Por ti 8

No quería hacerlo pero veo que no me dejas otra -decía Camila viendo como gesticulaba su rostro cada palabra que salia de su boca-, te voy a demostrar Hailee Steinfeld que Lauren es solo mía -miro unos segundos más su reflejo y comenzó a reír - Lauren eres solo mía.

Lauren salió desesperada de la casa, llego a su auto no sabía qué hacer, tenía el cuerpo de Camila en sus brazos y no podía abrir, con mucho cuidado la bajo y recostó su cuerpo al auto, mientras con una mano la sostenía y la otra abría la puerta. El auto solo tenía dos asientos, coloco a Camila en el puesto del copiloto colocándole en cinturón de seguridad, no podía pensar bien lo que iba a hacer de lo asustada que estaba, sentía sus piernas desfallecer, se detuvo un segundo frente a la puerta tomo aire, trató de tranquilizarse la abrió, se subió rápidamente y luego la cerró. Camila quedaba un poco inclinada hacia el frente lo que hizo a Lauren sostenerla todo el camino con su brazo derecho para que no se escurriera. Nunca había visto a Camila así, esto era aterrador, no quería perderla como a su familia. Manejaba rápido, quería llegar al hospital para que le prestaran asistencia médica a su Camzi. No Pensaba en nada que no fuera ella ni si quiera que debía avisar a Sinuhe y Alejandro lo que había sucedido, en esos momentos lo importante era llegar, temía que muriera.

Lauren Llegó al área de emergencia donde estacionaban las ambulancias, no presto atención a la señal de no estacionar y con Camila en brazos entro al hospital, estaba más fría que cuando la encontró en su habitación, su respiración era débil casi imperceptible.

-Señorita no puede estacio... -una enfermera de avanzada edad iba con intenciones de regañar a Lauren porque había estacionado en una zona prohibida pero al ver que ella traía el cuerpo desvalido de otra chica llamo por apoyo por un pequeño radio- ¡dios! ¡Clariss! Trae una camilla urgente.

  • ¡Ayuda Por favor! -Pidió Lauren- está muy mal -susurró con voz temblorosa, quería llorar, tenía tantas emociones encontradas y reprimidas.

-Jonathan, trae la camilla, -ordenó Clariss la enfermera que habían llamado por radio a un joven que venía hacia ellas- señorita -la mujer se dirigió a Lauren- ¿Que sucedió?

-No lo sé, llegue a casa y la encontré inconsciente en el piso con varias botellas vacías de alcohol a su alrededor. -explicó Lauren nerviosa.

  • ¿Ha vomitado? -pregunto nuevamente la enfermera mientras montaban el cuerpo de Camila en la camilla.

-Realmente no lo sé, solo llegue y la vi ahí tirada es todo. -Lauren a penas respondía, iba caminando al lado de ellos, no quería alejarse de Camila.

  • ¿Que tenemos aquí? ¿Síntomas? -preguntó el residente de turno un poco agitado.

-Un caso de intoxicación etílica, síntomas: Piel pálida casi azulada, respiración irregular, descenso de la temperatura corporal.

  • ¿Ha convulsionado? -El doctor no había terminado de preguntar cuando Camila comenzó a tener movimientos espasmódicos- Coloquen en decúbito lateral -ordenó el doctor mientras rodaban la camilla por el pasillo hasta llegar hacia unas puertas blancas donde se habían perdido con Camila en la camilla.

-Espere aquí, no puede pasar, la señorita Robert la llevara para que de todos los datos de la paciente y llene algunas formas -dijo la misma enfermera mayor que la había recibido.

  • ¿Estará bien? -dijo Lauren sin quitar la vista de la puerta por donde había desaparecido Camila.

-Esperemos que sí, ahora acompañe.

Lauren siguió a la joven en silencio y con la vista clavada en el piso.

  • ¿Qué es usted de la paciente? ¿Es mayor de edad? -pregunto la chica.

-Soy como su hermana, sus padres son mis tutores. No soy mayor de edad aún -murmuró Lauren, mientras llenaba los datos que le pedían.

-Debe estar un familiar directo y mayor de edad ¿Algún número al que pueda avisar? Puedo hacerlo por usted si gusta.

-Si aquí está el número de su papá Alejandro Cabello. -Lauren le extendió un papel con el número de teléfono.

