Por una buena acción
Es un relato curioso que espero os guste
¿Porque escribo este relato? Pues no sabría decirte, estoy pasando por una profunda transformación, mi vida está sufriendo una auténtica catarsis.
No soy nada explícito, lo sé, pero es complicado lo que quiero contar. O no, podría ser algo muy sencillo. Será mejor que os lo cuente y vosotros decidís. Soy un triunfador, tengo una posición envidiable, dinero a espuertas, mis amantes son bellezas sin igual y mis enemigos me temen. Así que me reafirmo al decir que soy un triunfador. Podéis llamarme fanfarron pero no podríais estar más equivocados, nadie me ha regalado nada en este mundo, mis padres murieron siendo muy joven por lo que tuve que conseguirlo todo con mi esfuerzo. Estudie la carrera trabajando como un negro, esta época me endureció, mostrándome que si quería ser alguien debía ser despiadado, pues nadie te regala nada y sobre todo hay mucha gente que intenta arrebatartelo.
Esto tan solo es una pequeña introducción para mostraros cómo era yo hasta ese momento, ¿por qué ese momento? Pues sencillamente porque aquí es donde empieza mi vida a descontrolarse. Ese día tenía que ir a ver a un potencial cliente llevaba los deberes hechos, había estudiado su empresa en profundidad y había investigado a mi interlocutor. Pero cuando llegué me informaron que el susodicho estaba enfermo y debía tratar con su ayudante, eso me contrario, pero soy una persona que se crece ante la adversidad. Pase al despacho de la ejecutiva y para mi sorpresa la persona con la que tenía que tratar resultó ser una de mis compañeras de carrera. Yo me sorprendí más que ella pues ella sabía quién era el que vendría. Los dos somos profesionales y empezamos con el trabajo tras los parabienes iniciales, eso sí tras acabar la reunión fuimos a comer juntos, nos contamos cómo había ido nuestra vida tras acabar la carrera y cosas por el estilo. al acabar la comida fuimos a tomar una copa y allí seguimos hablando
- Veo que la vida te ha tratado bien. _ Dijo mi amiga
- La vida no, más bien mi esfuerzo y a ti no parece que pase el tiempo estas tan buena como cuando estudiabas _ Conteste
- Eres igual de arrogante que cuando estudiábamos. _ Me dijo con una sonrisa
- Ser comedido y sumiso no traen nada de bueno y sobre todo no te ayuda a conseguir tus objetivos
- ¿Y cuáles son esos objetivos?. _ Me pregunto
- El más inmediato es llevarte a mi casa y follar como animales
- Que directo, pero algo más vas a tener que hacer para convencerme, pues solo con arrogancia no me vas a…
En ese momento le di un beso con tal pasión que casi pierde el sentido.
- ¿Te convence mi argumento?
- Pide la cuenta y déjate de estupideces que a las 8 acaba mi marido de trabajar y me has de dejar bien satisfecha.
Pagar y llegar a mi casa fue cosa de 15 minutos. No la deje ni salir del garaje, nada más bajar del coche, la tumbé en el capo le subí la falda le arranque las bragas y le metí mi polla.
- Joder menuda tranca te gastas pedazo de cabron. _ Dijo berreando
- Y tu puta, estas tan mojada que mi polla te ha entrado de una sola estocada.
- Me corro cabrón
Para mí sorpresa se corrió, solo se la había metido. La cargué al hombro y la llevé de esa guisa a mi habitación donde nos desnudamos.
- A ver si me aguantas más este asalto.
- Calla y metemela ya que me arde al coño
La puse a cuatro patas y se la volví a meter y tampoco duró mucho ya que se corrió a los pocos minutos.
