Por salvar el trabajo 3 y final
La última parte de como por un inicial chantaje del jefe de mi novio termino siendo una puta consumada.
Perdón por la tardanza, pero ahora mis "obligaciones" se han incrementado demasiado; este será el último relato que escriba y es para terminar mi propia historia, jeje.
Hola de nuevo, soy Pame contándoles mas aventuras sexuales que he tenido debido a un "gran error" que cometimos en su momento mi novio y yo y que fue relatado en la primera parte de esta serie. Mi descripción es conocida, tengo 21 añitos, delgada, pechos 32B (nada del otro mundo), morena clara, pelo largo, bastante normalita; lo verdaderamente bueno en mí son mis piernas que están muy bien torneadas y son largas y mis nalgas, que son muy firmes y bastante grandes y apetecibles.
Haciendo un pequeño resumen de lo sucedido en los últimos dos relatos: mi novio (que se llama Gera) y yo trabajamos en la misma empresa, mi lugar era cerrado, por lo que aprovechábamos cualquier momento para coger; sin embargo, un día Don Luis, el jefe de Gera me cacha en pelotas a punto de ser clavada por mi novio, y la única manera de que no nos acusara y nos corrieran a los dos era que yo le aflojara las nalgas delante de Gera, fue el propio Gera el que aceptó tal proposición, al principio no me gustó, pero al final como buena zorra putona que descubrí que soy terminé pidiendo más verga a gritos, pues aparte de todo, Don Luis la tenía más grande, venosa y sabrosa que la de mi novio, aunque ahí no acabó todo, pues el jefe de mi novio no solo me cogió, sino que fue el primero que me rompió el culo, y todo delante de Gera. Obviamente, después de todo esto, Don Luis ascendió a mi novio con la condición de clavarme diario delante de él, cosa que Gera aceptó a regañadientes y yo completamente encantada. Todo iba bien, hasta que un día Don Luis invita a otro gerente de la empresa a "chingarse a su putita" (o sea yo), el otro gerente, llamado Alfonso a mí siempre me gustó pues tiene un cuerpo espectacular, en cuanto supe que efectivamente me iba a coger inmediatamente me arrodillé para empezar a mamar verga, pero o decepción la tenía pequeña; en fin, eso no fue impedimento para que entre Alfonso y Don Luis me dieran verga como merezco, pues me hicieron un sándwich muy rico, jamás me habían dado una doble penetración y fue, simplemente riquísimo y cachondísimo para terminar recibiendo mi lechita por parte de mis buenos machos. Esta vez Gera si trató de oponer resistencia, pues consideraba que ver a su novia siendo ensartada por una verga diferente de la suya era suficiente, pero ver a dos cabrones chingándome era mucho, aunque la verdad mi actitud no daba mucho lugar a dudas sobre qué era lo que quería (ser cogida). En fin, que al final mi noviecito aceptó y miró con mucha paciencia como aullaba de placer mientras tenía dos vergas dentro de mi.
Después de todo eso Alfonso me hizo su asistente para tenerme disponible cada vez que quisiera, mientras que el jefe de mi novio seguía dándome mi ración diaria de verga con Gera delante de nosotros antes de mi "dura" jornada laboral, después solo tenía que hacerme mensa en mi escritorio hasta que mi jefe me llamaba para atenderlo (mamarle la verga, empinarme, darme de sentones, tomarme mi lechita, todo lo que una buena asistente personal esta dispuesta a hacer por el jefe), para justificar mi contratación yo le llevaba su agenda, jeje.
Todo iba muy bien, yo ganaba mi buen dinero, tenía un novio muy bueno y dos amantes que me mantenían siempre ocupada, me había dado cuenta que realmente me encantaba hacer lo que me pedían, adoraba ser tratada como una puta tanto por mi jefe como por el jefe de mi novio, Gera a pesar de todo no lo tomaba tan mal.
