¿Por qué a mí? Capítulo 21

ÚLTIMOS CAPÍTULOS: Me hace pensar que ningún hombre se fijará en mi por ser portador de VIH; de nuevo gracias vida por castigarme así, otro motivo más para desear morirme en un accidente o atropellado.

Hola Amigos Lectores, muchas gracias por leer; sé y entiendo que no les gusta como va la relación de Job y Renzo; sin embargo para él fue algo sorprendente y Job temía que

las cosas no funcionaran bien; aunque hubo honestidad, Renzo no lo ve así, no se siente preparado para algo así, será acto de inmadurez o no, pero para mí como

escritor, siento que es mejor que Job tenga algo mejor que una persona que no se atreve a sobrellevar una relación así, cada uno de ustedes le tomará

un significado distinto a esta situación y ojalá entiendan los problemas que conlleva ser seropositivo; muchos chicos vih+ les va bien en el amor

pero otros no les va tan bien, no son afortunados de tener a su familia apoyándoles ni mucho menos palabras de alivio, sea condena o no

ya verán ustedes en este capítulo como tornará este hecho en la relación de Job y Renzo; para mí es la pareja muy linda después de

la pareja de Sebastián y Cristián en Rockeando al Destino, su amor es puro y honesto, pero no siempre se vive así.

Lo dejó con este capítulo... Un abrazo y espero sus opiniones.

Capítulo 21 "Vamos a Morir".

¡Estamos en Veracruz, qué emoción!; la verdad no saben lo delicioso que es estar aquí, el calor, la brisa del mar, puff, me encanta, es lo mejor, me encanta; como tenemos poco tiempo libre, decidimos ir al mercado cerca del malecón a comer algo; yo con un cóctel de camarones me fue suficiente, aunque mi estómago protestaba más comida, mis nauseas me alertaban de que no podía comer más de lo que acostumbraba a comer; mis amigos estaban contentos comiendo sus tostadas de cazón, paella y caldo de pescado; entre nuestras charlas, Keila decía con sonrisa. – Oye Bimba, ¿trajiste las brochas y el polvo base?

– Bimba pelaba los ojos de asombro y la sonrisa de Keila disminuía al escuchar. – No, eso fue lo que se me olvidó, sabía que algo me faltaba pero no, no los traigo.

– Flavio despreocupado hablaba. – No se alarmen, pueden ir a comprar lo que se les olvidó, las acompañamos ahorita que nos traigan la cuenta.

– Keila miraba la hora diciendo. – No creo que nos dé tiempo, en lo que traen la cuenta y el cambio...

– Bimba hablaba presurosa. – Es verdad, mejor vamos nosotras y nos vemos en el punto de encuentro que dijo la maestra.

– Ambas dejaron parte de la cuenta respectiva y la cooperación con lo de Flavio, se levantaron y se iban.

Les decía saboreando el último camarón. – Con cuidado chicas, nos vemos en un rato.

– Ellas aprisa y nosotros con calma esperando.

Luego de pagar, Flavio me decía. – Oye, ¿qué te parece si vamos por una nieve?

– Sonreí diciendo. – ¡Ay sí, vamos!, espero que con la nieve las náuseas se me calmen.

– Caminamos e íbamos charlando; él tenía intención de preguntar sobre mi "enfermedad", sólo que no encontraba la forma de cómo hacerlo.

– ¿Y cómo te has sentido? – Tímido cuestionó.

– Mentiría que me siento bien, estoy tratando de adaptarme a esto, sin embargo no puedo, es un infierno, en verdad un infierno vivir así. – Respondí revelando una leve sonrisa. – Ya sé que sabes, leí la carta de Jacqueline, así que no tienes porqué cohibirte, pregunta, no te quedes con la duda, mira me hicieron tantas preguntas incomodas que ya me siento normal en cuestión a interrogantes íntimas. – Decía en lo que él me colocaba su mano al hombro hablando.

– Yo voy a ser tú amigo y confidente, lo que menos quiero es que te sientas mal, así que yo estaré haciendo lo posible por cuidar y estar al pendiente de ti, he perdido al amor, no deseo perder a un gran amigo. – Ambos nos sonreíamos y continuamos.

Sé que van a pensar mal sobre mi acercamiento con Flavio, piensen lo que gusten, él es guapo sí, mucho, un gran partido claro que sí, pero jamás lo veré con otros ojos, respeto porqué busco respeto, es algo que algunos homosexuales no entienden y eso hace que piensen mal de nosotros en general y crean que por ser ya gay, uno va a querer pedalearle la bicicleta a las amigas.

Después de comprar nieve de Mango con coco y Piña con chile; ambos caminamos hasta una playa, ahí estando admirando el inmenso mar, el suave viento y el Sol quemar un poco nuestra piel, me decía. – Ojalá todo hubiese sido un mal sueño, ella viva, tú sano y todos felices, celebrando de estar aquí en el puerto admirando el mar y apreciando la naturaleza.

– Le miré degustando mi nieve y dije. – Pensamos igual, sin embargo esto es real, todo y me da mucho, mucho coraje, porqué las cosas no deberían ser así, sin embargo lo son de injustas y creo que hay que aprender a aceptar y vivir, aunque se esté yendo todo al carajo, se tiene que vivir, claro, no es para brincar de alegría y decir "Vivo feliz, vivo contento por tener una enfermedad incurable o porqué el amor mío murió hace unos cuantos días".

