Por ti... todo

Una mujer desea cumplir la fantasia de su esposo, pero el...estará preparado?

Por ti...todo.

lavidatrix@yahoo.com

Cuando viajamos con mi esposa a Iquique, en el extremo norte de Chile, nos habíamos hecho el propósito de disfrutar al máximo nuestra primera salida en años. Solos y sin preocupaciones, ya que nuestros hijos ya son grandes y tienen sus propios asuntos, nos encontramos alojados en un gran hotel frente al mar, con todas las comodidades e infraestructura para agradar a sus visitantes. Un colorido y novedoso trago nos recibió en la habitación, bastante espaciosa y con una hermosa vista.

--" Será una semana inolvidable mi amor, sé que te he descuidado este ultimo tiempo...pero sabes que te amo" le dije abrazándola en la terraza, ella me respondió con un apasionado beso.

Esa tarde fuimos de compras a la zona franca, donde se encuentran importaciones de todo tipo y a precios realmente atractivos. Compramos varias cosas y finalmente entramos a una tienda donde venden licores finos de todas las procedencias. Allí, sin poder decidirnos por una marca de licor japonés entablamos conversación con otro visitante que estaba comprando lo mismo y parecía ser conocedor. Resultó ser un tipo muy agradable, un profesional del sur, y se alojaba en el mismo hotel que nosotros. Inmediatamente surgió cierta simpatía y quedamos en comer juntos esa noche.

Durante la cena fuimos conociéndonos más, se llamaba Jorge, era separado, tenía un par de años menos que mi esposa. A Loreto pareció agradarle desde el principio y reía de buena gana con las anécdotas que nuestro amigo contaba.

Al día siguiente, mientras tomábamos un trago en la terraza junto a la piscina del hotel apareció Jorge, luego de los saludos salió el tema del licor japonés que habíamos comprado. Reconocimos que nunca lo habíamos probado y que solo habíamos escuchado comentarios de amigos que gustaban de el. Nos propuso reunirnos esa noche para " enseñarnos" a beber el licor

-- tiene todo un ritual para beberlo...saben?, dijo con su ya habitual simpatía, a lo que nosotros respondimos riendo y fijando la hora de la cita, que sería en nuestra habitación que es más grande.

Esa tarde paseamos por la playa y ya casi al anochecer volvimos al hotel, nos duchamos y bajamos a comer algo liviano. Luego subimos a nuestra habitación, pedimos unas copas y hielo y nos sentamos a esperar a Jorge. Loreto encendió un cigarrillo, hizo una pausa y luego me dijo:

¿Recuerdas que una vez me dijiste que tenías la fantasía de verme seduciendo a otro hombre?, ¿recuerdas que yo me enojé y te dije si estabas loco?, ...ahora lo quiero hacer con Jorge, quiero hacerlo por ti mi amor, si eso quieres te voy a dar en el gusto...¿qué te parece?.

Después de reponerme de la sorpresa, le dije entusiasmado que si, que por supuesto que me encantaría, reconocí que hace mucho que fantaseo con ello. Ella agregó:

¿ pero...estas seguro cielo? Sabes que por ti haría todo, pero quiero saber si realmente te sientes preparado...yo por mi parte estoy lista y dispuesta.

¡¡ Yo también !!, respondí seguro.

Nuestro amigo llegó puntualmente, traía algunos elementos para la demostración, algunos bocadillos especiales para ese licor y una flor para Loreto. Ese detalle le agradó mucho y se lo agradeció con un tierno beso en la mejilla. La hora pasó volando, bebimos bastante, y el licor resultó ser delicioso aunque bastante fuerte. Disimulada y paulatinamente me fui marginando de la conversación, ellos charlaban entretenidos. Puse una suave música, me acomodé en el sillón, encendí un cigarrillo y me dispuse a ver el show , la situación me tenía excitado aunque estaba seguro que Loreto solo jugaba a seducir a nuestro invitado y a la primera señal de "descontrol" de Jorge ella sutilmente detendría el juego. Él, por su parte, aunque estaba bastante bebido y entusiasmado se cohibiría ante mi presencia.

La alegre conversación continuó, Jorge se notaba fascinado con Loreto, ella se veía muy sexy con su vestido abotonado y su risa coqueta que cautiva a cualquiera. Yo respondía con monosílabos cuando me preguntaban algo, fingiendo estar ya bastante bebido. Ella bajó la intensidad de las luces al mínimo y cerró las cortinas , luego le propuso con voz seductora:

¿ quieres bailar conmigo?...a mi marido no le gusta y a mi me encanta...

El se puso de pie y la rodeó con sus brazos, lentamente ambas figuras se movían en el centro de la habitación, yo fingiendo dormitar espiaba todo, asombrado de lo lejos que había llegado Loreto. En un giro durante el baile él quedó de espaldas a mí, ella me miró con dulzura por sobre su hombro y me lanzó un beso silencioso, sabía que yo estaba observándola. Mientras, Jorge acariciaba la cintura de Loreto y apretaba su cuerpo contra el de ella. Cuando terminó la canción Loreto le dijo:

-Voy al baño a refrescarme, sirve otro traguito mientras vuelvo... solo para nosotros porque mi maridito ya tuvo bastante, agregó señalándome y haciendo notar que yo " dormía borracho ".

Mientras ella se encerró en el baño, Jorge se acercó a mí y me ofreció un trago, como no respondí se convenció que yo dormía y se sirvió uno para él y otro para ella. Al rato apareció Loreto comentando lo calurosa que es la ciudad, bebió y luego le dijo :

¡ ya, sigamos bailando..!, y volvieron a abrazarse, yo no perdía detalle.