- Joder puta vas mal follada o que, no duras nada
- Tienes la polla más grande que me han metido y me han metido muchas por lo que no puedo parar de correrme. _Dijo volviéndose a correr
Me tumbé en la cama y la ensarte en mi polla, quería verla saltar sobre mi polla. Esas enormes y duras, tetas debía verlas botar La tuve así 5 minutos y se corrió 3 veces más.. Me encantó verla completamente sudada, su melena morena se le pegaba en el cuerpo cubierto de sudor. Al verla de esta guisa decidí que era hora de sodomizarla
- Puta voy a reventarte el culo
- No jodas que soy virgen por ahí
- Que tengas a tu marido insatisfecho a mi me la suda
La puse a cuatro patas y le metí un dedo por el culo y ante mi sorpresa se dilató inmediatamente.
- Puta mentirosa por ese culo ha entrado algo porque dilata muy rápido.
- Te aseguro que nadie me ha follado por ese agujero, siempre me dio miedo el dolor
- No te creo y por mentirosa te la voy a meter ya
Y se la metí de un empujón. Estuve un buen rato follandola el culo y ella no paro de correrse desde que la sodomice, chillo a los cuatro vientos que yo era un dios del sexo. Cuando estuve cerca de correrme saqué mi polla de su culo y como estaba, con restos de heces incluida, le metí por la garganta todo lo que pude y me corrí. Ella volvió a correrse y casi desfallece por falta de oxigeno,
Joder ha sido el mejor polvo de mi vida
Eres la mujer con la que he follado que más veces se ha corrido en tan poco tiempo. Tu marido estará contento contigo
- Al gilipollas ese lo tengo a pan y agua desde hace 3 meses
- ¿Por qué?
- Me canse de que me follase tan mal
- Coño haberle enseñado tu que vas corrida en eso
- Que pereza, si solo estoy por él por la pasta que tiene
- Ves con cuidado porque puede buscarse a alguna amante y cansarse de ti
- Que va, es tan imbécil, que ni siquiera me presiona para follarme
- Y me imagino que tu tampoco habras follado en 3 meses. _ Dije con una risa sardonica
- Si claro, que crees que soy una santa o ¿que?. Follo todo lo que quiero y con quien quiero. Con lo buena que estoy amantes no me faltan
- Joder que puta eres no seas tan cabrona y dale un gusto a tu cornudo
- No me da la gana, hacia 2 años que no tenía un orgasmo con él antes de cortarle el grifo. Que aprenda a follar o que de mi se olvide.
- Y esa chorrada de que tú culo era virgen a que ha venido
- No es una mentira nunca nadie me había reventado el culo. _ Dijo con sus ojos azules abiertos como platos
- Pues nadie lo diría dilata como si estuviese acostumbrado a que entren pollas a diario
- Yo me he sorprendido tanto como tu
- Pero ¿Te ha gustado?
- Me ha encantado mira tu que si me promete metermela por el culo puede que hoy mi marido follle.
Estallamos los dos en una gran carcajada, en ese momento empezamos a ponernos al día con los amigos de la universidad. Y en un momento dado le dije
- ¿Sabes algo de Marisol?
- Si, y lo que se no es nada bueno
- ¿Qué le ha pasado?
- Pues que cayó en una depresión que le llevó al mundo de la droga y ahora creo que vive en la indigencia
- ¿Qué me dices? Pero si Marisol era la mujer más optimista que conozco, y ¿cómo le pudo pasar?
- Pues según me han dicho en el último año de universidad le confesó a un gilipollas que la quería y este la rechazó. Eso le llevó a la depresión. Y como los antidepresivos la atontaban empezó a meterse cocina para despejarse lo que conllevó que se enganchase a ella. Sus padres la internaron en una clínica de desintoxicación y a partir de ahí le perdí la pista.
- Me he quedado a cuadros.
- Joder si son las 7 y media he de irme a casa antes de que llegue el pichafloja de mi marido.
Se vistió y salió por la puerta de mi casa en cuestión de minutos.
¿ A qué no adivináis a quien confesó su amor?
Tampoco había que ser un lince. Pero lo hice por su bien, era una chica tan inocente que no quise aprovecharme de ella y con buenas palabras la rechace para que encontrase alguien que la quisiese. En esa época aún no era un cabrón desalmado como ahora.
