Por fin te conozco

Encuentro con el hombre de mis sueños.

Estoy en el aeropuerto, por fin te espero. Hoy es un día que he soñado muchas veces, tantas veces como noches que te conozco. Estoy nerviosa, alterada, todo mi cuerpo tiembla al pensar que estas a punto de bajar del avión, que por fin te miraré a los ojos, y podré tocar tu cara y notar tus besos.

Mientras espero pienso en como te conocí , todo lo que me has descubierto en todo este tiempo que hemos estamos hablando, haciendo cibersexo, cosa que nunca pensé que haría, hasta que te conocí, que gran maestro eres….

Y todo por un ordenador… una máquina, que a la vez para mí ha sido tan importante. Todas las cosas que me has hecho sentir, como me has dado tanto placer con tus palabras, como me dominas haciéndome tu puta, sentirme como una perra en celo.

Recuerdo como me has descubierto tantas cosas, como: el frió hielo que quema mi piel, las pinzas en los pezones, en el clítoris en los labios vaginales, ese dolor me hace sentirte más cerca, como la caliente cera que cae pausada sobre mi piel volviéndola, roja y viva. Hay muchas cosas que he descubierto junto a ti.

He comprado juguetes, que utilizamos en nuestros encuentros cibernéticos y que hoy los he traído conmigo.

Ya han avisado que el avión aterrizó, el corazón galopa como un caballo desbocado, las piernas no aguantan mi peso, las manos sudan, la piel se eriza y mi sexo se moja, siempre me pasa cuando lo veo conectado y ahora que pienso que lo voy a ver, me excito más.

Lo tengo todo preparado un hotelito a las afueras de la ciudad, bonito, íntimo y muy acogedor. Yo ya he pasado la noche, tengo mis cosas en él, mis juguetes, una botella de cava, un gran bote de helado de vainilla, que sé que te gusta y alguna sorpresas mas

Van saliendo los pasajeros y yo me abro paso entre la gente, me preparo para verte… saco de mí bolso el lápiz de labios, con un dulce sabor a vainilla y me los pinto… Quiero que mi primer beso lo recuerdes cada vez que tomes helado. Quiero verte estoy impaciente hay un fuego interno que no me deja ser racional, empujo, me peleo por estar la primera, estoy mojada , no se si es, sudor o excitación, miro cada cara que sale por el pasillo, no te veo, en mi mente por un instante pasa una macabra idea, no vienes, no estás… Me altero, mis ojos se nublan y los pasajeros siguen saliendo, no te veo, algo en mi garganta no me deja respirar, la boca se seca, no tengo saliva y sigo sin verte.

¡¡Ya!!……… mis ojos se iluminan cuando te veo, te distingo a lo lejos, todavía no me has visto, eres como te imaginaba, alto delgado, pero no mucho, llevas un vaquero y una camisa de rayitas verdes y azules y tus gafas como siempre caídas. Te acercas, yo estoy inmóvil, no puedo dejar de mirarte, paralizada, me ves y sonríes, me gusta robarte una sonrisa, te acercas a mí y dejas el carrito con la maleta. Yo no puedo moverme, me abrazas y me das un beso tierno y a la vez dulce, no me puedo contener y te abrazo muy fuerte. Mis ojos lloran de emoción, las lágrimas brotan sin querer, tú me aprietas contra tu pecho, me separas y me das otro beso, mirándome a los ojos me dice

¡¡¡Vainilla!!! Yo, te respondo con una gran sonrisa, - si.... ¡¡¡vainilla!!!

Increíble lo que se puede decir sin hablar, como se puede trasmitir el deseo, la necesidad de sentir, al tiempo que deseas tanto como yo deseo.

Camino hacia la sierra yo estoy nerviosa, paralizada, no encuentro tema de conversación solo quiero llegar, tú hablas poco, y a mí me gusta oír tu voz, he soñado muchas veces  con ella, pero nunca pensé que fuese tan armoniosa,  que me impresionara así, me vuelves loca y ahora que te tengo tan cerca, no puedo pensar……….

Vaya…. Me equivoqué de camino, me he perdido, por un camino desierto y a la vez lleno de árboles de hojas amarillas y rojas como el fuego, pero………. Tengo un mapa con el camino marcado, bajamos del coche  y nos ponemos a mirar el mapa.

  • ¡Lo siento! Se que te gusta controlarlo todo… y yo me he perdido….

_-No importa… me contestas, ¿damos un paseo?

Mis piernas no me llevan, quiero devorarte… y no se como hacerlo, algo en mi interior me quema,  me paro y me apoyo en un árbol, te acercas y me susurras al oído

-¿¿ Nerviosa???

