Por partida doble (01)

Cuando estaba más que listo para una buena noche, las cosas se aceleran y paso un buen momento antes de salir.

POR PARTIDA DOBLE

Cuando estaba más que listo para una buena noche, las cosas se aceleran y paso un buen momento antes de salir.

En una más de esas ocasiones que mi esposa sale de compras con su hermana mayor, aprovecho para ver una película y cuando más entretenido estaba suena el teléfono, de mala gana me levanto pero cambio de parecer cuando veo que es Liza, la amiga de hace ya algunas noches:

Yo: Bueno?

Liza: Si, buenas tardes, eres tu?

Yo: Hola, como estás?.

Liza: Bien gracias.

Yo: Y de salud?, ja, ja, ja.

Liza: O.K.!, que haces?, espero que no esté tu esposa por ahí.

Yo: Pensando mejor, esta es una llamada bastante “peligrosa”, pudo haber contestado ella.

Liza: Soy tu compañera de trabajo, no?, en fin pregunto que haces pues quisiera saber si puedes acompañarme a una fiesta.

Yo: Ex compañera!, pero super amiga, Y tu novio?

Liza: También asistirá, pero hemos reñido ya que creo que me engaña con otra y me trata a veces muy mal, quiero demostrarle que no se debe sentir indispensable, lo he entendido yo y quiero que el lo haga ahora, imaginate, me ha dicho que sin el yo no haría nada, que te parece?, creo que “se fue de la lengua”, o no?

Yo: Creo que si, a que hora?.

Liza: En 30 minutos, está bien?

Yo: Algo presurado pero... O.K.!, pero en la esquina de tu casa.

Liza: O.K., Hasta entonces.

Me apresuré a llamar a mi esposa y le dije que saldría a la fiesta de un amigo de un trabajo anterior, dijo que aprovechando visitaría con su hermana a su Tía, regresa un poco tarde ya que cenarán con ella , le dije que no había inconveniente, (todo el tiempo es igual, se la pasa de compras, o de visita con sus amigas y de su hermana).

A punto de salir estaba cuando tocan a la puerta, al abrir, me asombra encontrarme con Sara, me dice que estaba cerca y que aprovechó para pasar a aclarar conmigo el por que no la buscaba más, le dije que iba de prisa y que por favor lo hablaríamos al día siguiente,. al parecer, herí su orgullo de mujer, me dijo que no le gustaba el trato que recibía, le dije que ella lo había provocado con sus actitudes, en seguida de colgó de mi cuello y me besó en forma muy sensual, bién sabía que no estaba su tía pues se pegaba a mi cuerpo con toda la fuerza posible, le pedí que me esperara y que no iríamos a otro lado después de hacer una llamada, llamé a Liza y le dije que me esperara, tenía un contratiempo pero que en un momento más pasaba por ella, yo le llamaría, aceptó de muy mala gana, incluso me invitó a cancelar, insistí que me esperara.

Cuando salí del estudio encontré a Sara viendo, tras la cortina, por la ventana y aprecié su vestimenta, una falda larga negra que le llegaba a los tobillo, zapato de tacó alto, una blusa blanca que se transparentaba dejando ver su brassiere blanco, después comprobé que era de encaje y de media copa.

Sin pensarlo y apresurando su retirada le abracé desde atrás y le dije que si ella seguía con su soberbia no podríamos continuar encontrándonos así, se disculpó sellando con otro beso riquísimo que me hizo levantar su falda y sentir sus nalgas, preciosas, entonces me dí cuenta que era mentira que pasaba por ahí de casualidad, venía con toda intención ya que portaba un liguero y medias de figura y encaje, además de un bikini totalmente en encaje de corte francés, ella sabe bien que todo esto me encanta, pero aunque tenía el otro compromiso, no desaprovecharía pero lo haría rápidamente pues no podía “plantar” a Liza.

Solté su blusa y ví su preciosa ropa interior y después de sobar sobre esta sus generosas tetas, se desabrochó dejando todo para que pudiera saborearla, hubiera querido llevarla a un hotel pero sería muy rápido en esta ocasión, quería entrar a la recámara pero la llevé hacia el estudio, tendría mejor control de la situación si alguien llegaba, la senté en un sillón poniendo sus piernas bien abiertas sobre los brazos de este, aún sin quitar su bikini empecé a probarla estaba muy húmeda ya, rogaba por que se la metiera de inmediato por lo que solo hice a un lado su exquisita prenda y de un solo golpe lo hice, soltó un gemido fuerte, al momento de empezar el mete-saca chupaba sus tetas y acariciaba sus piernas, las medias me vuelven loco, siempre he deseado hacer esto con mi mujer pero, para variar, no acepta alegando sentirse como una prostituta, en fín ahora lo tenía y pensaba disfrutarlo aunque sea rápidamente, seguiría pidiendo que se vistiera así.

