¿Por qué a mí? Capítulo 32

Este grupo es de personas que tenemos o padecemos del VIH y las secuelas del medicamento; somos los miembros del mismo lugar a donde voy a recoger mis medicamentos; ya que antes de venirme a ciudad de México de tiempo indefinido...

Capítulo 32/03 "Mientras Haya Vida".

Hay amores lejanos, música, la gente sin pueblo viene y va, en esta ciudad errante de bocinas trepidantes aunque parecemos tan perdidos; las calles gritan su voz con sus luces palpitantes lo que ya somos los dos por destino; sí, así es la ciudad de México por las tardes después de una jornada de trabajo y con un intenso calor que es casi insoportable provocando que a uno le den ganas de arrancarse la piel al sentir que hasta los glóbulos rojos están hirviendo en su interior; ¿no les pasa lo mismo?, el calor es horrible, preferible el frío, ¿apoco no?; bueno voy camino a mi clase de Pole Dance; ¿no les había comentado?; disculpen en verdad, he andado distraído y un poco distante; es que ayer después de las bofetadas que me dio mi prima Sandra y tras hablar ella con el ingeniero y conmigo, se hizo una tensión laboral bastante complicada, estoy pensando en renunciar y regresarme a mi ciudad, pero es una opción, no es algo seguro aún; esta bueno, les platicó; ayer mi prima en su oficina primero nos interrogo por separado a Roberto y a mí; luego nos hizo estar frente a ella mientras nos daba un sermón sobre pedir permisos y cosas así; después se puso algo furiosa para terminar bajándonos el sueldo por tres quincenas; o sea que voy a estar cobrando sólo el 70 % de mi sueldo el restante será como parte de la amonestación por "no haber avisado con anticipación" que estaría trabajando con el ingeniero y a él por "obligarme a trabajar horas extras sin consentimiento de la jefa"; lo sé, es algo tonto y poco ético de parte de Sandra, pero para no pelear con ella y que esto si hiciera más grande, pues le dimos su parte de razón; (aunque no la tuviera); incluso le platiqué a Yara como estuvo el asunto y me dio la razón de que Sandy estaba algo mal con esas cosas en su mente; ¡pero esperen! Ahí no acaba todo; resulta que luego de trabajar un rato, a la hora de comida, Sandy se había ido a comer con los jefes del proyecto, siendo ella y otra ingeniero las únicas mujeres entre hombres de esa tarde, así que Roberto me invitaba a comer para platicarme algo muy íntimo y ya estando ahí en ese restaurante, comimos; (yo comí algo ligero, mucha hambre no tenía).

Él me preguntaba serio. – ¿Qué tal te fue esta mañana con tu prima, te dijo algo?

Respondí tras darle un sorbo a mi naranjada. – Pues estuvo mal, ¿sabes?, ella se puso como loca, tanto así que me abofeteo dos veces, que por ser un consentido de mi difunto abuelo y por malcriado, cosas así de mala educado y poco responsable en no avisar de donde estaría; fueron celos terribles.

– ¡¿En verdad te hizo eso?! – Admirado por la acción de ella. – ¡No puedo creer que tu prima sea aun así!

– Sí de verdad lo hizo. – Afirmé y luego pregunté. – ¿Aun así, cómo?

Roberto se puso serio y el mesero le servía un whisky; él lo agarró, le daba un sorbo diciéndome. – Te voy a platicar algo qué quizás no sepas o no te enteraste.

– Sí, dime qué es. – La verdad estaba muy curioso.

Se acercaba un poco más a mí y me soltó la noticia así de golpe. – Tu prima Sandra y yo fuimos novios hace unos cinco años atrás.

– ¡Queeeeeé! ¡Pero cómo! – La gente nos volteaba a ver desconcertados.

– Job, Job tranquilo, calmado, déjame hablarte sobre ello. – Él algo incómodo.

– ¡Wow!, es que eso sí me tomó por sorpresa, ¿puedo pedir un tequila?

– Sí, sí pídelo.

– ¡Mesero!

– Sí diga joven.

– Podría traerme de favor un tequila doble, gracias.

– Claro que sí, ¿de cuál tequila?

