Por ti 9

—Que dios no me haga arrepentirme de esto Jauregui pero... —Coloco sus dedos en el puente de manera dramática— acepto, acepto que seas mi tutora. —A Lauren se le formó una gran sonrisa en su rostro.

Capítulo dedicado a todos eso lectores que se toman su tiempo de leer mis palabras .

Lauren estaba acostada en su cama mirando al techo escuchando canciones de esas que le gustaba a Camila recordándola amargamente, se sentía extraña sin ella, la extrañaba tanto pero le había prometido a Alejandro que cuidaría de Sinuhe y Sofía, aunque después de que Camila se mudara con el solo preguntaba por Sofi. Cerro sus ojos un momento y sintió como el colchón de la cama se hundió un poco haciéndole saber que alguien se había sentado a su lado.

—Hola, chica sexy —le dijo susurrando en su oído, la voz de Hailee hizo estremecer a Lauren de forma incomoda, odiaba que le dijera así.

— Hola, Hailee ¿Que haces aquí? —Lauren se levantó de la cama alejándose de Hailee.

Hailee gateó sobre la cama de una forma sensual haciendo que Lauren palidecerá y caminara hasta toparse con la pared. Hailee sonrió maliciosamente y acorraló a Lauren, comenzó a besarle el cuello hasta llegar a su boca, era un beso lento que Lauren lo seguía más por compromiso que porque de verdad quería. Hailee quería adentrarse a la cavidad bucal de su novia lográndolo como siempre, el beso se tornaba cada vez más caliente, Hailee no perdía tiempo y ya estaba acariciando el estómago de Lauren subiendo poco a poco su mano, el objetivo eran los pechos de Lauren pero ella al sentir que ya la mano estaba en el nacimiento de sus senos se fue despegando lentamente aunque Hailee insistía dando besos a su cuello.

—Ha..Hailee, mi amor... Yo, yo —Hailee dejo de besar a Lauren drásticamente y se cruzo de brazos frente a ella, sabia que cuando le decía "mi amor" era para arruinar el momento.

—Lauren, tú nada, siempre es igual yo quiero que nos entreguemos, te deseo tanto. —Hailee se acercó nuevamente a Lauren acariciando su brazo.

Lauren se alejo de Hailee y se fue hasta el otro lado de la habitación.

—Hailee, sabes mis padres creían en todo eso del matrimonio y la virginidad, soy virgen y quiero seguir su legado, ya sabes. —Lauren no seguir ningún legado, solo que no quería que su primera vez fuese con alguien que ni siquiera le gustaba.

—Esta bien Lauren, debo irme te veo mañana. —se acerco a Lauren y le dio un beso rápido en los labios, estaba tan molesta, ella sabia que todo eran escusas para no estar juntas.

Lauren lanzó un suspiro de alivio, no sabia como evitar esa situación sexual con Hailee ya eran dos meses de estar juntas, eran tiempos tortuosos para ella, esa chica no tenia nada que valiera la pena para Lauren, al igual que Dinah estaba atrapada en el mundo de favores de Hailee Steinfeld.

Miro el reloj en su muñeca y se dio cuenta que no habían llegado Sofi y Sinu aún, bajo a la cocina para preparar la cena, ayer había ido al supermercado a comprar algunas cosas para practicar un poco la cocina, saco los ingredientes: Ajo, cebolla, vino blanco, gruyere, gouda, queso sardo, parmesano, Shiitake, champiñones, portobellos, leche, aceite de oliva, fetuccini, albahaca, pimienta y sal, para preparar unos fetuccini a la cuatro quesos y hongos.

Pico la cebolla y el ajo y comenzó a sofeirlos en una cucharada de aceite de oliva, agrego el vino blanco y la leche. Luego colocó los 4 quesos rayados y condimento con la sal y la pimienta, lo cocino por unos minutos y luego los retiro del fuego. Hirvió los fetuccini durante unos once minutos, hasta que estuvieron suaves por dentro pero firmes por fuera. Fileteó los distintos tipos de hongos y los cocinó en una sartén con un poco de aceite de oliva.

