Por la banda I
Sei y sus amigos son amantes del J-rock y estan dispuestos a todo por lograr su sueño, este relato esta inspirado en cierta manera por el relato "Uno de nosotros es una virgen" del autor Lisbeth espero que disfruten esta historia de transformacion, crecimiento, pasion y rock
Mi nombre hasta hace algunos meses era Sei o bueno así me hacía llamar cuando cantaba con mis amigos Kei, Yuy, Pek, en la única banda de J-Rock que existía en nuestra ciudad.
En la ciudad donde vivíamos no era muy común que a la gente le gustaran las cosas relacionadas con el anime, el manga y cosas japonesas, no había convenciones ni otros grupos de J- Rock, todo esto se los cuento para que entiendan como fue que sucedió esta historia.
Después de ensayar mucho tiempo en casa de Yuy, J-Power (así se llama nuestra banda) decidimos darnos a conocer, conseguimos participar en una tocada; al momento de llegar al lugar nos sentimos sumamente nerviosos, pues no conocíamos a nadie, pero ya en el escenario nos invadió una fuerza tremenda tocando increíblemente….bueno así nos sentimos nosotros, hasta que, ya abajo del escenario, comenzamos a escuchar comentario acerca de nosotros
- La música está bien, pero como para que la cante una mujer –
- Eso es música de niñas –
- Parecían maricas-
Y así comentarios por el estilo que nos decepcionaron mucho.
Después de ese fatal concierto estuvimos semanas sin ensayar y prácticamente sin hablarnos, hasta que Kei (el líder nato de la banda) nos reunió a todos en casa de Yuy,
- Chicos, estuve pensando, y sé que va a sonar raro, pero necesitamos una chica en la banda-
- Pero si ya estamos completos – intervino Pek
- Lo sé, lo sé, es por eso que digo que va asonar raro – dijo mirándome específicamente a mí – dije que necesitamos una chica en la banda, más bien lo que quise decir es que necesitamos que alguien de la banda sea una chica
Los 3 nos miramos con cara de que no entendíamos ni una palabra de lo que decía Kei
- Sí, no me miren así, lo que quiero decir es que Sei haría una linda chica –
Todos reímos por unos segundo hasta que nos dimos cuenta de que Kei hablaba enserio
- ¿Qué estás loco, yo no me voy a vestir de chica para cantar-
- Pero por qué no? Muchos de los cantantes que admiramos del J-Rock lo hacen ahí tienes a “Sama”
- Si pero…- con ese argumento me había desarmado y Kei lo sabía, yo siempre había admirado a Sama
- Chicos, todos escuchamos los comentario que hicieron en esa tocada, esta es la única forma de lograr lo que queremos –
Todos nos quedamos callados unos minutos meditando la propuesta, sobre todo yo
- Ok creo que no hay otra opción – dijo Yuy – Pero se me hace injusto que Sei tenga que sufrir eso solo, así que habrá dos chicas en el grupo, él y yo –
Los demás nos quedamos un poco extrañados, pero era cierto que Yuy siempre había sido el más justo y solidario del grupo, en lo personal yo me sentía un tanto mas aliviado.
Todos quedamos de acuerdo que la siguiente semana retomaríamos los ensayos, esos siente días, la idea no dejaba de dame vueltas por la cabeza, me encontraba muy retraído y no ponía atención en la escuela, y con los chicos de la banda ni hablaba; hasta que llego el día del ensayo.
- Bueno si vamos a hacer esto, lo vamos a hacer bien – dijo Yuy, acto seguido me entrego un par de zapatos de tacon altísimo negros y saxo otros blancos, tomo asiento en el sillón de la sala y se los puso.
Los tres lo miramos completamente extrañados, Yuy se puso de pie, con los tacones había crecido casi 12 cm.
- Pero Yuy, hoy solo vamos a ensayar – dije yo, las manos me temblaban de confusión mientras sostenía los tacones .
- Si, asi es vamos a ensayar, pero aparte de ensayar la música tu y yo tenemos que ensayar para ser chicas, ¿o acaso quieres hacer el ridículo en el escenario? –
Resignado tome asiento y me puse los zapatos, fue increíblemente difícil pararme con ellos, ni que decir intentar caminar, en ese momento entendí a lo que se refería mi amigo. Para llegar de la sala al cuarto de ensayo tuve que ayudarme de Kei tomando su mano.
Ya en el cuarto de ensayo Yuy tomo nuevamente la palabra, - bueno otra cosa chicos, si Sei y y seremos chicas, tienen que tratarnos como tales, por lo menos en los ensayos, y pues tendremos que elegir nombres de niñas, yo me llamare Yushiko ¿y tu Sei?
No se cómo de mi boca salio automáticamente mi nuevo nombre - Yami será mi nombre –
Yushiko sonrio de una manera sumamente linda, los chicos solo asintieron.
Tres semanas después Yushiko y yo dominábamos perfectamente los tacones, incluso los usábamos para estar en su casa después de los ensayos.
Así siguieron pasando los días, hasta que un día, sin querer, yo di el segundo paso; era verano y el calor era terrible, así que Yushiko nos había dicho que después del ensayo por fin su piscina estaría remodelada, así que llevarnos trajes de baño, yo tome solo un short de entre la ropa limpia que mi madre acababa de dejar en mi cuarto pues no pensé meterme a nadar; cuando terminamos de ensayar Yushiko subio a cambiarce a su cuarto, mientras los chicos fueron a los baños, yo me quede solo en el cuarto de ensayo para cambiarme tambien, enorme fue mi sorpresa al sacar el short de mi mochila y darme cuenta que mi madre había mesclado la ropa de mi hermana con la mía, el short de mezclilla era diminuto, y deshilachado, a lo lejos se escucharon los gritos de mis amigos divirtiéndose, y llamándome
- Yami!!!!! Yami!!!! – ese nombre fue lo que me hiso decidirme,
Que diablos si ya llevaba semanas usando tacones que mas daba un short de niña, mi quite los pantalones e intente ponerme el short, pero me fue imposible pues mis boxers se arremangaban y estorbaban, así que me quite también los boxers, me puse la diminuta prenda de mezclilla y finalmente los tacones , me mire al espejo, mis piernas lucían bien, nuca fui de mucho bello corporal, mas bien lampiño, y mis nalgas lucían hermosas gracias a los tacones, me pareció divertido, asi que para concluir amarre mi playera a la altura de mi pecho haciéndome lucir aun mas femenina y mostrando mi delgado torso, me solté el pelo y camine sonriente hacia la alberca con mis amigos