– Del que sea, por favor.

– Está bien joven.

– ¡No espere!

– ¿Sí?

– Sabe que, mejor tráigame dos palomas que tengan el tequila que sea, por favor, muchas gracias.

Roberto me miraba nervioso y sí, estaba muy nervioso, demasiado tenso, sorprendido por esa noticia; pero haciendo memoria, si sabíamos en la familia, que Sandra estaba enamorada de un hombre casi de su misma edad, pero nunca lo conocimos, sólo supimos de su fugaz relación y que terminaron por qué la había engañado ese hombre, ¿él será el mismo?; bien, ya con mis bebidas servidas, él me platicaba en lo que yo bebía.

– Conocí a tu prima cuando ambos éramos empleados de la misma empresa, ambos coincidíamos que nos explotaban y nos exigían mucho, sin embargo debíamos soportar ya que era necesario el dinero y el trabajo; después de unos meses a mí me contrató otra empresa en la que actualmente estoy trabajando y ella se quedó en la otra, pero semanas después ella renunció y me citó para hablarme de que había renunciado en buen término con nuestra ex empresa; dijo que tenía el dinero suficiente y que era hora de un cambio personal y profesional, ese cambio era el abrir su propia empresa; la verdad me impresionó mucho su entusiasmo y ese empoderamiento femenino; tras mucho hablar y hablar, llegamos a la conclusión que nos asociaríamos para impulsar la empresa; hablé con ejecutivos de mi empresa y le brindaron el apoyo, sólo que yo tendría que estar trabajando con ella por motivos de "alianza"; la relación constante de trabajo nos volvió más unidos y tras mucho contacto, ambos nos sentimos atraídos y comenzamos a salir en plan de conocernos mejor, luego esas salidas se volvieron como de una relación que terminamos haciendo realidad; Sandra y yo la pasamos muy bien siendo compañeros de trabajo, pero como novios no éramos tan buenos; fue que después de eso, ambos hablamos sobre lo que sentíamos y le dije que nuestra relación no tenía futuro ni se veía progreso alguno; ella cuestiono mucho en qué estaba fallando, lo que respondí que en nada, que era yo; le confesé haciendo que jurara no decirle a nadie sobre mi bisexualidad y ella en un inicio se espantó y me tachó de enfermo sexual; para no hacer tan largo esta anécdota; tras haberme acusado de enfermo, yo hablé con los ejecutivos sobre romper la alianza con la empresa de tu prima debido a que ella ya estaba bien encaminada y con reconocimientos en su haber; sin embargo se había renovado una nueva alianza y debía seguir con ella como compañero trabajador; de nuevo hablé con ella exponiendo que debíamos separar lo personal con lo profesional y así se acordó; pero últimamente siento que ella se pone celosa o incomoda cuando me ve hablando contigo o con algún otro hombre, ¿no sé si te has percatado de eso?

Con toda esa nueva información comenzaba a hilar los hechos acontecidos años atrás y comencé a comprender algunas cosas que más joven no entendía; Sandra se ausento en navidad y año nuevo por qué estaba con su novio celebrando, pero meses después ella viajó y estuvo dos meses en nuestra ciudad de origen muy triste pero siendo amorosa conmigo y con mis demás primos y hermanos; tras salir de su "depresión" ella regresó a la ciudad de México por algo urgente y fue así como se quedó progresando en la ahora su empresa; luego de hacer memoria y haberme tomado casi de golpe la primer paloma y comenzando con la segunda, dije.

– Ahora que lo mencionas, sí es posible que ella sea o esté celosa de nuestra "amistad" y de tus otros amigos y conocidos hombres en la empresa, no lo había puesto así, pero me doy cuenta que ella se siente cohibida por mí y ahora sé por qué fueron sus bofetadas, no tanto por enojo, si no por celos de que yo me haya quedado contigo a dormir.

– ¡Exacto!, por eso te lo digo, es algo que acordamos no comentar con nadie más, que todo eso quedaría como un secreto.

– ¡Vaya situación!, ¡le estoy bajando el ex a mi prima! – Me reía como loco y la gente nos comenzaba a mirar y él apenado me decía. – Job, tranquilo, ya. – Se sonrió conmigo y dije. – Es que me has puesto en una situación algo incomoda y a la vez chistosa, pero disculpa, ya.