Pero todo cambió cuando se hizo la fiesta de fin de año de la empresa, naturalmente iba a ir con mi novio, aunque una semana antes Don Luis (después de darme verga en la mañana) me regaló un vestido negro bastante corto pero muy bonito y muy fino, para que lo estrenara en la fiesta de la empresa, era de la cadera entallado pero con plisado irregular donde empiezan mis piernas, aunque el plisado era muy corto, en la parte de arriba llevaba un tremendo escote hasta el ombligo con cuello tipo halter (obviamente no podría llevar sostén ese día), y descubierto de la espalda. El día que me lo dio me pidió que se lo modelara, increíblemente estaba cortísimo y muy encuerado pero no parecía puta, me veía muy sexy, hasta Gera comentó que me veía preciosa. Por otro lado, mi jefe (Alfonso) me regaló unos días después una tanga negra preciosa y muy diminuta, me dijo que para que fuera a juego con el vestido de Luis, que ese día se aseguraría de que llevara puesta la prenda, le dije que no se preocupara.
El día de la fiesta me veía espectacular con mi nuevo vestido, cuando Gera fue por mi no paraba de verme con ojos de lujuria tratando de meterme mano cada que se le presentaba la oportunidad, yo le decía que de regreso tendría toda la oportunidad de hacerme lo que quisiera. Al llegar a la fiesta yo era el centro de todas las miradas, me sentía muy bien. Después de un rato de estar bailando y charlando con todos mis compañeros llegó Don Luis a decirme que me veía muy bien con ese vestido, que qué suerte tenía mi novio, terminando con una invitación a bailar que yo acepté gustosa; ya bailando Don Luis me dijo al oído que inmediatamente terminando de bailar me dirigiera a una de las oficinas que estaban en la planta alta del salón para darme mi "regalote" de fin de año, toda mojada por la proposición le dije a mi novio que tenía que ir al baño, llegando al sitio indicado Don Luis me dice que me arrodille para empezar a mamarle la verga cosa que hago gustosa. Estaba en plena faena con el palo del jefe de mi novio metido hasta mi garganta, sus huevos en mis manos y mis tetas siendo acariciadas por las expertas manos de mi amante (vamos, que estaba en el cielo, haciendo lo que mas me gusta hacer, que es mamar verga) cuando escuchamos por el altavoz del salón que iba a iniciar la rifa de fin de año, que pedían que todos los empleados estuvieran, sobre todo el director general, los subdirectores y los gerentes para presidir dicho sorteo, por lo que tuvimos que interrumpirnos y bajar al salón. Ya en el salón Don Luis se dirige al presidium y yo a donde estaba mi novio, ya que estaba por llegar con Gera, Alfonso, mi jefe, me intercepta y descaradamente me mete la mano por detrás de mi faldita para tocarme el culo, Gera se da cuenta de la situación y pone cara de enfado porque yo le sonrío a Alfonso mientras el me dice: "que bien se ve mi putita, después de la rifa quiero que vayas al baño de hombres para cogerte", a lo que yo asiento y le sonrío caminando hacia Gera. Cuando llego mi novio empieza con los reclamos:
¿Ya vas a empezar de piruja? ¿No te basta con aflojar las nalgas a diario a los cabrones de nuestros jefes?
Recuerda como llegamos a este puesto Gera, además, ¿qué esperabas que me pidieran si me regalan este vestidito? Pero no te preocupes, cuando nos regresemos prometo dejar que me hagas lo que quieras. Le digo a mi novio mientras le arrimo mi culo a su paquete.
Eres una puta zorra, además de que estoy seguro que no fuiste al baño, de seguro estabas dando las nalgas por ahí. Sigue de molesto mi novio.
No seas cabrón Gera, si bien que te gusta ver como me chingan, siempre que tu jefe me esta enculando veo tu paquete y está enorme. Le reclamo a Gera y me volteo para ver la rifa.