—Huele delicioso, ¿que chef de alta cocina a invadido mi cocina?. —dijo Sinuhe haciendo reír a Lauren que salia de la cocina limpiando sus manos con un trapo.

—Es una receta muy sencilla Sinu, hasta Sofi puede hacerla. —dijo Lauren riendo.

—¿A quien le has hecho toda esa comida? Pillina. — Sinuhe pincho los costados de Lauren haciendo que diera pequeños saltos de reflejo.

—A nadie en particular Sinu —dijo Lauren despreocupada.

—Pensé que lo habías hecho para la lindura de Hailee — Lauren cambio su cara al nombrarle a su novia— Ya nos cambiamos y bajamos a comer Lau. —Sinu subió y tras de ella Sofía quien desde que su padre y Camila no estaban ya no era la misma, solo se limitaba a hacer lo que le pedían y hablaba lo necesario y siempre andaba con la mirada metida en el piso.

Después de unos veinte minutos bajaron Sofi y Sinu y Lauren sirvió los fetuccini y los bañó con la salsa de quesos y los hongos salteados y decoró con algunas hojas de albahaca.

La cena se desarrollo en total silencio, Sofia apenas y había probado su comida, Sinu le sonreía al teléfono que sonaba cada cinco segundos y Lauren veía todo con tristeza. ¿En que momento había cambiado todo? Ya nada era igual.

Al terminar Sinuhe se ofreció a lavar los platos, Sofia se fue a su habitación y Lauren salió al jardín y se sentó en la grama y se quedo ahí por lo menos media hora, pensando en que extrañaba tanto a sus padres, Alejandro y sobre todo a Camila. Cuando sintió que el frío era insoportable, se levantó y se fue a su habitación, se baño y se acostó a dormir para sonar con una vida mejor.

Lauren había despertado muy temprano, salió a correr como era costumbre y al regresar vio un auto extraño estacionado frente a la casa, el carro estaba encendido, el conductor era seguro que esperaba a alguien lo que nunca imagino que ese alguien fuese Sinuhe que al salir de la casa, un hombre salio de inmediato para recibirla con un beso en los labios, esa escena descompuso el día de Lauren por completo, tenia unas ganas tremendas de vomitar,daba gracia a dios que estuviera apoyada en un árbol a cuatro casa de donde se llevaba a cabo todo eso. Como pudo siguió caminando, lo bueno fue que al llegar el carro se había ido.

Lauren al entrar a la casa pudo ver que Sofi aun seguía ahí,se estaba arreglando para irse, seguro tomaría el autobús como lo venia haciendo cada viernes, ahora Lauren sabia la razón de porque Sinuhe se iba tan temprano. Hoy comenzarían las competencias deportivas estatales eran una especie de olimpiadas pero entre escuelas de todo el estado, habían varias disciplinas. El entrenador había estado muy intenso el último mes dejando agotada a la pobre Lauren quien era su participante principal tanto en los saltos individuales como los dobles donde Lucía era su compañera. Todos en el instituto estaban felices por los juegos, el apoyo de la escuela era total, cuando participaba algún grupo de la escuela si estaban dando clases las detenían para verlos participar.

Lauren había llegado al instituto temprano como siempre y al pasar por la cartelera informativa vio algo que inmediatamente capto su atención, el nombre de Camila en la lista de personas que necesitaban tutores, su corazón comenzó a latir de manera que las alas de un colibrí envidiarían, una idea cruzo por su mente y sin dudarlo fue hasta la dirección y se apuntó como como la tutora de Camila Cabello.


Camila estaba llegando al instituto con Verónica y Lucy cuando por mala suerte se acerca Hailee a molestarla.

—Camila, que sorpresa, pensé que ya no vendrías más, digo no tienes tutor y vamos que todos sabemos que este año no te graduaras. —dijo Hailee con toda la intención de hacer sentir mal a Camila, estaba enojada por lo que Lauren le había hecho el día anterior y decidió descargarse con ella.