– Sí lo siento, de verdad, esa no era mi intención de verdad, jamás creí que tu prima se pondría así de celosa.

– ¡Oye!, soy humano, somos humanos, entiendo que eso fue en el pasado, no me afecta, bueno si un poco, porqué es mi familia, pero lo suyo ya fue, no se logró, ni modo; pero no tiene motivos para ponerse celosa y grosera; ¡antes que yo, ella estuvo en tu cama!, debería sentirse orgullosa de eso.

Le daba el último sorbo a mi bebida y fue cuando serio me dijo. – Es que con ella no tuve relaciones sexuales nunca tuvimos un encuentro, sólo besos y caricias, pero jamás tuvimos sexo.

Me tragué de golpe y exclamé. – ¡Qué!

De nuevo nos miraban y ambos nos apenábamos; bajaba la voz diciendo. – ¡Qué!, ¿pero por qué, cómo?

– Pues por qué la veía más como amiga y compañera que como una pareja en relación siento que por eso no funcionó nuestra relación; en cambio ella si me veía como hombre e incluso siento que aún me ve como hombre y por ese motivo esta celosa.

– Ahora lo entiendo todo, ¿y cómo no va a sentirse así?, inclusive yo me pondría celoso de que haya tenido un novio y luego ande con otra persona con la que sí tuvo relaciones y conmigo no, es como que de coraje, o sea fueron novios pero de manita sudada contacto físico sexual no hubo pero con alguien más sí, ¡entiendo más a mi prima! – En realidad ahí en ese comentario estaba proyectando mi fallida relación con el innombrable de Renzo; quién ahora tiene novia; que todo por comprender a mi prima.

– De verdad lo siento mucho, no quería causar esa tensión entre ustedes, fue mi culpa. – Decía él apenado.

– No te preocupes, ya pasó eso, queda en el pasado, pero si quieres que te disculpe, ¡tú paga la cuenta!

Roberto accedió a pagar la cuenta y ambos nos retiramos, caminamos al estacionamiento en modo serios y justo antes de que nos subiéramos adentro del vehículo, él me besaba y yo correspondía por mi estado de ebriedad; sólo que ese beso me hizo recordar el ardor de las bofetadas y entonces me aparte de él, le sonreí y dije. – Vamos a estar a mano, ¿sabes cómo?

Él entusiasmado se acomodaba su miembro que estaba poniéndose erecto bajo ese ajustado pantalón de mezclilla y dijo. – ¿Así, cómo?

– ¡Así! – Una y dos, sí, bien dadas esas cachetadas que le acomodé para hablarle. – ¡Ahora si estamos a mano!, las cachetadas que Sandra me dio, debieron ser para ti y no para mí, con eso estamos a mano.

Con las mejillas rojas y acomodándose la boca; que ni se la desencajé; dijo. – Auch, si tienes mano pesada, muy pesada, me las merezco sí, tienes razón, con eso quedamos a mano, ahora súbete que debemos seguir trabajando hasta las 8 de la noche como Sandy ordenó de castigo.

Me sonreí sin preocupación alguna y en todo el trayecto e incluso en las horas restantes en la empresa, ni él ni yo nos hablamos y con Sandy apenas y cruzábamos palabras; luego me fui a la casa a dormir; claro que tuve que notificar al grupo de Pole Dance que me ausentaría en la clase debido a que estaba muy cansado y que mañana iría; en sí estaba desvelado; pero ahora sí como ven tomaré clase de Pole Dance, de hecho aquí me bajó y caminaré dos calles.