Al terminar la rifa voy a cumplir el encargo de mi jefe, al entrar al baño Alfonso me indica que me meta a uno de los sanitarios, en cuanto entro me empina, me sube la falda, me hace a un lado la tanguita y me ensarta por el culo. Después de un rato de estarme culeando se abre de repente la puerta del sanitario y vemos a Don Luis que le dice a Alfonso:
Pinche Ponchito, con razón te desapareciste inmediatamente después de la rifa, si tenías lista a la zorra para chingártela.
Jajajajajaja, claro que si, además de que no te la voy a compartir, pues es mi empleada, no la tuya. Le contesta mi jefe sin dejar de clavarme por culo.
Pero yo te la presenté si bien que sabes que gracias a mi tienes a la piruja para ti cuando quieras. Dice Don Luis.
Ya no estén discutiendo, si quieren chingénme entre los dos.
En cuanto digo eso, Alfonso me saca la verga y dice:
Oye, ¿y si llevamos a la putita a mi departamento? Propone Alfonso. Digo, para que nos la podamos chingar como y cuando queramos.
Me parece muy bien Ponchito. Asienta Don Luis.
Pero, ¿y Gera? Trato de reclamar no muy convencida.
¿Qué importa el cornudo de tu novio? Me contesta Don Luis, pero déjame zafarme de Don Pablo (el director general), quiere seguírsela con Alex (el subdirector de ventas), con Beto (el subdirector de administración) y con Armando (el abogado de la empresa), es más, me pidieron que te invitara.
Ok, me llevo a la pirujilla y te espero en el depa.
Esta bien, nos vemos. Y en ese momento sale Don Luis del baño.
¿Qué vamos a hacer con Gera? Pregunto inocentemente.
Si serás puta Pame, en lugar de quejarte porque te vamos a reventar entre Luis y yo, piensas en como seguir poniéndole los cuernos al pendejo de Gera sin tener problemas con el. Mientras pienso como hacer pendejo a tu novio haz lo que mas te gusta. Me dice Alfonso.
De inmediato entiendo lo que me dice, me siento en la taza y empiezo a mamar; después de un ratito saboreando la verga de mi jefe y pensando en lo de Gera se me ocurre algo, me saco el pene de mi jefe de mi boca y le digo:
Oye Ponchito, ¿y si emborrachamos a Gera? ya sabes que le encanta empinar el codo. Le propongo a mi jefe.
Jajajaja, que buena idea Pame, aunque no solo a él le gusta empinar algo, ¿verdad putita? Me dice Alfonso, acariciando mi cabello.
No papi, también a mí me gusta estar toda empinada para ti, dándote las nalgas. Pero ya tenemos que emborracharlo.
Después de esta conversación Poncho no me dejó terminar, pues quería que fuéramos de inmediato a emborrachar a Gera, por lo que fui con mi novio que me vio con cara de enojado, no me importó pues estaba muy caliente y mojada, quería verga lo más pronto posible, sobre todo las dos de nuestros jefes. No nos fue muy difícil emborrachar a Gera, pues ya estaba entonado cuando fui con él. Más o menos hora y media después, Ponchito se ofreció a llevarnos a Gera y a mi en su coche y le dijimos a un amigo de mi novio que se llevara el coche de Gera a su casa que pasábamos otro día por el.
Ponchito subió a Gera a la parte trasera del coche (totalmente perdido por el alcohol) mientras mi jefe y yo nos subimos a los asientos delanteros; en cuanto nos subimos mi jefe se saca su cipote del pantalón y me dice que vamos a jugar al conductor designado: que yo chupo, mientras el maneja. Ni tarda ni perezosa le empiezo a comer el rabo a Ponchito, la adrenalina por que mi amante fuera manejando mientras yo estaba dándome un banquete con su verga me ponía a mil, traté de hacerle un trabajo digno de una puta: lamía, besaba, chupaba, mamaba, todo eso, mientras una de mis manos le acariciaba los huevos y con la otra me tocaba mi puchita. El tiempo vuela cuando una disfruta, pues llegamos demasiado pronto a su depa, y a pesar de estar muy excitado debido a mi trabajito oral me indicó que lleváramos a Gera al depa, que ya ahí me daría lo que merezco.
