Por ti 3

Camila llegó al instituto tarde como era costumbre, saludó al portero y luego a la secretaria del director ya sabía a dónde ir, era su rutina diaria. Estuvo en el salón de los que llegaban tarde hasta que pasara la primera clase, sacó un cigarrillo y comenzó a fumar en la ventana, algunos se le quedaban viendo con asombro otros un poco nerviosos y alguno ni se tomaban la molestia de verla, sabían que si decían algo Austin los golpearía o quién sabe. Su "relación" se había hecho popular, él se había graduado el año pasado y no tenía una buena reputación, comentaban que era un asesino a sueldo, otros decían que vendía drogas y era un narcotraficante muy importante, entre otras tonterías, realmente Camila se iba por lo de las drogas pero no por la estupidez de que era un súper narco, si lo hacía pues estaba en sus comienzos.

Camila no se preocupaba mucho por perder la primera clase porque era Religión una de las más aburridas, sonó el timbre del término del primer período y se fue al a su próxima clase, llegó al salón donde tendría biología y ahí estaba Lauren, no sabía si era una suerte o maldición compartir casi todas las clases con ella, a veces pensaba que aún seguían teniendo esa misma conexión de cuando estaban pequeñas.

—Tarde de nuevo, Camila sabes que puedes venir conmigo en mi auto —dijo Lauren parada enfrente a la mesa donde Camila se había sentado.

—Jauregui, esta mañana saliste huyendo, —le reprochó— y no tengo tiempo para tus tonterías, yo hago lo que me venga en gana si quiero llegar tarde todos los días lo hago y si no quiero venir pues... siempre hay lugares mejores para pasar el tiempo —dijo despreocupada.

—Camila, —respiro profundo y soltó el aire que había acumulado— no arruinas solo tú vida con tu comportamiento sino también la de los seres que te quieren y principalmente afecta a Sofí —saco las llaves de su auto y la colocó en la mesa— toma ve  a buscar a tu hermanita en la tarde y llévala a comer helados, aquí tienes —saco varios billetes y los colocó junto a las llaves y se fue a su lugar.

Camila pensó que no podía haber nadie más perfecto que Lauren, ella era tan fuera de esta galaxia, no entendía cómo podía cerrarse y no dejar que nadie entrará a su mundo para quererla, la odiaba tanto por eso. Había pasado toda la clase observándola en todo, todo lo que hacía, era la única que participaba a cada pregunta que hacía el profesor, sonó la campana y Camila se dispuso a recoger sus cosas para dirigirse a la próxima clase, idiomas. Llego al salón y vio que no estaba Lauren y sonrió por fin una clase que no veía con ella, Lauren había elegido italiano y ella francés.

—Hey Mila, te guarde un asiento por acá —le dijo Demi señalando un asiento vacío a su lado.

—Hola Demi ¿dónde está Cece? —preguntó al no verla en el salón.

—Debe estar fastidiando a Jauregui en italiano y yo vine a molestarte a ti —dijo mientras tocaba la punta de la nariz de Camila— sabes que me gustas Camila, no entiendo que haces con ese idiota de Austin... —Camila interrumpió a Demi colocándole un dedo en sus labios cosa de la que después se arrepintió al ver la cara que ponía esta.

—Demi primero que nada tú tienes novia, esa es Cece que casualmente también es mi amiga, segundo es mi problema que hago o dejo de hacer con Austin, además tu más tú me lo presentaste y tercero presta atención a la clase que ya va a comenzar y esta es una de mis materias favoritas —abrió su libreta y comenzó a anotar todo lo que había en el pizarrón.

Ya estaba por terminar la clase cuando el profesor dice que deben hacer un ensayo de un tema cualquiera en francés para la próxima clase. Camila al estar fuera del salón recuerda que en su conversación con Demi ella le había dicho que Cece estaba molestando a Lauren, paró su marcha y tomó a su amiga del brazo.

— ¿Qué pasa Cami —dice desconcertada.

— ¿Cómo iba Cece a molestar a Lauren? —dijo Camila mientras se cruzaba de brazos.

—Voltea y veras.

Al Camila voltear ve a Cece abrazando y acariciando a Lauren la cual se ve incomoda por todo lo que está sucediendo, ella sabía cuánto odiaba su Lolo los abrazos y esas muestras exageradas de cariños, se acercó a paso rápido a donde estaban las dos chicas y las separo de un empujón.

— ¿Pero qué diablos? —Gritó enojada Cece— ¿Camila?

—Maldita sea Cece deja a Lauren, quita tus manos de ella. —Dijo entre dientes— ¡Suéltala! —gritó esta vez.

Todos alrededor se quedaron con la boca abierta al ver la reacción de Camila, solo tres personas la veían con total desconcierto, Lauren, Cece y Demi no podían formar ni un pequeño balbuceo.

— ¿Qué fue todo eso Camila? —preguntó Cece sorprendida.

—Yo, yo solo...solo me sentí incomoda al ver como agarrabas a Lauren, ella es como mi hermana Cece y es raro ver eso, además Demi...

—Oh no Mila por mí no te preocupes, eso a mí me pareció muy sexy y hasta me calentó —Demi sonrió perversamente mientras Lauren abrió sus ojos al máximo.

—Ya, dejemos esto hasta aquí vayan a la cafetería nos vemos allá —ellas asintieron y comenzaron a caminar hacia la cafetería tomadas de las manos, esperó que sus amigas se fueran y empujo a Lauren contra los casilleros— que sea la últimas vez que te dejas tocar por alguna idiota Jauregui y no te hagas preguntas tontas de porque hice eso y esto ¿ok? —Camila estaba muy cerca de los labios de Lauren, quería devorarlos, pero no era el momento se alejó de ella y se fue.

Lauren había quedado un poco desconcertada por todo lo que le acababa de suceder, primero Cece coqueteando en toda la clase y después la reacción sinsentido de Camila ante el coqueteo de su amiga, sumando la amenaza descabellada que le hizo a lo último y la cereza que completa la torta Demi con su inapropiada confesión, era mucho para procesar. Fue hasta su casillero a dejar algunos libros y recoger otros para luego ir a la cafetería para buscar algo que comer debido a que salió tan rápido de su casa esa mañana.

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un poco del proximo cap

—Son las tres de la tarde, te espero a las seis y treinta en el estacionamiento y Camila cuida a Sofí, al auto y por supuesto a ti. —Camila no pudo evitar lanzarse a los brazos de Lauren y darle un beso, lento y mojado en el cuello que las hizo estremecer y sin darse cuenta, ambas dejaron escapar un gemido apenas audible.

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