– Sé que no sirve de nada decir que estamos contigo, que te apoyamos y que no te dejaremos solo, porqué quién está sufriendo eres tú y únicamente tú sabes lo que padeces y de cómo te sientes; Jackie me lo decía, que se sintió siempre cobijada por cariño y amistad, sin embargo eso no le hacía del todo bien, ya que ella era quien se estaba consumiendo poco a poco, hasta que no pudo más; yo deseo que tú sigas, pero si tú no lo deseas así, confíame y veremos qué hacer. – Me colocaba su mano en mi hombro y mis ojos se cristalizaban.

Tonta arena me entró en mis ojos; me dieron ganas de llorar y hablé. – Gracias amigo, no sabes el deseo que tengo de morirme pronto, porqué esta es una terrible pesadilla que estoy viviendo, un infierno, algo que no me explico cómo personas con este mal dicen que están bien, felices y cómodos, es de verdad un gran infierno dónde el diablo es una pastilla y muchas culpas fantasmas que atormentan y torturan; hace unos meses traté de suicidarme y fue cuando conocí a Renzo y luego volví a intentar hacerlo pero sucedió lo de Jacqueline; de verdad, en serio, cómo me gustaría morir atropellado, en un accidente o algo así o quizá cambiar mi vida por la de ella; esto es algo que no deseaba, que no quería y ahora mira, por confiado en un amor que me traicionó y me arruinó mi vida para siempre; ojalá de verdad fuese un mal, muy mal sueño.

– O sea, ¿cómo? – Me miraba confuso.

– Sí mi estimado, muchos creen que uno se contagia por gusto, por descuido, pero en mi caso no fue así; las cosas fueron de este modo... – Comencé a narrar mi historia, sin omitir nombres reales, mis lágrimas caían y Flavio pateaba en la arena enojado, furioso, con deseos de golpear a Fermín; por cierto hablando de él.

Internado en el hospital desde hace un tiempo; con altas temperaturas, demasiado delgado, con oxígeno, Fermín estaba delirando. – No, no, por favor, no, duele, duele, quema, eso arde, por favor, no, no por favor, ayuda, ayuda, por favor, perdón, perdón de verdad.

– Tantas infecciones se apoderaron de él que era su tormento, tenía neumonía, pulmonía, infección en vías urinarias, una sífilis y gonorrea con virus del papiloma humano; sus días ya estaban contados desde que ingresó al nosocomio, pero no se iba a ir sin pagar toda su cuenta de víctimas.

Entre sus delirios pedía hablar con los que había estado; unas enfermeras anotaban los nombres y eran más de veinte, incluso habían nombres de mujeres; esa lista ayudaba a corroborar mi historia y las de otros pacientes que se habían dado de alta para seguir un tratamiento.

Fermín pedía ayuda, pedía clemencia; entraban a la habitación aislada los doctores especialistas y de inmediato le auxiliaban a respirar mejor, entubándolo; en la mirada de él reflejaba el gran dolor, el pesar y lo que le estaba por esperar una vez estando rindiendo aún cuentas pero en el más allá; la temperatura no descendía, estaba quemándose de adentro hacia afuera; un cura ya había ido a darle la bendición y los santos oleos, sólo que él rechazó todo, ya qué estaba consciente aún, que hizo mucho daño y que aunque se arrepintiera de haber causado mal, no retrocedería el tiempo ni mucho menos las cosas serían igual.

Gastando su poca fuerza, buscaba la mano de alguien y se la brindaban, apretaba y sus ojos casi se salían; un médico y una enfermera de ambos lados estuvieron con él, allí, hasta que su corazón dio lo que debía y una lágrima recorrió su mejilla, finalizando su tormento; siendo las 9:45 am era declarado muerto; eran más huesos forrados por escasa piel que serían cremados y depositados en el panteón; sin quién rezarle, sin quién llorarle, sin quién lamentará su muerte; ojalá sucediera que al morirse él, todos los que fuimos infectados perdiéramos la vida o el maldito virus se muriese con el origen; pero no, no pasará, todos vamos para allá, todos vamos a morir como él o peor, ¿quién sabe?, pero de qué sucederá, sucederá.

En la playa, Flavio y yo disfrutábamos de estar mojando nuestros pies, reírnos y tratar de estar en contacto con nosotros mismos; él amable comprendía y me daba apoyo al saber mi situación de una forma distinta a la que había pensado; el momento se estaba yendo rápido, sentía una sensación extraña en mi ser, no eran nervios, era algo que me ponía intranquilo, sin embargo eso podría ser por la "chinche" pastilla que ya me tiene al borde del colapso.

Mi celular había estado vibrando por mucho rato y no le prestaba atención, Flavio al percatarse de que su celular estaba sonando, logró responderle a Keila, que le decía. – Flavio, ¿dónde están?, les estamos esperando, nos requieren con emergencia, nos vemos aquí dónde indicó Starenka.

– Flavio desconcertado, decía. – Bien, sí, vamos para allá.

– Finalizaba la llamada, yo miraba a Flavio decirme. – Job, era Keila, nos debemos regresar antes de lo pensado, los requieren con emergencia en dónde dijo Starenka, así que ni modo, a regresar.

– ¡Tan bonito que me la estaba pasando, bien relajado! – Expresé con tristeza.

