Por una buena acción 2
Que consecuencias tiene el realizar una buena acción
Mi vida cambió, no fue algo rápido, no penséis que mi forma de ser cambió de un día para otro. Ni mucho menos. Fue aún peor los cambios lentos son los más profundos, los que te calan más hondo y de los que no te das cuenta hasta que es tarde y estás tan a gusto con ellos que no quieres o no puedes cambiar. Si no os lo creéis ved cómo los cambios iniciales fueron imperceptibles para mí.
Ahora tenía a 2 mujeres a mi cargo, un desecho humano y un portento de belleza. Eran como la noche y el día. Marisol no estaba en condiciones de valerse por sí misma, físicamente se mantenía en pie de puro milagro, sin exagerar, estaría entre 15 y 20 kilos por debajo de su peso ideal, su piel se veía cetrina, los ojos surcados de profundas ojeras. Y su pelo, bueno, su inexistente pelo.
- ¿Marisol porque llevas el pelo tan corto?
- Por una razón práctica. Mi pelo era un imán para los piojos
- ¿Entonces no lo llevas así por estética?
- Alguien llevaría así el pelo por estética. _ Dijo mientras se señalaba el pelo
- Marisol, sobre gustos estéticos yo no opino, que hay mucho raro suelto.
- Pues como ves, yo no soy de esas
- No, qué va tú eres de lo más normal
- Y tu eres tonto. _ Dijo con una sonrisa
- Por fin un atisbo de sonrisa. La verdad creía que estos músculos estaban paralizados. _ Dije mientras le daba sendos pellizcos en los mofletes, mejor dicho en la piel pues no había grasa para llenar los moflete
- Ves, te vuelves a equivocar, no sonrío porque el mundo es gris y la vida una mierda. _ Dijo mientras volvía a entristecerse.
No quise insistir más, además era hora de ir a la clínica y había que darse prisa, pues Marisol no podía caminar muy rápido. Su forma física también habría que mejorarla, en cuanto estuviese mejor de salud, habría que ponerla en forma. En la clínica no me sorprendió que sus análisis salieran tan mal, le recetaron complejos vitamínicos, dieta equilibrada y analgésicos. Diréis que es una medicación exigua, pero recordad que es toxicómano y había que ir con mucho cuidado con la medicación que se le recetaba. Cuando fuimos a elegir lentes salió una pequeña parte de la coquetería de la que en la universidad hacía gala, pues se probó un sinfín de modelos hasta elegir la que le gustó.
- Quiero también lentillas. _ Dije
- No hace falta, con las gafas tengo suficiente
- Siempre te he visto con lentillas, así que no vamos a cambiar viejas costumbres.
- Tu sabrás, a fin de cuentas el dinero es tuyo
- Así me gusta, que no me discutas.
- De qué serviría, haces siempre lo que te da la gana. _ Dijo mientras se dirija a la puerta
Mierda, me ha dado un corte de dos pares de narices y encima no se me ocurre nada ingenioso para replicarlo.
- Es hora de comer ¿podemos volver a casa a comer?. _ Había sido cosa mía o acababa de referirse a mi casa, ¿como algo compartido?
- No, yo no voy a volver a casa tengo trabajo en la oficina, te invito a comer y llamaré al chófer de la empresa para que te lleve
- Vale, pero no vayamos a un establecimiento de comida basura, me gustaría empezar ya a cuidar mi alimentación.
- Me parece una buena idea.
Tras la comida llamé al chófer y la dejo en casa y fui a trabajar, llevaba dos días sin pasar por las oficinas y tenía asuntos pendientes, acabé tarde y cuando llegué a casa Marisol ya se había acostado, su maltrecho cuerpo no le daba muchas energías. Así que llamé a mi esclava de llaves
- Alba ven a mi cuarto te necesito. _ Habréis deducido que ese es su nombre
- Sí amo, como órdenes. _ Dijo desde su cuarto
Vino a mi cuarto, de forma espectacular, como era su obligación, su preciosa melena negra azabache recién peinada un ligero maquillaje que hacía que su tez clara luciese, su sombra de ojos maximiza sus ojos verdes. Llevaba un ligero camisón de raso que transparentaba sus curvas mostrando, más que escondiendo, sus grandes y firmes pechos y su vientre plano. Y a todo eso se unía sus largas y espectaculares piernas, convirtiéndose en una diosa. No creáis que exagero es la mujer más bella que conozco, es la esencia de la belleza mediterránea, la vida sana y el bisturí han ayudado a conseguirlo y su metro ochenta hace el resto.
- Que desea mi amo
- Vengo destrozado, quiero disfrutar y relajarme, ha sido una tarde dura y necesito desestresarme.
- Si mi amo.
