Por los topples de mi madre

El solo pensar que alguien ajeno a ti mismo pueda ver los topples de mamá es algo incomodo o incluso frustrante, pero pensar que alguien se la pueda tirar es impensable e hilarante hasta el punto de preferir mil veces ser yo quien la haga feliz como su hombre.

Hola mi nombre es Jose, vivo solo con mi madre de nombre Ana la cual tiene 34 años, una mujer muy hermosa de 1.70m de altura, delgada con unos pechos redondos 36D y unas nalgas hermosas, blanco de muchas miradas masculinas, aun así, en mis 18 años no recuerdo haberla visto en una relación o que haya faltado a dormir a casa. La relación con mi madre siempre fue de mucho cariño y reglas no muy rígidas.

La zona en la que vivimos es de clase media por lo cual tenemos cerca un club con piscina en donde la mayoría de las personas que viven aquí van a socializar o acuden a cualquier otra cosa, pero también cada familia o la mayoría tiene su propia piscina, ese era nuestro caso.

Cada sábado y domingo habitualmente iniciamos el día yendo a la piscina del club pues a pesar de que a mí me gusta más la privacidad de la nuestra, a mi madre le gustaba más el ambiente que se forma con las risas de los niños, la plática con sus amigas y música sabatina para relajar, así que queriendo o no íbamos para que ella se relajara y compartiéramos un poco de tiempo juntos, una cosa muy usual ahí es que las mujeres un poco más de la media hacía topples cuando menos boca abajo otras dejaban ver sus pezones sin pena alguna, una de las excepciones era mi madre a la cual lo más que veía eran sus piernas, torso y el nacimiento de sus pechos no más.

Mi historia comienza un mes después de mi cumpleaños número 18, Aquel sábado no fue la excepción estábamos echado sobre nuestras mantas boca abajo, solos uno al lado del otro y bastante gente a nuestro alrededor.

- Jose échame el protector por favor.

- Si má

- Espérame un momento

Ante mis ojos mi madre hacia algo que jamás imagine ver, se soltaba los cordones del sujetador.

- Ahora si échame el protector por favor

- ¿te vas a quedar así?

- Si ¿Por qué? ¿te incomoda?

- La verdad si, un poco.

- ¿y eso por qué?

- Nunca has hecho topples y se me hace raro que hoy quieras hacerlo

- ¿Y te incomoda ver a tu madre en topples?

- El que yo te vea no, bueno solo un poco

- ¿entonces?

- El que te vean otros

- ¿y que sugieres?

- Si gustas me voy a casa, de cualquier manera, ya me aburrí.

Levante mi manta y tome mi toalla, me fui a los vestidores a cambiarme de ropa sin mirar atrás para evitar incomodarme más.

Al llegar a casa me volví a poner el bañador puse música suave, me tiré boca arriba en el césped frente a la piscina y cerré los ojos para relajarme, poco tiempo después la luz del sol me es interrumpida y ciento una ligera corriente de aire, abro los ojos haciendo sombra con las manos para que no me peguen los rayos del sol, veo que es mi madre acostándose a mi lado.

- ¿No que ya te habías aburrido de estar en la piscina?

- Sabes que me gusta más nuestra piscina y quería relajarme sin el ajetreo del club.

- Pensé que era por la incomodidad que te causo que hiciera topples.

- También

- ¿y por qué?

- Ya te dije, supongo que es la falta de costumbre de verte así.

- ¿te molesta que haga o que me vean haciendo topples?

- Es tu cuerpo y puedes hacer lo que desees

- Si, pero tú eres mi hijo y puedes darme tu opinión y si no quieres que haga topples basta con que me lo digas para que no lo haga.

- En el club no.

- En el club no ¿entonces aquí sí?

-

- ¿y por qué aquí sí?

- Aquí nadie te ve y te das gusto de hacer topples.

- Nadie, excepto tu ¿no?

- ¿Y en el club por qué sí? ¿para que todos te las vean?

- No quiero que todos me las vean, solo lo hice en el club para ver tu reacción.

- ¿Y qué tal te va?

- Bien.

- ¿y que te ha dado por hacer topples?