Estuve toda la noche pensando en ella, esa sonrisa cristalina, la alegría en su rostro, la verdad es que la consideraba una buena amiga. Pero es cierto que siempre había estado sobreprotegida, sus padres no la prepararon para el mundo cruel donde nos movemos. Y por primera vez en una década me sentí culpable por algo que había hecho. En ese momento decidí que debía ayudarla, hacer una acción altruista cada 10 años está bien me dije a mi mismo. La información que me había dado mi compañera era muy vaga así que a la mañana siguiente llamé al investigador que me saca los trapos sucios de mis enemigos y le pasé los datos de Marisol. También me vino bien pues hacía un mes que no le hacía ningún encargo y su fidelidad me era indispensable.
A la semana recibí el informe al ver la primera foto me espante. Lo primero que llamó mi atención fue su pelo lo llevaba corto, pero corto corto estilo marine. Yo recordaba su preciosa melena castaña que le caía por la espalda. Estaba muy delgada tanto que se veía enferma. Si la hubieseis visto hace 10 años era una mujer de curvas voluptuosas, grandes pechos, buen culo, os hacéis una idea. Su cara lucía profundas ojeras, sus ojos no tenían vida, parecían los de alguien que morirá en breve. Llevaba ropa destrozada con muchos parches, sucia aunque su higiene personal mejor ni mencionarla. Pasé a leer el informe su vida había sido peor de lo que había dicho mi compañera. Tras mi rechazo se encerró en sí misma cosa que le llevó a la depresión y estas a la droga, eso era lo que ya sabía. Sus padres la ingresaron en una clínica donde se desintoxicó. Pero poco después de salir murió su madre quien había sido su mayor sostén por lo que volvió a caer en una depresión. Su padre, pedazo de cabrón, la echó de casa por miedo a que se volviese a enganchar a la droga. Desde ese día fue encadenando contratos precarios que no eran suficiente para vivir. Hace 6 meses se quedó en la calle y desde entonces no ha vuelto a encontrar trabajo.
Que vida tan dura, ese día, tras salir del trabajo, fui a la esquina donde ponía el informe que pedía limosna y la encontré sentada en el suelo con la cabeza entre las piernas. Me planté delante de ella y le dije.
- Marisol es hora de levantarse
- Déjame en paz. _ Dijo sin levantar la cabeza.
La cogí de las manos y levanté, siempre he tenido una fuerza hercúlea, pero no me hizo falta pues Marisol no llegaría a los 50 kilos. En ese momento me miró a la cara enfadada y al reconocerme dijo
- Fer, dios mío.
Y se desmayó, no os lo había dicho me llamo Fernando, pero mis amigos me llaman Fer. La cogí en brazos, comprobando que su mal olor era nauseabundo la cargué en mi coche y la llevé a mi casa. Cuando estaba cerca Marisol recuperó la conciencia.
- Fer donde me llevas. _ Dijo con una voz tenue y cansada
- A mi casa. _ Le respondí
- ¿Porque?
- En principio para que te bañes que apestas niña.
- Para qué, en una semana volveré a oler mal, es lo que tiene vivir en la calle
- No vas a volver a la calle
- Y¿ donde quieres que vaya?. _ Pregunto
- A mi casa
- Oye que no quiero caridad
- Marisol vives de la caridad
En ese momento se calló, entramos en mi chalet y la guié al cuarto de invitados.
- Esa puerta del fondo es un cuarto de baño utilízalo, es para ti.
- Gracias. _ Dijo
Fui a ponerme cómodo y entré en el cuarto para preguntar si se encontraba bien, pero ya estaba en la ducha. Su ropa asquerosa estaba en el suelo, la cogí y la tiré a la basura, ropa interior incluida y solo le dejé un albornoz a la vista.
Al cabo de media hora salió con el albornoz y me dijo.
- ¿Donde está mi ropa?
- Esos trapos que llamabas ropa están en la basura
- Y puedes decirme que me voy a poner.
- Por supuesto, entra a tu habitación abre cajones y armarios y coje la ropa que quieras.