—No estaría tan segura si fuera tú, ya tengo ese tutor que no solo me ayudará a graduarme, sino también a ganarme el premio de este año. —Camila aún no sabía que tenia un tutor, sólo quería que Hailee sintiese rabia y lo había logrado, pues se había ido furiosa, golpeo con el hombro a Camila y siguió su camino empujando a todos lo que se le interponían en su paso.

—¿En serio tienes un tutor Mila?  Y además  hace milagros, que suerte -dijo feliz Verónica.

—No, solo lo dije para que esa idiota me dejase tranquila —dijo con rabia mientras aprestaba sus puños, pero los soltó y se detuvo para preguntar algo que le había llamado su atención al llegar pero no lo mencionó por el encuentro con Hailee— ¿ustedes llegaron juntas tomadas de la mano? —señalo a ambas con su dedo y sonrió al ver la cara de Verónica que palideció por la pregunta.

-Yo... No se que ojos vieron tus manos , yo no de verdad no, no, no es que no. —decía Verónica totalmente nerviosa.

—Si lo hicimos Mila —Vero se quedo observando incrédula a Lucy, Camila reía mordiendo su lengua—, no me mires así Verónica o es... ¿Quieres que esta relación sea un secreto? -Lucy gritó molesta.

—¿De que secreto hablan? —Dijo Dinah pasando su brazo por el hombro de Lucy, la cara de Vero era histórica los colores iban y venían.

—Yo ir clases, no nada hay... —Verónica decía incoherencias haciendo que Dinah la observara confundida, mientras las demás trataban de ocultar su risa— adiós —dijo y se fue corriendo.

—Deberías alejarte de esa chica Iglesias bebs, esta loca y te puede hacer algo malo. —decía Dinah lo más convencida que podía.

—Bebs, no me alejaré de ella, ¿bien? Es mi amiga y de Mila así que... Voy a clases —Lucy se removió un poco del brazo de Dinah y le dio un beso en la mejilla y se fue.

—¿Me besó la mejilla? ¿verdad Camila? —preguntó Dinah asombrada.

—Si, creo —Camila miro a Dinah una ceja alzada.

—Mila te explico, Dinah y Lucy siempre desde pequeñas se saludan y se despiden con un pico, es apenas un leve rose de labios y bueno por eso esta así, Lucy beso su mejilla, algo muy extraño por cierto. —Dinah seguía en Shock y Normani se reía de su expresión.

—Bueno ... —Camila dijo tratando de irse sin ser grosera— yo debo irme, tengo clases al igual que ustedes, adiós. —se giro y se fue.

Camila iba riendo con la mirada baja por el pasillo para ir a su salón y chocó contra algo haciendo que cayera al piso, al levantar la vista se encontró con un chico guapo que le sonreía y que nunca había visto por el lugar, sus ojos eran de un tono marrón oscuro, tenia lentes de pasta negra y montura grande, sus ojos de achicaban al reírse, tenia cejas gruesas y muy negras al igual que su cabello liso y un tanto alborotado.

—Lo siento mucho. —dijo el chico extendiéndole la mano a Camila.

Camila acepto su ayuda, se levanto y el chico le sonrió, pensó que tenia una bonita sonrisa.

—Gracias, soy Camila ¿Eres nuevo por aquí? —preguntó Camila Mientras sacudía sus pantalones.

—Si —dijo con una gran sonrisa en su rostro —¡oh! Y mi nombre es Samuel Hall, efectivamente soy nuevo, se que es tonto cambiarte de colegio cuando esta por finalizar el curso pero esa es una historia algo larga y se nos hace tarde para entrar a clases, por cierto —saco un papel del bolsillo de su jeans— ¿donde queda el Salón de geografía económica?

—Esta de suerte señor Hall, tenemos la misma clase, así que vamos. —Camila entrelazó su brazo al del chico y comenzó a caminar hacia el aula. Extrañamente se sentía bien con el chico que apenas acababa de conocer, ella era de no hacer muchos amigos, evitaba el conocer gente nueva después de su problema con el alcohol y las drogas, temía que alguno le llevara por ese mal camino nuevamente.