Es que me sentí por un ratito libre, despreocupado, tranquilo, en una utopía de sensaciones pacificas por el mar y la arena.

Con nuestros pies arenosos jeje, nos pusimos los tenis y comenzamos a caminar rápido al punto de reunión; en el trayecto iba leyendo los mensajes del grupo, ahí, Starenka comunicaba que se había equivocado en la hora y debíamos estar con anticipación por todo lo que debíamos hacer para caracterizarnos y que habría personal que nos ayudaría a vestirnos y pintarnos, así que teníamos que apresurarnos; le informé a Flavio y comenzamos a correr, en menos de 10 minutos estábamos ahí.

Sofía, Raissa, Keila, Bimba y los demás estaban ahí, del lado contrario a nosotros, llegaban Noa, Evan, Katia y Teo; estando ya todos, Starenka ansiosa nos comentaba. – Chicos, chicos, lamento interrumpir el breve tiempo de descanso, pero fue un error mío no verificar la hora que debemos estar en el lugar dónde se llevará acabo el intercolegial, no será por sorteo, sino por registro, algo que no me parece pero son las nuevas reglas así que hay que irnos casi de inmediato para allá.

– Sofía seria habló. – Eso es de lo más absurdo, he estado en otros intercolegiales y había orden, categorías y era más práctico, esto que están realizando es de verdad un desastre.

– Complementé con. – Sí, nosotros hace cuatro años que participamos, había un orden, todo bien fácil y éramos más grupos, deberían regresar al antiguo comité.

– Starenka explicaba con voz potente. – Sí chicos, sí, pero esta ocasión será así debido a que son pocos grupos, hay un total de 23 equipos participantes, por un lado es bueno pues el evento se irá relativamente rápido por otro, hay menos oportunidad de pasar a la ronda final del intercolegial; ya que tengo entendido que únicamente pasarán 3 grupos y no 5 cómo se tenía contemplado.

– ¡No hubiese dicho eso la maestra!, ya de por sí somos nerviosos, con saber eso, puff peor tantito... ¡Ayudaaaaa!

Nuestro chófer, mostraba un semblante de malestar e incomodidad; sospecho que tenía acidez o algo así, pues se pasaba su mano por el estómago; su compañero le pasaba un yogur para aplacar su malestar; ya todos abordo, comenzaba nuestro trayecto a dónde sería el evento de baile; aprovechando, ellas se iban limpiando el rostro para luego maquillarse, peinarse y colocarse las uñas postizas; yo me comenzaba a sentir mal, cansado, presionado, me empezaba a doler los hombros y cuello, me sentía tieso, fatal en pocas palabras.

Flavio auxiliaba a Keila y Bimba; y Sofía, se me acercaba, para decirme discreta. – Tengo que hablar de algo serio contigo, espero me des un chance.

– Sí claro, si quieres ahorita conversamos. – Me movía al asiento vació y se sentaba.

Raissa nos miraba con curiosidad; sin embargo no debería preocuparse, pues no tengo intención de quitarle a su amiga, sólo estaba siendo educado.

Sofía me preguntaba. – ¿Han hablado tú y Renzo?

– ¿Hablar, de qué?, siendo sincero no hemos podido hablar, ambos hemos tenido ocupaciones con nuestros ensayos. – Confuso le mencioné.

Ella tras un suspiro parló. – Sí Job, hablar de que me he portado mal contigo, demasiado, sí es verdad, no me agradas mucho, pero después de lo que Renzo me platicó de cómo fueron las cosas, entendí mucho y me identifiqué; él es un Sol, muy noble, le gusta brindar luz a quién se apaga, él me ayudó mucho también cuando entre en depresión e incluso traté de suicidarme; me daba envidia y celos que tuvieras la atención de él, ahora sé porque, comprendo que él también lucha con sincerarse sobre su orientación sexual, luchando día a día con comentarios referente a la homosexualidad por parte de nuestra religión; de mi parte espero me disculpes, tal vez no seamos amigos pero hay que llevar las cosas en paz.

– Me sonrió, hice lo mismo y la "rivalidad" que según había nacido, después de todo, no era más que problemas de celos.

Sin más que decir, se levantó y se fue a su lugar a continuar con el maquillaje y arreglo; aunque Raissa volteaba a cada rato con molestia; mi teléfono vibró y eran mis amigos preguntando qué había sucedido con Sofía; les respondía que sólo había puesto puntos sobre las íes y ya; en otro mensaje me hacían ver que Raissa estaba hirviendo de coraje y sí es de entenderse, así pasa cuando te dan celos por un amigo.

Bueno, ¡No se imaginan la cantidad de gente que hay!; mucho tráfico, no podemos avanzar, así que tuvimos que descender del bus para caminar un poco e ingresar al salón del evento; Flavio nos ayudaba amablemente y nerviosos avanzábamos; ¡Hace mucho calor, lo odio!

Starenka nos gritaba. – ¡Chicos, es por aquí, vengan!

– Nos tocó un lugarcito cerca de los baños, así que nos facilitaba el cambiarnos, entre hombres no hay tanto problema, pero en mujeres sí, así que se turnaban entre tres para cambiarse.

Flavio mirándome, cuestionó. – ¿Nervioso?

– ¡Sí, la verdad sí, no entiendo, no es la primera vez! – Exclamé con ansias.

