Por fin me folle a Cisco

Cisco el amigo de mi hijo, al cual había descubierto pajeándose con mi ropa interior, por fin cumplí mi fantasía con el

Hola mi nombre es Nadia, en este relato les contare lo que me sucedió con un amigo de mi hijo que se llama Francisco, en el grupo de amistades lo conocen como Cisco, esto sucedió unos meses después de que tuve un encuentro muy caliente con mi hijastro Raúl y dos de sus amigos, en esa ocasión logre follar con mi hijastro y les di una calentada a sus amigos.

A Cisco lo conocí cuando este chaval venía a casa a estudiar con mi hijastro, en uno de esos días los descubrí haciéndose una rica paja viendo películas para adultos en mi casa, eso me calentó de una manera que no pude quitarme de la mente la enorme polla de Cisco, era una polla gruesa y grande justo como las que me encantan, se había convertido en una obsesión, quería sentirla dentro de mí, que me hiciera sentir una hembra de verdad.

Para mi mala fortuna Cisco dejo de venir a casa, por lo que pude averiguar dejo el colegio por problemas con sus padres, según me conto Raúl, al saber esto confieso que me entristeció la noticia, un sentimiento de decepción al no poder cumplir mi fantasía, el deseo de esa polla penetrándome se convirtió en un objetivo, ¿cómo cumplirlo? En ocasiones soñaba que Cisco me follaba en casa, en la oficina, en el colegio, en todo momento pensaba en esa polla, debo reconocer que era la polla más grande que había visto físicamente en mi vida.

Pasaron los meses y mi vida continuo, todos los días me levanto muy temprano para realizar ejercicio, en casa tenemos un pequeño lugar donde hay una caminadora, una escaladora, es mi segundo lugar favorito de mi casa, ahí es donde empieza mi día, me ejército, practico yoga, porque uno debe sentirse bien y verse bien, para realizar estas actividades siempre use mallas y un pequeño top, el cual apenas y logra contener mis tetas, como les he descrito anteriormente mi mayor atractivo es mi culito, poseo unas hermosas y enormes nalgas, las cuales tengo que ejercitarme lo suficiente para evitar en la mayor medida que el tiempo haga de las suyas, como podrán imaginarse el espectáculo de una mujer nalgona en mallas. No hay día en que no haga mis rutinas por lo menos una  hora diaria.

Siendo sincera, llego un momento en que pensé que mi fantasía de estar con Cisco no se cumpliría, pero que equivocada estaba, recuerdo que fue un miércoles, cuando paso lo que a continuación les relatare.

Esa mañana me desperté como de costumbre, temprano cerca de las 5 de la mañana, me levanto, le doy un beso rico a mi esposo Ernesto, como siempre el dormido, me dirijo al baño, siempre duermo sin ropa, me dirijo a mi arcón a buscar mi ropa de ejercicio, busco unas mallas color blanco, una tanga del mismo color, y un top negro de nylon, me doy una ducha con agua fría, para que la sangre circule, una rica ducha para empezar la mañana, me visto y me preparo para mi rutina, hago una hora de aerobics y termino con una hora de yoga, ese día estaba soleado y hermoso, así que decidí salir a caminar a un parque cerca donde vivo. Imaginaran que era el centro de las miradas de los caballero que hacían sus rutinas esa mañana, dos caballeros intentaron hacerme platica, pero lo que querían eran verme de cerca, lo cual no me molesta, al contrario me gusta, el sentir las miradas lascivas recorriéndome el cuerpo, los comentarios cachondos entre ellos.

Después de varias vueltas en dicho lugar, para mi sorpresa ninguno me invito un café, o una bebida mañanera, sentí algo de frustración por el hecho mismo, si alguien me hubiese invitado lo habría aceptado y porque no algo más.

Decidí ir a un pequeño mercado para comprar algo fresco para el desayuno, cuando para mi buena fortuna al entrar al lugar me di cuenta que el chaval que acomoda las frutas era Cisco, ni por un instante lo dude, era el, con ese cuerpo joven y fuerte, no podía ser otro más que él.

Al principio no me vio, pero al momento de pasar junto a él me reconoció.