Dance Tube Sexy este pequeño lugar es dónde comencé a tomar clases de pole dance desde hace unos 7 meses; aún no está abierto, son las 15:50 horas y la clase comienza a las 16:30; la encargada de darnos clases es Fedra; una chica de unos treinta años que comenzó bailando en shows y bares de boca del río, Veracruz; se vino a ciudad de México a conseguir su sueño, el cual es tener una escuela de pole dance unisex; de hecho en este local pertenecía al gimnasio que esta junto, pero lo dividieron ahora para las clases de Pole; antes servía para aerobics y clases de zumba pero jalaba más la idea del pole dance; la máxima capacidad es de once personas más la instructora, para así tener espacio para las piruetas; los que vinimos a la clase casi siempre somos siete o seis depende nuestros horarios de trabajo; los que nunca fallan son Christopher, Juan Daniel, Ely y Dafne; ya que ellos son bailarines de un bar al que ya he ido por invitación que se llama "La Cueva de Color es" ; muy buen bar y en excelente ubicación; empezó siendo un bar LGBT y ahora entran diversidad de personas; digo todos somos humanos de diferentes preferencias sexuales, pero humanos al final de cuentas; y bueno mis otros compañeros Armando, Aidé y yo somos los alumnos regulares, pues por trabajo y distancias a veces nos resulta complicado llegar hasta aquí; ¡oh, ahí vienen Christopher y Juan Daniel; los saludaré.

– Hola Chicos.

– Hola Job, ¡que gusto! – Juan Daniel estrechando mi mano.

– Job, se te extraño verte, te estás atrasando con algunas nuevas piruetas. – Christopher terminando de comer una barra de avena con miel.

– Lo sé chicos, por eso llegué antes, para ver si encontraba a Fedra y me daba una muestra de lo que han aprendido. – Les saludaba contento de verles.

– Pues aprovecha ahorita que ahí viene ella. – Christopher depositaba su basura y Fedra nos saludaba de beso a todos.

– Hola chicos, hola, ¡hola Job que bueno verte! – Ella contenta.

– Igualmente maestra, llegué temprano para ver si me puede enseñar lo que han visto en estos días. – Alegre de verla.

– Sí, sí claro, deja abro, con gusto te enseñamos lo que hemos avanzado, ¿verdad muchachos?

– Sí claro. – Ellos entusiasmados a una sola voz.

Una vez abierto el local, encendido las luces, comenzamos primero a limpiar los tubos, yo siempre elijo uno de los de atrás para poder ver a mis compañeros e irles aprendiendo sus técnicas sólo que por esta ocasión estaría en el medio para poder acoplarme a ellos; tras la limpieza, Fedra encendía la bocina y ponía la melodía de "Flauta de Pan" esta sería para comenzar a estirarnos y relajarnos un poco; Juan Daniel era quien siempre se encargaba de poner los ejercicios de estiramiento y relajación, ya que toma talleres en Bellas Artes; con su metro ochenta y un centímetros, los ejercicios se ven tan fáciles para él y ayudan muchísimo, es como si estuviera montando una coreografía de danza contemporánea; a sus veintinueve años, su sueño es ser bailarín profesional y sé que lo logrará; su amigo Christopher es bailarín de teatro musical y ha invitado a castings a Juan Daniel y le ha ayudado mucho con sus entrenamientos y tácticas de baile; él con su metro ochenta ha sido bailarín principal de algunas puestas de teatro en corto o micro teatro, además de que también canta, incluso fue nuestro rival cuando participábamos en intercolegiales de baile; él tiene veintiocho años y pues en un comienzo pensé que ambos eran pareja, pero no, sólo son grandes amigos que se apoyan mutuamente y se motivan, los dos son guapos, carismáticos, con cuerpos estéticos y marcados por sus rutinas de ejercicio; también por qué son atractivos del bar de donde trabajan algunos fines de semana y requieren mantener el cuerpo así para seguir trabajando; ya ven como es la sociedad últimamente; hablando de mí, estas rutinas de pole dance me han ayudado a fortalecer mi cuerpo y aunque sigo viéndome delgado, tengo un poquito más de musculo, pero no tan exagerado pues soy poco disciplinado, ya no soy como antes que me dedicaba a bailar casi todos los días; sin embargo, ahí la llevo, poco a poco, no es mi sueño tener un cuerpo de dios griego, sólo que como dije, la sociedad se fija primero en cómo eres físicamente y después en cómo eres en personalidad.

– Ahora sí Job, ¿listo? – Fedra me preguntaba con actitud positiva.

– Sí, listo. – Respondí dispuesto. – Bien ¿quién primero le enseña? – Ella pregunto a Chris y Juan.