– Tranquilo, verás que bailaran bien y tendrán pase a la siguiente ronda, confía en que será así y respira. – Flavio animando el momento.

Aunque era claro que esos nervios, ansiedad, crisis que estaba teniendo era origen del tratamiento, me está dañando mucho mi sistema nervioso, pero es "normal" como dicen; ni modo debo aplicar la de agua y ajo, (aguantarse y a joderse)

Al ver que casi todos estaban vestidos, de inmediato tomé mis cosas y dije. – Flavio te encargo aquí las cosas de ellas, mira esto es de Keila y esto de Bimba, me cambio a prisa para venir a ayudarlas a ponerse las pestañas, ¡no te vayas a confundir!

– No me voy a confundir, anda, corre, apresúrate, ya están dando segunda llamada. – Flavio sostenía el sombrero, el paquete de maquillaje y pestañas postizas de cada una de ellas.

En esos instantes no tenía conocimiento alguno sobre lo que ocurría en mi ciudad de origen, ni mucho menos lo que había acontecido con Fermín, o sea me vine a enterar después. Entraba al baño y velozmente me comenzaba a cambiar, sólo que entre movimientos aleatorios presurosos que hacía, me mareaba y sentía mi cuerpo frío; seguramente es la presión o algo así, en eso, comencé a sentir malestar estomacal y ¡vas para afuera!, me dieron náuseas y me solté del estómago; ¡justo ahorita!; pensé que pudo ser los camarones, pero no, o sea cuando solía venir cada veinte días al puerto con mi familia, los camarones era lo que solía comer y ningún malestar, sólo que ahora sí; estando en el baño, escuchaba las voces de mis compañeros y mi nombre cuando dieron la indicación de la tercera llamada; faltaba yo para estar completos.

Mientras tanto en mi ciudad de origen; Renzo en su habitación, meditaba frente al espejo sobre nuestra relación y el secreto que le guardé por este tiempo: creo que ahora entiende porque me quería suicidar.

Bien, él se decía confundido. – Job, mi flaco hermoso, él siempre me ha gustado, me ha llamado la atención desde que yo tenía sobrepeso y era desarreglado, cambie por bien propio, por salud y para verme atractivo para mi flaco, lo adoro, pero sólo con saber eso que tiene no me siento capaz de estar con él y aguantar todo lo que vendrá con su estatus, tendré que cuidarme al tener relaciones, con mucho cuidado tratarlo; yo siento que el sexo gay y rol es primordial en una relación y ahora comprendo el por qué Job no quería hacer el amor conmigo y pasar más allá del faje; ¡rayos, esto es tan complicado!; ¿qué debo hacer?, será una relación de mucho cuidado, por eso no sé si debamos seguir con esta relación o tratar de sobrellevar esto; aunque lo quiero mucho, lo adoro, es muy especial conmigo y para mi es alguien que necesita amor, cariño, besos abrazos y me ha regalado momentos tiernos y amorosos; ¡Dios ayúdame, tu sabes cómo guiarme, eres mi padre, mi dios, de verdad necesito una señal o respuestas!

– Se enderezaba a la orilla de su cama y su teléfono vibraba, verificaba que era y su asombro era grande. – ¡No puedo creerlo, debo corroborar si es cierto!

– Presuroso tomaba su laptop, la encendía e ingresaba a su correo.

Ahí más se sorprendía, llevándose ambas manos a su cabeza y exclamaba. – ¡Fui aceptado, fui aceptado!

– Renzo había solicitado tiempo atrás una beca de intercambio para reforzar sus conocimientos sobre música, eran cuatro intentos y este quinto por fin tuvo respuesta; ¡me da gusto por él! aunque no lo crean; saben lo que significa eso, ¿verdad?

Él contento, colocaba su laptop en la cama y bajaba las escaleras en playera, short y descalzo para compartir la gran noticia con su familia; le abrazaron, felicitaron y dijeron que debía aprovechar esta oportunidad de irse al conservatorio.

Renzo alegre dijo. – Sí, claro, tengo unas cuantas semanas para pensarlo, este es mi sueño y está por hacerse realidad, ¡voy a aprovechar!

– Creo en ese instante él no pensaba en mí, sólo en él y está bien, digo es su felicidad, no merece esclavizarse a alguien enfermo, mucho menos sentir lastima, su deber es crecer, además pidió respuestas sobre nuestra relación y pues ahí la tiene.

Regresando a su habitación, Renzo cruzado de piernas recordó; minutos después; que tenía una relación, por tal motivo, vino un breve desanimo; no lo culpo, en lo absoluto, pero si desea progresar y crecer, debe ser un poquito egoísta conmigo por su bien profesional.

Sentándose en la cama, miraba la bonita mañana y se puso a pensar. – Job, me olvidé de ti, fue la emoción, ¿Qué sucederá con nuestro amor?, pedí respuestas sobre ello, pero no pensé que una respuesta traería consigo algo más enredado; no deseo que pienses que acepté por huir de tu lado y tu enfermedad, sólo que, no tengo idea de tu reacción.

– Él tomaba su celular y seriamente me marcaba. – Hola Flaco, cómo estás, que tal el calor.

– Respondía la llamada en lo que Flavio pagaba las nieves y esperaba su vuelto.

Atendía algo sorprendido. – Hola precioso; (tenía rato que no nos hablábamos con cariño y escuchar eso me emocionó); estoy bien gracias, calor intenso, lo odio ya estoy todo pegajoso.