La chica le hizo algunas preguntas a Lauren sobre las alergias y otras cosas de Camila, cuando termino de responder lo que pudo se fue a hacia unas bancas que estaban al lado de la puerta donde se habían llevado a Camila. Se sentía de lo peor no quería estar sola en esto y aún con las lágrimas corriendo por su rostro le envió un mensaje a Verónica para que fuese a acompañarla, hasta olvidó que su auto había quedado atravesado lo único que estaba en su mente era Camila.

Estaba llorando silenciosamente cuando sintió unos brazos alrededor de su cuerpo, deseaba con toda su alma que fuese Camila, como aquella vez cuando su familia había tenido el accidente, pero debía ser realista Camila estaba siendo atendida por los doctores, se giró un poco y vio a Alejandro y correspondió a su abrazo inmediatamente.

-Tranquila pequeña, todo va a estar bien. -susurró Alejandro más para sí que para Lauren.

-Tengo miedo, no quiero perder a nadie más. -Lauren lloraba desconsolada.

-Ella lo va a lograr Lauren, no nos dejara te lo prometo -a veces las persona hacen promesas que no son capaces de cumplir y lo que le prometía Alejandro a Lauren era una de esas.

Alejandro siguió consolando a Lauren, la recostó en su pecho e inicio caricias en su cabello para que se calmara


  • ¿Dónde está la Lauren? Dígame ¿Dónde está? -llego gritando Verónica como loca con Lucy, quien la sostenía para que no se montara en el mostrador de la recepción.

-Cálmese señorita ¿Es usted familiar? -pregunto la chica un poco nerviosa, era su primer día en ese empleo y no manejaba muy bien esas situaciones aún.

La joven comenzó a buscar en el sistema el nombre de Lauren y encontró algo que no le apetecía decir.

-Lo siento de verdad, pero la habitación que ocupaba la señorita Lauren fue desocupada, ella... -hizo una pausa- ella murió hace un momento.

  • ¿Qué? ¿Murió? Pero ella... No es un error -decía Verónica confundida.

  • ¿Está segura señorita? -preguntó Lucía.

La chica se encontraba buscando en el sistema cuando Lauren viene caminando con la cabeza gacha a preguntar lo que había pasado con su auto. Verónica quedo aún más confundida y no le salían las palabras.

-Si Lauren está muerta ¿quién es esa que viene ahí? -preguntó en un tono bajo pero lo suficiente audible para Lucy y la recepcionista.

  • ¿Vero? -Pregunto Lauren al ver a su amiga viéndola con cara de confusión.

-Jauregui ¿qué haces aquí? Ella me dijo que tu... -señalo a la chica y volvió a ver a Lauren y se quedó en silencio procesando el ver a Lauren viva cuando le habían dicho instantes antes que había muerto.

-Es Camila, ella... -hizo una pausa, apretó su mandíbula y levantó su mirada- ella, ella está aquí por una sobredos... -Verónica abrió sus ojos y le tapó la boca a Lauren para que no siguiera hablando.

  • ¿Cómo esta ella? -pregunto Lucy con un dejo de tristeza.

-Tú ni hables, capaz dice que Camila murió y está bailando la macarena en su habitación -dijo viendo a la chica con los ojos entrecerrados, Lucy cerro los ojos y negó con la cabeza por lo que había dicho Verónica.

-Ella no está muy bien Lucy, no solo bebió también utilizó otras sustancias y sus sistema colapsó -Lauren no lo soporto más y comenzó a llorar Lucy y Verónica se acercaron a ella y la abrazaron.

Se separaron lentamente, Lauren se limpió las lágrimas, se quedó viendo fijamente hacia la calle, vio un auto muy parecido al suyo y recordó su auto se acercó a la recepcionista y le preguntó.

-Señorita ¿qué sucedió con mi auto? Lo deje estacionado frente a las puertas de emergencia y... -Lauren fue interrumpida por Verónica.

-Ni le preguntes a esta mujer, capaz que te dice que tu carro fue operado de emergencia -dijo Verónica viendo con el ceño fruncido a la recepcionista.

--¡Ya! es suficiente, discúlpate con la señorita, ella simplemente cometió un error no la puedes condenar por siempre -Lucy ya estaba un poco molesta por la actitud de Verónica.

-Lo siento -dijo Verónica entre sus dientes.

