Por siempre Tuyo, por siempre...!
Son las patéticas líneas que alguien enamorado escribe, mientras siente que se hunde en el ansiedad y el dolor de perder lo amado.
Esto que escribiré es quizás una de las cosas mas personales que he escrito, si es que un día leíste "estaba borracho y no me acuerdo" entenderás lo que leerás, y si es que ahora lo que escribo; es porque es una terapia para sacar esta pena y esta ansiedad.
Néstor, mi amanecer fue amargo. Esa noche que fui a verte a tu cuarto; ya que estaba en la ciudad en la que vives unos días con "mi novia". Necesitaba verte y no necesitaba verte para tener sexo como creo que lo habías entendido tú. Muchas noches antes de dormir suspiraba y te rezaba a ti, porque te amo de tal forma que te llegue a hacer mi Dios, el que siempre en mis sueños esperaba que me diga "deja todo y sígueme" y sin duda alguna lo habría hecho, no hay sacrificio si es que estoy contigo.
Ese día en la tarde cuando cometí el error de irte a ver con mi novia, tu le dijiste algo que le sorprendió a ella "a ti pensé que nunca mas te vería, a el tenia la esperanza de verlo", yo me ruborice, a ti te sentí incomodo y ella sorprendida, ella como siempre callo, como todas las veces que hablo con ella de ti, me dice "que gran amigo es Néstor para ti" y solo le respondo el mejor, quizás intuye y prefiere callar. No se imagina que mi devoción por ti pasa los limites del amor, de ese amor carnal, ese amor que entrega todo, que lo calla todo, y que esta dispuesto a esperar, pero si un día me llegases a preguntar "¿por qué no la dejas?" como siempre que hablamos de ella, siento que te cohíbes a preguntar. Mi respuesta seria simple, "No quiero arriesgar a estar solo, a esperarte y nunca verte llegar".
Un mes después de que ha pasado todo esto, siento que me duele mas. Recuerdo como si fuese en este momento el almuerzo que los tres tuvimos a insistencia de ella. Su teléfono sonando y hablando, pero su mirada y su oído atento a lo que hacíamos y hablábamos. Tu te diste cuenta, solo te reías, nuestras miradas y sonrisas eran cómplices, me pediste que pruebe de tu plato, yo lo hice, luego ella como si en competencia estuviesen me pidio que haga lo mismo con su plato. Nos hemos acordado de todo, de los amigos de la universidad, de tus enamoradas, de las mías, de nuestras borracheras, de esa vez que después de la discoteca buscamos el puerto para ver que amanezca planeando verte convertido en el mejor abogado y yo... el mejor empresario, sueños de grandeza, pero en esos sueños ambos estábamos incluidos. Que patético me siento recordar todo esto, pero a pesar de ser masoquista siempre hacerlo, es lo que me hace sufrir, pero a la vez me mantiene con los pies en el suelo, recordándome que no todo lo que se quiere se puede tener. Después de almorzar a pesar de ser algo lejos tu casa, ella insistió en que camináramos y los dos aceptamos, Ella no dejaba de preguntarte, tratando de averiguar si seguías siendo el mismo mujeriego, el mismo borracho de siempre, al final a mi a solas me dijo "veo que tú amigo ha madurado mucho", creo que si... supongo que si lo has hecho, pero por que no maduro tu amor por mí??. Al llegar a tu habitación, quedamos que en que iría a verte en la noche, pero ya solo, ella pasaría mas tiempo con sus padres, los que no veía desde hace mas de un año, su vida en España no le deja estar cerca de los que "ama". Había quedado con ella que dormiría en tu habitación y así de paso nos tomamos unas cervezas. Acepto a regañadientes, pero poco podría hacer para cambiar mi decisión.
Ya por la noche, cuando llegue a verte, estabas bañado y oliendo a esa desodorante que siempre que lo huelo en alguien evoco tu recuerdo, me lleno de ti. Salimos a cenar y buscar un lugar donde tomar unas cervezas. Cenamos, encontramos donde tomarnos los tragos, hablamos de tu relación con tu padre, del trabajo de tu madre, de tus hermanas, volvíamos recordar cuando tu estabas en la misma ciudad que yo, estudiando. Todo eso solo eran recuerdos, que según me decías hacían que tu soledad en esa ciudad mucho mas grande sea tolerable, y mi soledad en la nueva ciudad donde mis padres se mudaron sea mas facil de llevar y capaz de envolverme en ese mundo en el que yo te amaba, total, al fin y al cabo solo son recuerdos, buenos pero al fin y al cabo recuerdos. "siento que nadie me ha querido como tu lo has hecho" me dijiste ya cuando el alcohol estaba en nuestras cabezas, sabíamos que habían cosas que hablar a solas, pediste cervezas para llevar y nos dirigimos a tu habitación, tan pequeña,. Pero donde yo sentía que estaba todo lo que necesitaba, Tú.