– Jajajaja si lo supuse, espero hayas llevado bloqueador. – Con una risa algo falsa y un tono diferente de voz habló.

– Sonreí parlando. – Claro, me traje uno bueno, espero no regresar color tostada.

– Él cuestionó. – ¿Te encuentras sólo?

– Sí, Flavio está esperando su cambio y hay mucha gente así que debe esperar. – Respondía moviéndome a la sombra.

– Ah bien, entonces podemos conversar, esto me gustaría decírtelo en persona, para aclarar bien nuestra situación de pareja y un asunto personal que se me ha presentado, así que no puedo esperar a que regreses, ya que esto de verdad urge. – Cuando escuché eso luego, luego comencé a imaginar que estaba llegando esta relación a su fin, como dice la canción "sí ya lo presentía, sí lo predije y sucedió..."

Me puse serio y dije. – Si de verdad urge corazón, hablemos.

– Renzo caminando descalzo en su habitación, colocaba seguro y dijo. – Bien, antes que pienses lo peor de mí, debo admitir que cuando me dijiste eso, me congelé no supe que decir, me inmute y eso estuvo mal, he leído sobre eso y sé que puedes vivir muchos años con el tratamiento, pero debes cuidarte mucho, te quiero mucho sin embargo, te soy muy sincero, pero no me siento capaz de tener una relación así, te amo mucho, claro, por supuesto, pero necesito tiempo, tiempo por favor.

– Mi corazón se comenzó a acelerar, me agite y trataba de asimilar lo que dijo.

Mis labios se adormecían y con un suspiro hablé. – Quiere decir que es el fin de nuestra relación, ¿cierto?

– No, no es el fin, no pienses eso. – Decía preocupado y nervioso. – De verdad te amo, sólo que necesito tiempo para ordenar mis emociones, por favor.

– Sin llorar, me aguante, con voz un poco cortada, dije. – Te agradezco este tiempo de amor y cariño, de muchos abrazos y detalles, necesitas tiempo está bien, no quiero usar mi enfermedad de pretexto o para causar lastima, pero mi tiempo esta contado y en cualquier momento yo puedo morir, así que espero que antes de que suceda eso, hablemos como dos personas adultas jóvenes.

– Eres un Sol, alguien grandioso, eres especial, Job por eso me encantas, me gustas, pero creo no es el momento de estar en una relación así. – Él mirándose al espejo nervioso.

– Sonreí y brotó una lágrima; me cubría para que Flavio no me viese; hablé con seriedad. – Si de verdad te gustará, te encantará, la relación nuestra tendría que mejorar, no empeorar, te fui honesto con mucho miedo, te lo dije, pero no creí que tu reacción fuese esta, no te culpo, no serás el primero ni el único que deja a un chico seropositivo por temor a infectarte.

– No, no es así, las cosas no son así, por favor, no pienses eso, no lo tomes en ese contexto. – Renzo trataba de convencerme que yo estaba equivocado en pensar eso; pero el sentimiento y sensación no hice más que cortar la llamada y fingir que todo estaba bien ante Flavio.

Con quién me iba a caminar por la playa y a charlar; ese fue el motivo por el cual mi celular le bajé el volumen para que no molestará más Renzo.

Para él, las cosas quedaban mal, bueno para ambos, nuestra relación ha acabado y eso me hace sentir mal, me hace pensar que ningún hombre se fijará en mi por ser portador de

VIH

; de nuevo gracias vida por castigarme así, otro motivo más para desear morirme en un accidente o atropellado.

Retomando el tiempo; Flavio ingresaba al baño y me preguntaba si estaba bien, yo respondí que no, que me sentía mal; bien, hice coraje, estoy en tratamiento bastante toxico para mi organismo, problemas y nervios, fue un boom y el comer camarones fue un kabom.

Él cuestionó. – ¿Te encuentras bien?

– Conteste adolorido. – No muy bien, es mi estómago.

– Pues si mis estimados, era la quinta vez que entraba al baño a vomitar, la diarrea se detuvo, pero el vómito seguía; ya estábamos completos y arreglados y sólo faltaban dos grupos para nuestra presentación.

Salí, caminé al lavamanos y Flavio me dijo. – No manches, te ves verde, estas muy mal, deberías no bailar.

– Me enjuagaba, lo miraba y dije. – Con el maquillaje se me ocultara la cara de enfermo, vamos, que los pasos deben continuar.

– Ambos salíamos juntos; Keila y Bimba me miraban fatal, me decían que no bailara, pero se vería el hueco de un integrante faltante.

Starenka se me acercaba diciendo preocupada. – Job, mi flaco, veo que te sientes mal, debes descansar, no bailes, no pasará nada, en verdad.

– Raissa iba saliendo del baño ya toda maquillada y arreglada, cuando escuchó lo que Starenka decía.

Ella algo indignada, expresó. – Disculpe que me entrometa profesora, pero si hay ausencia de alguien eso descompensará la coreografía, además no tenemos la culpa de que cierta persona no se cuide su salud, por eso les pasa lo que ahora.

– Sonrió con burla, mis amigos y yo nos molestamos y Starenka en regaño habló. – Raissa tus comentarios son de muy mal gusto, me he dado cuenta últimamente que educación no tienes, careces de ello y eres muy insensible, te la pasas fastidiando a tus compañeros, por eso quiero pedirte de favor que esta sea la última vez que bailas con nosotros, no deseo tener una persona que es poco tolerante, falta de empatía y que no tiene compañerismo, lo lamento.