-Mucho, te respondo. Mientras siento tu aliento cálido en mi cuello y tus labios lo roza, eso me hace arder, enciende mi fuego más y más. Tus manos acarician mi piel despacio, busco tu boca sin saber como…. sólo siento deseo, me humedezco más cada momento que pasa, tus manos bajan despacio hacia mi sexo, mientras nuestras bocas se confunden y se hacen una sola, nuestras salivas se mezclan  y mis piernas ya no me resisten y se abren deseando recibir tus caricias, ofreciéndote todo mi ser, mi cuerpo, mi mente, como siempre… y ahora mas que nunca… soy tuya, soy tu puta, soy tu perra. Un escalofrío  recorre todo mi ser cuando noto tus dedos, tus caricias, tu mano que delicadamente acaricia  tu rajita….

-Estás muy mojada, me dices…. En un momento que te dejo la boca libre

  • Siempre que te veo.... Te contesto con una voz entrecortada, casi sin aliento.

Estoy tan excitada  que sólo de tus caricias me convulsiono y estoy al punto de corredme, pero tú… paras y dices….

-Espera

  • No se si aguantaré más, tus manos me trasmiten electricidad que recorre todo mi ser y siento pequeñas descargas eléctricas que me dejan sin respiración, no puedo abrir los ojos, jadeo sin control, tus labios están en mi cuello, en mi cara, en mi boca, una mano en mi sexo y la otra descubre la piel de mi espalda, mis pechos, apretando mis pezones con fuerza.

No se si la tierra me está tragando, sólo siento que me caigo, que me empequeñezco y tu sigues diciendo entre susurros,

-¡¡ Aguanta!!

-¡¡¡No puedo!!! Ya no puedo, es más fuerte que yo. Paras y me dices

-Límpiame.. Babeo….

Cuantas veces he leído eso… pero nunca lo he vivido, nunca he probado tus babitas… ¿¿qué sabor  tendrán?? Bajo despacio tocantote cada centímetro de tu cuerpo con mis manos, te quito la correa del pantalón, me arrodillo a tus pies, mirándote a los ojos y bajo le cremallera despacio, sin prisa,  se hace eterno ese momento, quiero descubrir un tesoro y veo… Veo tu excitación, noto tu deseo, oigo tus jadeos, mi mente se nubla, la tendré en mis manos, en mi boca, la acariciaré con mi lengua. Cuando la veo… uuff… más bella de lo que me la imaginaba. Maravillosa, suave al tacto de mis manos y dulce para mis labios. La cojo con mis manos , esta húmeda, babea  eso me excita más, paso mi lengua despacio desde abajo hacia arriba, me la meto en la boca y la aprieto con mis labios, sacándola despacio, metiendo mi lengua en los pliegues de tu piel, la mordisqueo, mi boca se llena de…. No se si saliva o de tus babitas, me gusta el sabor, me  excita, me enloquece. Me haces que me levante, y me dices

-¡¡¡ Ahora ya te puedes correr!!!

No hace falta mucho para eso, sólo  me acaricias  con tus manos y me besas… y me dejas perdida… perdida en un mar de locura, con una olas que me trasportan a la inmensidad  del océano, sin saber el rumbo, sin timón, sin remo

Ja,ja,ja, no me he perdido, solo era una excusa para hacer un alto en el camino, iba… bien. La tarde iba cayendo, el sol se escondía entre las montañas y estas brillaban…. brillaban por la nieve que ya tenían en sus cumbres.

El cielo mostraba todo su esplendor del otoño, nos regalaba un bonito atardecer de diversos colores pasando del violeta al rojo y del rojo al violeta en toda su gama, todo era más hermoso, el camino parecía más ancho, los árboles más grandes y mis ojos veían todo más bonito, y todo por que tu estabas a mi lado.

Cuando llegamos al hotel, era casi de noche, una noche estrellada, con una luna menguante que brillaba más que nunca. La oscuridad del lugar hacia que todo el firmamento se viera con todo su esplendor, las tenues luces del lugar dejaban ver unos majestuosos árboles y un pequeño embarcadero a lo lejos.

