Por fin te conocí (1)
Despues de tanto tiempo de relacion a distancia nos vemos por fin.
Después de que perder la cuenta del tiempo que llevábamos hablando por Internet, chateando y mandándonos mails había llegado el día en que nos íbamos a conocer.
No me lo podía creer, por fin, después de tantas horas siendo solo una pantalla brillante, unas palabras escritas y una voz al otro lado del teléfono iba a poder tocarte, sentir tu respiración cerca de mi boca y tus manos tocando mi cuerpo.
Esa mañana me desperté muy nerviosa, me metí en la ducha para intentar relajarme un poco, pero no podía dejar de pensar en ti y en lo que iba a pasar esa misma tarde. La sola idea de pensar en tu cuerpo desnudo junto al mío hacia que me pusiera muy caliente. El agua recorría mi cuerpo desnudo, mi pelo aunque corto, se me pegaba a la cara. Llene mis manos de jabón y con ellas recorrí cada centímetro de mi piel.
Mientras me aclaraba, dejaba que el agua fuera arrastrando toda la espuma que me cubría y mis manos se escondían entre mis piernas, a cada caricia que me proporcionaban mi cuerpo se calentaba mas, notando como mi vagina se abría pidiendo ser penetrada.
Jugaba conmigo, pasando los dedos por mi clítoris y empezando a meterme dentro el dedo índice, separando los labios y haciendo pequeños círculos. A pesar de que el agua se llevaba parte de mis fluidos, mi vagina estaba lo suficiente lubricada para empezar a introducir dos dedos hasta que no podían avanzar más.
Luego los sacaba suavemente, sintiendo y acariciando las suaves paredes del interior de mi vagina mientras la otra mano, se entretenía en mi clítoris, estimulándome y pellizcándolo.
No tarde mucho en sentir como un orgasmo pasaba de mi coño a mi boca, escapando en un gemido, durante los segundos que duro pensé que las piernas no iban a poder sostener mi cuerpo. Lentamente y con los dedos aun dentro, mi respiración se fue haciendo mas lenta y regular. Termine de ducharme y salí completamente desnuda y mojada caminando por el pasillo hasta mi habitación.
Me tire en la cama, empapando mis sabanas y deje que el agua se fuera secando. Aun me quedaban unas horas, así que me puse una camiseta y unas bragas y así estuve lo que me quedaba de mañana.
No se por que me sentía tan nerviosa, sentada y esperándole en la estación, bajo la falda, las piernas cruzadas y subiéndome las medias que se apretaban a mis muslos.
Entonces por fin llego, yo no lo vi y se coloco detrás de mí para posar sus manos sobre mis pechos. Supe que era Él y un escalofrío recorrió mi espalda haciendo que mis pezones se pusieran duros de forma casi instantánea.
Me gire y le mire, por primera vez, los pezones se me marcaban por encima de la blusa, había dejado muy claro que me quería sin sujetador.
Me agarro la cara, con firmeza pero sin llegar a hacerme daño, miro toda mi cara, desde mis ojos a mis labios. Era más alto de lo que me había imaginado.
Me agarro con firmeza, pasando su brazo por mi cintura y me beso, con fuerza y lujuria.
-Vámonos pequeña.
Nos fuimos hacia la salida, mientras notaba como su mano me agarraba con fuerza el culo, entre los nervios y como me tocaba, me iba calentando más y mas.
Charlamos sobre tonterías, que tal el viaje, el trabajo Nos metimos en el coche y arrancó. Él conducía, pero la mirada volaba sobre mis pechos y piernas.
No me di ni cuenta de a donde me llevaba pero cuando apago el motor vi que estábamos en un descampado, sabía lo que quería y no me hice de rogar.
Me quite las bragas, negras a juego con las medias y me senté sobre Él para besarle y rodearle el cuello con los brazos. Sus manos volaron bajo la falda para tocarme el culo mientras empezaba a jadearle y moderle el cuello.
Después de tanto tiempo nos llamaba el ansia y la necesidad el uno del otro, la sensación de mi entrepierna desnuda contra el bulto de su vaquero era increíblemente excitante.
-Follame
-Aun no.
Metiendo las manos en mi camisa, comenzó a acariciarme los pezones, que se endurecieron de inmediato al contacto con sus dedos. El se apretaba contra mí, haciéndome lanzar gemidos cada vez que su polla bajo el pantalón me acariciaba el clítoris.
