Por tu culpa

Tras una pelea una chica descubre la infidelidad de su novio con una amiga.

Por tu culpa.

Todo empezó un sábado por la noche, mi nombre es Sonia, tengo 26 años y mi novio se llama Héctor, el es cuatro años mayor que yo y vivimos juntos desde hace casi dos años, después de salir y tomar unas copas con una pareja amiga mi novio y yo nos fuimos a casa, en la disco ya había empezado a calentarlo bailando muy pegadita a el y acariciándole la entrepierna de vez en cuando, ya en el coche le baje la cremallera y comencé a masturbarle lentamente, al llegar la tenia dura como una piedra, subiendo por el ascensor empezó a meterme mano acariciándome las tetas quitándome la camiseta, lamiéndome los pezones que estaban duros y metiéndome la mano por debajo del tanga que llevaba, sobandome el coño con ganas y metiendome un dedo dentro, nada mas cerrar la puerta me cogió, me tumbo en el suelo, me bajo los pantalones y el tanga y me la metió follándome como un loco, yo me abracé a su cuello y con las piernas rodeé su cintura, después de estar un rato así me puso a cuatro patas como los perros, continuo follandome aun mas fuerte y pellizcándome los pezones mientras yo gemía y daba grititos de placer a medida que me acercaba al orgasmo. Me corri un par de veces mientras Héctor me fóllaba y me susurraba al oído lo zorra y lo puta que era ya que es algo que me vuelve loca, que me follen fuerte y me digan obscenidades. Después de correrse el nos levantamos y fuimos a la habitación, nos tumbamos en la cama y empecé a hacerle una mamada, mi lengua subía y bajaba despacio por su polla, que estaba un poco morcillona por el polvo anterior, notaba el sabor de mi corrida en su miembro mientras acariciaba sus testículos y lo chupaba como si fuera una piruleta, al cabo de un rato me la metí en la boca todo lo que pude, no es muy grande de unos 17 cm pero si bastante gorda, hilillos de saliva iban de su polla hasta mi boca y caían sobre las sabanas, cuando se le puso dura otra vez abrió un cajón de la mesita de noche y saco unas bolas chinas, me las acerco a la boca para que las chupara y cuando se quedaron bien lubricadas por mi saliva me abrió de piernas, me las metió y las encendió con un pequeño control remoto para que empezaran a vibrar, Héctor me dio la vuelta dejando mi culo en pompa y empezó a lamerme el culo, su lengua trazaba círculos alrededor de mi ano y mojaba sus dedos en mi coño que no paraba de soltar fluidos por las bolas que llevaba dentro, una vez que sus dedos estuvieron bien mojados los introdujo despacio por mi ano, dilatándolo poco a poco mientras yo gemía y me corria, intente chuparle la polla pero el no me dejo diciendo que aun era pronto, cuando estaba apunto de correrme otra vez me saco las bolas y puso su polla en la entrada de mi culo apretando hasta meterla entera y empezó a bombearme el culo, me follaba el culo sin compasión taladrándome el culo con su polla y acogiéndome la tetas con fuerza, mientras yo gritaba y me retorcía del gusto que me daba, cuando me faltaba poco para correrme de nuevo el paro y saco su polla de mi culo, me puso boca arriba con mis piernas sobre sus hombros, su boca bajo hasta mi clítoris, pasándola suavemente sobre el, rozándolo apenas al igual que sus dedos que se paseaban por mi rajita, yo le suplicaba que me metiera su polla en el coño, - por favor fóllame, métemela hasta el fondo...mmmn por favor te lo suplico,... por favor... necesito correrme..., pero el no me hacia caso, seguía a su bola disfrutando al verme tan excitada, cuando por fin me penetro me corrí al instante gritando de placer y diciéndole que le quería, Héctor tampoco tardo mucho en correrse y llenarme el coño de leche mientras decía

