Por fin mi primera vez
En la playa con un nuevo amigo, y despues de tanto esperar, mi primera vez.
Ya tenía casi los 18, me faltaba menos de un mes para cumplirlos, por fin mi mayoría de edad, y también por fin había llegado el momento de perder mi virginidad. Como mencioné en relatos anteriores, oportunidades las tuve, simplemente yo desde chica decidí que quería ser mayor de edad, tener 18 años cuando ocurriera, y como también ya había mencionado, no quería que fuera por amor, mas bien quería que fuera para experimentar el placer, y por curiosidad, aún no era tiempo de enamorarme de verdad. Además de cumplir pronto la mayoría de edad, también era tiempo de entrar a la universidad, así que me fui a estudiar a otra ciudad, en donde ya estudiaba mi prima, y una amiga suya que yo ya conocía, así que iba a vivir con ellas en una pensión. Yo iba a estudiar una carrera distinta a la de ellas.
Una vez cuando estaba en prepa fui a visitarlas, fuimos a un evento de su escuela y ahí lo vi por primera vez. No era la gran cosa, no era el hombre mas guapo del mundo, pero llamó mi atención. Era chaparrito, mas o menos 1.60, cabello negro largo, delgado, apiñonado, nada fuera de lo común. Lo que sí tenía era una bella sonrisa. De algún modo como lo vi toda la noche tuve tiempo para que me empezara a gustar. Solo lo vi de lejos, nunca me acerque ni me lo presentaron. Me fui de ahí y me olvidé de él, al menos por un año.
Cuando llegó el momento de las inscripciones y todo eso acompañe a mi prima, de hecho iba con ella a todos lados porque aun no conocía a nadie. Por esos días me presentaron a otras amigas suyas que eran bastante desmadrozas. Ese día estaban ahí también, estuvimos platicando un rato, echando relajo y de pronto se apareció él. Las saludó y yo me quedé con cara de boba. Se me ocurrió decir "mijo" y una de las amigas de mi prima escuchó y me empezó a hacer burla, las demás la siguieron y él lo notó. Cuando regresó me lo presentaron, se llamaba Sebastián y tenía 22 años en ese entonces, salieron corriendo todas como niñas chiquitas, y me dejaron sola con él (nada obvias ellas). Nos quedamos un rato platicando de nada en especial, luego llegaron ellas y él se fue.
Los días pasaban en paz, comencé el curso, conocí gente pero a él lo veía por los pasillos y se me caía la baba de plano, después de las clases siempre nos quedábamos por ahí platicando y un día él pasó y se quedó platicando con ellas, enseñándoles unas fotos y mi prima le dijo, "si te acuerdas de mi prima no?" y ya me saludó pero x.
Pasó el tiempo, fue mi cumpleaños y 6 días después, en la primera clase, yo estaba aún medio dormida, y acababa de llegar de hecho, eran las 8:30 de la mañana y mis amigas se asomaron a la puerta, le pidieron permiso a la maestra y me sacaron del salón. Me dijeron "vámonos a la playa, hay un viaje de nuestra facultad" yo no lo pensé dos veces pedí permiso para salir no di explicaciones y nos fuimos, cuando me subí al autobús que nos llevaría, nos sentamos y de pronto, él subió, atrás de él una bola de urracas parlanchinas que lo iban abrazando y de más, por supuesto sus amigas. Se sentó en el asiento de adelante de mí, y al principio solo me saludó pero después se volteó e ibamos platicando de cualquier cosa, con el pretexto le tocaba el cabello, el hombro y cosas así sin importancia.
Cuando llegamos al evento al que los habían llevado (porque yo iba de colada, recuerden) nos bajamos juntos, y nos metimos al auditorio, había muchísima gente y al principio estábamos todos regados pero luego nos llevaron al lugar que les tocaba y ahí llegaron sus amigas de mamonas, no se que tanto le decían y él se enojó y me dijo, "voy a dar un paseo por allá" en ese momento se paró y yo pensé que eso iba a ser todo, y de pronto, me tomó la mano y me dijo "me acompañas?" yo claro que dije que sí y salimos del lugar. Atravesamos un boulevard y entramos a una playa, como era entre semana y temprano no había nada de gente así que nos sentamos bajo una palapa en una de esas sillas de playa, una cada uno. Comenzamos a platicar de cosas mas importantes, me preguntó si tenía novio, cosas por el estilo y a lo último me preguntó si era virgen yo le dije que sí.