El lago brillaba, reflejando las luces y la luna en él, todo era especial, mis ojos lo veían así… Y así quería que fuese

Entramos en la habitación, cansados por el viaje. Tú miras el lugar… Observas cada rincón, una chimenea y una gran alfombra delante de ella da al lugar un aire cálido. Un sofá de piel y una pequeña mesa, complementan este rincón. Un ventanal lleva a una terraza que da al lago, con una mesa, dos sillas de mimbre y una bonita barandilla de madera y una enredadera adornan las paredes de este espacio exterior. El aire frió de la noche acaricia nuestras caras . Y yo me acerco a ti y te rozo la cara con la parte externa de mi mano, el roce de tu piel me hace estremecer, tu mano me coge de la cintura, me atrapas y me aprietas hacia ti, mi boca busca la tuya, mordisqueo tus labios y los estiro con delicadeza, quiero comerlos, desgastarlos, mi lengua los dibuja, mi saliva los pinta. Mis manos acarician tu pelo y las tuyas rodean mi cuerpo, noto tu excitación y siento la mía.

Me separo y te quito la correa del pantalón y el botón…. Estos caen al suelo, estás excitado… Yo me quito también mis pantalones y mis braguitas. Te sientas en la silla, me arrodillo ante ti, mis manos acarician y aprietan tus testículos, mi boca dibuja círculos en tu pene y absorbe las gotitas que salen de él.

Me haces que me levante y tu mano va hacia mi sexo lo acaricias y introduces los dedos en él, esta húmedo, deseoso, excitado, me acerco a ti y me siento encima, con la mano cojo tu pene y lo introduzco dentro de mi, a esto responden nuestros cuerpos…. Me estremezco, un fuerte quejido sale desde el interior y un escalofrió recorre mi columna vertebral. Siento tu dureza, cierras los ojos y tu cabeza se te va hacia atrás, tus caderas hacia adelante, como para penetrarme más, apoyo mis manos en el respaldo de la silla y marco un ritmo lento y profundo. Tú me coges de la cintura. Tú marcas la intensidad ahora, la profundidad y la velocidad, ya no controlo…sólo jadeo…. Ya soy, como siempre tuya, soy un animal en celo… como eso que soy. Haces que me corra.

Caigo sobre ti, cansada, extenuada, con la boca seca, te quito las gafas y te beso los ojos, las mejillas y la boca, tus besos saben a miel…. La pimienta la pongo yo.

No quiero que salgas… te quiero atrapado dentro de mí.

Hace frío en la terraza, estás cansado y yo también. Entramos a la habitación, sigues recorriendo con la mirada la estancia, dos escaleras separan el pequeño saloncito de donde esta la cama. Una gran cama de sabanas blancas y mullido colchón, a la izquierda una puerta lleva a un espacioso baño, con una enorme bañera, que invita a ser utilizada.

Tú te has abrochado el pantalón, yo sólo llevo una camisa de lino blanca que me cubre sólo hasta la mitad de los muslos, mis pantalones… quedaron en la terraza.

-Me voy a dar un baño…¿¿Me acompañas?? Me dices insinuante

Asiento con la cabeza, imagino cosas… juegos que me gustaría practicar contigo en ese lugar y me vuelvo a sentir excitada. Me siento así solo de pensar, sólo de sentir tu presencia. Sólo de mirarte, me humedezco, abro el grifo y dejo caer el agua, tú te vas a la habitación y abres tu maleta buscando…. No se que cosa. El agua cae fuerte y caliente formando una densa niebla de vapor, yo busco unas sales de baño que he traído con aroma de romero y aceites de tomillo, las echo en el agua y esta toma un bonito color verde esmeralda. Ya esta casi llena la bañera. Me quito le camisa y me meto en ella. Cierro el grifo, el agua me cubre un poco más arriba del la cintura dejando el resto fuera, entras, ya desnudo y me dices.

-¿Ya estás dentro del agua?

-Te estoy esperando

Alargo mis manos hacia ti. Te metes en la bañera, es grande… y estamos los dos cómodamente. Me pongo detrás de ti, mis piernas rodean tu cuerpo y mi sexo está pegado a tu espalda, en esta postura… me quema. El roce de tu piel produce ese efecto en mí. Con mis dedos acaricio tu cuello, tu espalda, te dejas caer hacia atrás… sobre mí. Tus orejas quedan a la altura de mi boca, te mordisqueo y te susurro lo que te gusta tanto que te diga…..

  • ¿Sabes?……… soy tu puta y además, me siento muy perra.

Cierras los ojos y te quedas quieto, medio adormilado, yo acaricio tus brazos y tu pecho, dulcemente beso los pómulos y tu cuello, mis piernas te sirven de posa-brazos y con tus manos acaricias mis pies, los presionas. Yo bajo mis manos, juego con tu ombligo, haciendo círculos y despacio hasta tu glande, lo acaricio, lo sobo, juego con él, aprieto despacio tus testículos, están duros, tú reaccionas a mis caricias y te das la vuelta quedando los dos cara a cara.

