Por las fantasías de mi esposo, adicta al sexo
Gracias a las fantasías de mi esposo he conocido mundos nuevos sobre el sexo, pero lo mas delicioso, HOMBRES
Comienzo recordándoles que a mi marido se pone al 100 fantaseando con el que me cogen otros hombres (principalmente que sean conocidos), pero a mí no solo me gusta fantasear, sino complacerle. Ya va a ser casi un año del que comenzamos a experimentar, mi primer goce fue Hans, a quien sigo frecuentando pero ya no para relacionarnos, sino como amigos. Existen algunos hombres de quienes después le contaré. Para no hacer más preámbulo comienzo.
Hace 1 mes aproximadamente que salimos mi esposo y yo a una fiesta que organizamos compañeros de mi trabajo. Estuvimos pasándola muy bien bailando, platicando, haciendo de todo. Resulta que a Antonio no le gusta bailar banda y pusieron música de banda (que es mi favorita) y nos sentamos. En eso se acerco un amigo que se llama Alejandro, moreno claro, de estatura regular, con unos ojos color verde miel, y tiene una sonrisa muy tierna; físicamente se parece a mi esposo, con un poco mas duritas las nalgas, o por lo menos eso creo. El punto es que Alejandro se dirige a mi esposo y le dice: ¿Anto, me permites a tu dulzura?, a lo que mi esposo contestó: si ella quiere, adelante. Yo me levante con una sonrisa y le di las gracias a mi esposo y nos fuimos a bailar. Todo era de lo más normal hasta que Alejandro que quiso quebrar en una de las canciones y sentí algo un poco duro en mi pierna. No dije nada y lo disfrute bastante. Cada vez sentía como se abultaba algo que ya no solo rozaba mi pierna si no que en ocasiones parte de mi pelvis lo cual me empezó a generar una excitación, en donde podía sentir como me mojaba, entre los movimientos del baile chocamos con otros amigos y nos soltamos, pero creo que Alejandro sabía lo que pasaba que de inmediato me abrazo para que no nos diéramos cuenta de que tenia una erección, y al quererme tomar de la cintura tomo una de mis nalgas, y se disculpo de inmediato, yo le sonreí y le mencione: no te preocupes Alejandro, fue un accidente.
En cuanto llegamos a la cochera de mi casa, bese a mi esposo en el coche y ahora fui yo quien le pidió que fantaseáramos a lo que él me dijo que sería un gusto hacerlo. Me pregunto que si con quien quería hacerlo esa noche y le dije, quiero que seas Alejandro. Se sonrío y me comenzó a besar el cuello, metió su mano entre mi falda y comenzó a acariciar mis piernas. Le pedí que hiciera el asiento hacia atrás, le desabroche el pantalón y saque su pene, lo empecé a tocar con suavidad, el estiro su brazo y saco mis pechos de mi bra y del vestido y los tocaba, los apretaba, me incline y le dije: Alejandro sentí lo duro que tenías tu pene cuando bailábamos, así que en recompensa por sacarme a bailar te lo voy a relajar. Mi esposo me pidió que me montara en su rostro e hicimos un 69. Le mamaba su glande, le daba vueltas con mi lengua, le gritaba: vente Alejandro, vente en mi boca, dame tu leche, hasta que me ahogue un poco porque de repente sentí el chorro en mi garganta, pero aun así me lo trague todo. Nos metimos a la casa, nos desvestimos y nos metimos en la ducha, nos besamos y acariciamos mientras el chorro del agua nos caía, empezó por enjabonarme la espalda y me empezó a decir (siguiéndome en el juego): Anita, me encantan tus ojos grandes, tu piel suave, tus senos grandes, tus bien formadas piernas, tus nalgas, tus labios, y hoy con el permiso de tu esposo, voy hacer que lo olvides por esta noche, voy a lograr que anheles que este momento nunca acabe. En cuanto termino de decir eso, me tomo los dos senos y comenzó a recorrerlos con una suavidad que nunca había experimentado, besaba mi oreja, y yo rozaba su pene con mis manos, me volteo frente a él, y empezó a lamerme los pezones, y fue tan rica la sensación que me provoco un orgasmo: aaaaaaaaaaaaaaaaahh!!!, comenzaron a temblarme las piernas, y estuve a punto de desvanecerme, mi esposo me cargo en sus brazos y mojados nos tumbamos en uno de los sillones de la sala, apagó las luces y abrió la ventana que da a la calle, para tener el riesgo de ser visto y subir el grado de excitación. Mamó un poco mi vagina mientras yo le decía: Alejandro, eres tan bueno en esto, me vuelves loca, me vuelves puta. Mi esposo dejo de lamerme la vagina y poco a poco introdujo su pene en mí, el coito no fue tan largo pues los dos estábamos muy excitados. Al sentir su líquido, lo abrace y exclame: ¡¡gracias Alejandro!!