No fui en busca de sexo, eso lo encuentro por donde quiero y se que tu también. Estaba allí porque necesitaba abrazarte, besarte, llenarte de mi cariño. Las cervezas no fueron buena idea, termine teniendo "sexo contigo", sexo y solo eso, nada de amor. No hubieron chispas de las que creí que habrían, no hubieron besos, ni tampoco palabras dulces. Sexo que mermo mis ilusiones, pero no mi amor por ti. Lo duro de aceptar es que las personas con las que no sentido amor, he sentido que me han amado mas, que me han dado mas de ellas de lo que tu me diste esa noche. Verme despertar a tu lado, en calzoncillos me hizo darme cuenta que no fue una pesadilla, que no fue un mal sueño, el verte aun durmiendo sin ánimos de abrir los ojos, quizás por que para ti tampoco era agradable regresar, quizás si solo me querías como amigo, como miles de veces por el chat me decías, y yo me aferraba a creer que solo eran confusiones tuyas, que aun no te aceptabas, que no podías aceptar que amabas a un hombre, y que uno te ame a ti, al punto en que te amo yo. Tuve tiempo de bañarme y ver que estabas de cara a la pared, cuando te dije "Néstor me voy", atinaste a decir "no te quedas a desayunar" y pensando que te haría daño te dije "Elizabeth me espera para que desayunemos juntos", se que era tarde, pero sabia que ella si estaría aun esperándome con ansias de verme y pasar tiempo conmigo, que cómica es la vida, pero con un humor sarcástico. Salí de allí lleno de cólera, temor, estaba en el punto en que nada me importaba. Salí de tu habitación pero no hable del tema, no pregunte que es lo que sentiste o que sentías. En medio de mi tristeza y de poco llanto, llegue a casa de ella, que si sentía que me amaba y le brinde una sonrisa. ¿de que hablaron, como la pasaste?, yo solo sonreí y le dije, "cosas de hombres", también sonrío y no hablamos del tema.
Dejando un día decidí irme a despedir de ti, dejaba la ciudad, tenia que regresar a mi vida, trabajo, mis padres y hermanas. A Elizabet la vería unos días después, en el trabajo me necesitaban. Ya me había despedido de ella, le dije que mi bus saldría antes y aproveche ese tiempo para conversar contigo. El medio día, fuimos a almorzar, no hablamos del tema, es mas casi ni hablamos cuando siempre teníamos de que hablar o reír. Imprimí para tu una historia que hablaba de los dos, quería que le leyeras y comprendas lo que en el papel decía, todo era importante para mi, me dijiste que lo leerías después, no se si lo botaste o un dia que nos volvamos a ver lo saques y me enseñes pedazos de papel arrugado y viejo, que te recordaba mis sueños de estar a tu lado.
Al despedirme de ti, ambos sabíamos que habían cosas que decirnos; yo trate de empezar "¿¿dime que es lo que sientes con respecto a lo de esa noche??", "Es mejor que no toquemos el tema, es mejor no decir nada", y pude sentir vergüenza en tu voz cuando toque el tema, no quería lastimarte y lastimarme en el camino yo. Como lamente esa noche, en la que nos emborrachamos, tuvimos sexo. Ahora todo esta peor de lo que estaba. Como ansiaba abrazarte y decirte que olvides todo, y que hagamos como si nada hubiera pasado, y seamos los mismos amigos de siempre. Como hacerlo no lo se. Estaba por tomar el taxi, extendí mi mano para despedirme de ti, pero tu me abrazaste, fue un abrazo tímido, pero al fin un abrazo que se sintió cálido, un "te quiero" cerca de mi oído, y "un cuídate, te escribiré". "Yo también" te dije, y vi tu figura dar la vuelta cuando el auto arranco, yo viéndote caminar con pasos lentos, que tu no tienes, no deje de mirar atrás hasta que el auto dio la vuelta en la esquina. Pude haberle pedido al taxi que de la vuelta, pero en mi corazón supe que nunca estarías listo para abrirte y darme todo el amor que tienes para mi. Ahora después de un mes sigo esperando que me escribas.
Que patético es todo, tener tanto que decirte y por temor en caer en la cursilería nunca te dije, total somos hombres y los hombres no podemos decirle a otro. "Te Amo, Te Necesito, Te Extraño...", cuídate, cuídate mucho en donde estés, solo son plegarias que hago por ti, ya que estas líneas nunca las leerás.