Por fin se llegaría el día
Primera vez con un amor de mujer.
Por fin se llegaría el día, después de tanto tiempo de charlar por Internet esa mujer que con una palabra causaba un revuelo en mi, llegaría a mi ciudad, varias veces ya habíamos tenido cibersexo e incluso en algunas ocasiones había aprovechado para marcarle y escuchar su sensual voz diciéndome como se tocaba e imaginaba que yo era quien lo hacia, uff esa voz. Pero en fin, después de una platica caliente por nuestro mensajero en el momento en que yo le decía que estaba a punto de terminar me escribió "de hoy en dos semanas estaré en tu ciudad" no les puedo describir la sorpresa que me lleve incluso al leer sus palabras perdí el control y manche todo mi escritorio de tan extasiado que me tenia y de lo emocionado que ahora estaba de imaginar que la tendría tan cerca de mi, ya habíamos hablado que queríamos conocernos y pues pasar un rato agradable juntos, así que todo estaba dicho, los días transcurrieron y mientras tanto yo pensaba la mejor manera de agasajarla y de mostrarle que su viaje no seria en vano, así que recordando algo que me había contado prepare un plan infalible y muy muy divertido. Por fin el día llego, ella me dijo el vuelo en el que arribaría y estaba listo para recibirla, antes de pasar por ella compre un gran ramo de flores de sus preferidas y espere paciente en la sala del aeropuerto de mi ciudad, por el altavoz una sensual voz femenina, como la de casi todas las chicas de aerolíneas, anunciaba la llegada del vuelo en el que mi amada venia, con mucho nerviosismo me pare como impulsado por un resorte y me encamine para salir a su encuentro, cuidando de tapar con mi espalda las flores que le llevaba. No pude mas que maravillarme, las fotografías no le hacían justicia era un verdadera belleza, sonreí de una manera un tanto boba, lo he de confesar, ella me regaló una sonrisa tan cautivadora como la había imaginado miles de ocasiones y que las fotos no habían capturado en todo su esplendor, se le veía radiante y al encontrarnos le salude con un clásico "hola" ya que no podían salir mas palabras de mi boca, ella se acercó, me dio un abrazo y un beso en la mejilla, sentí sus pechos como se apretaban contra mi, uff sentir su contacto me erizo la piel, como pude le entregue las flores, ella las tomo y aspiro su aroma, había tratado de conseguir las mas frescas, las mas bonitas que fueran dignas de ella, recogimos su equipaje y nos dirigimos a mi auto, en un momento le cedí el paso y mi vista se clavo en su trasero, magnánimo, amplio, rico, como a mi me gusta, su andar me cautivo, tanto que ella lo noto y solo volteo un poco para regalarme otra de sus sonrisas, la guié hasta mi coche y le abrí la puerta, no pude evitar notar la raja de su falda que dejaba ver unos muslos deliciosos que me moría por probar, pero no era el momento y quería reservarme para un rato después, puse el equipaje en la cajuela y subí al auto, ahí le pregunte del viaje mientras con toda intención le dije que yo abrocharía su cinturón de seguridad solo para estar un poco mas cerca y poder aspirar su perfume, con un poco de disimulo y por el pretexto del cinturón roce sus pechos y deje apoyada mi mano en su pierna mientras con la otra ponía un CD con canciones que sabia que a ella le encantaban, rápidamente encendí el auto y le propuse ir a comer algo, era mediodía y supuse que tendría un poco de hambre, ella sin hacer mucho caso de mi pregunta me cuestionaba acerca de la sorpresa que le había comentado, le dije que no comiera ansias que en la tarde le diría, la note cansada del viaje, así que recordé un restaurante cerca de donde había hecho la reservación y me dirigí para allá. Durante el trayecto volteaba a verla a cada instante que el trafico me lo permitía, no creía lo que me estaba pasando, ella sonreía y me animaba con su platica, comentábamos de los momentos que habíamos compartido sin conocernos y de todo lo que sabíamos el uno del otro, de cuantas veces no nos habíamos apoyado en tantas cosas aun a la distancia, yo estaba nervioso no lo podía evitar y no quería ir mas allá, aún no, aunque me moría de ganas, de solo escuchar su voz a mi lado, les juro que tenia ya mi bicho algo morcillón, cada