-Por favor te necesito ya.
Y no hicieron falta más palabras.
Abrió la puerta y salimos fuera, me temblaban las piernas y notaba como mi vagina se humedecía más según pensaba en lo que iba a pasar.
Me acerque a el para seguir besándolo, mis manos bajaron a su bragueta para abrirle el pantalón y sacar su miembro.
Lo necesitaba dentro ya así que sin perder un segundo me recosté en el capo del coche tirando suavemente de Él para que quedara encima de mí. Sus manos acariciaban mis piernas y mis pechos por encima de la camisa.
Agarre su polla para guiarla hacia mi interior, me detuve unos segundo, era el momento, lo mire a los ojos y Él empujo con fuerza.
Un orgasmos me llego de manera casi instantánea, mientras el se movía entre mis piernas, necesitaba mas y lo pare para levantarme.
Me dí la vuelta para quedar con las manos apoyadas contra el coche, de manera que mi culo quedaba a la altura perfecta para ser penetrado. Y no tardo en hacerlo.
Sus manos se agarraron a mi cintura, acercándome mas a Él con cada embestida, sentía mis propios fluidos resbalando entre mis muslos mientras el cada vez me follaba más deprisa y con más fuerza mientras sus manos cambiaban de mis caderas a mis pechos.
Me corrí un par de veces mas antes de que notase como sus dientes se clavaban en mi cuello, callando así un gemido desesperado. Note como se corría y me moví ligeramente apretándome mas contra el para darle un orgasmo mas intenso.
Después, caímos sobre el coche, respirando pesadamente y unidos todavía.
Entramos al coche y busque algo con lo que limpiarme la mezcla de semen y flujos que caían por mis muslos, pero me paro agarrandome suavemente las muñecas.
-Ponte las bragas así, ya nos encargaremos luego de limpiarte.
Por fin llegamos a la habitación del hotel. Según cerro la puerta me puse a besarle, sus manos se agarraban a mi cintura, apretándome con fuerza contra su cuerpo.
-Ven, tenemos que lavarte, ¿no?
Fuimos hacia el baño y comenzó a desnudarme, despacio, recorriendo con sus manos todo mi cuerpo.
Solamente me dejo puesta la ropa interior. Abrió el agua de la ducha y me indico que me metiese dentro.
-Te voy a dejar sola duchándote un poco nena, ahora mismo vuelvo.
Salio del baño y yo aproveche para tranquilizarme un poco, estaba muy excitada después de que me hubiese desnudado y el agua recorriendo mi cuerpo era muy relajante.
Escuche un ruido a mi espalda y entonces le vi de refilón, estaba completamente desnudo y masturbándose mientras me miraba en la ducha.
Empecé a jugar con el, me agachaba o levantaba una pierna mientras frotaba todo mi cuerpo con jabón. Aun llevaba puestas las braguitas, pero mi coño se iba mojando cada vez más.
Por fin note como se acercaba a mí y se metía conmigo en la ducha. Girándome le mire a los ojos y volví a besarlo. Mi mano se cerraba en torno a su pene para empezar a masturbarle suavemente.
El agua seguía cayéndonos encima dejando nuestros cuerpos empapados.
Se arrodillo frente a mi, acariciando mis muslos con sus manos y su lengua, la imagen era muy excitante, Él agachado, con el pelo chorreando y abrazando mis piernas.
Su mano paso mis braguitas, acariciándome por encima de la tela mojada, separe las piernas para facilitarle el trabajo y entonces metió los dedos por el elástico y comenzó a bajármelas.
Cuando mi coño quedo desnudo su lengua empezó a acercarse a el, subí una pierna al borde de la bañera. Me lamia con dulzura, disfrutábamos los dos mientras yo jadeaba y le acariciaba el pelo mojado.
Su lengua jugaba entre mis labios y uno de sus dedos se introdujo en mi vagina, la sensación era deliciosa y no tarde mucho en notar como un orgasmo me recorría todo el cuerpo, acelero el ritmo de sus caricias haciendo que mi cuerpo se retorciese y un grito se escapase de mi garganta.
Cuando termine de correreme, se levanto y me abrazo con fuerza.
-Vamos pequeña, hay que secarte.
Voy a dejarlo aquí para que no se haga pesado, en breves escribiré y subiré la segunda parte.
Un beso a todos.