Nos miramos a los ojos intensamente, no se que pueden decir los míos…tú sólo… me miras y sonríes, me besas, empiezas por la boca, el cuello, los hombros. Vas bajando, yo voy saliendo del agua para dejar que nada impida que sigas, me quedo sentada al borde de la bañera, con la cabeza apoyada en la pared y jadeando por la intensidad de excitación que me produces, tu boca queda a la altura de mi clítoris, lo buscas con tu lengua, lo encuentras, lo muerdes, lo estimulas, me penetra con la lengua, una sensación de placer me recorre, desde la punta de los pies hasta el pelo de la cabeza. Yo me vuelvo loca ,no dejo de jadear, abro los ojos pero no puedo ver… mis piernas se abren y mis manos aguantan el peso de mi cuerpo en vilo, ya no soy yo… no se donde me encuentro, no pienso, sólo siento…. y ¡¡de que manera!!. Paras y mirándome dices..

-Dámela… La quiero… Es mía.

Mientras sigues tocándome con la mano y tus dedos me penetran con fuerza.

Un grito sale del interior, mis brazos no aguantan más y caigo al agua, rendida, extenuada, sin aliento, me rodeas con tus brazos y me besas con ternura. Yo no puedo respirar, ni mis brazos tienen fuerza para abrazarte con la magnitud que siento.

El agua esta fría … nos ponemos unos albornoces blancos que están colgados en la percha y salimos a la habitación. Te sientas en la alfombra, apoyando tu espalda en el sofá. Yo enciendo la chimenea, no soy muy hábil para este menester y tu te ríes de mi incapacidad para ello, pero lo consigo. Un poco más tarde ya estamos delante de un buen fuego que da una luz peculiar a la estancia con el centellear de sus llamas.

Me dirijo a un pequeño frigorífico que hay y saco un recipiente de helado y una botella de cava, cojo dos copas y dos cucharas. Me acerco y me siento a tu lado. Te doy la cuchara y dejo las copas en la mesita de cristal que esta al otro lado de ti. Paso por delante apoyando mi mano entre tus piernas para alcanzar a la mesita. Al pasar me sueltas el cinturón del albornoz y tu mano roza mi piel, vuelvo a excitarme. Siempre me excitas, me excitabas cuando te leía y me vuelves loca teniéndote cerca. Te doy el helado y sin abrirlo me dices……..

  • ¿Vainilla?....

-Si …Sin dudar… ¡¡¡Vainilla!!!

Lo abrimos y comenzamos a comer… Me siento delante de ti con las piernas abiertas entre las tuyas, cojo la botella de cava y la abro…. En esto si que soy experta. Lleno las copas y las dejo en la mesita….

-Espera…. he traído música. Te digo mientras me levanto, busco mi bolso y saco un CD de Barry Manilow lo pongo y te digo….

-Me gusta este CD y más… esta canción en especial…. Can´t Smile Without.

Voy y dando un salto me vuelvo a sentar delante de ti. Mientras suena la música, te miro y con mi dos manos te cojo la cara y te doy un beso suave, dulce. Y mirándote a los ojos te digo

No puedo sonreír sin ti…. y contigo todo es diferente.

La habitación esta en penumbras. Sólo la tenue luz de las llamas del fuego dan una calidez a la estancia. Dejas el helado en la mesita y me ofreces la copa de cava, brindamos y bebemos. Una gota de cava resbala por la comisura de tu boca y yo me apresuro a lamerla, al tiempo que desabrocho el cinturón de tu albornoz. Introduzco mis manos dentro de él y acerco mi cuerpo al tuyo. Tu cuerpo esta caliente y tu miembro erecto, el simple beso se vuelve en un beso apasionado, fuerte, quiero absorberte, engullirte.

Me empujas hacia atrás y quedo tendida en la alfombra, con las piernas abiertas y el albornoz desabrochado, como tú. Me miras, recorres todo mi cuerpo con la mirada, me incorporo para quitarme el albornoz, me molesta, impide que puedas verme, tocarme. Cojo el helado y con los dedos me pongo por los pechos. Los pezones se contraen, se endurecen con la excitación y la sensación de frió, hago un camino de helado desde ellos hasta tu rajita, se va derritiendo y cae despacio por los lados de mi barriga

¿Quieres lamerme?

No dices nada solo actúas, empiezas por los senos despacio, sin prisas. Cada vez que tu lengua toca mi piel me recorre un escalofrió. Vuelvo a sentir un fuego, algo arde dentro de mí, me quedo paralizada, mi respiración se hace mas alterada y mi sexo se humedece más y más. Cuando llegas a tu rajita, esta palpita, la alfombra ya esta casi mojada de mis jugos, levantas la cabeza y me dices

-¿Has traído tus juguetes?.