A la semana siguiente, para ser exacta el viernes 18 de Febrero, estando en el trabajo recibí un mensaje de mi esposo donde me decía: mi amor, esta noche gozaras de nuevo. Estaba emocionada porque siento que soy adicta al sexo, y quería estar ya con él. Al llegar a mi casa las luces estaban apagadas, abrí la puerta y escuche la voz de mi esposo que me dijo: te vas a bañar mi amor, y te vas a poner la ropa que te prepare, puse tus pinturas y lo que tal vez necesites para que lo hagas ahí, ya que estés lista me avisas, para ir por ti. Me bañe y me puse lo que mi esposo me había preparado; era un liguero blanco con sus medias, unas zapatillas blancas, me pinte, me puse perfume y salí. Al verme me dio un abrazo y comenzamos a besarnos, nos metimos al cuarto y estaba adornado con flores y velas, incienso y música, se veía hermoso. Me recostó mi esposo sobre la cama y de repente saco un pañuelo con el que tapo y amarro mis manos para que no pudiera tocarlo, saco otro pañuelo para vendarme los ojos y me dijo: hice una grabación de algunos diálogos sexuales, lo que escuches en la grabación lo contestas, pues cuando te este cogiendo no voy a hablar, ¿quedo claro? y asentí con la cabeza. Me dijo que saldría del cuarto para ir por la grabadora, no tardó ni un minuto y me dijo: Ya regrese, jugaremos a que yo soy Alejandro y te cojo como nunca, yo sonreí y le dije con gusto mi amor .
Comenzó la grabación, las caricias suaves por todo mi cuerpo: Hola Anita ¿cómo estás?, Yo conteste: Hoolaa Aalejandrooo, te estaba esperando . La grabación: Anita, tengo que confesarte algo, el día de la fiesta deseaba manosearte, comerte, cogerte, hacerte mía, por eso es que estaba con mi pene erecto. Me dio pena que te dieras cuenta y más porque ahí estaba Antonio, pero hoy no quiero desaprovechar la oportunidad, te voy hacer mía…
Sentí como los labios suaves recorrían alrededor de mis pezones, sentía como se me erizaba la piel por tan delicadas caricias. Yo respondí: apaga la grabación y déjame hablar solo a mí. Se levanto mí esposo, apagó la grabadora y le dije: Alejandro, te conozco hace 3 años y desde que te vi me gustaste, pero sabes que soy una mujer casada, y por tanto nunca correspondí a los coqueteos que tenías hacía mí. Pero en esta noche es para nosotros, sin importar el que sea casada, así que hazme tuya, haz que me olvide de todo y has que nunca olvide esta noche; bésame los pechos, aaaaaaaah, en cuanto dije que me besara empezó a tocarme, y besarme, moría de ganas de acariciarlo pero no podía pues tenía vendadas las manos. Fue bajando su mano por mi pierna la alzo y la regreso a modo de tomarme las nalgas, la cogió y la apretaba fuerte cosa que me prendía. Le dije: Alejandro disfrútame ahorita que no está mi marido, se fue haciendo hacía mi vagina y empezó a comérsela, metía y sacaba su lengua, me lamia mi colita y mordía mis glúteos. Después me sentó a la orilla de la cama, me inclino hasta que mi cabeza quedo justo en su pene el cual comencé a mamar, y él con sus manos hundía mi cabeza, al comenzar a mamarlo me di cuenta que mi esposo estaba muy excitado pues lo sentía más grueso y un poco más largo de lo normal. Alejandro, que gordo tienes tu pene, dame tus bolas y mételas en mi bocaaaaaa, como pude, intentaba hablar pues aquello era un mega pollón. Me puso de pie, me tiro sobre la cama boca abajo y comenzó a besar mis nalgas, abrió mis piernas y comenzó a besar de nuevo mi colita, siguió con algunas caricias con sus manos, y sentí como su dedo penetro mi culo, aaaaaaahhhh¡¡¡¡ Alejandro, que rico, mételo hasta el fondo . Saco su dedo y metió dos al mismo tiempo y los empezó a mover muy rápido, yo estaba muy excitada, se recostó arriba de mi y sentí como la primera vez en que Hans me desfloro mi colita, ahhh¡, gemí con un poco de dolor pues aquel pene era más grande de los que habían entrado, dame más Papi, mucho más papá!!! que delicia, Se levanto me puso boca arriba y comenzó a follarme por mi vagina, dale más duro Alejandro, así Alejandro aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!! Vente, vente sobre mí, dame tu liquido Alejandro, y sentí como salió su jugo caliente y me impregnaba de él.
Le pregunte a mi esposo, te gusto mi amor y él me respondió Si, y mucho. Comenzó por desatar mis manos, mientras me seguía besando los pechos, me quito el amarre de los ojos y grite. Quien me había cogido era en verdad Alejandro y voltee buscando a mi esposo en el cuarto y él estaba apagando la cámara de video, ¿qué paso?, pregunte, pero Alejandro callo mi boca con un tierno beso que me excito mucho. Se acerco mi esposo y comenzó a acariciarme mientras Alejandro me besaba, mi esposo separo nuestros cuerpos sin separar nuestras bocas, y comenzó a comerme la vagina, le dije, denme los dos. De inmediato Alejandro se puso boca arriba, Antonio me tomo de la cintura, me hincó en la cama y comenzó a lamerme la cola mientras yo le comía el pene y las bolas a Alejandro, después de unos minutos mi esposo me levanto y acomodo mi cola en el pene de Alex, y resbaló hasta el fondo, me tumba hacía Alejandro y él me toma los pechos acariciándolos, apretándolos, pellizcándolos; Antonio introdujo su pene en mi vagina y comenzaron el vaivén. Fue una sensación fantástica, me cogían mi hombre fantasioso y el amor de mi vida.
Los tres nos venimos, primero yo, después Alex en mi cola y al último Antonio en mi vagina. Nos quedamos acostados los tres, acariciándonos, claro ellos a mí y yo a ellos hasta que nos quedamos dormidos.