Pasado un momento, le dije que se volteara y de pie, apoyada en los brazos del sillón, la penetré desde atrás, se movía rápidamente y terminé dentro de ella sin dejar de tocar sus nalgas muy bien adornadas, bajé su bikini y aun con algo de dureza rozaba su trasero y acariciaba sus tetas suavemente esperando que se pusiera nuevamente a tono, pasado un corto tiempo lo logré y traté de insertarlo en su culo, ella volteó y se lo metió a la boca a fin de lubricarlo, intenté de nuevo y se introdujo sin gran problema, me moví rápidamente a pesar que ella se quejó un poco al principio pero después se movía tan frenéticamente como yo, logrando venirse en más de una ocasión, al menos así lo sentí por la forma de apretarme, posteriormente acabé dentro de ella, fue verdaderamente especial, ¡esta chica si sabe lo que hace!, la besé y ayude a vestir, le dije que iba a salir y que me disculpara, se molestó y dijo que solo lo hice por compromiso, le aclaré que no era así solo que cuando ella llegó yo estaba de salida pero le prometí que en un par de días la buscaría de nuevo, pero le llamaría mañana para decirle lo que debería ponerse para mi, hoy estaba especialmente rica.

Me di un rápido baño y me vestí para llevarla a su casa, se despidió no muy convencida, la verdad no me importó, ahora sería cuando y como yo diga, salí disparado a buscar a Liza, llegué a su casa y estaba ya molesta, me abrió la puerta y me dijo que no me preocupara, se iría a dormir y ya, la tomé por sorpresa y la besé, ella se resistió al principio, después no, se entregó a un beso más profundo, la tomé de las manos y la giré para apreciar su vestido azul marino entallado y corto, percibí que traía una tanga y le recomendé cambiarla ya que se notaba un tanto vulgar, se disculpó y se fue a su cuarto a cambiar, le recomendé algo menos corto, cuando la esperé en la sala apareció su padre que, al ver que era mayor que ella me dijo claramente, “No se le hace que es usted algo mayor para andar con mi hija?”, le respondí que no andaba con ella, apenas terminaba se apresuró a preguntar en una voz más baja “Te la estás cogiendo? o que!”, esto me incomodó bastante y solo respondí que si era así ella era mayor de edad y sabía que hacer, respondió que fue por el beso que le dí en la puerta, “andate con cuidado amigo, soy de pocas pulgas, entendendió?” me quedé callado, afortunadamente bajó Liza y nos salimos enseguida.

En el camino le dije que su papá me preguntó si era su novio, “que le dijiste?”, Nada, respondí, me aclaró, “El es mi padrastro, he tenido alguna dificultad con el, no le veo buenas intenciones conmigo, el problema es que se lleva bién con mi novio, incluso hay sábados que toman juntos y acaban en borracheras de miedo”, me apenó bastante, le dije que por hoy solo disfrutara su fiesta, pensé: yo me encargaré de su noviecito.

Al llegar a la fiesta encontré una novedad cuando la ayudé a bajar del auto, a veces soy distraído en ese aspecto, se había cambiado la tanga pero también el vestido, ahora se trataba de uno negro con transparencias en la cintura, en verdad se veía muy atractiva, ella, les recuerdo, de cara no es bonita pero tiene un cuerpo riquísimo, le comenté que con razón era super-acosada por todos, era muy atractiva para los simples mortales, como yo, me dijo quien era su galán apenas entramos, le recordé que no sabía ni me gustaba bailar pero que estaría siempre cerca de ella, encontré algunos conocidos y estuve en la charla el tiempo que ella bailaba con sus amigos.