Camila iba entrando al aula, Lauren la veía con una sonrisa de idiota, debía aprovechar las clases donde no estaba Hailee para poder ver libremente a su amor, pero su sonrisa se borró cuando tras de ella llego un chico riendo y le paso su brazo por sus hombros, inmediatamente borró la sonrisa de sus labios y giro su mirada hacia otro lugar.

Lucy miró con una ceja levantada como llegaba Camila con un chico al que nunca había visto, este le tenia el brazo sobre los hombros de su amiga quien estaba riendo como nunca.

—Lucy Liu, te presento a mi nuevo amigo, Samuel. —el chico quito su brazo del hombro de Camila y se acerco a Lucy para estrechar su mano.

—Un gusto en conocerte Lucy Liu. —Lucy pensó que el chico agarraba confianza rápidamente, pero se veía muy agradable.

—El gusto es mio Sam, por cierto ¿eres nuevo? —el chico se rió un poco fuerte captando la atención de todo el salón, cosa que lo hizo sonrojarse— ¿por que ríes? ¿dije algo gracioso? —pregunto Lucy con su entrecejo fruncido.

—No, lo siento, es solo que desde que llegue me preguntan lo mismo y bueno... Si soy nuevo, es una historia larga, se que es raro ver a un chico nuevo a vísperas de terminar el curso, prometo contarles a ti y Cami la historia sin censura. —cuando el chico término de hablar entro la profesora, colorada y con un aspecto desordenado.

—Buenos días jóvenes, el día de hoy no podre llenarles de valiosos conocimientos sus vacías cabezas debo retirarme, se que están muy triste por mi noticia pero quedan libres hasta su próxima clases, buenos días y no hagan travesuras, con su permiso. —todos los alumnos se quedaron sorprendidos por la actitud de la profesora, habían muchos rumores desde que se acostaba con el director hasta que obligaba a sus alumnos a intimar con ella.

Camila, Lucy y Samuel se fueron a pasar su hora libre en la cafetería. Se acercaron a unas de la mesas para sentarse, el lugar estaba casi vacío, la primera en tomar asiento fue Lucy.

—Estas de suerte chico, tenemos dos largas hora para esa historia. —comentó Lucy mientras se acomodaba en su asiento y daba palmaditas en el que estaba a su lado.

Samuel sonrió y se sentó dejo escapar un suspiro y comenzó con su relato.

—Bien, mi madre es la hermana menor del director de este lugar —hizo un recorrido con su mirada por todo el techo del salón—, por ese motivo me aceptaron a estas alturas. —se quedo en silencio unos segundos que desesperaron a la curiosidad de Lucy.

—Vamos, eso no me interesa, cuenta el por qué estás aquí, la razón real, ya sabes... —dijo Lucy un poco exaltada.

—Esta bien, calma —Samuel dijo divertido, pero cambio su sonrisa al comenzar con la historia—. He llevado una vida un tanto inestable, no se quien es mi padre y mi querida madre esta un poco loquita, nada grave, por lo general soy una persona tranquila y con una paciencia grande. Estaba cansado de las bromas de los idiotas del instituto —se quito sus lentes y coloco sus manos sobre su rostro tapándolo, se veía que le costaba hablar sobre eso—, un día no estaba de buenas, mi madre se había metido en un gran lío y realmente no tenia cabeza para razonar —se colocó nuevamente sus lentes y miro hacia la ventana —, Adán el más grande idiota del colegio, lanzó su balón de baloncesto hacia mi cabeza, el desgraciado vaya que tiene puntería pues no fallo, me dio tan fuerte que quede viendo estrellitas literal, ¡dios! Juro que nunca había estado tan molesto, cuando me recupere tome el balón camine hacia él y lo lancé con todas mis fuerzas hacia su pecho, el muy tarado se comenzó a reír y decir que mi madre era una zorra, lo que no sabia yo era que el lío de mi madre era por un hombre que era nada mas y nada menos que el papa de ese tipo al que odiaba, le dijo a sus lame suelas que me sujetaran, que me darían una buena paliza, que igual me la merecía por ser una zorra al igual que mi mamá —Camila y Lucy se quedaron observado entre ellas al oír que le decían perra—grac... —Lucy interrumpió a Samuel, quería saber porqué le decían zorra.

