Por un Trabajo: I Rapsodia, Sebástian y Roberto

Ojo, estos serán relatos cortos, y no sé qué tanta extensión tenga la historia, vamos que ni yo la conozco, pero si les prometo una trama buena y sobre todo sexo, que si mi amiga no me da detalles ya saben lo bueno que soy explicando esas escenas jajaja espero sus comentarios críticas y demás.

Por un Trabajo: I Rapsodia, Sebastián y Roberto

Bueno esto no es algo normal en mí, ya me conocen, pero en esta ocasión y a petición de una lectora de mi historia principal, le cumpliré esta fantasía, además con su permiso y para todos mis queridos lectores convertiré esta historia hetero con poco de gay en algo más bisexual para el disfrute de todos, como siempre perdonen cualquier horror ortográfico no olviden comentar, criticar, valorar, bla bla bla ya saben que estoy para ustedes. Este primer capítulo estará dedicado a Rubi y sus amigas.

Cual quijote a su dulcinea me encuentro aquí, visto y provisto de amor, lleno de ese sentimiento que recorre por todo mi ser, es que me encuentro con ella, la que una vez me quitó el sueño y ahora me quita el tedio, mi dulcinea, mi dulcinea real y perfecta, por ella vivo y muero, no habría nada sin ella, no hay nada después de ella, con su pelo me toca y me asombra la forma en que me gusta, la forma en que puede llegar a ser una parte de mí, es que soy un adicto a sus besos, a su forma de actuar, es mi todo, mi ser, mi cómplice, mi atesorada dulcinea.

Sebástian

Ya sé lo que pensaran, mi nombre está mal escrito, no se equivoquen la entonación de mi nombre es la correcta, Sebástian. Déjenme describirme un poco, soy un chico carismático, sociable, y muy atractivo. Según me entere luego, tengo un poder especial, soy un don juan con toda chica que se me cruce en frente, muchos dicen que soy un gilipollas ya que me aprovecho de mis virtudes, en especial de la herramienta que llevo entre mis piernas. Mi cuerpo está bien formado, musculado, alto, con un rostro simpático y  temperamento de macho.

Me gusta apostar, vengo de una familia adinerada por parte de mi abuela, por este motivo estudiar no es algo en lo que yo invierto mi tiempo.

Ahora unas semanas después de la muerte de mi abuela me arrepiento de mis vicios y mi falta total de interés por los estudios.

Estoy hasta el cuello en deudas debido a mi pasatiempo de apostador y no estoy endeudado con cualquiera, sino que les debo un dineral a unos mafiosos y para acabar de joder mi abuela no me dejo ni un centavo en herencia, solo la casa.

Una noche pegada en la puerta de mi casa apareció una nota en un sobre negro.

¡Era una carta de sentencia! Debo hacer el pago de mis deudas o ellos se lo cobraran con mi vida.

Estoy totalmente jodido y lo único en lo que puedo pensar es en buscar un trabajo. Debido a que nunca quise ir a la universidad porque pensé que tenía la vida resuelta con el dinero de mi abuela ahora no puedo encontrar ni un solo trabajo que me pague el suficiente dinero para saldar todas mis deudas rápido.

Ha pasado casi una semana desde que esa carta llego a mi puerta y aun no encuentro nada soy un manojo de nervios.

Uno de mis amigos me invito el viernes al gimnasio yo acepte para poder liberarme un poco del estrés.

Cuando termine mi rutina de siempre fui a las duchas para terminar de relajar mi cuerpo, en ellas era normal que todos los hombres estuviésemos desnudos, no había pudor entre nosotros y la mayoría eran caras conocidas. Ese día un rostro en particular me llamo la atención, un tío que de seguro rosaba los 35 años y con un cuerpo algo delicado se me quedaba viendo de forma extraña, no le di mucha importancia y me metí en la ducha.

Para cuando salí ya no quedaba nadie en las duchas a excepción del tipo que se me había quedado viendo hace rato.

¡Genial este es un rarito!

-      Hey tío ¿que me ves?

-      Muchacho ¿cómo te llamas?

-      Encima que has ignorado mi pregunta tienes malos modales, si vas a preguntar el nombre de alguien mas por cortesía deberías decir el tuyo primero ¿no?

-      Tienes toda la razón, mi nombre es Roberto, ¿y el tuyo es?

-      Sebástian

-      Tu nombre tiene un acento refinado, me gusta. Dime chico ¿te gustaría ganar dinero rápido y fácil?

-      No me vendría mal, pero ¿Qué tengo que hacer?

-      Es muy simple la verdad, soy socio de un club  de strippers para mujeres de todas las edades, solo mujeres. Puedes ganar mucho dinero si aceptas el trabajo, solo tendrías que aprender a bailar y desnudarte, deves en cuando dejar que te toquen la polla.

-      Bueno la verdad es que necesito el dinero pero no se la verdad.

-      Mira déjame medírtela primero si tiene buen tamaño el trabajo es tuyo.

Este tipo me ponía algo nervioso pero al parecer esa era una forma bastante rápida de conseguir algo de dinero así que no me quedo de otra, acepte que me la midiera cerré la puerta en la ducha y él se metió con migo en ella.

-      20 cm sin erección perfecto, el trabajo es tuyo, esta es mi tarjeta. Te veo el lunes.

Ojo, estos serán relatos cortos, y no sé qué tanta extensión tenga la historia, vamos que ni yo la conozco, pero si les prometo una trama buena y sobre todo sexo, que si mi amiga no me da detalles ya saben lo bueno que soy explicando esas escenas jajaja espero sus comentarios críticas y demás.