Había pasado un rato cuando ella le dijo riendo:

-¡¡ Tenía tanto calor que me tuve que sacar la ropa interior..!!, él no podía creer lo que acababa de oir,( yo tampoco ). Casi dí un salto cuando Jorge dijo sonriendo cínico:

-- ...a ver si es cierto?, y comenzó a pasar lentamente su mano por el culo de Loreto, comprobando a través de la tela que efectivamente no se palpaba ningún calzón, ella seguía bailando en sus brazos como si nada. Él le preguntó mirándome de reojo:

¿No despertará?, ella le respondió que nó para tranquilizarlo y le dio un beso en los labios, esa fue como una señal para Jorge, que empezó a manosearle las tetas con ambas manos mientras le daba un apasionado beso con lengua, luego comenzó a desabotonar su vestido desde arriba, cuando llevaba un par de botones se detuvo y le propuso:

¡¡ vamos a mi pieza mejor... puede despertar !!, la respuesta de ella me dejó perplejo:

-¡¡ quiero pasarlo bien aquí, frente al aburrido mientras duerme , y si despierta no le importará...total yo ya no le intereso, hace tiempo que no me toca!!, sonó tan convincente que me hizo dudar .

Jorge, que a estas alturas estaba hirviendo, terminó de desabotonarle el vestido y se lo quitó, efectivamente no llevaba nada debajo, ¡¡mi mujer quedó completamente desnuda para un desconocido, que la empezó a manosear toda frente a mi!!. El le dijo:

¡¡ Eres una putita bien caliente!!,¿así que te gusta frente a tu marido?., ¡¡..vamos junto a él entonces...!!, la tomó de las manos y se pararon delante de donde yo " dormía ". El tipo resultó ser bastante caliente, la abrazó por detrás y mientras hacía movimientos pélvicos para que ella sintiera su bulto, con ambas manos le abría la conchita y le acariciaba el clítoris . Ella, gimiendo con la cabeza recostada en el, sus brazos hacia atrás rodeándolo y sus piernas separadas, parecía más una actriz porno que mi dulce esposa, la madre de mis hijos... eso me tenía choqueado, pero también caliente hasta la locura.

Volvió a besarla en la boca y luego le dijo:

¡¡ Arrodillate !!, ella obedeció, se hincó frente a él y sin que le dijera más, comenzó a abrirle el pantalón, cuando se lo bajó apareció su tremendo miembro, mucho más grueso y largo que el mio, tieso y con las venas superficiales muy marcadas. El lo tomó, le retrajo al máximo el forro y comenzó a pasarlo lentamente por su cara. Mis pulsaciones se aceleraron a mil cuando comenzó a pasar su cabezota por sus labios y un hilito de moco se estiraba cada vez que el lo retiraba. Ella, arrodillada, no se movía. De pronto noté que sacó su lengua y empezó a lamérselo, (¡¡Por Dios!!, pensé),primero la cabeza, después el tronco y finalmente las bolas, lo hizo largo rato ya que notó lo mucho que a el le gustaba. Las caricias "linguales" de mi mujer terminaron por enloquecer a Jorge, que la tomó de los brazos y la llevó hasta la cama, (¡¡ ...nooo!!), la acostó, ella separó totalmente las piernas y el comenzó a chuparsela, ahora era ella la que gemía. Luego de un rato en eso, se desvistió apresuradamente y colocándose entre sus piernas se lo metió, ella dio un gritito ahogado de placer cuando sintió la penetración, desde mi posición veía el velludo trasero de Jorge subiendo y bajando mientras bombeaba a mi esposa como loco. Podía oir claramente como sus bolas golpeaban en la vulva de ella en cada embestida. No pude más y acabé en ese momento, sentí como el semen caliente mojaba mi ropa, sudando profusamente tuve confusos pensamientos en ese momento, por mi mente desfilaban miles de imágenes desordenadamente, cuando nos casamos, nuestra primera vez, tantas noches apasionadas, sentía dolor, placer, ira, vergüenza, todo a la vez. Ellos seguían culeando como locos frente a mi.

Cambiaron de posición, el se acostó de espaldas y ella lo montó, ¡¡ me pareció tan sexy con su pelo desordenado, su redondo culito, abierto por las manos de él, se movía en círculos, luego arriba, luego abajo, ella hacía ruiditos de placer (los conozco bien) mientras se tragaba todo ese tremendo pico !!.

Es curioso, se veía hermosa, lo juro, tan hermosa que la hubiera querido solo para mí, pero ya era muy tarde, en ese momento por lo menos, no era mía, era de él, y la estaba gozando. De repente el le dijo con voz afligida:

¡¡ Bájate... me voy a ir !!, entonces ella misma separó sus glúteos con sus manos, se sentó metiéndoselo hasta el fondo y le dijo:

¡¡ Damela adentro cariño, quiero sentir tu lechecita caliente!!, (eso realmente me dolió mucho), ella tuvo un tremendo orgasmo mientras el se retorcía eyaculando en su interior. Todo terminó entre suspiros, respiraciones agitadas, besos, ambos entrelazados como un solo cuerpo sudoroso en medio de la cama toda revuelta.

El se vistió y le susurró "chao muñeca...¿ nos vemos mañana?", ella le respondió:

"No creo", se dieron un beso y se marchó, ella se quedó acostada y encendió un cigarrillo, yo, con mis pantalones manchados, me quedé en silencio en aquel sillón.