– Raissa hervía de coraje, me miro tan feo y dijo en voz alta. – Entiendo maestra, entiendo bien, pero ya que va a sacarme a mí por ser como soy, usted debería sacar del grupo a alguien que tiene SIDA, verdad Job.

– Los compañeros de otros grupos que estaban esperando su turno voltearon las miradas para nosotros, Keila, Bimba, Flavio se enojaban mucho y yo quedaba expuesto, nervioso, pálido, cansado y débil.

Starenka confusa cuestionaba. – ¿De qué hablas Raissa?

– Mi grupo de baile se comenzaba a acercar y Sofía miraba muy feo a Raissa; ella se estaba desquitando por lo ocurrido la otra vez.

Respondía con una sonrisa en plan de burla. – Sí profesora, la razón de las ausencias de Job en los ensayos y su bajo rendimiento se debe a que él tiene SIDA porque su novio que está internado en el hospital donde Sofía y yo hacemos practicas, lo vimos a él ahí, de hecho ese hombre está a nada de morirse y el próximo eres tú Job, harías un gran favor al mundo.

– Ella se sonrió y de momento una gran bofetada por parte de Bimba recibía diciendo. – ¡Ya cállate, cállate, que eres una maldita víbora!, desde cuando quería golpearte, sí me sacan del grupo lo acepto, pero ya me tienes hasta la madre, ¡pinche víbora pendeja!

– Raissa intento cachetearla, pero Starenka se interpuso enojada exclamando. – ¡Basta las dos!, ¡definitivamente Raissa eres muy conflictiva y estás cometiendo difamación!, lo mismo hacías en los otros grupos de baile y por eso te expulsaron, debí hacer caso a las advertencias de otros profesores, eres una chica pesada, envidiosa, celosa y odiosa.

– Raissa furiosa externó. – Pero lo qué estoy diciendo es verdad, Job es un sidoso , ojalá nadie del

AMBAD

se haya metido con él, creará una epidemia; Renzo es muy cuidadoso.

– Sofía ya harta de ella, exclamó. – ¡Qué poca ética tienes!, en verdad eres como dicen, una mala persona y pésima influencia.

– Raissa al saber que se había expuesto como tal, quedaba muda y prefería irse al baño hasta que nos nombraran.

Sofía me observaba con cierta pena diciendo en voz baja. – Lo lamento mucho de verdad Job, tranquilo, esto quedará como rumor, no te sientas mal.

– Me dio un abrazo y se fue a alcanzar a Raissa al baño y yo me convertía en el punto de atención de varios que escucharon eso.

No afirme con voz, pero mi fisionomía y gestos faciales me delataron mucho; ¡De que hay gente mala, la hay, por eso confíen en su sensaciones y vibra!; Flavio, Keila y Bimba me hacían compañía y procuraban que ese "chisme" no se hiciera más grande.

Sofía ingresaba al baño y ahí reclamaba a Raissa. – ¡Oye, lo que hiciste estuvo mal!, ¿Qué rayos te pasa?

– Raissa maquillándose de nuevo, respondió. – Pasa que estoy harta de Job, me cae mal, lo detesto, tiene un novio guapo, la cancerosa también tuvo un novio guapo el cual por más que lo he seducido no me hace caso y últimamente se acerca más al sidoso, odio que esas cosas le pasen a personas que son tan simples.

– Estás mal, muy mal, tu odio, envidia o lo que sea está mal justificada; te apreciaba como amiga, sólo que no me había dado cuenta de lo mala influencia que eres para mí, yo siempre he sido una persona cero conflictiva y...

– Raissa se volteaba la miraba y sonreía interrumpiendo. – ¿Yo mala influencia?, ¡Ay por favor!, no me vengas con palabras de señora indignada; qué no se te olvide cómo y dónde nos conocimos, se te olvida quién ayudo a realizarte el aborto de aquel hijo que esperabas de un hombre casado; sí de mal influencia hablamos, tú querida amiga, eres casi igual como yo.

– Sofía se ponía nerviosa. – ¡Cállate, cállate!, nadie debe de saber eso, nadie.

– Raissa sonriendo. – No te preocupes, nadie lo sabrá mientras guarde el secreto, por un momento tal vez, no quiero imaginar lo que tu familia tan puritana pueda decir o hacer al saber que su preciosa hija cometió pecado.

– Se reía tan burlona que a Sofía le incomodaba diciendo. – No quiero ser más tu amiga, eres como dicen, odiosa; tú envidia, celos hacen que te vuelvas así, por eso nunca has sido feliz ni tenido una pareja que de verdad te quiera.

– Raissa se ponía seria y Sofía salía del baño molesta.

Raissa se miraba al espejo y comenzaba a llorar, sintiéndose mal, pues por su carácter prácticamente amigas y amigos no tiene en abundancia, causándole un vació emocional grande.

Tras ese momento tan bochornoso y de revelarse mi situación; aunque no era confirmada como tal; algunos se alejaban de mí y me hacían sentir bicho raro, me miraban y murmuraban los chicos del otro grupo de baile, decían cosas como: "con razón adelgazo", "pues así acaban todos los putos, con sida", "que feo que tenga sida, tantas campañas de prevención y sucede eso", "que pena, pobre, ojalá no lo contagie": esos rumores me comenzaron a aturdir y sentir mal, muy mal, pero debía aguantar.