-La que lo siente soy yo, no debí decir nada, el auto fue llevado por tránsito debe ponerse en contacto con ellos para pedir su ubicación.

-Gracias. -dijo Lauren, cerró los ojos, tomó a sus amigas de las manos y las llevo hasta donde se encontraba Alejandro molesto hablando por teléfono.

  • ¿Cómo puedes decir algo como eso? No es un animal el que está aquí, hablamos luego, dale un beso de mi parte y no le digas nada yo hablaré con ella en cuanto llegue. -Alejandro cortó la llamada al ver que Lauren estaba a su lado.

  • ¿Quién era? ¿Sucede algo? -pregunto Lauren un poco preocupada.

-Nada cariño, cosas del seguro, -sonrió, pero inmediatamente se le borró su sonrisa al ver a el doctor caminar hacia ellos con un gesto preocupado.

-Familiares de la señorita... -miro su tablet para leer el nombre- Camila Cabello.

-Soy su padre -Alejandro se acercó al doctor, Lauren quedo paralizada abrazada entre Verónica y Lucía.

-Tengo buenas y malas noticias, la buena es que su hija está viva y logramos estabilizarla, la mala es que debido al grado de intoxicación al que fue sometido su cuerpo y los ataques convulsivos su hija ha quedado en un estado de coma. -Alejandro se puso pálido al oír eso y le fallaron un poco las piernas, el doctor lo tomo del brazo evitando que cayera- No es un como profundo tenemos la esperanza que lo máximo que podría durar se una semana, no es un diagnóstico definitivo pero es lo más acertado. Su hija tomo demasiado alcohol y lo completo con una buena dosis de clonazepam es un milagro que este viva aún. La parte que no me gusta decir es que su hija podría quedar es un estado vegetativo la probabilidad está en un 50\50.

Lauren estaba que se moría al escuchar todo aquello Alejandro que había estado evitando llorara para no ser débil frente a Lauren lloraba desconsolado.

-Ella está bien para su situación, estaré informándoles de su estado, con permiso. -el doctor se fue y dejando todo en silencio, nadie decía una palabra, Verónica estaba ida Lucy no sabía que hacer había compartido poco con Camila pero era una pena lo que le estaba pasando y lo peor era ver el estado en el que estaban sus nuevas amigas.

Lauren visitaba todos los días a Camila, en toda esa semana no había hecho muchos cambios cosa que le preocupaba, las cosas en casan de los Cabellos era tensas las discusiones de Alejandro y Sinuhe cada vez se hacían mas constantes, Sofi siempre lloraba porque extrañaba a Camila Sinuhe le había dicho que ella se había ido de viaje muy lejos, no se porque no querían decirle la verdad pero para Lauren era mejor así. Lucy y Verónica se habían vuelto un gran apoyo para ella visitaban a Camila y aunque no las probabilidades de que no las escuchara era mas grandes que las que si igual lo hacían.

Hailee se había enterado de lo sucedió, realmente nadie sabia como, pero aprovechó todo eso para engatusar a la ingenua de Lauren Jauregui, no se le separaba ni a sol ni a sombra, su nivel de manipulación hacia ella había crecido sorprendentemente, tanto que Lauren había aceptado intentar hacer funcionar esa relación que impositiva a la que la había llevado aquella chica días atrás.


Había pasado una semana y media, Camila había despertado por fin, solo le estaban haciendo algunos exámenes para darle el alta. En esa semana que había estado desconectada de todo, había sucedido mucho, el ambiente siempre estaba tenso, solo la venían a ver su padre, Lauren, Verónica y Lucy, pero una vez que despertó Lauren no se acerco más solo se informaba por medio de Verónica. Cada vez que Camila mencionaba a su madre todos se quedaban tensos y callado cambiando de tema rápidamente.

Había llegado el día de su alta, las enfermeras le habían tomado cariño y la aconsejaban también. Camila estaba arreglando sus cosas para irse y entro el doctor junto a su padre.

-Buenos días Camila, veo que ya estás muy enérgica y de buen ánimo, pensaba que estarías triste de dejarnos. -dijo el doctor con sorna.

-Me agradan todos aquí y me tratan muy bien pero extraño mi hogar, a mi hermanita y hasta mi madre -dijo Camila sonriendo y su padre al momento en el que nombro a su madre desvío la mirada a la ventana y borró su sonrisa.