- Ya estas grandecito y quiero cambiar algunas cosas, por ejemplo, hacer topples, ser más moderna valla.

-

- Mira hasta mi teléfono es de la época de las cavernas (declaro mi madre mientras me muestra un teléfono de solo llamadas y mensajes)

- ¿Y qué cambios aras, además del teléfono?

- Aun no lo sé, conforme la marcha iremos viendo

-

- También quiero hacer cambios en otros asuntos

- ¿Cuáles, si se puede saber?

- Claro que sí. La verdad es que desde que te concebí no he tenido nada que ver con nadie y como dije, ya estas grandecito y yo necesito sentirme querida, amada ¿y porque no? también deseada como mujer.

- ¿y ya tienes candidato?

- Uno, pero antes de todo, quiero saber tu opinión

- Bien, gracias por tomarme en cuenta

- Mas de lo que te imaginas, pero dime que piensas, ¿crees que tu madre aun es guapa?

- Hermosa y me quedo corto, no sabes las veces que me he puesto celoso al ver cómo te miran.

- ¿En verdad? ¿y quienes me miran?

- Casi todos, pero no hablemos de eso que me incomoda

- ¿entonces que piensas?

- Pues supongo que es justo que rehagas tu vida, aunque para ser sincero no me gusta la idea.

- ¿Por qué?

- Discúlpame, pero lo pondré así, buscaras a un hombre cuando ya tienes uno en casa.

- Pero tú eres mi hijo

- Lo sé… y dime ¿Quién es tu candidato?

- Antes de decirte desátame el sujetador para broncearme bien y que no me quede marcado.

Poco a poco aparecieron unos pechos grandes y firmes ante mis ojos, adornados con un pezón pequeño y marrón bordeado de una areola de más o menos medio centímetro de anchura. Rápidamente me volví a acostar boca abajo sobre mis brazos para ocultar la erección que me produjo ver ese par de melones jugosos.

- Bien prepárate para enterarte.

- … ¡dios! No sé si quiero saber.

- De cualquier manera, te tienes que enterar.

- ¿y bien?

- Eres tu

- A ver, a ver, creo que no te estoy entendiendo

- Ya, te dije que no era mi intención hacer topples en el club porque obvio no quiero que cualquiera vea mi intimidad y aquí pues tu eres mi hijo, con el que comparto casi todo y al buscar a alguien que me de cariño, atención y esas cosas sé que encontrare a personas que solo quieran un acostón conmigo y para eso cualquiera, sé que solo tú me darás cariño y atención real, sé que desde siempre he puesto una barrera entre los dos pero ya estas grandecito para saber que está bien y que está mal y sé que sabrás interpretar las cosas como lo que es, te quiero para lo que yo buscaría a un hombre, que me des tiempo, que me hagas cariñitos y esas cosas que toda mujer necesita, ya estas grandecito para saber qué es lo que tú quieres y que no.

-

- Si no te apetece puedes decir que no y sin problema. Buscare a alguien más, pero, ya no quiero estar sola y ten por seguro que te prefiero mil veces a ti.

Si bien nunca vi con ojos de deseo a mi madre si la había visto hermosa y era consciente de que muchos la deseaban como mujer y el que me eligiera precisamente a mi para hacerle cariñitos y aunque no lo decía estaba implícito el llegar a mantener relaciones sexuales.

- En verdad, no sé qué decirte

- Te entiendo y entiendo si necesitas pensarlo… ¿te parece si para bajar las tenciones más tarde me acompañas a hacer unas compras?

- Si

Entre clavados constantes al agua iban apareciendo en mi mente recuerdos de los hombres que quedaban viendo lascivamente el cuerpo de mi madre a pesar de que ella usaba ropa tipo ejecutivo bastante holgada donde escondía su figura, figura que solo los que la veíamos los fines de semana, en un bikini que cubría completamente las nalgas y los pechos podíamos ver.