—Un minuto, ¿por qué te decían perra o zorra? Da igual —Samuel se puso rojo como una manzana, y volvió a alejar su mirada de las dos chicas.

—Es... Soy gay, yo... —el chico no podía articular palabra alguna.

—Tranquilo, aquí también jugamos el mismo partido, si me explico —decía Lucy dándole pequeños codazos en los costados a Samuel.

—Oh, claro, entiendo... Ahora sigo con mi historia —las dos chicas asintieron y el chico inicio con su historia nuevamente—, gracias a mis buenos reflejos no pudieron agarrarme, en cambio corrí hasta Adán y me tire sobre él tirándolo al suelo, comencé a golpearlo hasta que lo deje inconsciente, de verdad en un momento me desconecte de la racionalidad, de la vida real y los derribe a todos, te mentiría si dijera que recuerdo haberlos golpeado, caí en un pequeños lapsus, y para finalizar y no hacer mas largo esto el que llevo la peor parte fue Adán, casi le mato y su padre con todo los problemas existentes, decidió no colocar una denuncia a cambio de desaparecer de ahí y aquí estoy. —finalizó con una sonrisa de medio lado, que era de total melancolía.

Camila que desde que salieron del salón no había hablado se levantó de su lugar y le dio un fuerte abrazo a su nuevo amigo, pues eso lo consideraba, alguien que estuviera tan dañado como ella merecía su apoyo y amistad.


Camila abrazaba a Samuel cuando justamente Lauren iba entrando, paró su paso como si una pared invisible la detuviera y se quedo observando con enojo la escena y rabió más al ver como su morena le daba besos por todo el rostro al nuevo.

—Amor ¿que haces por aquí? —La voz de Hailee, saco a Lauren de sus pensamientos de como asesinar al nuevo chico sin dejar evidencia. Hailee al ver a Lauren tan concentrada observando a un punto en particular en la cafetería decidió averiguar que miraba con tanto interés— nueva víctima de Cabello, en menos de lo que esperamos ese chico estará muerto de una sobredosis al igual que ella. —Hailee comenzó a reír.

—No vuelvas a decir algo como eso, Camila no va a morir de ninguna sobredosis, estoy aquí porque la profesora de economía no dio clases tú, ¿que haces aquí? ¿no deberías estar en clases? —el que Lauren defendiera a Camila y el tono que había utilizado Lauren con ella, hizo enfurecer a Hailee.

—Solo digo la verdad Lauren, tú y el señor Cabello son los únicos ciegos que no se dan cuenta que ella solo está actuando y en cualquier momento volverá a lo mismo, estaba aquí por ti, pero mejor voy a mis clases. —se giro molesta y salio de la cafetería, Lauren trago grueso, las palabras de Hailee hacían eco en su cabeza "ella esta actuando" "en cualquier momento volverá a lo mismo". Lauren no podía imaginarse pasar otro momento como cuando Camila casi muere por esa intoxicación.

El día en el instituto se hizo largo y sobre todo para Lauren que había tenido que soportar las constantes muestra de afecto de Camila y su nuevo amigo en todas sus clases. Lauren tendría entrenamiento hasta tarde, estaba molesta porque no sabia si le daría tiempo de ir a casa de Camila para iniciar con sus tutorías, seria una gran sorpresa.

El entrenamiento terminó relativamente temprano para felicidad de Lauren quien se bañó y se cambió a la velocidad de la luz y se fue literalmente corriendo hacia su nuevo auto, extrañaba al antiguo, sobre todo porque a que le perteneció a su padre, por ahora manejaba un Toyota Corolla 2014, metió todas sus cosas tan rápido que flash eran un caracol comprado con Lauren en ese momento, quien quería evitar que Hailee la viera porque seguro también estaba terminando su entrenamiento. Salio del estacionamiento con una gran sonrisa en su rostro y elevó una ceja al ver a Lucy y a Verónica besándose junto al carro de la última a nombrada, pensó que esas dos se habían tardado.