Se acercó a mí y me.desnudo por completo, cogió una pluma que llevaba en la muñeca y me la fue pasando por todo el cuerpo poniéndome la piel de gallina. Tras eso me hizo acostar en la cama boca abajo y con manos expertas se dedicó a masajes mi espalda, no usa cremas pero sus manos se deslizan por mi espalda con extrema suavidad. A los diez o quince minutos cogió uno de sus finos dedos se lo metió en el coño y lo sacó completamente lubricado con sus propios jugos, siempre está húmeda, una vez le pregunté cómo lo conseguía y me contestó que su vida era tan plena que siempre estaba cachonda. Me separó las nalgas y muy despacio me lo metió por el culo hasta llegar al punto g y lo masajeo hasta que me puse como un toro bravo. Me dio la vuelta pasó una pierna sobre mi y cuando estaba de rodillas encima mío se metió mi polla muy lentamente. Cuando la tuvo entera dentro, continuó con el masaje, sin perturbarse lo más mínimo, manteniendo un semblante relajado y concentrado, como si no la empalase una polla de gran tamaño. Mientras tanto con el vaivén del mismo se metía y sacaba mi polla. A los diez minutos más o menos se dio la vuelta se metió la polla y continuo por las piernas. Con todo este ejercicio estaba completamente sudado. Alba bajo de mi y sopló lentamente toda mi piel multiplicando por 10 las sensaciones que la pluma me había provocado. Es uno de mis fetiches, el ver a una mujer soplando dulcemente, adoro ver la cara de la mujer cuando lo hace y más si es tan hermosa como Alba. Cuando estaba a punto del colapso cogió mi polla y se la engullo entera y os recuerdo que tengo un señor pollon de más de 20 cm, cosa que hizo que me corriese profusamente. Alba no dejó escapar ni una gota, cuando acabó me enseñó mi lefa echó la cabeza atrás y de forma exagerada se lo trago. Mientras descansaba Alba preparo la ducha y se desnudo, se metió conmigo dentro y con delicadeza me enjabono y con agua tibia me aclaro, luego hizo que me sentase en un banco se puso frente a mi, me masajeo la pollo y cuando estuve otra vez empalmado se la volvió a meter y mientras mi limpiaba el pelo me cabalgaba.
Cuando me aclaro el pelo, Dijo.
- Esta humilde e indigna esclava ruega a su amo que la deje correrse
- Puedes correrte si no dejas de cabalgarme
- Si mi amo
Y se corrió sin bajar el ritmo de la cabalgata.
- Quiero correrme dentro de tu culo
Como a mi señor le apetezca apoyó las manos en el banco se agachó y puso el culo en pompa. Yo sin ninguna delicadeza le metí mi polla por su culo y la sodomice le meto tanto mi polla por el culo que dilata tan rápido como el coño. La empotre hasta correrme llenando su culo de semen.
Puedes volver a correrte y esta vez quiero que lo hagas de forma tan exagerada que se entere el vecindario.
- Si mi amo.
Y empezó a chillar como una desesperada gritando a los cuatro vientos que la polla que la estaba follando era la de un dios y no paró hasta que acabó de correrse, momento en el cual se meo. Me encanta ver como se mea tras correrse, no es algo que le salga natural tuvo que practicar mucho para simultanear su última corrida con la meada, y sólo puede hacerlo cuando estamos en la ducha, no me gusta que mee la casa, una cosa es un fetiche y otra muy distinta es una guarrada.
- Hoy duermes conmigo quiero hablar contigo, tienes libertad para contestarme con sinceridad
- Como quieras
Valoro mucho las conversaciones con Alba, aunque tiene un alma sumisa es una mujer muy inteligente, y cuando le digo que quiero hablar con sinceridad debe dejar el tratamiento de amo
- Alba no se que hacer ahora con Marisol
- ¿Porque la a cogiste?
- Fue un impulso ya te conté que fui el detonante de su desgracia y me sentía responsable
- Pues no deberías, lo del rechazo fue algo fortuito, si es una persona depresiva, cualquier revés le haría caer en la depresión
- Así y todo, es posible que también lo hiciese por mí, para demostrarme que podía reparar un juguete roto
- Pues este juguete está muy roto, necesitará meses para estar en condiciones.
- Lo sé, espero que no aflore mi egoísmo antes de que lo consiga y me canse de ella
- A la calle no la puedes tirar, al salir, buscaría el primer puente y se lanzaría. Y esta vez si que sería culpa tuya por haberle dado esperanzas de una vida mejor y habérselas quitado de golpe.
- Lo se
- Mira Luis, no te calientes la cabeza, veamos día a día como va evolucionando esto y decide cuando se presente la ocasión.
- Te doy la razón.
- Alba ayúdame a dormir
- Sí amo
En ese momento me cogió la polla y empezó a lamerme la punta, solo la punta, lametones lentos y sensuales, como consecuencia se me puso como una barra de hierro, Alba sigui una y otra vez hasta que consiguió que me corriese y cuando lo hice me dormí.
Pasaron algunas semanas y yo seguí con mi vida habitual, trabajando, reuniones con clientes, cenas, saliendo de juerga, follando con quien quería, lo de siempre, o eso creía yo. Marisol fue recuperándose poco a poco y empecé a hablar con ella y me sentía a gusto pasando esos momentos, recordando una vida que ya pasó y después follando con Alba, haciéndolo con una intensidad que nos dejaba destrozados. . Mis salidas de juerga se fueron espaciando, no fue algo brusco, eso lo habría notado, dejé de salir 3 días a salir 2.
Un par de meses después después de acoger a Marisol, fui de cena con unos amigos y cuando ya llevábamos unas cervezas, empezamos a hablar de lo que habíamos hecho esa semana y al ser todos hombres acabamos hablando de sexo y uno de ellos me soltó
- Y tu Luis a cuantas te has tirado o está semana
- Pues a una sola. _ Conteste
- Luis, pierdes fuelle. _Dijo otro
- No, que ha sido una semana de mucho curro y cenas con clientes y no he tenido mucho tiempo.. _ Me excuse
- Mentira que te haces mayor. _ Dijo uno que encima tenía 3 años más que yo
Pero eso no era lo peor, ya que a la que me había tirado toda la semana era a Alba, en ese momento caí en que ni siquiera había sentido la necesidad de buscar sexo. La emoción de la caza ya no me atraía, tanto como antes. En ese momento no le di importancia lo achaque al estrés o a alguna cosa parecida cuán equivocado estaba,era la primera señal de cambio y no supe reaccionar a tiempo.