En el centro comercial después de comprar un nuevo teléfono fuimos al departamento de ropa donde me pedía opinión sobre vestidos, blusas, jeans, entre otras prendas de exterior a lo que yo le aconsejaba ropa sexy, en la ropa interior aun con la incomodidad que me invadía igual me pedía opinión, no perdí oportunidad de aconsejarle tangas, y lencería erótica, entre los cuales llamo mi atención uno que solo tapaba lo de enfrente así como vagina y ano, la parte trasera solo tenía un par de tiras bordeando las nalgas, con estas piezas así como en otras con las que me entusiasme hacia muecas que me hacían pensar que no me daría gusto en todo, sin embargo al pagar le dieron una bolsa obscura cerrada, en las compras también llevamos bikinis que cubrían menos y algunos tipo tanga los cuales no quería comprar pero le anime diciéndole que los usara solo en casa, también paso al salón de belleza en donde le ondularon en pelo cosa que le sentó de maravilla.

Cenamos y como era costumbre cada uno a su habitación, en mi mente estaba el pensamiento de que mi madre necesitaba que la mimara, por lo cual decidido fui a su habitación, mencionándole que quería dormir abrazándola, su expresión fue de gusto. Al meterme a la cama le vi un pijama compuesta por un pantalón y blusa de seda azul, muy suave al tacto. habremos pasado dos horas o más platicando sobre su nuevo teléfono y otros temas sin importancia cuando quedamos dormidos, yo quede abrazándola por la espalda sobre su cintura a la vez que podía sentir sus nalgas pegadas a mí.

(durante la noche, me vi en una especie de laberinto donde extrañamente tenía sensación de buscar a mi madre, empecé a caminar hasta una intersección donde sigilosamente vi que alguien besaba a mi madre y posteriormente ya la estaba penetrando), desperté lleno de sudor y con ira en el cuerpo, mi madre iba entrando a la habitación presuntamente acababa de bañarse.

-          ¿Cuál me recomiendas?

Dijo mi madre mientras me mostraba dos calzones de diferente diseño y ambos en color blanco, señale con el dedo a uno de ellos, mostrándome impactado por la pregunta.

-          ¡me gusta! Buena elección mi amor.

La pregunta se repitió con dos estilos diferentes en un par de bikinis los cuales menciono usaría en el club.

Por unos segundos quedo mirándome como si estuviera pensando en algo, entonces de la nada se desabotona la blusa dejando a mi vista su par de tetas y posteriormente se baja el pantalón del pijama y luego la pantaleta que le llagaba cerca del ombligo y un poco debajo de la ingle dejando a mi vista un pubis peludo, seguido se pone el conjunto de ropa interior que elegí.

Camino al club me mencionaba que en futuras reuniones de trabajo quería que la acompañara, así como en otros eventos a los cuales normalmente iba sola.

En el club lo más relevante fue ver a mi madre con un bikini más sexy y atractivo de lo que usualmente usaba, al mencionarlo sus amigas ella respondió que quería coquetearle a un hombre mientras me miraba. Mas tarde cuando movió las piernas pude ver que sobresalían unos vellos de su pubis cosa que le hice saber, una vez terminamos el desayuno anuncio a sus amigas que nos teníamos que retirar a casa.

-          Deberías de depilarte la entrepierna, para que no sobresalgan del bikini.

-          Supongo que sí, aun que te confesare que nunca lo he hecho.

Al llegar a casa me menciono que iría a cambiarse, después de más de media hora me alcanza en la piscina.

-          ¿y, que tal me veo?

Mientras se giraba, vi la imagen de una jovenzuela universitaria, alta, delgada, pechos a punto de escapar del sujetador y un bikini tanga que a pesar de ser más pequeño que el que uso en el club no dejaba ver vello púbico.

-          Creo que no te hicieron falta palabras (dijo mi madre con una pequeña sonrisita)

Después de deshacerse del sujetador y provocarme una erección a salud de los pechos de mi madre, se sienta a un lado de mi mirándome fijamente.

-          ¿Qué pensaste sobre lo que te dije ayer?

-          Pues, que definitivamente me moriría de celos si te viera con alguien, y dime una cosa ¿Por qué yo?