Esa mañana le había pasado las medidas de Marisol a mi asistente y había comprado un vestuario completo. Salió de su cuarto vistiendo ropa cómoda de sport se veía limpia y olía bien ya era algo.
- Fer a que viene esto
- ¿Esto que?
- El recogerme de la calle, acogerme en tu casa y vestirme.
- Hace una semana me entere de tu situación y no podía dejar que una de mis mejores amigas de la universidad viviese en la calle
- Fer en la universidad eras duro y estoy seguro que ahora lo serás más no creo que de repente te hayas convertido en una hermanita de la caridad.
- Si te soy sincero, no se porque lo hago, cuando me entere de tu situación, algo dentro de mí me empujó a ponerme en movimiento y ayudarte.
- No es suficiente, ya no creo en las revelaciones divinas y mucho menos en los milagros. ¿Que quieres de mí?
- De momento no quiero nada
- De momento, es una buena salida, pero para mí no es suficiente.
- ¿Que sería suficiente para ti Marisol?
- Fer estos últimos años he llevado una vida dura, he padecido sufrimientos sin fin. He visto la cara más cruel del ser humano, por eso te vuelvo a decir que querrás de mi
- Y yo te repito que de momento nada.
En ese momento justo llamaron a la puerta. Era el médico de mi seguro que le había pedido que viniese ante el estado tan preocupante de salud de mi amiga.
Le hizo un cheque completo, su enfermera le extrajo sangre y un análisis de orina y tras todo eso vino a hablar conmigo.
- Es evidente que tiene anemia. Tiene un pésimo tono muscular y le hacen falta gafas.
- Ostras olvide que llevaba lentillas en la facultad.
- Pues pasen mañana por la clínica y el oftalmólogo les hará unas. Y de paso les diré como han salido los análisis.
Cuando se marchó el doctor fui a ver a Marisol y me la encontré tumbada en la cama boca arriba mirando el techo.
- Como te encuentras Marisol
- Pues ahora con hambre no he comido nada en todo el dia
- Pues bajemos al comedor que la cocinera nos ha dejado ya la cena servida.
- ¿Que tienes cocinera?
- Si
- Y te limpian la casa y todo eso
- Si, pero de gestionar tofo eso se encarga mi ama de llaves
- Pues debe de venir muy pronto porque con lo grande que es esto seguro que se pasa el día aquí.
- Vive aquí, la buhardilla es suya.
¿Que si me la tiro? Por supuesto, esa es en verdad su función, es mi esclava sexual y ha de cumplir todas mis fantasías. Limpiar viene una empresa a hacerlo, no quiero que se estropee las manos, tengo un jardinero que es mi chófer homosexual por supuesto. Ella realmente solo ha de mantenerse bella. Para ello ha de seguir una estricta dieta, hacer ejercicio. Tiene prohibido fumar y tomar drogas, semanalmente ha de hacerse test de orina y de sangre una vez al mes. No puede emborracharse si yo no se lo ordeno y se debe de ocupar de mi aseo personal, me baña me afeita Si incumple cualquiera de estas reglas se va a la calle. Y ha de estar radiante a cualquier hora del día pues está a mi entera disposición.
¿Por qué tengo una esclava?
Por una sencilla razón, no siempre tengo tiempo de salir de ligue en busca de amantes. No quiero atarme a ninguna relación, por lo que cuando intuyo que alguna de mis amantes quiere algo más serio la dejo. Perdón divago. Decidí buscar una mujer que pudiese follar cuando quisiese, no se pusiese nunca celosa y comprendiera que en el momento que a mi me diese la gana acabaría con la relación.
¿Donde la encontré?
Pues como todo ahora, por Internet. Puse anuncios en páginas especializadas y entrevisté a varias candidatas hasta encontrar a Marina. Era una chica con un cuerpo escultural y que tras pasar por un cirujano plástico se convirtió en una diosa.
No voy a contar más si queréis saber como sigue, o, si sigue decídmelo vosotros.