Por la tarde

Empezó en una tarde aburrida.

POR LA TARDE

Siempre me acuerdo de aquella tarde, donde la conocí a ella y a partir de la cuál todos los días necesito conectarme para sentirme dominado y utilizado por ella. Nunca muestra su satisfacción por mi sumisión, no sé si la plazco enteramente, pero siempre está ahí para darme órdenes y castigarme cuando quiere divertirse a mi costa.

Aquella tarde me encontré con 2 horas libres de improviso al cancelarse las prácticas en el laboratorio. Me fui a casa para conectarme a Internet y leer algunos relatos hasta que llegase la noche para tomar algo con los amigos. Estuve leyendo una serie que me calentó tremendamente. Se llamaba "La joven ama", sobre un sumiso dominado por una chica de 18 años. El tema de la dominación me resulta interesante, enseguida me metí en el papel del sumiso y pensé en buscar a alguien en el chat para compartir el tema y hablar de ello. Siempre entro en esos chats para vacilar o pasarlo bien hablando pero sin llegar a nada serio.

Entré y creé una sala llamada "sumisión", a ver quien entraba. No entraba mucha gente, y la que entraba era para vacilar, como lo suelo hacer yo. Pensé que no iba a pasar nada interesante, me estaba aburriendo y el calentón ya se me bajaba. Entró alguien con el nick de una chica "Marisa". Enseguida me mandó un privado. Suelo desconfiar de los nicks con nombre de chica, y con cualquiera que diga ser chica, en verdad. Hablamos un rato, nos presentamos y todo eso que sirve de introducción. Le hablé de mi interés por la dominación, y que me sentía sumiso con las chicas. Ella parecía conocer el tema, puesto que no se extrañó y seguimos hablando del tema. Me confesó que le gustaría dominar a un hombre para saber que se siente, pero que no se atrevía a confesarlo a nadie. Le dije que podíamos jugar un rato para ver que pasaba. Estuvo dudando unos segundos, hasta que contestó que sí.

Nos dimos los msn, con la suerte de que los 2 teníamos cam. Ella empezó algo tímida y yo intentaba que la cosa fluyese. "Tienes un chico dispuesto a obedecerte en todo ¿Qué se te ocurre?" le dije yo para animarla. Tardó un poco en contestar "quiero verte". Ajuste la cam y me enfoqué el torso para que enseñar la cara. Ella también puso la suya, también enfocando el torso. Me mandó quitarme la ropa. Era la primera vez que llegaba tan lejos y esta vez las dudas las tuve yo. "Hazlo" insistió ante mi tardanza. Me levanté de la silla y comencé a quitarme la ropa. Me quedé desnudo ante la cam, me imaginé su cara al verme, no sé si de gusto o no. Estaba nervioso delante de la cam, ella no decía nada, pero sentía su mirada recorriéndome el cuerpo. "Enfoca más abajo, quiero vértela bien". La obedecí de inmediato, ya me sentía algo dominado por ella y no sabía aún hasta donde llegaría. Ella se quitó la camiseta quedándose en sujetador. Poco después se lo quitó, mostrando sus bonitas tetas. Eran preciosas, no destacaban por su tamaño, pero eran redondas y muy bonitas. Se me puso dura enseguida y se me empezó a mojar. "pajéate, pero no te corras". Empecé a tocarme y ví que ella también lo hacía, desnuda y sentada enfrente del ordenador. Me enseñó todo su cuerpo, hasta el cuello. Era preciosa, pequeña, piernas preciosas y caderas anchas. Se metía un par de dedos, y con la otra mano se acariciaba sus tetas y sus muslos. Ante aquella imagen el orgasmo empezó a acercarse. "perrito, tócate los testículos, quiero verlos" los levanté, seguí pajeándome, hasta casi llegar al final. "No dejes de tocarte". Tenía que aguantarme, podía correrme y no quería desobedecerla y quedarme sin cumplir sus órdenes. Su cuerpo estaba recubierto con un brillo, señal del sudor que lo recubría. Ella también estaba cerca del orgasmo, a tenor por los movimientos compulsivos de sus piernas y a las repentinas elevaciones de sus caderas sobre la silla. "no te corras antes que yo, perrito, no me decepciones". La verdad es que tenía que pajearme más suave para no correrme, esperando que no se diese cuenta. Ya no aguantaba más, tenía que apartar la mano para no terminar. Cada vez que lo hacía ella soltaba una mano de su cuerpo para teclear que no dejase de tocarme, o cortaba. Intenté entonces no mirarla y pensar en otras cosas, para ver si lograba aguantar. Pero los ojos se me iban a ella, a su cuerpo sudoroso y tembloroso. No podía más, iba a correrme cuando veo que todo su cuerpo se convulsiona, y empieza a llenar sus manos de fluidos. Dejé de tocarme y me dediqué a contemplar el espectáculo de un orgasmo femenino. Casi hasta podía oírla gritar sus jadeos, se aferraba a la silla con las manos mientras su vientre daba los últimos estertores. Cuando terminó su cuerpo estaba completamente mojado, mezcla de sus fluidos y de su sudor. "no te dije que dejaras de tocarte, SIGUE". Volví a retomar la acción, con la esperanza de que ahora me diese permiso para terminar. "Cuando estés a punto, avisa". No tardé mucho en avisarla, me mandó sentarme y enfocar mi vientre. "Quiero ver como te corres encima, hazlo" me llené el vientre de leche, mis piernas estaban totalmente estiradas temblando, como todo mi cuerpo. En la cam se veía mi polla escupiendo borbotones de leche sobre mi cuerpo.

Cuando terminé no me moví, hasta que me diese una nueva orden. "Un sumiso debe tener siempre el pubis rasurado, mañana lo afeitarás completamente, quiero ver esa polla más limpia que una patena" "Sí, ama". Esa fue su primera orden, y sospeché que no era el primer sumiso que trataba. Seguimos hablando, sin dejar que me limpiase. Le conté más cosas de mí, a que me dedicaba, con quien vivía y cosas más íntimas. Yo trataba de contestar a todo, pero en algunas preguntas me sentía intimidado y contestaba con evasivas, cosa que no parecía que le importase. Ella desconectó la cam suya, ya no me dejaba verla, pero yo tenía que seguir con mi cam enfocando mi cuerpo, donde la leche se empezaba a secar sobre mi piel.

Antes de despedirse me dio alguna orden más general. Esa noche no podía limpiarme, tenía que dormir desnudo y al día siguiente no podía llevar calzoncillo a clase. Lo último que me dijo es que al día siguiente quería verme antes de la cena, y así quedamos.

Bien, esa fue la primera sesión que tuve con mi ama. Si les parece interesante puedo seguir contando la historia, háganlo saber en sus comentarios.