gesto en esa mujer es una invitación al erotismo, al deseo y no era menos de lo que yo estaba experimentando, llegando al estacionamiento del restaurante tome un respiro y trate de pensar en que podría ofrecerle del menú, algo típico, todo con tal de bajar mi erección y poder caminar como cualquier persona. Baje del auto y me dirigí a su puerta, al bajar quedamos los dos muy juntos rozándonos, mmm esto solo incrementaba esa tensión que venia desde nuestro abrazo en el aeropuerto, la comida transcurrió normal dentro de lo que cabe, le sugerí algunos platillos de la región y bueno seguimos charlando de nosotros, ella insistía en que le revelara su sorpresa y sin mas le dije que esa noche la llevaría a un lugar muy especial, en el que trataría de cumplirle una de sus fantasías, sabía que algo que me encantaba era tratar de complacerla en todo y como les explique le había preparado algo muy especial, a la hora del postre le ofrecí del mío y tome una cucharada con un poco mas de lo debido por lo que al dársela manche sus labios por lo que pronto me ofrecí para limpiarla, me acerque y la bese, primero tierno quitando los restos de mi travesura, ella me correspondió y una corriente de electricidad me recorrió entero, alargamos el beso como queriendo comernos como el postre que teníamos en la mesa, mis manos la buscaron y las suyas no se hicieron esperar, por debajo de la mesa acaricie su pierna y trate de subir un poco mas, ella hizo lo propio y se topo con mi pene reventando en mi pantalón, de apoco nos separamos y con su voz mas mimosa me dijo -"mi niño pero si tu ya estas listo"- a lo que un poco apenado y un mucho excitado solo atine a responder con un si y una sonrisa, me dijo que ya no aguantaba mas y que quería poner remedio a lo que tenia abultado en mi pantalón, yo también lo deseaba mucho así que pedí de inmediato la cuenta y le ayude a levantarse retirando su silla, le cedí el paso y gracias a un mesero que llevaba una charola frente a nosotros pude acercarme a ella la abrace por detrás y recargue mi miembro en ese amplio culo que tanto deseaba. Y de paso como no queriendo me acerque a su oreja y pase mis labios rozándola para darle un beso en el cuello y decirle suavemente "te deseo". Salimos de ahí como dos chiquillos jugando, la tomaba de su cintura y le decía que tenia que cubrirme o toda la gente en la calle vería como me tenia, bromeábamos hasta que llegamos al auto; el estacionamiento, otra vez su cercanía, mi calentura, su labio inferior mordido sensualmente, silente invitación que me calentó aun mas. Nuestras bocas se encontraron desesperadas y mis manos dibujaban su figura, las suyas se apoderaban de mi trasero atrayéndome aun mas de ser posible hacia ella, después de su boca seguí en franca caída a su mejilla, la tersura de su cuello casi me hace detenerme por toda una eternidad pero de a poco me empecé a colar por ese escote que prometía la gloria, mis manos ya acariciaban sus botoncitos de carne por arriba de la tela y trataba de sacar un seno de su lugar, estaba tan ansioso que olvide donde nos encontrábamos, necesitaba hacerla mía en ese instante, por fin había ganado la lucha contra su blusa, el sugerente escote de hacia un rato era ahora nada, tenia frente a mi cubiertos por un fina tela de encaje los pechos mas soberbios que había soñado probar en mi vida, no pude mas que detenerme un momento a contemplarlos, ella conciente de la situación hizo un rápido movimiento y me saco la llave del auto de mi bolsillo, no sin antes dar un pequeño toqueteo so pretexto de buscar la llave, cruzando sus brazos sobre sus pechos para tratar de cerrar un poco la blusa me mostró con aire divertido mi llavero y al mismo tiempo me murmuro -tenemos que irnos, ya quiero que me comas- una risa se dibujo en sus labios y de pronto un sonido metálico me despabiló, -uyy se me cayeron tus llaves- dijo con la voz mas sexy que se podrían imaginar -creo que tendré que buscarlas- y sin dejarme decir palabra, se puso de cuclillas frente a mi, su cara quedo a la altura de mi bicho que ya formaba una carpa con mi pantalón, ella lo tomo por encima y comenzó a sobarme, dirigiendo su mirada un rato a lo que hacia, otro tiempo a mis ojos como esperando ver en mis expresiones lo mal que me estaba poniendo, le pedí que parase no deseaba que nuestro primer encuentro fuera en un estacionamiento, nuestra calentura iba en aumento suerte que el hotel estaba a la vuelta de la esquina Aun así al entrar al auto ella me pidió que el pusiera el cinturón pero justo cuando me disponía a hacerlo abrió los botones de su blusa y saco uno de sus pechos, el izquierdo y me dijo muy bajito -Pruébalo mi rey no lo querías?