-Camila, eres una chica muy joven y con un gran futuro por delante, esta vez has tenido suerte de no estar enterrada a varios metros de tierra -Cambio de pronto el tema el doctor-, deberás asistir a un centro de rehabilitación, lo ideal sería que te internaras pero debes seguir con tus clases así que asistirías diariamente. Tengo un buen amigo que te ayudará a salir de todo eso. Mucho apoyo papá necesita esta linda chica. -el doctor se acercó a Camila y le dio un pequeño abrazo y luego salió de la habitación.

Camila y su padre salieron en silencio de aquel hospital. Montaron todas las cosas en el auto y arrancaron una vez dentro. El camino a casa había comenzado pero esta vez había una ruta diferente Camila se giró y se quedó observando a su padre quien se veía demacrado, tenía una barba de 3 días, algo que era poco común en él, el carro paro frente a un pequeño edificio, la zona en el que se encontraba era menos lujosa en la que ella vivía.

  • ¿Qué es esto papá? ¿Dónde estamos? -Preguntó Camila extrañada.

-Es nuestro nuevo hogar Mila. -dijo Alejandro con la mandíbula tensa y aun aferrado al volante.

-Pero... ¿Mamá y Sofi están ahí también? -Camila se estaba alterando.

-Hija Calma, vamos arriba y así podré explicarte todo. -Camila salió del auto en silencio al igual que Alejandro.

Subieron las escaleras hasta el piso numero 5 el ascensor del edificio estaba dañado según el papel que estaba pegado en el.

-Este es nuestro nuevo hogar, solo tuyo y mío. -Alejandro se quedó en silencio esperando la reacción de Camila.

  • ¿Dónde están Sofi y mamá? ¡Dime papá! -Dijo Camila con la mirada cristalizada, su respiración era lenta y pesada y sus dientes apretados evitaban que rompiera en llanto.

-Me estoy separando de tu madre. -Alejandro trago grueso la situación era peor de lo que el imaginaba.

-Entonces era cierto, ella ya no me soportaba y tiene un amante. -dijo Camila riendo con ironía.

  • ¿Un qué? ¿Amante? -Alejandro estaba sorprendido.

  • ¿Ese no es uno de los motivos? ¡Mierda! -Camila paso su mano por el cabello y camino hasta la ventana del apartamento.

  • ¿De dónde lo sacas? ¿Ella tiene un amante? -Su voz a penas salía.

-Lo leí en lo que creo era su diario, no tome todo ese alcohol ingerí todas esas pastillas porque soy loca, leí todo papá, ella nunca me quiso, nunca estuve en sus planes, solo los arruiné. --seguía riendo de la misma manera pero sus lágrimas salían libremente y mordía sus labios en un intento de frenarlas.

Alejandro se acercó a Camila y le abrazó, estuvieron así un largo tiempo. Camila decidió en ese momento que sería mejor esta vez sí arreglaría su vida, por ella y por su padre, ya ni Lauren estaba en su lista seguro se quedó con su madre porque está de su lado.


Era lunes nuevamente Camila había perdido dos semanas de clases, sabía que le costaría recuperarse, había quedado de ir a la rehabilitación los días que no estuviera en su castigo con el grupo de teatro. Estaba parada frente al edificio donde estudiaba mirándolo fijamente, estaba consciente de que tenía que cursar el trimestre extraordinario donde se le daba la oportunidad a los estudiantes de presentar un examen con todo el contenido académico de todo el año, era una de las pruebas más difíciles, pues había preguntas de todas las asignaturas, algunos solo lo presentaban por aumentar sus promedios y siempre había un premio para los mejores puntajes, los cuales solo lo ganaban los que querían mejorar sus promedios.

Camila debía conseguir un buen tutor para ese intensivo si quería pasarlo, giro el cuerpo hacia el estacionamiento y no vio el auto de Lauren por ningún lugar, le pareció muy extraño, siempre estaba temprano y ya iban a tocar la campana, inhaló todo el aire que sus pulmones pudieron almacenar y exhalo para luego avanzar hacia su salón.

  • ¿Camila?

-Hola Demi. -dijo en tono serio Camila.

-Tenía muchos días sin verte ¿estabas de viaje? -Preguntó con una sonrisa.