Así que me distraía apartado y solo viendo a los grupos que faltaban, mencionaron a "los chicos del hop" , quienes vestían pantalones pegados negros playera de licra azul, sombrero, guantes y una media mascara que les cubría la parte del mentón y nariz; ellos bailaron un género diferente al que los hemos visto bailar, una mezcla de Reggae, tropical, electrónica y house, se lucieron mucho, daban impresiones al jurado; ellos no usaron las canciones que ahora se encuentran de moda, eso es algo innovador y favorece a tener puntajes altos; luego siguieron

"los natural original"

esta vez con unos trajes de faunos, en las piernas parecía que tenían pascle y musgo, en los pechos peluche de color café y unos cuernos; su maquillaje era verde en la cara con arrugas, muy padre; su mezcla no lo fue tanto, repitieron canciones de las que están de moda, tuvieron unos fallos y se les complico por las luces que casi te las ponen en la cara, aun así con esos desperfectos, ellos lograron mostrar porqué llegaron hasta aquí; ¡y llego nuestro turno, me muero de nervios y mi estómago está haciendo revoltijo!

Flavio, Starenka, Áyax nos aplaudían emocionados, en lo que nosotros tomábamos nuestras posiciones; en 3... 2... 1... Comenzó la pista, con mucho entusiasmo bailábamos, íbamos bien coordinados, me sorprendía que no había atrasos por ninguno de los integrantes; cuando llego el momento de realizar vueltas, ahí me desubicaba un poco y perdía el ritmo debido a la debilidad de vomitar, la medicina y mi sensación estomacal; espero nadie lo haya notado; retomé la coreografía y cuando era el momento de bailar en parejas, no sé qué paso, pero por alguna extraña razón, Bimba que era mi pareja, acabó bailando con Noa y yo bailando con Raissa.

Ella sorprendida dijo. – ¡Pero qué rayos!

– Le decía discreto. – ¡No sé qué paso, pero bailemos!

– Nos tomamos de las manos y continuamos.

Stareka se percataba del hecho y decía nerviosa. – ¡Ay chicos!, esto no está bien, así no tenían que bailar.

– Flavio dudoso preguntó. – ¿Cómo está eso?

– Starenka le explicaba cómo se había montado la coreografía, en lo que nuestra presentación estaba por llegar a su fin.

Al quedar en la posición de desenlace, nos percatamos que no eran las posiciones originales, eso sí regalaban muchos aplausos y cansados dimos las gracias; ya de ahí bajábamos por las escaleras del costado izquierdo para que del lado derecho subieran el último grupo llamado

"Sabor a Melao" ;

¡Wow!, impresionante coreografía, usaron música latina, tropical, salsa; ritmos muy similares a los nuestros; su exactitud de ejecución de pasos eran como profesionales, dejaban a todos atónitos; tras su final, agradecieron y dejaron libre el escenario para que la conductora del evento informará que tras ver tan impresionantes coreografías y diferentes ritmos, desde el folclore, tango, latino, reggae, hip hop y disco, el jurado elegiría a cinco grupos que pasarían a la final nacional en ciudad de México; todos nos emocionamos por la noticia; existe la posibilidad de que nos vayamos, aunque si hubo unos errorcitos pequeños, espero eso no nos afecte.

De nuevo Raissa, enojada, expresaba. – Esperemos que el error del Sidoso no nos afecte, porqué la coreografía no era así como salió.

– Iba a hablar cuando Starenka seria le dijo. – A pesar de esa equivocación, bailaron bien y nadie se dio cuenta de nada a excepción mía, además las posiciones cambiaron debido a que nunca habíamos ensayado fuera del salón de espejos, por eso se destantearon en el espacio; no sólo Job, Bimba, Noa y tú cambiaron de pareja, también ocurrió con Sofía y Katia; fue un error de varios no de uno, espero entiendas mija.

– Raissa se cruzó de brazos e impaciente se sentaba en espera de resultados; en tanto yo, me estaba sintiendo un poco mal, pero debía estar al pie del cañón, sino me comenzarían a tratar con preocupación.

No pasó mucho tiempo para que llegará el momento de saber quiénes pasaban a la gran final; le otorgaban la palabra al presidente del jurado, quién decía que fue un momento muy reñido, muchas decisiones cruzadas y en contra de unos con otros, antes de comenzar a dar los nombres, el presidente señalaba que había un empate y se tenía que desempatar en ese momento; los nervios aumentaron; el empate era entre 3 equipos, el grupo de Panuco, Coatzacoalcos y nosotros; Starenka se impresionó, se puso nerviosa; todos estábamos sorprendidos, en todas las veces que hemos bailado y participado en concursos de baile, no nos había sucedido eso de irnos a desempate. El jurado nos comunicaba que teníamos 10 minutos para organizarnos y demostrar quién merecía tener un lugar entre los cinco mejores, así que haciendo team back , dábamos nuestros puntos de vista para la segunda presentación de la coreografía; estábamos nerviosos, no teníamos una segunda coreografía lista ni una mezcla nueva, así que se optó por no mejorar nada y únicamente presentarnos igual esta vez sin margen de error; llegó el momento de bailar. Capitanes de cada equipo pasaban al sorteo y ¡oh sorpresa!, el primer equipo de baile en pasar seríamos nosotros; ¡mi nerviosismo me estaba ganando, mi estómago necesitaba vaciarse!; tomé poca agua, respiré profundo y me daba ánimos; subíamos y tomando nuestra posición, iniciamos; esta vez íbamos parejos, exactos, nos movíamos mejor, sonreíamos, nos lucíamos, dimos lo mejor, los giros, vueltas y cargadas fueron limpias y sí, esta vez las parejas quedamos como en los ensayos, lo que facilitó una ejecución en el escenario limpia; acabamos, agradecimos y bajamos cansados con nervio a lo que fuese suceder; pasaban los otros dos equipos y en lo que se presentaban, yo me iba al baño discretamente.