Después de recostar a Gera en un sillón, ahí mismo Ponchito me ordena que me abra de piernas, por fin me van a clavar, lo obedezco y mi jefe me ensarta desesperadamente, mientras me cogía de forma frenética yo solo le arañaba la espalda y gemía y gritaba por el placer. Poncho estaba tan excitado que se vino muy rápido, pero no me importó, en cuanto terminó se sentó junto a mí y yo me dediqué a mamarle la verga y lamerle los huevos, me tuve que esforzar, pero al fin pude revivir al muerto cabalgándolo inmediatamente. Un poco después de estar sentándome en el palo de mi jefecito tocan a la puerta del depa, Poncho suponía que era Don Luis y le grita que abra la puerta, que las llaves las dejó en la planta de al lado, cuando entran y prenden la luz me quedo de piedra al voltear a ver quien llegó, pues no sólo entra Don Luis, sino que también entran con él: Alex, Beto, Armando y un desconocido que no alcanzo a identificar; trato de zafarme de la verga de Poncho, pero me tenía bien sujeta de las caderas, por lo que todos pudieron verme bien ensartada.
Don Luis de inmediato se ríe y dice que ahí estaba la sorpresa que tenía; Alex comentaba que por fin entendía mi meteórico ascenso de pendeja del archivo a asistente personal de Poncho; no me importa lo que pasa, estoy muy salida para ponerme a pensar en lo que pueda pasar o en que al lado de mí esta mi novio babeando por el alcohol; solo se una cosa: que quiero verga, y entre más tenga, mejor.
Los antes mencionados se acercan a nosotros, me zafo de la verguita de Poncho para ponerme de rodillas en el piso y estar "a la altura de la situación", ya Don Luis traía su instrumento de fuera que empiezo a mamar como si la vida me fuera en ello, Alex (el subdi de ventas que esta bastante conservado y es muy jovial) me saca las tetas de mi vestido (cosa no muy difícil, jeje) mientras yo le descubro una buena verga, mientras me entretengo con esos dos buenos trozos de carne turnándomelos en la boca siento como Beto (el subdi de administración que es gordito, pero muy amable) me empieza a nalguear y sacarme la tanga; cuando veo como Armando (el abogado, ya algo viejo y descuidado) se saca un miembro flacucho y feo y el desconocido (un chavo muy buenorro que después me enteré que era sobrino de Don Luis) se empieza a masturbar un hermosísimo miembro, grande, gordo y venoso (justo como me gustan).
Estaba comiéndome las vergas de Don Luis y Alex, primero las lamí, después me las tragué mamándolas profundamente, trataba de darles el mismo trato, lo mismo que le hacía a una se lo hacía a la otra, y mientras me entretenía con una, a la otra la masturbaba; me encantaba, la lujuria de ser usada por dos machos es indescriptible, escuchar a varios hombres hablar sobre las habilidades de una como si yo estuviera ausente con frases como: "mira la perra, que bien mama", "si la tienen bien entrenada", "pero que puta", "si hasta los ojos le brillan al ver tanta carne", "si le cabe toda la verga", es una sensación riquísima, te hacen sentir como un objeto que está a su disposición. Esto no duró mucho, pues poco después de empezar se acercaron los seis a recibir mis mamadas, no me daba abasto, mientras me comía una masturbaba a otras dos, mis amantes también estaban súper salidos, pues para recibir su buena mamada me jalaban hasta del pelo y ya que tenían mi atención me atascaban la boca de verga con sus dos manos puestas en mi nuca, me la empujaban hasta la garganta, literalmente todos me daban con todo por la boca; al principio era algo difícil de aguantar pues me daban muchas arcadas debido al tamaño de algunos de los miembros, pero la verdad es delicioso que te traten así, que te usen de esa forma, como a una puta barata. Quién sabe cuánto tiempo pasé así, pero ya me dolía la quijada de tanta verga, cuando uno (ni siquiera supe quien) dijo:
La perra esta tiene otros agujeros, vamos a darle.
