta vez siendo yo la que le lanzaba una mirada a su abultado short de mezclilla que ocultaba una considerable erección de su verga.

Hijole China, somos hermanos y sé que está mal esto, pero no puedo evitarlo. Disculpame, en serio -dijo Javo esta vez sí genuinamente apenado.

Ahhh, no te preocupes. Además no es la primera vez que se te para el pito por verme ¿Te acuerdas ese día de la piscina? Jaja me acuerdo y me vuelve a dar risa -le respondí- ¿Lo recuerdas?

Jajaja no mames, como no voy a recordarlo. ¡Que pinche vergüenza! -respondió Javo más aliviado- Se te salian todos los pelos de la panocha por un lado del traje de baño y en cuanto te los vi se me puso bien dura. Lo peor fue que todos me vieron y supieron que era por verte a ti. Pinche regañada que me dió mi mamá y a ti te mandó a ponerte otro bikini más grande.

Pues sí pero estábamos chiquitos aun. En ese tiempo obvio ni me depilaba todavía -le respondí divertida de recordar aquel día- Pero bueno, mucha plática y ni me has ayudado en resolver mi problema. Mejor vete y déjame seguir pensando.

Pues te sugerí lo de Only Fans y no quieres -me dijo mi hermano- ¿Tienes otra idea mejor?

Mira tú sabes que no le tengo miedo a enseñar tetas y culo, pero lo que me da miedo es que quedan ahí las fotos para la eternidad y quiero resolver mi problema, no meterme en más -le dije seriamente- Acepto hacer algo extremo porque me urge pagar ese dinero, pero que sea algo que no deje pruebas de lo que hice y mucho menos me vaya a meter en problemas más adelante.

Te voy a proponer una cosa, y lo digo basado en lo que dijiste que aceptas hacer algo extremo...te lo advierto para que no la hagas de pedo y te encabrones conmigo -dijo Javo poniendose serio- ¿Aceptarias hacerle sexo oral a mis amigos a cambio de un buen pago, obvio?

¿Que se las mame a tus amigos por dinero?? -respondí más sorprendida que indignada- Cabron si no estuviera tan desesperada te mandaba a la chingada, pero mi situación tampoco está para ponerme mis moños.

¿Entonces aceptas? Porque fácil te consigo 5 amigos míos que seguro te pagan unos 25 dólares por mamada, o hasta más -dijo emocionado mi hermano- Haciendo cuentas de a 25 cada uno terminas con 125 dólares en un ratito.

Termino con la quijada destrozada, querrás decir! No me gusta la idea, para nada. De hecho es una pendejada lo que me estás proponiendo. Pero se me acaba el tiempo y por increíble que parezca es la opción más rápida para recabar ese dinero. Al fin y al cabo he mamado chingo de vergas y de a gratis jajaja! -no pude evitar reír con mi propio comentario

¿Entonces...cómo sería eso?

Dame unos 30 minutos y yo arreglo todo hermanita, ¿Va? -dijo Javo saliendo rápido de mi cuarto sin darme tiempo de siquiera responder.

MEDIA HORA DESPUÉS

Aunque como bien le dije a mi hermano, su idea me parecía una total y completa pendejada por alguna extraña razón también había logrado darme una especie de tranquilidad. Como si finalmente veía una posibilidad real de pagar ese dinero. Y no solo era la parte monetaria, sino sobre todo el poder graduarme como lo había soñado: Ya me veía caminando a recibir mi diploma de high school en medio de globos, aplausos con mi toga, birrete y flashazos de cámara. Estaba perdida en mis pensamientos cuando sonó mi celular. Era Javier.

¿China? Ok hermanita, ya tengo todo arreglado. Les comenté a 5 de mis amigos y aunque al principio pensaron que les estaba tomando el pelo luego aceptaron en chinga cuando vieron que era en serio.

Ay Dios, tenía la esperanza que dijeran que no. Necesito ese dinero pero también tengo escrúpulos -contesté a Javo- Desembucha y dime rápido como va ser todo antes de que me arrepienta.

Bueno, será 25 dolares cada uno a cambio de que les hagas sexo oral. Las condiciones que les puse son de que ellos no te pueden tocar, ni tampoco nada de grabar con su celular. Pero a cambio tú estarás en brasier y tanga y si ellos te piden, y estoy seguro que lo van a hacer, tendrás que tragarte su corrida. Bueno no exactamente tragarse su semen, puedes escupirlo si gustas. Pero dejarás que terminen en tu boca. ¿De acuerdo? Son 125 dólares que ganarías en un ratito. Ya tu sabes si los puedes hacer acabar rápido o no.

¿Y cuándo sería eso? Recuerda que no tengo mucho tiempo -le dije a mi loco hermano, y más loca yo de aceptar su propuesta.

Pues por ellos lo hacían hoy mismo, pero les dije que no. ¿Te parece bien mañana? Al mal paso darle prisa, preciosa.

Pues bueno, que me sirva de lección para no volver a desobedecer los consejos de mamá. Mañana entonces, y que sea lo que Dios quiera -le respondí- Una última pregunta, Javo: ¿Que ganas tu con todo esto?

Pues yo estaré presente durante todo el asunto de las mamadas. ¡Ni de loco me pierdo el show jaja!

¡No mames Javo! Me muero de vergüenza si me ves haciendo eso. Nos llevamos pesado y nos decimos pendejada y media, pero ya dejarte ver cómo tengo que mamarle la verga a tus amigos...no creo poder hacerlo. No delante de ti, hermano.

Chinita, obvio que deseo ver cómo se las chupas. Yo se que está mal pensarlo siquiera, pero minimo me lo merezco. Después de todo te estoy ayudando a pagar tu deuda -dijo mi hermano sin poder ocultar el morbo que le provocaba la situación- Además quiero estar ahí en caso de alguno de mis amigos no sepa comportarse y se brinque las reglas.

Mierda...ok, solo ayúdame a que no se alargue mucho el asunto. Se la mamo uno por uno lo más rápido que pueda. No quiero durar más de una hora con todos -le dije mientras sentía cosquillitas en mi panocha de puro morbo de saber que Javo iba a presenciar todo.

Sale pues, China. Te pones bonita para mañana que será tu gran día -dijo mi hermano para después colgar la llamada.

No tenía idea en que pendejada me acababa de meter. Pero lo que sí sabía es que iba a tragar en un solo día una cantidad de leche como nunca había tragado.

LO CONTINUARÉ EN LA SEGUNDA PARTE.