¿Por qué no en la calle?
Te recargue en un coche y me pegue de lado a ti, seguí besándote y tu respiración y gemidos eran cada vez más intensos, metí mi mano debajo de tu pantalón y sentí tus labios empapados, pase mi dedo entre ellos, estaban muy hinchados, metí mi dedo y gemiste delicioso
Nuestros besos comenzaron a hacernos lo que siempre provocan, en ti una tremenda humedad y en mi una inocultable erección, el problema es que estábamos en la calle si bien es cierto no era una calle muy transitada era una calle al fin.
Te recargue en un coche y me pegue de lado a ti, seguí besándote y tu respiración y gemidos eran cada vez más intensos, metí mi mano debajo de tu pantalón y sentí tus labios empapados, pase mi dedo entre ellos, estaban muy hinchados, metí mi dedo y gemiste delicioso, saque mi dedo y lo chupe, el sabor de tu juguito siempre ha sido muy rico, lo volví a meter y comencé a masturbarte mientras tu me decías no, nos van a ver pero sabía que en realidad no querías que quitara mi mano, me besabas y entonces tome tu mano para que sintieras por encima de mi pantalón lo excitado que me tenías, baje el cierre y saque mi verga, inmediatamente sentí tu mano tomándola con la suavidad de siempre, me la comenzaste a jalar jugando con la punta y embarrando mi jugo en todo el tronco, en un momento bajaste y le diste un beso en la punta pero te suplique que lo chuparas un momento, no te negaste y le diste una rica chupadita que interrumpimos porque venía gente, al levantarte de nuevo mi mano fue dentro de tu pantalón para seguir, estabas más mojada que unos segundos atras, metía ya 2 dedos y gemías delicioso mientras tu mano continuaba con esa rica masturbación, entonces me dijiste quiero sentirte, necesito sentirte, te dije pero cómo, me dijiste vamos al hotel, sin pensarlo mucho nos fuimos al hotel más cercano y una vez en el cuarto, nos desnudamos rápidamente y mi boca se fue directo a tu sexo, estabas empapada, gemiste tan fuerte y me suplicabas por favor ya métemela, quiero sentirte, pero no cedía a tu petición, quería saciar mi sed de tu jugo, de pronto sentí temblar tu cuerpo y tus piernas se retorcían, tu orgasmo estaba ahí, mi boca estaba completamente llena de tu jugo, entonces me levante y puse mi verga encima de tu rajita y la pase por encima rozándola era muy rica la sensación y tu rajita pedía a gritos mi verga así que cuando menos lo esperaba te la metí, me quede quieto un momento pero también yo estaba muy caliente y ansioso por descargar, así que te tome de la cintura y te comencé a dar rico y duro, el sonido era súper fuerte, se mezclaba el sonido de la humedad de tu rajita con mi verga penetrándote y nuestros gemidos cada vez más fuertes, nos besábamos y me levantaba para seguir con esa gran cogida que deseaba tanto darte, los dos nos fundimos en un tremendo orgasmo, llene tu rajita de leche, cuando saque mi verga tu rajita estaba completamente embarrada de mi, nos recostamos un momento, nos cambiamos y nos fuimos así, llenos del jugo de amor y deseo de ambos.