De repente siento como Don Luis me levanta del suelo para llevarme al cuarto de Ponchito para que me ensarte la verga de Alex (que está recostado en la cama) por la pucha, ni bien puedo clavarme en la verga de Alex cuando ya el sobrino de Don Luis (que se llama Pedro) me pone tremendo animalote en mi boquita, ni tarda ni perezosa empiezo a comerle el rabo y lamerle los huevos, cuando siento como Beto me empieza a jalar de la cabeza para también él recibir mamada; en esas estoy, tratando de coordinar mis sentones en una buena verga junto con las múltiples mamadas cuando siento como alguien (debido a estar comiendo rabos no puedo ver) me empieza a dar por mi culito, es delicioso, estaba tan concentrada comiendo rabos y dándome de sentones que ni siquiera sentí dolor al recibir por el trasero; estaba totalmente ensartada, todos mis agujeritos llenos, mi boca por partida doble: la gigantesca vergota de Pedro junto con la muy poco espectacular reata de Beto; con la vagina llena del garrote de Alex y siendo enculada por el animalote de Don Luis, la sensación era riquísima, al principio no nos podíamos coordinar muy bien, pero conforme iba pasando el tiempo Don Luis y Alex encontraban la mejor forma de cabalgarme, mientras Don Luis la metía hasta el fondo Alex la sacaba, y mientras Alex me ensartaba Don Luis la sacaba; pero la verdadera cereza en el pastel es estar comiendo verga mientras dos verdaderos machos usan tu cola a placer. Obviamente los otros amantes (Armando y Ponchito) querían también darme mi ración de palo; por lo que por mucho tiempo estuve cambiando de verga por todos mis agujeros; siempre tratada como una puta y yo, mientras podía (pues tenía muy ocupada mi boca) gemía, gritaba y pedía más y más.
No sé cuanto tiempo estuvimos así, pero como ninguno estaba mucho tiempo en mis agujeros, pues no se venían rápido; ya sentía un poco de ardor en el ano, pues como estábamos totalmente salidos no me dejaban de disfrutar entre todos; al fin, Armando se vino en mi pucha, Poncho acabó abundantemente en mi boca y Don Luis me llenó todas las tetas de su rica lefa, ya sólo quedaban tres cabrones dándome verga, Alex y Pedro parecía que no terminarían nunca, pero Beto tenía que detenerse para no venirse, pero cuando le tocó encularme no aguantó demasiado, sobre todo por que me la metió con todas sus fuerzas, así Alex estaba en mi pucha y Pedro se pasó a mi culito, como eran los últimos empezaron con un ritmo endemoniado, y yo como la verdadera perra que era estaba gritando a todo lo que daba que quería más, que me dieran, que me rompieran todos mis agujeros, que era su puta, su piruja, y no se cuantas barbaridades mas les dije; al final también terminaron de manera bestial llenándome todos mis agujeritos de buena leche de macho.
Terminando con esta impresionante cogidota me quedé totalmente dormida sin importar que estuviera aún vestida con mi vestidito negro hermoso que ya se sentía todo pegajoso, no se por cuanto tiempo, lo que si se es que cuando me despertó Don Luis mis agujeros me ardían mucho y mi quijada me dolía (sabía que mis machos reclamarían de nuevo a su putita) pero en lugar de darme me dijo que me metiera a bañar para quitarme todos esos mocos resecos que colgaban de mi cuerpo y que después fuera al comedor; así lo hice, no tardé mucho en bañarme y refrescar un poco mi cuerpo e ir de nuevo al comedor, cuando llegué vi a mi novio aún durmiendo la mona y a mis seis amantes listos para chingarme de nuevo, no tardaron en decirme que me empinara en la mesa, cuando lo hice me amarraron las manos en la espalda y me amarraron los pies a las patas de la mesa, Don Luis me explicó que ahora me iban a disfrutar de dos en dos, pero sin terminar en mis orificios, para que pudieran darme las repasadas que quisieran, pues cuando ya me iban a chingar de nuevo se dieron cuenta de que estaba muy pegajosa y sucia, por lo que uno me iba a dar por detrás y el otro me iba a atascar la boca de carne, que las venidas las iban a juntar en un vaso y que al final me tragaría toda la lechita que hubieran juntado para mi, yo seguía perdida por la calentura, el hecho de que me hayan amarrado de esa manera era genial, me sentía totalmente a su disposición y lo único que pude hacer fue asentir; Alex aclaró que durante toda la siguiente cogida me iban a grabar y que por eso me habían amarrado.