- al terminar de decir la frase acerco su pezón a su boca y saco su lengua para darle apenas una pequeña lamida antes de entregármelo, con el ansia y la sed de un condenado a muerte en el Sahara, empecé a disfrutar de ese manjar, de ese rico meloncito, cuyo pezón no me invitaba mas que a mordisquearlo y así lo hice obteniendo como respuesta de mi amada pequeños quejiditos y un poco de convulsiones en el resto de su cuerpo, cuando mis dientes ejercían presión de mas, con un susurro apenas perceptible me decía un duele- . Deje mi tarea y me encamine al hotel, ella recompuso su blusa y partimos. Llegamos en menos de 3 minutos y nos registramos, subimos a la habitación y apenas se había despedido el chico del hotel cerramos la puerta y empezamos a comernos a besos, mis manos con mas libertad exploraban su cuerpo, apretaban su culo, ella hacia lo mismo con el mío, apenas nos separábamos para decirnos cuanto nos deseábamos, de inmediato nuestras bocas iban al encuentro de nuestra piel, como podíamos nos encaminábamos a la cama king size llena de almohadones, ella me ayudo a quitarme la playera y yo tire de su blusa quizás con demasiada fuerza porque unos cuantos botones saltaron, pero en esos momentos no podía controlar nada, estaba siendo consumido por una pasión como antes no había sentido, la separe un poco de mi para contemplarla, solo pude decirle muy bajito al oído -te quiero hacer muy feliz - ella sonrió y nos abrazamos con ternura, volvimos a separarnos, aproveche para desabrochar su bra y liberar sus magníficos senos y como niño hambriento me apreste a devorarlos, con las dos manos los tome y los levante un poco para alcanzarlos, empecé con besos alrededor de su areola, muy tiernos mientras que su otro seno en poder de mi mano era masajeado formando círculos con mi palma excitando su pezón, ella mientras tanto desabrochaba mi pantalón, mis movimientos en sus pechos empezaron a ser mas fuertes con mi mano amasaba uno y con mi boca succionaba el otro como queriendo quedarme con ese regalo para toda la vida, ella solo gemía y buscaba con ansia lo que mis boxers aun ocultaban. Yo cambiaba de un pecho a otro sin perder tiempo, los lamía, pasaba mi barba por sus pezones con tal de variar las sensaciones, los juntaba para pasar rápido de uno a otro, era una delicia, el sabor de su piel, mi bicho no aguantaba, incluso comenzaba a doler, ella ya tenia una mano dentro de mi boxer y con la otra se apoderaba de una de mis nalgas y la apretaba fuerte, mi lengua empezó a recorrer un camino desde el canalillo de sus pechos hasta su cuello para terminar en su boca nuevamente, las sensaciones estaban al máximo y era el inicio. Gentilmente la guié a la cama, poniéndome detrás de ella casi caigo pues los pantalones aun los tenia en los tobillos, pero de un rápido movimiento saque mis zapatos y me deshice del pantalón, ahora mi bicho se encontraba justo en sus nalgas y mis manos recorrían sus muslos llevándose con ellas la falda mas y mas arriba, empecé mis caricias por el lateral de sus piernas y cuando llegue a su cintura deje caer de nuevo la falda para cambiar ahora a agacharme un poco y continuar con mi recorrido en sus piernas pero ahora por la cara interna rozando apenas con las yemas de mis dedos su piel, mientras me dedicaba a besar su espalda conforme iba subiendo y al hacer esto mi bicho se iba metiendo aun con el boxer puesto entre sus piernas con lo que al quedar recto nuevamente quedo atrapado sintiendo todo su calor, mis manos llegaron a su chochita tapada únicamente por una tanguita finita, una de mi manos se apodero completa de su chochita, la quería abarcar completa sentir su calor, su humedad. Mi otra mano subió hasta su cuello para retirar su cabello y poder besarla, mientras tanto ella