Sofía estaba preocupada por lo que dijera el jurado, así que ella con pena, se dirigía a mis compañeros. – Chicos, maestra, no saben lo arrepentida que estoy por haber forzado a cambiar de ritmo y presentar algo que ustedes en su mayoría no querían, debí confiar en sus propuestas y no ejercer el poder de capitana a la fuerza, les pido disculpas y si logramos pasar a la final, se hará lo que ustedes digan.

– Mis compañeros se sintieron aliviados y aceptaban las disculpas de ella; Raissa estaba en desacuerdo, pero no opinó nada pues ya no estaría bailando con nosotros.

Starenka amablemente dijo. – Sofía no hay nada que disculpar, pase lo que pase, hicieron todos un estupendo trabajo.

– Ambas se abrazaron y después se escuchaba. – ¡Atención, atención, tenemos los resultados!

– Todos guardaban silencio y tras unas palabras del juez; en dónde aclaraban que fue aún más complicado elegir entre tres, pues fue un trabajo coreográfico sorprendente y preciso; él jurado afino su voz con un poco de agua y dijo, el quinto lugar es para el grupo de... Justo en ese instante salía del baño y escuchaba el nombre de nuestro grupo, la academia de baile y nuestra ciudad de origen; por supuesto que nos alegramos, pero no imaginábamos que quedaríamos en quinto lugar, eso nos desanimó, pero no nos quitó el entusiasmo por seguir bailando. Starenka nos abrazó y felicitó, diciendo que realizamos un gran trabajo; Flavio se alegró de que pasamos a la final; La maestra dijo que debíamos apresurarnos ya que los autobuses prestados estaban hasta la media noche, pasando ese lapso, debíamos de pagar la renta por hora, así que veloces nos comenzamos a desmaquillar y a cambiar; teníamos hambre sí; más yo, que tenía vacío el estómago y un aliento poco agradable; con el tiempo encima, sólo pasaríamos a una tienda de autoservicio y de regreso a casa.

Todos tras haber comprado chatarra para "cenar" y ya a bordo del autobús, tomábamos rumbo a casa; destapaba mi agua y le daba unos tragos, seguido de la toma de medicamento; Keila y Bimba iban platicando con Flavio, yo iba pensativo por lo que paso y lo que me dijo Renzo; tenía ganas de llorar aunque me aguantaba las ganas; Sofía se había sentado con Katia y Noa; algo apretados; dejando sola a Raissa, quien al sentirse abandonada, se movió a la parte trasera del bus junto con las cosas que traíamos; mi malestar se había calmado un poco, me sentía débil y cansado, así que me fui quedando dormido poco a poco; en eso comenzaba a soñar que estábamos en el escenario de ciudad de México participando en el final del intercolegial; muchos grupos participantes, demasiada gente, personas de renombre ingresando al lugar del evento; todos mis compañeros estaban nerviosos, pero curiosamente yo no, estaba decidido a triunfar con ellos; me comencé a sentir mareado, pero no me alarmé, es parte del medicamento, me calmé y continué dormido.

Ese sueño era fenomenal, muy rítmico, muy emocionante, eso era lo mejor, bailamos de manera magistral, muchos aplausos y la gran sorpresa, ¡nos ganábamos el primer lugar!; Starenka orgullosa recibía el cheque, Flavio nos tomaba sin fin de fotos; abrazados festejábamos, cuando de momento, un ruido terrible se escuchó, muchos gritos, más ruido, comencé a sentir movimientos raros como de una tómbola, vuelta y vuelta, un estruendoso

¡crash!

y luego todo en silencio, aire fresco, muy fresco, una brisa en la cara y a lo lejos una voz, que no distinguía de quién era que me gritaba.

– ¡Job, Job despierta, Job, despierta carajo! ¡Muévete, Job!

– ¡Qué sucede! – Decía en mi mente, abría los ojos dormitado y veía la noche, las nubes, árboles, al enderezarme sentía calor y esto; un terrible accidente, ¿pero qué carajos pasó?, todos estaban esparcidos heridos, lastimados o graves.

¿Saben qué es lo que más asusta?, qué cuando me incorporaba, me veía tirado inconsciente, sangrando de la cabeza y con el brazo izquierdo volteado; yo me estaba viendo, sí, así es, he muerto.

Gracias por leer; no se pierdan el próximo capítulo el final de esta segunda temporada; pero antes de despedirme, me gustaría preguntarles,

¿ustedes consideran a Raissa como antagonista o a Sofía?

Después de leer a Renzo, ¿qué piensan de él?

Es un placer y felicidad entretenerlos con esta historia, saludos y sigan cuidándose.