Entrada la noche y algunas copas (yo no bebí), los invitados empezaron con algunas situaciones lógicas, entraban en parejas al baño, dejaban la puerta abierta y, entre otras cosas hubo una chica que fue cogida por tres fulanos que ni se conocían y... en menos de hora y media!, un par de “Pseudogalanes” besándose en un rincón totalmente ebrios, aproveché para tomar algunas fotos con una cámara que le quité a una chica que por cierto, estaba tendida en la cama de una de las habitaciones mientras un chico estaba dándole por el culo pero que a veces se quedaba medio dormido, reaccionaba y de nuevo empezaba a bombearla, incluso dudo que estuviera penetrándola, que risa esa noche!, pero sigo a lo mio, tomé las fotos que después me harían reir mucho además de un par de tangas y brassieres, que estaban tirados, incluso un muchacho que estaba sobrio, al ver lo que hacía me pidió la cámara para tomar una foto y me dijo que si en 8 días que habría otra fiesta me veía, le regalara unas copias, se la presté mientras localizaba a Liza, salí a guardar todo en el coche cuando la veo discutir con su novio, me vió y me invitó a retirarnos hacía adentro de la casa, una de sus amigas me ayudó a meterla a la casa y decidí “mostrar” a su galán el trato que debe recibir una chica, lo llevé al fondo del jardín donde con un par de azotes contra la reja  e igual número de bofetadas entendió que esa chica ya no le pertenecía (de hecho nunca lo fue, no son osos de peluche), que si volvía a estar por lo menos a una cuadra de su casa volvería a darle otra “terapia” pero más fuerte, me preguntó quien era, tratando de identificarme pero tenía la vista perdida por el alcohol o sabrá que más, le dije que hiciera de cuenta que “se le apareció el Diablo”, a la fecha no sabe quien fue pero no ha vuelto a acercarse a ella, Liza estaba algo mareada por lo que sugerí retirarnos, ella accedió y me encaminé a su casa, como seguía algo indispuesta le ofrecí tomar un café para ver si se le bajaba, aceptó, fuimos a un Vips y después de un rato se sintió algo mejor, platicamos y le recordé lo bién que la pasé cuando lo hicimos en ese garage aquella noche, dijo que no sabía que pasaría con su novio y que esperaría algunos días para reordenar sus ideas, ataque con un beso suave, ella no se negó a recibirlo pero dijo que no quería hacer nada más, le comenté que me había gustado su vestido y que seguramente sus interiores serían muy sexis, se negó de entrada a seguir mi juego, insistí diciéndole que seguramente solo se había cambiado el vestido, respondió que no, había seguido mi consejo y se había puesto un bikini, hice como que no le creí, respondió: “aquí no puedo mostrarte”, le dije que sabía muy bien donde podría, no se si estaba entrando en calor o fueron las copas que aun tría encima pero aceptó, salimos y me dirigí al mismo hotel que había llevado la primera vez a Sara, incluso me dirigí a la misma habitación, no bien había bajado del auto, cuando traté de tocarle esas nalgas que me tenían hirviendo, se defendió diciendo que solo me iba a mostrar, entramos en la habitación y bajó el cierre posterior del vestido (obviamente seguía ebria pues con levantar el vestido podría admirarla, buena señal), me ofrecí a ayudarle y le planté toda mi rigidez en su trasero, se retiro recordándome su pobre oferta, pude masajear un poco su pecho y logre sentir sus pezones erectos, esperé a que se levantara el vestido y pude ver un bikini negro en encaje precioso le quedaba bastante ajustado resaltando aún más sus virtudes.

Me acerqué y le dí otro beso cuando ella repetía que había hecho caso a mis observaciones, se dejo dar ese y otros besos más pequeños, toqué sus nalgas se negó primero, pero la abracé y le dije cuanto me gustaba soltándose y dejando que tocara su cuerpo, sus tetas eran dos rocas tras un leve encaje de su brassiere de media copa que parecía explotar, aun tras el encaje se apreciaban sus pezones desafiantes, toqué y saqué una y la chupé con suavidad, ella gemía, más aún cuando toque su entrepierna que ya estaba bastante húmeda.

La giré para restregarle mi falo en las nalgas, intenté penetrarla por atrás pero se negó, insistía con lo mismo, seguí en el faje y cuando se dio cuenta ya estaba yo instalado tomando de sus jugos aun encima del bikini, se lo hice de lado y continuaba mientras ella se retorcía y gemía cada vez más intensamente, chorreando por momentos todo su placer a través de su sexo ardiente.

Desabroché su brassierre y chupé con más fuerza el seno que me faltaba, ella dijo: ya no aguanto, hazme tuya!, pero me la pagarás, este no fue el trato!, me negué argumentando que si quería nos retirábamos y que me disculpara, hice como que iba a acercarle su ropa y me gritó “no seas estúpido estoy hirviendo y sales con esto, cógeme, no puedo más!”, me lancé sobre ella y me desnudé, dándole a chupar todo, mismo que se engulló en un solo movimiento, estuvo un rato a pesar de que intentaba sacarlo e introducírselo en su vagina, la hice desesperar bastante, cuando estaba al máximo en su desesperación le abrí a todo lo que daban sus piernas y se la inserté de un solo golpe, casi llora pero de inmediato se empezó a mover en forma un tanto salvaje, quería llegar las más veces posibles, me decía que quería toda mi leche adentro, pero decidí darle más fuerte aprovechando que yo venía relajado por lo de la tarde con Sara, le dí un buen rato para luego voltearla y darle desde atrás apreciando su riquísimo culo, recibía todo lo que le daba y por donde se lo daba, se lo acerqué al ano, no dijo más que no se lo metiera de un golpe, si no suavemente, así lo hice pero al llegar a la mitad ella se lanzó hacia atrás encajándoselo todo y gimiendo de placer, me pidió que esperara un momento, después empezó un leve movimiento que arreciaba conforme se sentía más abierta, acabamos dentro de un acelere frenético y una venida de mi parte que incluso me causó molestia cuando mi esperma salió a toda velocidad.

