Por ti

Noté un gemido diferente en mi novio y era que le estaba penetrando. Seguía el ritmo que marcaba, le embestía y yo tragaba,absorbía y jugaba mi lengua con su pene, mi novio no paraba de gritar.

Estaba harta de la monotonía con mi pareja cada fin de semana, sentados viendo series y a dormir, no había nada excitante, y esos días se esfumaban.

Se me ocurrió ir a una discoteca de ambiente, no se lo dije a mi novio, hasta que se dio cuenta por si solo. Estuvimos bailando, algunos ya le echaron la mirada. Él fue al baño. Estuve esperando al menos media hora y no regresaba. Fuí a buscarlo y me lo vi de la manera que deseaba: de espaldas con su ano bien penetrado mientras le abrazaban su pene y le masturbaba al ritmo un tío robusto.

Yo quería participar, así que les propuse que fuéramos a un hostal donde...seguir la fiesta.

Llegamos, y nos empezamos a liar. Mientras Juanca (nuestro invitado) y yo le arrancábamos la ropa a mi novio, el gemía y rebozaba de placer por todo lo que le íbamos ha hacer.

Juanca se sento en la cama y le arrodillo e hizo que se la comiera. Yo mientras me senté y me empecé a masturbar acariciandome el clitoris, no hacia falta mucho, estaba muy jugosa, me encantaba ver a mi novio en esa postura, relamientole la punta, metiéndosela hasta el fondo de la garganta y como se la absorbía, mientras el agarraba la cabeza y le apretaba el pelo a medida que continuaba.

Cuando ya se le puso dura, mi novio se levanto y se acerco a mí. Me beso, con el sabor del pene del otro en sus labios mientras me acariciaba por mis otros labios, notaba como se resbalaban sus dedos y como bajaba mi liquido por mi pierna, mientras Juanca le acariciaba la espalda con sus dedos deseando penetrarle hasta reventarlo.

Luego deslice mi lengua hacia abajo y se la comí a mi novio.Noté un gemido diferente en mi novio y era que le estaba penetrando. Seguía el ritmo que marcaba, le embestía y yo tragaba,absorbía y jugaba mi lengua con su pene, mi novio no paraba de gritar.

Juanca le daba cates en el culo y se lo agarraba y se lo abria más. Deseaba todo de él. Me la saque de la boca y me puse a cuatro patas. Me penetro por mi coño y el otro aceleraba la embestida para que también me diera más fuerte a mí y nos reventara a la vez. Estábamos en las manos de un desconocido.

Mis piernas temblaban y me corri, estaba ardiendo de placer. Me puse debajo de mi novio y seguí comiendosela. Mi novio no aguanto más y reventó en mi boca. Ambos se corrieron a la vez fundiéndose en gritos. Amanecimos los tres reventados pero con una sonrisa.

Esta será a partir de ahora nuestra monotonía de fin de semana.