¿Por qué no?... (relato corto)

Al fin cumple su fantasía... ¿Por qué no?...

CAPÍTULO ÚNICO

Sintió el roce de su lengua en su oreja, un leve mordisco, un aliento... un beso...

Lo sintió y le sintió a él... Era tan placentero...

Ella... empezó a rememorar... quería paladear esta situación confundida en su origen... saborear la mezcla de sensaciones...

...

Él quería ir muy despacio... hacer todo muy bien, disfrutarlo,... hacerle disfrutar-ella debía de gozar-la espera había sido larga y, porque no, muy muy placentera...

...

Todo había empezado de la forma más tonta, como un capricho, ese que no te dieron de pequeña... que no te consentiste de mayor...

Sexo, anónimo, ciego... con un desconocido, con un vecino... ¿Por qué no?

Era una fantasía recurrente, peligrosa...

Era un sueño... un deseo...

...

Todo empezó de la forma más tonta, más casual, más insospechada... Nunca lo habría imaginado, como un premio de lotería... Ella llegó...

...

Un chat... una tontería, dos, tres... cuatro, tal vez más... conversaciones tórridas... algunas más... algún placer oculto-algún deseo escondido-, alguna concesión, alguna... masturbación...

Todo muy... “estúpido”, casual,...

Pero a la vez... fuerte, salvaje, morboso... algo terriblemente deseado, esa idea tonta que se te queda ahí, muy dentro, esa “china” en el zapato, ese “reconcome”...

De pronto apareció... el pesado, o no tan pesado... “mala noche”, dos copas... vete tú a saber... yo que se... tiene algo, es otra cosa, no es hábil... ¿Lo es demasiado?...

...

¡Joder que día! ¡Joder que noche!... Cojonuda... Peor... ¡Imposible!...

Y esa tía borde, joder que tontería, ¿no?...

Pero algo de ella le atraía... le llamaba profundamente la atención...

Volvió a casa con un humor de perros. Silvia le había dado plantón...

Dos semanas para quedar a cenar con ella y, en el último momento (ya estaba sentado en la mesa esperándola tras una hora de retraso), le llama para comentarle que le ha “surgido” no se sabe muy bien qué... una amiga que ha roto con su novio y está llorando en su casa... o algo así.

-Lo lamento enorme Tomás, no sabes cuánto lo siento... a ver si en otra ocasión... bla, bla, bla,...

-No te preocupes Silvia, no pasa nada, lo comprendo (mintió)... consuélala, mujer... (Que la den mucho por el culo-pensó realmente-)... sí, sí, claro, como no, en otra ocasión (y un huevo, so zorra)...

Luego, cena íntima, “más solo que la una” (el camarero con “coñita”-eso le pareció a él-)... una copa, dos, tres,... cuatro... “puntito”... la “penúltima”... otra “penúltima”... medio “pedal”... y para casa con el claro presentimiento de que mañana “resaca” y un mal humor del veinte...

...

Ella decidió que aquella noche no salía... estaba... de “bajoncillo”. Cenó, tranquilita, y, ante el éxito de la programación, decidió “chatear” un ratillo. Visitó las salas habituales (evidentemente sexo, erótico, festivas) y encontró a los “salidos” habituales... algunos, francamente, ya “viejos amigos”... jajjajajajja...

Se dedicó a “calentar” a un par de ellos y, de paso, a uno nuevo. Conversaciones repetidas y repetitivas... previsibles, ya monótonas,...

Se aburría... pensó en acostarse y, de pronto, le entró uno nuevo...

Dos palabras... dos sandeces... ¡Joder que borde!... Casi podía haber sido “perfecto”-al menos para la masturbación de otra noche más-pero... fue tan zafio...

...

Siguió lamiendo... despacio, muy despacio... y ella se sintió vencida, húmeda... ¡No quería! ¡Quería sentirse casi una puta!... ¡Una puta “gratis” y anónima!

...

Él quería sentirla gozar, quería que se corriera... como una zorra, como una puta, como esa puta que llevaba dentro... y fuera, debajo de su blusa de marca, de su falda de marca, de sus zapatos de marca, de sus medias de marca, de sus bragas de marca... sujetador... no llevaba...

...

No sabía lo que sentía... no quería sentirlo...

Y, por qué no, sí... Era su fantasía más oculta... aquella que temía y deseaba...

Quería ser “follada”, de la forma más vulgar, por un desconocido familiar...

Alguien que la pudiera observar al cruzar cualquier semáforo, al tomar cualquier café...

Quería sentirse la MÁS PUTA (¿del barrio?)... ante todos y ante ninguno...

...

De pronto, él-aquel desconocido-cambió bruscamente sus suaves modales...

Ella se sintió asida bruscamente, bajaron sus bragas lo justo...

Le sintió detrás... desgarrándola...

...

Quería humillarla...

...

Le sintió duro y cruel... y quiso gritar...

Una mano, áspera, vulgar, se lo impidió...

La fantasía... casi cuento de hadas se torno cruel...

¿La notas? ¿Me notas?...

Dime, puta, niña pija de mierda...

¿Notas como te rompo el culo?

...

No, no era la primera vez...

Pero ella se sintió profanada... violada...

...

Te están dando por el culo...

Golfa, pija de mierda...

¿Jugabas a putita?

...

La folló... la folló bien...

La empujó contra la cama... y se fue...

Aún sonaba su risotada... vulgar, zafia...

...

¿Quién la había follado?...

Un desconocido familiar...

Alguien que la observaría al cruzar cualquier semáforo, al tomar cualquier café...

Alguien que zafiamente sonreiría, tal vez entre amigos, tal vez con los amigos, sabiendo que a esa PUTA PIJA y “de gratis”... jajajjaajjajaj... ¡Me la follé YO!