– Te quiero ... Esther... Me quede helada, Esther, esa es la novia de Javier su mejor amigo y que también es mi mejor amiga. Me levante y tuvimos una buena bronca, no le hable en varios días, estaba de un pésimo humor que pagaba con todo el mundo, Esther quiso quedar conmigo para ver que me pasaba pero le di excusas por que era la ultima persona a la que quería ver, aparte de a mi novio, aunque ella no lo supiera. Habían pasado dos semanas y las cosas con Héctor no mejoraban cuando al salir del trabajo me encontré con Javier que me esperaba, quería hablar conmigo por que hacía tiempo que notaba que algo pasaba entre Héctor y yo y quería ayudarnos, yo no estaba por la labor e intente darle largas por que no quería decirle que su mejor amigo, al que el quería ayudar tenia ganas de tirarse a su novia pero al final me convenció para ir a su piso y hablar, cuando estábamos llegando me dijo que Esther no estaría por que ese día el tenia un compromiso para comer y ella había quedado con una amiga, pero al final su comida se anulo y por eso decidió pasar a por mi para intentar ayudarme por eso cuando entramos al piso nos sorprendió oír unos gemidos que venían de la habitación de Javi, nos acercamos despacio, Javi esta pálido y yo al verle así me temí lo peor pero lo que vimos al asomarnos por la puerta entreabierta era algo que solo hubiera podido imaginar en mis pesadillas, dentro de la habitación follandose a Esther estaba Héctor, el alma se me callo al suelo y estuve a punto de desmayarme, Javi me sujeto y me tapo la boca para que no hiciera ningún ruido, gire la cabeza para mirarlo y me indico que estuviera callada. Mientras en la habitación Esther y Héctor estaban haciendo un 69, cuando se cansaron Héctor se sentó en la cama y ella se fue metiendo su polla poco a poco en su coño mientras el le mamaba las tetas, Esther no paraba de gritar que la jodiera fuerte y que la hiciera sentirse una puta con lo que ponía mas cachondo a mi novio que aumentaba el ritmo de la follada llamándola puta, guarra etc.., yo sentía que se me revolvían las tripas, estaba mareada y apunto de llorar, aún así mis piernas no se movían mientas observaba como mi novio me ponía los cuernos con mi amiga, como ella entrelazaba sus piernas alrededor de la cintura de la persona a quien yo amaba y quien esperaba que fuera el padre de mis hijos, como el metía su polla en lo más profundo de su coño, acariciaba sus pechos y mordisqueaba sus duros pezones mientras ella se corría entre gemidos de placer diciéndole lo bien que se la estaba follando, cuando el estuvo apunto de correrse le saco la polla del coño y se lo puso entre las tetas para que le hiciera una paja con ellas corriéndose al poco tiempo llenándole la cara y las tetas con su semen, pensé que todo había acabado pero Esther se puso de rodillas en la cama, se restregaba el semen por las tetas después se lamía despacio los dedos diciendo

  • ¿no te parezco una puta? – Claro que si. - Me gusta comportarme contigo como una zorra y hacerte toda clase de guarradas, ahora quiero que me des por el culo con ese pollon que tienes Dijo cogiendosela y metiendosela en la boca para mamarsela, el le cogía la cabeza dirigiendo el ritmo de la mamada y cuando la tubo bien dura se sentó sobre el apoyándose en sus talones, clavándosela hasta el fondo de su culo y metiendose dos dedos en el coño, Héctor comenzó a bombear suavemente sujetándola por las caderas pero pronto aumento el ritmo follandola con fuerza hasta que se corrió a la misma vez que ella, llenándole el culo de leche, después empezaron a vestirse entre bromas y risas, Javi me llevo al salón donde nos sentamos en el sofá, desde allí escuchamos su conversación, Esther le decía que se lo había pasado estupendamente, que Javi no la hacia sentirse así, que no debería haber esperado tanto tiempo para pedirle que se la follara, que yo no sabia lo que me perdía por una tontería de nada ... y Héctor le decía que a el también le gustaba follarla sobre todo ahora que yo no quería hacerlo con el, que esperaba seguir haciéndolo a menudo... , ahora entendía algunas cosas a las que antes no había dado importancia igual que Javi, nos habían estado poniendo los cuernos desde hacia tiempo y nosotros sin enterarnos, cuando salieron y nos vieron sentados se quedaron de piedra. - ¿ Cuanto hace que estáis aquí? Pregunto Héctor con la voz temblorosa y pálido al darse cuenta por nuestras caras que nos habíamos enterado de lo sucedido en el dormitorio , - El suficiente Le contesto Javi con una mirada helada, Esther estaba blanca como un muerto y apenas podía balbucear una excusa, cuando Héctor intento decirme algo le di una bofetada y me fui corriendo, llegue a casa y metí en una maleta casi toda mi ropa y efectos personales, ya estaba acabando cuando llego Héctor, al verme con la maleta intento detenerme pidiéndome que le escuchara y que no me fuera, lo único que le dije fue que ya pasaría por el resto de mis cosas mas adelante, al salir del piso no aguante mas y me puse a llorar, mas tarde mientras conducía mi coche ya mas tranquila no podía imaginar lo que este suceso cambiaría mi vida.

Continuara ...

Dark Selene.

Si alguien quiere hacer comentarios o sugerencias me gustaría recibirlos en mi correo Selene_2447@hotmail.com