Christopher levantó la mano diciendo. – Yo, yo te enseño primero; pon atención al Butterfly o postura de contra peso.

– Bien primero te vas a poner de cabeza así cómo lo hace Christopher; luego enganchas pierna izquierda al tubo apuntando hacia tu derecha, brazo derecho lo bajas apoyando la mano extendiendo dedo índice apuntando al suelo como apoyo sobre el tubo para proteger la muñeca; ahora con tu pierna derecha la vas a girar al contrario de la posición haciendo una especie de flecha apuntando al lado izquierdo, vas a estar apoyando mano derecha en el muslo sujetando bien fuerte el tubo, arqueando un poco la espalda, abriendo pecho, para después regresar la pierna derecha a la posición en la que estaba tomando impulso para abrirte de piernas en uve y luego bajas recto con ambos pies. – Fedra me explicaba en lo que veía a él haciendo la figura.

Se veía fácil, pero para mí me resultaría complicado ya que no soporto mucho tiempo mi peso invertido, así que en mis intentos, Juan me ayudaba a sujetarme para no caerme; tras intentar unas siete veces, por fin pude ponerme tal cual y hacerlo de manera fluida; ¡sudé mucho!; luego Juan Daniel me enseñaba la posición del arquero o cupido. – Primero vas a hacer una inversión de tu cuerpo de cabeza; agarrando impulso, enganchas pierna izquierda en el tubo, colocando tu pie izquierdo sobre rodilla de la pierna derecha, que la vas a estirar apuntando al mismo lado derecho; lo mismo que en el Butterfly harás lo del brazo derecho apoyando la mano extendiendo dedo índice apuntando al suelo como apoyo sobre el tubo para proteger la muñeca y esta vez bajarás pierna derecha extendiéndola bien, haciendo puntas apoyando pie completo sobre el tubo y con el brazo derecho lo levantaras suavemente apuntando a la misma dirección; para bajar, regresas el apoyo de mano derecha al tubo, sacas pierna, vuelves a la posición inicial abres en uve y bajas apoyando ambos pies al suelo; ¿viste? – Fedra explicaba con cautela.

– ¡Ay sí vi!, pero no creo que me salga a la primera. – Dije aceptando la complicación.

– No te preocupes, te ayudo de soporte para que no caigas, ¿te parece? – Christopher amablemente me decía.

Esa posición me costó once intentos; pero lo logré; justo cuando estaba en esa postura, llegaron mis demás compañeros; Armando, Dafne, Ely y Aidé; ellos se alegraban de verme y me saludaban; Chris, Fedra y yo nos pasábamos a los tubos de atrás en lo que Daniel volvía a poner los ejercicios de calentamiento; ellos calentaban y yo volvía a repasar las nuevas posturas para lo que será una coreografía de muestra a fin de mes; ¡qué emocionante!

Pasados los minutos de calentamiento, Fedra en posición y nosotros en las nuestras, le daba play a la canción; "Love to love you baby" de la reina de la música Disco Donna Summer; ya teníamos avanzada la mitad de la coreografía y con estas poses nos estábamos acercando más y más para tenerla completa; nuestros ensayos eran vistos por algunos miembros del gym de junto; ya que lo único que divide es una pared de vidrio que de nuestro lado se ven espejos pero del contrario se logra ver a nosotros ensayando; ¡somos como parte de su entretenimiento para motivarlos! Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja... Lo siento, estoy de buen humor, es que no sé, pero mi estado de ánimo ha ido mejorando, no sé qué sea, pero me siento bien, espero que esto así siga por mucho tiempo.