Había llegado a el departamento de Alejandro donde vivía con Camila, estaba tan nerviosa no quería que la chica le lanzara la puerta en la cara y la mandara lejos, sobre todo por lo inteligente que se veía su nuevo amigo, seguro el le ayudaba a estudiar. Tomo todo el valor que pudo, salió del auto y se dispuso a subir.


Camila estaba que se lanzaba por la ventana de lo molesta que estaba, Hailee la había humillado nuevamente frente a la mitad de la escuela, el entrenamiento del boxeo no había bastado para sacar toda su furia, la pobre contrincante quedo desecha. Oyó el timbre y le pareció un tanto extraño, nadie venia a visitarla sin anunciarse y sobre todo porque las únicas personas que la visitaban eran Lucy y Vero que seguro estaban ocupadas en otras cosas en esos momentos, salio de su habitación y fue a ver quien toca.

—Voy. —gritó Camila. Al abrir la puerta se sorprendió al ver a Lauren ahí parada viéndola fijamente.

—Hola Camila ¿pasamos? —Camila abrió un poco la puerta y se retiró dándole paso a Lauren.

—¿Que haces aquí? ¿A tu no vía no le bastó la humillación que me hizo en la escuela y te envió a ti para que terminaras su trabajo? —Lauren no escuchaba nada de lo que le decía Camila, estaba en otro mundo, veía como se movían sus labios de manera tentativa, no pudo mas y tomo a Camila de la cintura quedando pegada a ella.

Camila quien había estado hablando y reclamando a Lauren una sarta de actos que ni había hecho ella quedo en completo silencio. Lauren soltó a Camila de la cintura y llevo sus manos hacia las mejillas de la otra y la besó con sumo cuidado, el beso inicio lento, pero luego fue tomando fuerza, tanto que las dos estaban en el sofá acostadas acariciándose como pulpos. Lauren acariciaba el trasero de Camila, mientras Camila acariciaba los pechos de Lauren.

Esta vez era diferente Lauren  estaba dispuesta a entregarse a Camila sin queja o excusa alguna,pero la cordura llegó a Camila que al sentirá que Lauren desabrochaba el botón de su pantalón de una patada tiró a Lauren del mueble.

—¿Que demonios haces Jauregui? —Lauren quien se encontraba en el piso con los ojos totalmente negros y los labios rojos e hinchados no podía pronunciar palabra alguna— Vete, por favor vete —Camila se levanto del sofá y Caminó hasta la puerta para abrirla.

—Lo siento, yo no quería... —Lauren habló al ver que Camila se acercaba a la puerta para abrirla y se levantó— soy tu tutora —dijo rápidamente antes de que Camila girara el pomo de la puerta.

—¿Tú? Entonces eras tú, con razón el viejo inepto del director no me quiso decir nada —Camila caminaba de un lado a otro pensando en que hacer. No quería perder a su tutora, pero tampoco quería que Lauren fuese esa tutora— ¿Cuál es el truco Jauregui? ¿piensas ser el chivo expiatorio de Sinuhe? —Pregunto desconfiada mientras se cruzaba de brazos.

—¿Qué? ¿Chivo expiatorio? No, claro que no, no hay trucos lo juro —levantó su mano y colocó la otra en su corazón como si hiciera un juramento—. De verdad quiero ayudarte Camila, lo hago por Sofi, ella los necesita a ti y a Alejandro y se que Sinuhe tomara tus bajas notas y todos tus problemas en su juicio de custodia por Sofia —Lauren mientras hablaba se le acercaba poco a poco.

El cerebro de Camila comenzó a maquinar de manera increíble, ya tenia una forma de vengarse de Hailee, le quitaría a Lauren en sus propias narices, claro que esto no representaba para nada un trabajo desagradable, en cambio seria la mejor venganza, se burlaría de la idiota y se quedaría con su chica de ojos verdes.

—Que dios no me haga arrepentirme de esto Jauregui pero... —Coloco sus dedos en el puente de manera dramática— acepto, acepto que seas mi tutora. —A Lauren se le formó una gran sonrisa en su rostro.

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Gracias a todos los que leen. Espero les guste y no tardar tanto con el próximo.