-          Porque siempre he pensado que tú por derecho eres el hombre de la casa y ya tienes edad para cumplir con algunos asuntos, como por ejemplo ser un apoyo para mí en el negocio familiar, tomar decisiones entre otras cosas y, a decir verdad, te amo más de lo que se ama a un hijo, moralmente no me siento mal sé que la gente hace cosas peores y no serían quienes para juzgarme, además de quien diría algo ¿yo? Claro que no y sé que tú tampoco.

-           ¿Y cómo seria la relación que quieres?

La respuesta fue un tanto al aire, lo más especifico fue que le gustaría que fuera romántico con ella, el tema sexual no lo toco ni por encima, en algunos temas me dijo que lo dejaba a mi criterio, cosa que me gusto pues necesitaba acostumbrarme a este nuevo trato con ella.

Después de esta pequeña platica se recostó aún más cerca de mí y puso su cabeza en mi pecho               mientras me abrazaba, mi corazón latía a mil, estaba un tanto inquieto pues nunca imagine que alguien que se le pudiera comparar en belleza se pudiera fijar en mí, era como que la actriz porno más buena del mundo me pidiera ser su novio, la diferencia radicaba en que después de más de 17 años prácticamente podía ser yo quien la desvirgara por segunda vez.

Después de salir de mis adentros, note otra cosa que me turbo un poco, sus pechos rosaban y en momentos se comprimían en mi costado, inevitablemente mi “amiguito” empezó a despertar aún más, para evitar la incomodidad de que ella lo notara me levante diciendo que disfrutáramos del sol nadando un poco, me lance al agua y ella conmigo.

En un momento de coqueteo ella fue hacia una de las orillas y mirándome de lado me hacia señas con el dedo índice para seguirla y así lo hice, la abrace de espalda por la cintura, sus manos fueron a las mías, pensé que como toda historia erótica ella las guiaría a sus pechos, pero se quedaron estáticas, no así sus labios quienes buscaron a los míos fundiéndose en un beso, pude notar como paraba las nalgas situando mi verga entre ese par de carnosos glúteos.

Me incomode un poco al no estar acostumbrado a ese tipo de trato con ella, sin embargo, recordé el sueño que tuve y definitivamente la prefería en mis brazos, incluso prefería ser yo con quien ella escenificara el acto sexual a que alguien mas la tuviera penetrada, por tanto comencé a comerle la boca más apasionadamente, la tome de la cintura a la altura de su sexo para meter mas mi verga entre sus nalgas, de su boca salió un pequeño gemido, soltó mis manos para jalar de los lasos de su bikini dejando su cuerpo al total desnudo, pude notar que ya no tenía vello púbico, tímidamente mi bañador fue bajando llegando al fondo de la piscina junto al bikini de mi madre, poco a poco mi verga erecta se acercaba a la cueva de mi madre y ella me hacia saber de su nerviosismo con pequeños suspiros, el calor interno de mi madre no tardo en acoger mi virilidad con lo que ella soltó un leve grito e instintivamente empezaba a sacar y meter mi verga en ese paraíso, fuera del agua solo se podían ver las pequeñas olas que generábamos con cada arremetida, mis manos empezaron a amasar aquellos par de tetas dando especial atención a los pequeños pezones, mis labios besaban tímidamente el cuello de mi madre hasta que mi excitación hizo que me corriera dentro de ella.

Pude ver en su rostro una pequeña sonrisa como si se tratara de una adolescente que acababa de perder su virginidad.

- Gracias mi vida, me acabas de hacer la mujer más feliz del mundo.

Mientras decía esto se daba vuelta y me abrazaba por el cuello. En eso se escucha que tocaban el timbre, me sumergí por nuestros trajes de baño, mientras yo habría la puerta ella se colocaba el sujetador, eran sus amigas las cuales mencionaron estar preocupadas por mi madre ya que nunca salía temprano del club, a esto solas se invitaron a pasar a nuestra piscina con unas botellas de whiski, al notar la tanga que mi madre tenia puesto su sorpresa fue grande pero la alentaron diciendo que se le veía bien, la plática inicial fue de la rutina que mi madre llevaba para conservar una figura de envidia, después de por qué nunca la habían visto con ropa así en el club y posteriormente el tema de que era buena practica para encender la llama con sus maridos pero igual que mi madre solo vestir así en casa.