Una vez finalizada nuestra clase, nos despedimos y nos cambiábamos de ropa; yo no acostumbro a usar las duchas del gimnasio, ellos sí, así que me despedía me rociaba mucho desodorante y caminaba con rumbo a la estación del metro, escuchando música y de vez en vez echándole ojo a algunos muchachos guapos que se alcanzan a ver en la ciudad; ¡y es que son tan guapos!; abordando el metro, me sentaba; ¡encontré lugar!; y me disponía a leer los mensajes del grupo en el que estoy; ¿no se los había mencionado, verdad?; bueno, es un grupo de apoyo llamado "Mientras haya vhida"; este grupo es de personas que tenemos o padecemos del VIH y las secuelas del medicamento; somos los miembros del mismo lugar a donde voy a recoger mis medicamentos; ya que antes de venirme a ciudad de México de tiempo indefinido, tuve que solicitar una atención en la clínica condensa argumentando sobre mi estancia aquí y que únicamente mis padres y hermanos saben sobre mi situación actual; ¡fue todo un rollo pero se pudo!; bueno nuestra psicóloga es la que tuvo la idea de armar este grupo y jurar ante todos los miembros que lo que se diga o mencione en el grupo se queda en el grupo y se hace depuración de chat cada tercer día; aunque yo elimino diario en la noche los chats para seguridad mía; bueno en ese grupo me di cuenta que los que estamos no todos nos contagiamos por practicar sexo homosexual; hay personas heterosexuales que fueron infectadas por descuidos de la pareja, infidelidades, meterse con sexo servidoras o sexo servidores, incluso hay un caso de un enfermero que se pinchó accidentalmente con una aguja y lo contrajo; sí, aunque es poco probable, pero le sucedió lamentablemente; he aprendido a entender un poco sobre este cochino virus que como hace deprimir a las personas que lo padecemos como quienes llegan a saber sobre nuestro estado; a veces echamos relajo en el grupo o nos mandamos buenas vibras; de hecho mañana tengo una reunión en el jardín del salón dónde hacemos reuniones; espero poder asistir ya que por la jornada de ejercicio del día de hoy, presiento que amaneceré con dolor muscular; bien leí los mensajes y ahora; ¡Oh, un mensaje de Flavio!

– Hola chicos, ¿cómo están? – Flavio.

– Hola, estoy bien, gracias, ¿ustedes qué tal? – Bimba.

– Hola, aquí trabajando, ya casi salgo. – Keila.

– Hola, atorada en tráfico, pero ahí vamos, me da gusto leerles. – Katia.

– ¡Qué onda!, saliendo del gimnasio, voy a ducharme, los leo luego, un abrazo a todos. – Noá.

– Buenas casi noches, me alegra saber de ustedes, días sin escribir, se nota que ya es fin de semana, un abrazo grande, se les extraña, voy entrando a una función de cine, ¡los extraño cabrón! – Teo.

– ¡Qué gusto leerlos!, yo voy en el metro directo a casa, voy muerto, tuve clase de Pole Dance, cuando los vea les enseño mis trucos, por lo mientras a seguirle dando, les mando muchos besos y abrazos, los extraño mis queridos amigos. – Les escribía y comenzaba una lluvia de intercambios de mensajes.

Luego recibía la notificación de Marcelo que me había escrito. – Hola, ¿cómo estás?, espero que bien, pensé en ti, te extraño flaco. – Me alegro mucho más leerlo y responderle.

– Hola, bien gracias, ¿y tú? – Esperé unos minutos y no me leía ni respondía, entonces me salí de la aplicación y de momento recibí un mensaje, era del ingeniero que me decía. – Hola Job, ¿estás ocupado?, quiero invitarte a cenar, ¿aceptas?, di que sí, te extraño mucho.

He de admitir que me emocionó mucho ese mensaje del ingeniero, pero también de Marcelo; ¿qué haré?; bien, no debo precipitarme, digo Marcelo sabe mi diagnóstico y Roberto no sabe nada, pero tuve relaciones con él, es un dilema, por qué si llego a decirle mi estatus, él reaccionará ¿violento o tranquilo?; ¡qué dilema!; bueno, no me preocuparé, mientras aun haya vida, dejaré que me siga sorprendiendo o decepcionando; por el momento, aquí me bajo y escuchando las calles que gritan su voz con las luces palpitantes alumbrando el camino, dejaré que seamos dos por destino, sólo mírame, que ya no quiero quedarme con este cuerpo envuelto entre cemento y fuego, bésame que ya no puedo callarme esto que estoy sintiendo como hace tiempo no sentía, por favor, ven, ven aquí, ven a morir en mí.

¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS DE LA TEMPORADA 3!