Estuvimos un rato acostados cuando sonó mi celular, era mi mujer que me decia: Donde estás?, son las 02:30 a.m., le respondí desde el baño diciéndole que estaba en casa de un amigo y que se me había pasado el tiempo platicando con él pero que ya me disponía a retirarme, me dijo que ella se dormiría de nuevo, que no tardará, le colgé de inmediato pués Liza despertó y empezó a masturbarse dando algunos gemidos que espero no haya escuchado mi esposa, le dije a Liza que era hora de retirarnos pues era muy tarde, se negó a vestirse diciendo que por mi culpa seguía así que debía darle más o no se vestiría.

Sin darle tiempo la ensarté de nuevo y empecé un mete-saca lento pero con fuerza, no aguantó mucho y empezó una serie de venidas que pocas veces había visto, seguí unos minutos más y se lo metí en la boca para en poco tiempo hacerla que se tragara todo cuanto inyecté en su boca, sin repelar tragó todo y accedió a vestirse, le prometí darle en unos días más (igual que a Sara), ella me dijo que no lo haría más, volvería con su novio y se casaría pronto, decidía perdonarlo pues seguramente cambiaría, tragué una carcajada, solo le dije que si habría una esperanza si no lograba su reconciliación, solo dijo: “tal vez, aunque eso de que estés casado nunca me agradó mucho”, esa era una muy buena señal.

Al llegar a su casa la dejé en la puerta y me retiré a casa pero a unas cuadras estaba una patrulla, ví una cara conocida que se negaba a entrar en la patrulla y me detuve a ver de quien se trataba, sorpresa!, era el padrastro de Liza que estaba ebrio y en compañía de una prostituta, al menos eso me pareció, hablé con los policías y, como es en este país, aún cuando se pregona el cambio por todos lados, mediante unos pesos accedieron a soltarlos y se retiraron, estaban teniendo sexo en el auto y fueron sorprendidos, que imbécil es este tipo!, la chica era guapa pero bastante vulgar, me agradeció agarrándome del miembro y ofreciéndome una mamada, le dije que por el momento ya era suficiente emoción, que se fuera a casa, llamó de su celular a un amigo que en menos de tres minutos ya se la había llevado, antes me dio su número y una clave para buscarla, me haría un servicio por el “paro” de ese día, cerré el auto de este rufián, (como ví una cerveza cerrada adentro me la tomé para justificar mi llegada tarde a casa) y lo llevé en el mío a su casa, me rogaba que no lo delatara con Liza o con su mujer, le cerré la boca de una bofetada soltándose a llorar como un niño.

Lo bajé de un empujón al llegar, lo levanté y lo aventé contra la barda de su casa, le dije que tenía que hacer algunas cosas para agradecer lo que hice por él, nada era gratis, Primero: dejaba de acosar a Liza de una buena vez. Segundo: El imbécil de su novio no volvía a entrar a su casa. Tres: Se callaba toda su vida mis instrucciones o en su casa se sabría todo además de que cuando lo viera le daría una paliza que no olvidaría jamás, como no paraba de decir que aceptaba, tuve que darle un revés para que se callara y se metiera a su casa, cuando llegué a la mía, lo de siempre, me duché antes que ella se diera cuenta que había llegado, me dijo que me acostará y que me dejara de baños, le dije que estaba un poco sudado y olía a cigarro pués mi amigo fumaba, sintió mi aliento a cerveza y sin más me dio las buenas noches y se volteó a dormir.

Al día siguiente llevé las fotos a revelar y no paraba de reir, hasta que ví la que el muchacho tomó, era ni más, ni menos, que el noviecito dándole a mamar su falo a una chica que no se veía muy contenta y otra más cuando le arrancaba la tanga y se apreciaba que la chica no precisamente lo disfrutaba, me quedé mudo, tenía la llave en mis manos para entrar de lleno con Liza, se que su entrega podría ser ya sin pensar en este tipejo.

Continuará...

Agradezco sus comentarios a green_vamp@yahoo.com.mx