Por la costa brava. II

Patricia se desabrocho el pantalón y bajándolo junto con el tanga, procedió a introducir el huevito dentro de su coño. En cuanto estuvo dentro, Pablo cogió su móvil y puso una velocidad lenta en el huevito.

Por la costa brava. II

El fresco de la noche los despertó, Pablo se levantó, soltó el ancla y encamino el barco rumbo a puerto, aunque podían pasar la noche amarrados cerca de la costa, prefirió llevarlo a puerto. Patricia se había bajado al pequeño camarote y se había vestido.

¿Qué haremos ahora?

-Pues creo que iremos a cenar.

¿hummm perfecto, pasamos antes por el hotel?

Claro.

Dejaron el barco atracado en el puerto y subieron al hotel.

Bueno una duchita rápida y nos vamos que casi son las 10.

Entraron los dos juntos a la ducha, pero esta vez solo se ducharon en cinco minutos pablo ya estaba preparado.

Patricia tardo un poco más, pero como hacia bueno, no la importo salir con el pelo húmedo.

¿Qué tienes en la mano?

Un juguetito y abriendo la mano la enseño un huevo vibrador.

A Patricia se le hicieron las bragas agua, ya sabía lo que eso suponía, se lo había dicho muchas veces y estaba encantada de probarlo por fin.

Humm te has acordado ehhh, no se te escapa una.

Toma póntelo.

Patricia se desabrocho el pantalón y bajándolo junto con el tanga, procedió a introducir el huevito dentro de su coño. En cuanto estuvo dentro, Pablo cogió su móvil y puso una velocidad lenta en el huevito.

Ehhh para que aún es pronto.

Tranquila solo estoy probando.

Subió la potencia al máximo y Patricia tubo que agarrase a la mesa y cerrar las piernas.

Joder sí que tiene fuerza el aparato sí.

Salieron del hotel rumbo al Tierra de Fuego.

Pablo por el camino fue poniendo intensidades medias al huevo, lo que hacía que Patricia se agarrase a él para poder mantener el equilibrio.

Llegaron al restaurante y cogieron una mesa discreta en el fondo del local. Pablo puso el huevo a media potencia.

¿lo aguantas bien ahí?

Serás cabrón hummm ponlo más bajo.

Vale cuando se valla el camarero.

Joder no se si aguantare mucho más.

Tranquila lo harás.

Patricia se agarraba a la mesa y abría la boca mordiéndose el labio inferior. El aparato la estaba poniendo a cien. En la mesa de al lado había dos chicas y una no paraba de mirarla, la estaba viendo retorcerse y sabía que no era de dolor.

Por fin llego el camarero.

Buenas noches, que querían?.

Pide tu querida.

No, no pide tú, que no puedo pensar.

El saber que el camarero estaba tan cerca la estaba poniendo a mil. No sabía si podía escuchar el sonido del huevito y eso la excitaba mucho. El camarero tomo nota y se marchó. La rubia de enfrente no dejaba de, mirarla. Pablo bajo la intensidad del huevo y Patricia suspiro aliviada. Miro a la rubia y vio como esta se mordía el labio.

Voy un momento al baño.

Perfecto te bajo la intensidad, no, déjala así que me pone muy perra.

Patricia se dirigió al baño, sabía que la rubia iría detrás de ella. Entro en el baño que tenía un lavabo fuera y la taza dentro. Entro donde la taza e hizo tiempo, cuando escucho que se cerraba la puerta, abrió y salió. La rubia estaba en el lavabo, al verla se asustó.

No te asustes, ¿a qué has venido?

Me está calentando vuestro jueguecito.

¿de verdad? Pues acaba de empezar. Si tienes paciencia lo pasaras muy bien.

Patricia se lanzó a su boca levanto su falda y metió su mano entre sus bragas, introdujo un dedo en su sexo y noto que estaba encharcada.

Estas húmeda como una perra.

Siiiii y es por ti.

Patricia acerco el dedo que antes estuvo dentro de la boca y se lo dio a probar.

Hummm eres muy morbosa.

Patricia se dio la vuelta y vio a Pablo hablando con la amiga de la rubia.

¿Qué te decía?

Que si tomamos una copa juntos los cuatro.

Hummmm no te puedo dejar solo.

¿y tú que has hecho con la rubia en el baño?

Calmar su curiosidad.

Jajajjajajaj

Continuaron cenando y la ansiedad de Patricia aumentaba por momentos, el huevo la estaba volviendo loca.

Me estas matando cabrón

Siii, no lo parece.

Estoy a punto de correrme, espera que llegue al baño y lo pones a tope.

De eso nada , si quieres correrte córrete aquí.

Serás cabrón, vale ve subiendo poco a poco.

Pablo fue subiendo la intensidad lentamente. Esto hacía que Patricia se fuese agarrando a la mesa y mirase fijamente a la rubia, que con una mano dentro de sus bragas no perdía detalle de las caras de Patricia.

Patricia abrió la boca y cerrando los ojos y las piernas tuvo un fuerte orgasmo que termino con su cabeza en la mesa y una buena mancha en sus pantalones.

Por su parte la rubia acelero las frotaciones en su clítoris y un charquito apareció bajo sus pies a la vez que sus bragas quedaron empapadas.

La compañera miraba a pablo con ojos traviesos y abriendo las piernas, le dejo ver que no llevaba prenda alguna que tapase su coño.

Sácate el huevo Patricia .

Ahora?????

Ahora.

Patricia metió la mano en sus pantalones y sacó el huevo húmedo. Pablo moviendo el dedo le dijo a la morena que se acercase.

Toma, chúpalo y meterlo.

Ehhhh fijo la morena.

No me has oído y como se te caiga te daré 15 azotes con la pala.

La morena lo chupo y lo introdujo en su coño mirando fijamente al camarero que no perdía detalle. Pablo puso el huevo en vibración media y la morena se agarró a la mesa mirándolo con mirada inquieta.

La humedad de su coño la decía que sería muy difícil librarse de los 15 azotes.

Salieron del restaurante y subieron al coche de Pablo para ir al nuevo sitio de copas. Mientras caminaban la morena apretaba sus piernas todo lo que podía para que el huevo no saliese disparado. Un reguero recorría sus piernas hasta sus tobillos. Se sentaron en un reservado donde solo ellos podían ver sin ser vistos. Le trajeron unas botellas de champán y quedaron solos con la música. Pablo le dijo a la morena.

Bájala el pantalón y comerla el coño.

Patricia abrió los ojos todo lo que pudo peto dejo que la morena la comiesen el coño.

La morena está muy caliente y sus piernas estaban ya chorreando. Apretaba todo lo que podía para que aquello no saliese de su cuerpo haciéndola gozar como nunca antes había gozado.

Su boca se acercó al sexo de Patricia y empezó a comerlo con auténtica desesperación y lujuria, lo que hizo que Patricia hubiese un orgasmo casi inmediato. Pablo se puso detrás de la morena y la metio su polla con huevo y todo. La morena al saber que el el huevo no se saldría se dejó ir en un orgasmo que la hizo temblar durante casi 15 minutos.

Su amiga la rubia y Patricia la abrazaron y Pablo la saco el huevo para que pudiese relajarse .

Acompañaron a las chicas a su hotel y ellos marcharon al suyo. Aun tenían cosas que hacer

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