-No, Demi, estaba en el hospital intoxicada hasta el... -dejo de hablar por la cara de incredulidad que tenía la chica- estaba en el hospital, ahora solo quiero entrar al salón y ver mi clase -Camila siguió su camino y al entrar vio a Lauren con Hailee sonriendo, no era una risa forzada pero tampoco era una de gozo total, solo era una sonrisa.

Camila apretó su mandíbula y se fue hasta el último asiento sin volver a mirar a donde estaba Lauren. Lucy quien compartía la clase se cambió de asiento y se sentó a su lado.

  • ¿Qué? -Preguntó Lucy despreocupada mientras Camila la veía con el ceño fruncido- No me veas así Camila, yo te fui a visitar cada día mientras estuviste en ese "sueño profundo" necesitas mejores amistades -dijo Lucy señalando a Demi y Cece que no dejaban de ver a Camila.

-Lo sé, lo agradezco Lucia -Camila le sonrió, era su primera sonrisa desde que se había enterado de que sus padres se separarían y que ya no vivían juntos.


El tiempo había pasado demasiado rápido para el gusto de Camila, hace tres semanas había sido su cumpleaños y por primera vez en su vida no lo celebró, realmente no tenia ganas, siempre imagino celebrando su mayoría de edad con sus padres, su hermanita y con Lauren, imaginaba como sería probar el alcohol y mira que la vida da muchas vueltas y más bien ese día la paso con sus nuevos amigos de A.A quienes le felicitaron y le regalaron una magdalena de chocolate con una pequeña vela rosa.

Los días habían sido eternos y dolorosos, extrañaba a Sofi, Sunuhe en su demanda de divorcio había pedido la custodia total de Sofía, eso había destrozado a Alejandro, quien gastaba cantidades grandes de dinero en abogados y una pensión de manutención para Sofía. Tanta ansiedad provocaban a Camila para caer en malos pasos nuevamente, pero sabia que no podía echar a la basura su progreso y ahora tenia como desahogo practicar boxeo cinco días a la semana, iba después de sus reuniones en A.A y teatro.

Era la ultima clase del día, al fin se había terminado, Camila se quedo de ultima arreglando su bolso que contenía su cambio de ropa que ocupaba en las clases de boxeo, pensó que estaba sola y el sentir aquella mano en el hombro le hizo sobre saltarse y dar un pequeño brinquito.

-Mira que tenemos aquí Marcy -escucho Camila antes de voltear pues había reconocido la voz.

-¿Que quieres Hailee? Debo irme, se me hace tarde, no tengo tiempo de escuchar tus tonterías, mi nombre no es Dinah y no tengo deberes contigo así que...

-Que osada ha vuelto Camilita ¿No lo crees Marcy? -Dijo con sorna Hailee a su lame suela como les decían Camila y Lucy a las amigas de Hailee.

-Si, quizás este drogada -Marcy soltó ese ponzoñoso comentario, haciendo reír a Hailee. Camila apretó sus puños para controlarse y no meterse en problemas.

-No, fíjate que no lo estoy, soy la más sobria del lugar creo -dijo con la sonrisa más falsa que haya dado en su vida, de verdad tenia muchas ganas de matar a esas dos idiotas.

-No pierdas el control Camilita que creo y es lo único que te queda, porque Lauren es mía al igual que tu mamá también la tengo en mi bolsillo, no sabes cuanto me quiere y se alegra de ya no verte. -el rostro de Hailee reflejaba un gozo a ver a Camila a punto de llorar.

-Puedes quedarte con ambas si eso es lo que quieres Idiota -tomo su bolso y se se fue del lugar soltando libremente sus lágrimas.

Camila corrió un poco y llego hasta los baños y se coloco frente al espejo en los lavamanos, tiro un poco de agua en su cara para borrar el rastro de sus lágrimas y se apoyo con ambas manos en el lavabo y se quedo observando su reflejo fijamente.

-No quería hacerlo pero veo que no me dejas otra -decía Camila viendo como gesticulaba su rostro cada palabra que salia de su boca-, te voy a demostrar Hailee Steinfeld que Lauren es solo mía -miro unos segundos más su reflejo y comenzó a reír - Lauren eres solo mía.

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Hola a todos quiero expresarles mis mas sinceras disculpas por no publicar antes, acontecieron muchas cosas, espero publicar el próximo sin tardar tanto.

Gracias por leer, espero que les guste.