comenzó a moverse contra mi acompañando el movimiento de mi mano en su chochita, rápidamente retire el pedazo de tela y me encontré con una sorpresa, estaba completamente depilada tal y como me gustan, no pude mas y metí mi dedo corazón en su cueva mmmm que sensación, al sentir esto mi amada arqueo la espalda, emitió un ligero gemido y lubrico aun mas, yo ya no me podía contener y la recosté en la cama, tome los tirantes de su tanga y se la empecé a quitar ella juntó las piernas y las levantó, yo aproveche para con mi lengua recorrer desde sus tobillos hasta sus muslos, abrí un poco sus piernas y las recargue en mis hombros, ella se movió buscando mi bicho pero aun tenia el boxer puesto así que solo la roce con el y lo quite rápido mientras bajaba mi cabeza dispuesto a devorar esa cosita rica que me esperaba palpitante. Al tener su chochita frente a mi me tome un tiempo para contemplarla les juro que no mas de dos segundos ya era presa del ansia, quería comérsela, así que aspire su aroma, mmm su delicioso aroma, y pase apenas la punta de mi lengua por su entrada, ella se estremeció y con sus manos empujo mi cabeza, sabia que no podía hacerla esperar mas Me sumergí en ella, no encuentro otra expresión mas precisa, navegué por su humedad, pasando desde mi nariz hasta mi barbilla, por toda esa rica chochita que no paraba de soltar jugos, mmm ese sabor, con mis manos amasaba sus pechos y tiraba de sus pezones mientras seguía en mi tarea de comérmela como nunca se la habían comido, mi lengua iba a no se que velocidad sobre su botoncito de placer, había dado con el y no estaba dispuesto a darle tregua, baje mi mano derecha para apartar sus labios y seguir, baje la otra mano y mientras con una abría, la otra entraba y salía con dos dedos de su cavidad, cuidando de doblarlos lo suficiente para llegar a la pared del frente de su vagina, buscando ya saben que zona, así estuve un buen rato, ella se retorcía un poco dificultando mi labor, la sentía arder en mis manos, hasta que explotó, su chochita no dejaba de soltar liquido y del orgasmo se enderezo, se me quedo viendo con una cara de pasión y mordiendo su labio inferior se puso al borde de la cama, la bese apasionadamente y con sus manos empezó a bajar mi boxer, dejando salir mi bicho. Ella lo contemplo un rato, lo tomo en sus manos y me dirigió de nuevo esa mirada, la notaba tan caliente, empezó bajándome la piel poco a poco pero apretando fuerte como si quisiera exprimirlo, luego le paso la lengua y se lo metió, completo, así empezó, yo puse mis manos en mis caderas arqueándome un poco, sentía como tocaba su garganta, lo succionaba delicioso, lo llenaba de saliva y no dejaba de meterlo y sacarlo, de vez en vez lo sacaba todo y jugaba con su lengua en mi punta mientras con una mano masajeaba mis bolas, me estaba llevando a un grado de placer increíble, de pronto cambio y se metía mis bolas completas en la boca mientras me masturbaba lento, me gusta por lo regular siempre estar rasurado para que las chicas hagan eso así que no tenia mucho problema para mamarme esa parte, uff, nadie lo había hecho así, con tanta lujuria pero al mismo tiempo con tanto cuidado y dedicación, ahora estaba alternando entre mi bicho y mis bolas y sabia que de seguir así no aguantaría mucho así que le dije que parara Quité la colcha de la cama y la puse ahí, me subí y levanté sus piernas hasta tenerlas en mis hombros, sacudí un par de veces mi bicho y lo encaminé a su cueva, con él en la mano, lo guié en un recorrido desde su culo hasta su entrada, lo puse justo donde quería y empecé a recargar, apenas había entrado la cabeza cuando lo saque, ella me pedía que se lo diera todo, pero volví a hacer lo mismo en un par de ocasiones, hasta que en una recargue todo y se lo clave hasta el fondo Uff mi Dios, que estrecha, como apretaba, comencé a bombear tan rápido como podía, en momentos trataba de sacarla toda para después arremeter de un golpe, mis manos se apoyaban en sus pechos y los amasaban. Ver su cara wow me excitaba mas, su expresión, como cerraba sus ojos o los abría de par en par, como sus manos me enterraban las uñas en los brazo, seguí un rato mas, solté sus pechos porque quería cambiar el grado de penetración un