Por que

Algún día sabre porque...

¿Por qué? Esa es la pregunta que me hago desde que comenzó todo esto. Antes de empezar con  este relato me presentare. Mi nombre es Elizabeth, tengo 25 años, vivo en México desde que tengo uso de memoria, soy una chava de complexión algo gruesa, pero gracias a que de pequeña practique ballet tengo un cuerpo bien formado, soy de tez morena y aunque no tengo los pechos más grandes del mundo, mi gran orgullo son mis piernas y mi trasero, que ese sí, está bien formado.

Continuando con esta historia, todo esto comenzó el día en que por problemas económicos y familiares tuve que dejar mi carrera de gastronomía. Después de esa difícil decisión tuve que empezar a buscar trabajo para ayudar a mi familia, en específico a mi papá, para que saliera de sus deudas más rápido, y así poder regresar a estudiar gastronomía cuanto antes. Habían pasado ya varias semanas y por más que buscaba no encontraba ningún trabajo que fuera estable o que me agradara, hasta que un día, uno de mis tíos le comento a mi papa que en una empresa muy importante de la ciudad buscaban una secretaria, que él conocía al director de esa empresa y que el trabajo ya lo tenía asegurado. No lo dude ni un minuto y al día siguiente acudí a las oficinas de aquella empresa. Me presente en el área de recursos humanos y como dijo mi tío el puesto me lo dieron de inmediato.

Llego el lunes, el día en el que comenzaría a trabajar en aquella empresa. Me dieron un uniforme, que a decir verdad estaba demasiado anticuado, así que le hice algunas mejoras, para que me quedara mas entallado y sexy. Me metí a bañar, me lave el cabello y justo cuando comenzaba a enjabonarme el cuerpo, recordé que hace mucho tiempo no tenía una buena sesión de sexo, debido a que hace algunos meses que había terminado con mi novio, pero esa es otra historia. Al sentir el chorro de agua en mi cuerpo comencé a excitarme recordando sus caricias y la manera tan salvaje como me hacía el amor, como me tocaba los senos y la manera en que me penetraba sin parar, justo estaba penetrándome con mis dedos cuando mi mama me interrumpió diciéndome que llegaría tarde a mi primer día de trabajo. Así que aun caliente termine de bañarme, me puse mi nuevo uniforme, me peine el cabello en una cola alta, me maquille de manera discreta  pero a la vez sexy y me dispuse a irme a trabajar.

Después de subir 3 pisos en el elevador al fin llegue a la oficina en donde estaba mi nuevo jefe. Al verlo me quede algo impresionada, no era el hombre más guapo del mundo pero tenía algo que lo hacía diferente a los demás.

-Buenas días.

-Buenas días señorita, tú debes de ser Elizabeth, mi nueva secretaria.

-Si así es señor.

-Por favor no me digas señor me haces sentir viejo, llámame ingeniero Ramírez.

-Sí señor, digo ingeniero Ramírez.

Su nombre era Fernando Ramírez, uno de los ingenieros más destacado de aquella empresa, tenía 45 años, su cuerpo era algo musculoso, piel morena, cabello castaño, aunque ya tenía algunas canas y unos lindos ojos de color café. Cuando dirigió su mirada hacia mi sentí que una descarga recorrió todo mi cuerpo, sentí que me miraba de manera distinta, no como a una simple secretaria, sino como algo más, y eso que apenas era el primer día.

-Por favor siéntate. Me dieron muy buenas referencias de ti, espero que tu trabajo sea excelente. Te pondré al tanto de los compromisos que tengo que cubrir este mes y demás cosas que están pendientes.

-De acuerdo ingeniero Ramírez.

Empezó a decirme todo lo que la secretaria anterior había dejado pendiente, y yo como buena secretaria empecé a tomar nota. Mientras más me hablaba mas atraída me sentía hacia él, su perfume olía delicioso y llevaba una camisa algo abierta, que lo hacía ver demasiado interesante. Pero lo que más me gustaba de él era esa mirada penetrante, fija hacia mí, que me hacía sentir mil cosas a la vez y lo único que quería en ese momento es que me tirara encima de su escritorio y me penetrara hasta que ya no pudiera mas.  Su voz me saco de esos pensamientos:

-Ha entendido todo lo que le he dicho?

-Si ingeniero Ramírez.