Después se pasó a la misma silla donde estaba sentada pero delante de mí, me pidió que le hiciera una coleta, y con el pretexto, volteó y me besó, fue un beso bastante apasionado para ser el primero entre nosotros, casi me come!! Después comenzamos a besarnos más pero la cosa se quedó ahí, como llevábamos tiempo ya fuera del evento decidimos regresar. Casi llegando nosotros ya estaban por irse todos, así que fue justo a tiempo, nos llevaron a otra playa a una comida, Sebastián y yo ya íbamos sentados juntos, las amigas bien enojadas las perras, y bueno cuando bajamos estuvimos un rato platicando y luego todos se metieron al mar con la ropa que llevaban nadie llevaba traje de baño, entonces nos metimos, juntos, pero como nos tapaba el agua hasta el pecho mas o menos por donde llegamos, nos abrazamos, estábamos jugando y me comenzó a tocar las nalgas, y luego mi conejito por arriba de la ropa, abrió el sierre y metió la mano, me estuvo acariciando y yo a él, lo tenía bien parado, nos abrazamos nos besamos y me empezó a tallar todo su paquete en mi conejito y mis tetas estaban apretadas a su pecho, me excité muchísimo pero nos teníamos que ir.
Cuando íbamos de regreso a la ciudad todos dijeron al chofer que nos llevara a otra ciudad a una playa mas privadita, y como ya empezaba a oscurecer, querían hacer una lunada. El chofer súper buena onda accedió y todos pasamos a comprar Coolers, comida, refrescos, cervezas y de mas. Varios llevaban guitarra, incluyendo a Sebastián, nos bajamos, hasta el chofer se nos unió al desma, y sacaron cartones viejos unas ramas de palmera ya secas que había por ahí e hicieron una fogata, al principio todos nos sentamos alrededor de ella y empezaron a tocar, Sebastián me dedicaba canciones y de más, después unos se empezaron a meter al mar, yo me fui con mis amigas porque el estaba tocando y sus amigas cantando, cuando sentí ya estaba sentado atrás de mi, abrazándome, dentro del agua, estuvimos un mini ratito y me dijo que lo acompañara por su toalla al autobús, nos subimos y nos sentamos hasta atrás me comenzó a besar, fajamos, le hice sexo oral, él a mí y tomó su toalla y me dijo, ven, vámonos . Tomó otra cosa de su mochila, no vi que, y nos fuimos de ahí.
Empezamos a caminar por la orilla del mar, y la fogata se iba haciendo cada vez más lejana hasta que desapareció de nuestra vista. Ya eran como las 9 de la noche, era una noche hermosa, miles de estrellas en el cielo, noche calurosa, la playa desierta, solo se escuchaba el ruido del mar, era la noche perfecta, el lugar perfecto y el momento perfecto.
Sebastián puso la toalla en el piso y me invitó a sentarme, estuvimos abrazados viendo las estrellas un momento, y de pronto nos comenzamos a besar, fue todo muy espontáneo, me comenzó a tocar las tetas, primero suavemente y en cada beso mas apasionado las caricias eran mas fuertes, me quitó la blusa, luego el bra, me besó desde el cuello hasta que llegó a mis pezones, se los estaba comiendo, le encantaban, luego le quité la playera, y seguimos, me acostó, me quitó el pantalón y me hizo sexo oral, yo estaba a mil, me mordía despacio el clítoris y yo me estaba retorciendo de gusto, se quitó el pantalón y el boxer, tenía una erección que parecía que iba a explotar en cualquier momento, media como unos 20cm, me empezó a tallar su pene por todo el cuerpo, le hice sexo oral un ratito, y después se acostó sobre mí.
Ahí estaba yo, en medio de la playa, completamente desnuda, mojada, y a punto de perder mi virginidad con un hombre que conocía no hace mas de 2 semanas, y que era la primera vez que platicaba con él bien. Pero eso no lo pensé en ese momento tan mágico, como ya dije todo se prestó a que me olvidara hasta de mi nombre.
Empezó a tallar su muy erecta verga por mi rajita, la entrada la tenía fácil porque estaba súper mojada, así que no le costó mucho trabajo, aunque al principio si me dolió bastante, cuando empezó a moverse de esa manera tan rica, se me olvidó el dolor y comencé a gozar, estuvimos un buen rato hasta que escuche su respiración hacerse cada vez mas intensa y el sudor se veía en su frente con la luz de la luna, y de pronto, se vino. Y aunque yo no me vine en esa ocasión, fue maravilloso y disfruté al máximo de mi primera vez.
Debo decir que no sangré, ni me dolió tanto como yo pensaba, y fue maravilloso, justo como la había imaginado.
Después de un rato regresamos al grupo y no mucho tiempo después regresamos a la ciudad, me fue a dejar a mi pensión, se despidió con un tierno beso y se fue. No lo vi hasta como por la semana siguiente cuando fue a visitarme y en la pensión y a escondidas volvió a suceder, pero esa, es otra historia