poco, baje el ritmo y empecé a hacer círculos con mi cadera, mi bicho tocaba los lados de las paredes, luego lo saque y me recargue un poco a mi derecha para tocar con mi bicho la pared contraria de su chochita, y viceversa, tome un almohadón y levante sus caderas lo que la elevó un poco mas y volví a mi ritmo anterior. Tome sus piernas y las uní para que la presión fuera mayor, dolía mi mete y saca en algo tan estrecho pero era un placer enorme y ella gemía cada vez mas fuerte, supongo que los vecinos de habitación estarían pensando mil y un cosas, pero nada nos importaba estábamos disfrutando como nunca, volví a abrir sus piernas y ahora en lugar de estar bombeando apoyado en mis rodillas me apoye en mis pies quedando completamente sobre ella, por esto sus piernas casi tocaban sus pechos y el grado de penetración aumento, mis brazos a los lados solo me servían de soporte y sentía como las manos de ella se apoderaban de mis nalgas por los costados clavándome las uñas, uff, seguimos así otro tanto hasta que la sentí terminar cerro sus ojos hizo una pequeña mueca de dolor y un largo gemido, acompañado de espasmos en su chochita me anunciaron que se había corrido, me quede dentro sin moverme por un rato y la bese tiernamente mientras le decía un "te amo". Me salí y fui a buscar una de las sorpresas que le tenia preparadas, ella se había puesto boca abajo aun con el almohadón en su pancita por lo que tenia el culo en pompa, me dijo que estaba lista si yo aun podía continuar y pregunto que a donde había ido, por lo que sin mas me subí a la cama y empecé a amasar su amplio culo, antes escondí mi regalo entre las sabanas sin que ella lo notara. Le dije que estaba listo para continuar si ella quería mas yo sabia de antemano su respuesta, solo volteo y me dijo -soy tuya sigue-, no pude resistir mas y le dije -mi amor, te tengo una sorpresita, no vayas a voltear-, tome de entre las sabanas el regalo y lo acerqué, lo encendí y rápido lo metí, ella al sentirlo dio un brinco, aumenté la velocidad del dildo y lo sacaba y metía mientras con mi otra mano le acariciaba la espalda, al tiempo que le decía, -sabia las ganas que tenias de uno de estos, espero te guste-, note que de verdad lo estaba gozando. Después de un rato me dijo -Sácalo, me encanta pero a él lo puedo tener después al que quiero ahorita es a ti- así lo hice, lo puse en la mesa de noche y mientras hacia eso, ella se sentó sobre mi, a la altura de mis piernas y tomó con sus manos mi bicho, mientras me acomodaba, ella me masturbaba muy lento como preparándose, su cabello revuelto caía de una manera sexy sobre su cara, se levantó y se lo colocó a la entrada y sin mas se dejó caer de una y no se movió se quedó sintiéndolo un rato, yo aproveché para levantarme un poco y cerrar mis piernas para que ella me sintiera aun mas, de ahí en adelante empezó una cabalgada desenfrenada, solo paraba para hacer círculos con sus caderas, o para darme a comer sus pechos, mis manos a ratos la tomaban de la cintura y la ayudaban a levantarse un poco mas para después dejarse caer, a ratos amasaba sus pechos o en otros con cada mano tomaba su culo y lo abría buscando su mas cerrado orificio. La habitación se había impregnado de olor a sexo, de locura y pasión, por las paredes resonaban nuestros gemidos, la luz había abandonado la ciudad pero nosotros no necesitábamos de ella, nos habíamos entregado a sentir y nuestra piel hablaba y veía y amaba por nosotros. Después de un rato de su impresionante cabalgada, la sentí explotar de nuevo y yo quise terminar también, pero no podía ella se recostó sobre mi y yo seguí penetrándola, dándole duro para terminar, hasta que dijo -permíteme ayudarte- y se bajo de mi, se recostó a mi lado y con una mano me masturbo duro muy duro, le dije cuando estaba listo y bajó tragando por completo mi bicho y ahí me descargue en su boca uffff no había limites de placer, tragó todo y se recostó en mi pecho, levante su cara y le di un beso nunca había probado mi sabor, y ella aun lo tenia, nos dimos un beso tierno y le dije que ya se hacia tarde para mi siguiente sorpresa, estos días que estaría conmigo serian solo para su disfrute, Solo quería que gozara de la vida, de la vida junto a mi.