Total, que así volvimos a empezar el segundo round, mientras uno me la metía por la boca a placer, otro me daba, generalmente, por el culo, casi nadie me dio por mi panochita, y mientras yo seguía disfrutando de tan tremenda cogida otro más grababa todo en video. Fue delicioso, me sentía en la gloria, todos mis agujeritos eran usados a placer, y cuando no tenía un cipote en la boca lo que hacía era voltear a la cámara y gritar que era una perra, una puta, que me encantaba que me trataran así, varias veces sólo me enculaban para poder grabar todas las puerqueces que decía, que me dieran más, que me reventaran el culo, que para eso estaban mis nalgas, para aflojarlas al que quisiera darme, en fin, estaba totalmente desquiciada por el placer, solo sentía como se turnaban tanto por mi boca como por mis nalgas; así, después de un tiempo que debió de ser bastante, pues empezó a amanecer mis 6 machos empezaron a terminar en un vaso grande que tenían junto a mí, pero ni aún con las corridas iniciales me dejaron en paz, siguieron dándome y dándome por bastante tiempo, conté que cada uno se vino dos veces (bueno, Armando solo aguantó una y se fue a dormir), al terminar de mi segunda ronda de carne por el culo me desamarraron y me dieron mi vaso con leche espesa de macho que estaba casi a la mitad, yo, viendo directamente a la cámara me empiné todo el vaso y de un solo trago lo vacié, me tragué todos los mecos de mis amantes, fue delicioso, me sentía humillada y vejada, pero totalmente satisfecha.
Después del segundo round me dejaron tumbada junto a mi novio, horas después Gera me despertó bastante enojado preguntándome qué hacíamos ahí y por qué estaba en pelotas.
Yo le contesté:
Ayer te emborrachaste tanto que Ponchito nos hizo el favor de traernos a su depa y Juan se llevó tu coche. Le respondí.
Pero, ¿por qué diablos estás en pelotas? Me espetó mi novio.
¿Y cómo querías que pagara nuestro hospedaje? Le dije a Gera con un enorme cinismo. No te preocupes, no me hicieron nada que no me hayan hecho antes. Terminé.
Pero si serás puta. Me contestó mi novio y se fue a sentar al sillón.
Al despertarse Ponchito nos llevó a cada quien su casa, dándole a Gera una copia del video que me habían grabado la madrugada anterior, diciéndole que viera lo bien portada que era su noviecita linda con los jefes. En verdad que ya no me importaba nada lo que pensara Gera.
A partir de ese momento soy la puta de la oficina, me nombraron subdirectora de ventas (llevo ya 9 meses en el puesto con un jugoso sueldo, yuju); absolutamente todos los gerentes, subdirectores y directores tienen acceso a mi oficina para darme como y por donde quieran, a veces se me juntan tres al mismo tiempo, mi secretario es, naturalmente Gera, al que obligo a ver todas las repasadas y culeadas que le dan a su novia diario. También me usan como manera de convencer a clientes indecisos, además de acompañar a los directores a las juntas corporativas. No me importa que los demás sepan que llegué ahí a base de sentones, me encanta lo que hago y lo hago muy bien, Gera no me cortó porque entendió que era una putilla a la que le encantaba la verga y que podía seguir sacándome jugo para también él seguir subiendo; y yo lo uso como parapeto hacia afuera, para que mis familiares y amigos "fuera de la oficina" vean que soy una linda chica con noviecito.