-Por ahora es todo, si la necesito la llamare, puede retirarse.

-Está bien, con permiso.

-Propio.

Me retire a mi escritorio y empecé a realizar las tareas que Fernando me había encargado. A la hora del almuerzo se me acerco una de las secretarias de nombre Isabela, ella era la secretaria de otro de los ingenieros de la empresa y además esta persona era el mejor amigo de Fernando, su nombre era Joaquín.

-Gracias por invitarme a sentarme contigo. De verdad no conozco a nadie, digamos que me siento fuera de lugar.

-Tranquila ya se te pasara. Con el pasar de los días te irás adaptando a tu nuevo empleo.

-Eso espero.

-Y tu estudias? O que hacías antes de entrar a trabajar aquí?

-Estudiaba gastronomía, pero mis padres tienen problemas económicos, así que tuve que dejar la carrera por un tiempo para tratar de ayudarlos.

-Ya veo, espero que pronto retomes tus estudios y no lo digo porque no te quiera ver aquí jajajaja, si no porque es lo que quieres hacer no?

-Así es, quiero terminar de estudiar y poner un restaurante y cosas así, pero bueno esa es otra historia, mejor háblame de ti, como llegaste aquí y todo eso.

Isabela me empezó a platicar que entro a trabajar a la empresa debido a que hace 3 años se caso pero su esposo tenía problemas con el juego y al divorciarse la dejo llena de deudas, así que ella trabaja para pagar las deudas de su ex marido. Hablamos de nuestra familia, pasatiempos y demás cosas hasta que el tema de Fernando salió a flote en nuestra plática:

-Y que te parece tu nuevo jefe?

-Amm Fernando?

-Apenas es tu primer día y ya lo llamas Fernando jajajaja! Que rápido agarras confianza.

-No para nada, es que el me pidió que lo llamara así.

-Mmm… aja, pero bueno dime qué te parece?

-La verdad? Se me hace muy interesante. No sé, hay algo en su personalidad que me atrae muchísimo, pero lo que más me llama la atención de él es esa mirada tan penetrante que tiene.

-Mmm… eres la tercera secretaria que conozco que se fija en el.

-La tercera?

-Si la tercera. Te contare. Fernando lleva bastante tiempo trabajando en esta empresa y desde que llego todas las secretarias que ha tenido se han enamorado de él. La primera se llamaba Marisol, ella duro trabajando con él 5 años hasta que  se caso y se tuvo que ir de la empresa.

Después llego doña Caro, una señora ya bastante grande con la cual pues no hubo problema. Paso el tiempo y doña Caro se jubilo así que tuvieron que contratar a alguien más y es así como llego a esta empresa Tamara, la culpable de que el matrimonio de Fernando fracasara.

-Fernando es casado?

-Lo era. Digamos que a Tamara le intereso Fernando más que a Marisol, porque cuando Marisol entro a esta empresa, el ya estaba casado con Ángela su ex esposa.

-Y que paso?

-A Tamara no le importo que Fernando ya llevara casi 10 años de casado con Ángela, ella hizo hasta lo imposible para separarlos y lo logro. Ellos se divorciaron hace poco y la mensa de Tamara creyó que Fernando se iría con ella, pero no fue así, después de su divorcio el la despidió y le dijo que nunca volviera por aquí, aunque eso esta difícil porque el padre de Tamara es un fuerte inversionista en esta empresa y solo es cuestión de tiempo para que ella vuelva a trabajar aquí.

-Jamás me imagine que todo eso haya pasado.

-Ya ves, todo puede pasar. Bueno ya se nos hizo algo tarde, mejor regresamos a nuestros puestos de trabajo o si no los jefes se van a enojar.

-Así es y yo no quiero que me regañen en mi primer día de trabajo jajaja.

Regrese a mi escritorio y por un rato me quede pensativa. Fernando estaba libre, recién divorciado, podría intentar seducirlo y así quitarme esta maldita calentura que traigo encima desde que termine con mi novio, pero a la vez tenía miedo de que regresara a la empresa la tal Tamara y arruinara mis planes. En fin, así transcurrió el primer día de trabajo en aquella empresa. Los demás días fueron iguales que los anteriores muy ocupados gracias a la famosa Tamara. Pero una mañana de noviembre todo cambiaria…