-Si, están en mi maleta, ¿voy a por ellos?

Asientes con la cabeza. Me levanto y los traigo, están en una cajita de cartón de color blanco y muchos corazones rojos, me siento delante de ti y la abro como si destapara un tesoro. Allí están mis juguetes, con los que hemos jugado tantas noches, los miras, los tocas

-Me gustan…. dices con decisión.

Coges las bolitas chinas me las das y

_Metes una… sin dejar de mirarme.

Estoy tendida delante de ti y abro mis piernas y me la meto, entra fácil con el dedo la empujo hacia dentro.

-Ahora la otra

La meto hasta el fondo quedando fuera sólo el cordón que las une. No dejas de mirarme. Tú coges el pequeño, juegas con él en mi hoyito, lo estimulas, haces que se dilate de esa manera, lo pones a vibrar, en el clítoris y el ano, yo me retuerzo de placer, las manos se aferran a la alfombra por miedo a salir volando. No pienso, no se que hago, no tengo voluntad, ni quiero tenerla, me dejo llevar por ti, algo recorre mi cuerpo, una sensación de calor, una llama que entra por mi vagina y llega a la garganta, quemando a su paso.

Dejas el pequeño en mi barriga vibrando, acercas tu boca a mi coño y muerdes los labios. Tu lengua lo recorre de arriba hacia abajo, me penetras con ella y sigues hacia atrás. El roce de tu lengua en mi ano me hace retorcerme y un quejido sale de mi, con una mano sacas la bola que esta dentro. Sigues lamiendo, ya no aguanto más y un orgasmo se me escapa sin control. Mis jugos salen y resbalan hacia atrás lubricando mi ano. Pero tú no paras, sigues y sigues. Sacas la otra bola, que caen entre mis dos nalgas.

Haces ademán de que me de la vuelta y me quedo a cuatro patas. Te gusta verme así…. Y a mi complacerte. Estás excitado y babeas. Me penetras con fuerza, te siento dentro, noto tu ímpetu, la fuerza de tus envestidas me hacen perder la conciencia, mis brazos flaquean y tus manos cogen mi cintura para marcar el ritmo. Alargas la mano y coges el pequeño y lo metes en el ano lo dejas ahí vibrando sin dejar de llenarme. Esto me hace estremecer. Mi columna se arquea. Todo mi ser se estremece, el corazón galopa, la garganta se seca, jadeo, pequeños lamentos de placer salen sin control de mi, la excitación esta en lo mas alto, no puedo detener esto , no controlo mi cuerpo, no controlo nada y tú susurras….

-Aguanta, aguanta...

Notas la pérdida de control, sabes como me siento, sientes el poder que tienes sobre mí, esto te excita más, yo me pierdo en el placer de tus deseos. Sales de mí para coger el grande me lo das...

-¡¡¡Mételo!!!

Sigo a cuatro patas, apoyo mi cara en la alfombra y con la mano lo meto, tú me acaricias con tu boca el ano, lo besas, lo lames. No resisto tanto placer, estoy subida en la cumbre. Un abismo se ve ante mí. Yo me penetro con el vibrador grande, tú sacas el pequeño y lo pones en mi espalda y lo dejas encendido. Cae rodando, y se detiene entre el hombro y el cuello, puedo sentir como su pequeña vibración hace cosquillas en mi piel.

Me penetras por detrás… La fuerza de tu pene y mi juguete, hacen sentirme llena, completa, loca, me convulsiono, gimo, la cabeza me estalla, el corazón late tan deprisa que quiere salirse de mí, tú gimes con cada penetración y yo no puedo parar de retorcerme.

Un aullido salen de nuestras gargantas, un orgasmo intenso, compartido, increíble. Me siento flotar, vuelo por el abismo, me trasportas al infinito, a un lugar donde nunca he estado antes.

Caemos rendidos uno al lado del otro, sudorosos, pringosos, mezclados. Siento como tu semen sale de mi.

De mis ojos salen lágrimas no las puedo controlar, brotan solas, no se muy bien por que…. Sí me siento tan feliz, tan completa. Me abrazas con tus dedos limpias mis lágrimas. El helado se ha derretido, el cava se ha calentado, el fuego se ha apagado y nuestros cuerpos necesitan una ducha.

Nos acostamos rendidos. Nos quedamos adormilados, reponiendo toda la energía que hemos dejado en este fabuloso acto, en este juego de sexo.

Me despierto con el mejor sonido que aya oído nuca jamás….. El sonido de tu corazón.

Un nuevo día amanece para mí…. Un día junto a ti……….

Pero esto… Es otra historia

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