_Sra. Nadia. ¡Buenos días!

_ !Buenos días! Le conteste

Esta era mi oportunidad, al verlo empecé a calentarme, me sentí mojada, era tal la excitación que no pude controlarme. Desea tanto esa polla que era más que evidente mi comportamiento.

_ ¿cómo has estado? ¿Por qué no has ido a casa a estudiar con Raúl?

_ya no tomo las clases con su hijo. Me contesto, mientras sus ojos sin descaro alguno me recorrían de arriba abajo,

Coquetamente le digo

¿Te gustan mis mallas?

_Sra. Nadia, espero que no se ofenda, pero la verdad que está bien guapa.

En ese momento me di una vuelta

¿Tú crees?

¡Sí!

Gracias. Le conteste.

La verdad que la situación era bien cachonda, yo estaba algo mojada por el deseo… como era temprano, le invite a tomar un café, pero respondió que no podía, que estaba trabajando y que no podía dejar el lugar así como así, no te preocupes le dije, será para otra ocasión. Sentí algo de decepción por su respuesta, me despedí de el con un beso en su mejilla, pero aproveche para discretamente tocarle su entrepierna, sentí que la tenía bien dura, no podría no captar esa indirecta, me dirigí a hacer alguna compra, mientras esperaba a ver si se me acercaba, me acerque a pagar cuando, alguien me tomo del brazo y me dijo al oído.

¿Te gusto lo que tocaste?

Sabía que era el

La respuesta fue si

Me dijo _ salgo a comer al mediodía, si quieres la veo en su casa.

No conteste nada y me retire.

Esa mañana volví a casa, a preparar el desayuno de mi esposo, estaba impaciente quería que ya fuese mediodía. Estaba más que caliente, el chico que había sorprendido masturbándose con mi ropa interior, el chico que tenía la polla más grande que había visto en toda mi vida, al que había estado deseando desde hace tiempo vendría a follarme. Todo estaba listo, nadie nos interrumpiría, mi esposo Ernesto se iría a trabajar, mi hijastro tiene colegio, así que la casa estaba sola a mi entera disposición. Decidí no cambiarme, me dejaría las mallas y mi top. Estaba impaciente, cuando de repente sonó el timbre de la puerta, me acomode mi cabello, me vi en el espejo para ver que estuviera perfecta, abrí la puerta y ahí estaba, puntual, mi corazón empezó acelerarse, sentí que me mojaba más la excitación era enorme, olía a sexo el ambiente.

Adelante Cisco le dije

Gracias

Al momento de entrar a casa, me lanzo un rico y húmedo beso, diciéndome cosas al oído _señora no sabe desde cuando he soñado con esto, la he deseado desde que la conocí, me he hecho mil pajas pensando en su culo, sus tetas, en cómo me haría una mamada de lo más rico, el cómo sería cuando la penetrara, no terminaba de contarme todo eso cuando ya me tenía bien abrazada, sentía su polla entre mis nalgas, que rico se sentía, me aseguraba por la espalda y aprisionaba con sus brazos, sentía como su polla quería penetrarme sobre mis mallas, el continuaba diciéndome cosas al oído, introducía su lengua en mi oído, que sensación tan excitante, yo estaba más mojada, el me sujetaba mis tetas con ambas manos, mientras con su boca recorría mi cuello, era de lo más caliente.

Yo estaba lista para empezar a gozar, quería comerme esa polla, me volteo y le quito su pantalón, ohhhhh dios, esa polla era enorme, y era para mí, sin perder tiempo me arrodillo y empiezo a lamer su ombligo, mientras mi mano juguetea con sus bolas, continuo lamiendo su entrepierna, siento fuego en mi coño, le doy una ensalivada a su tronco, sin introducir a un su polla en mi boca, le sigo pasando mi lengua, le doy una pequeña mordidita en su puntita, y él me toma de la cabeza y me voltea a hacia arriba y m dice

“Trágatela toda zorra”

De un empujón me metió su polla en mi boca, me sujeta firme, y siento que me la metió hasta el estómago, siento que voy a vomitar, esa polla es enorme, y me arqueo, empiezo a soltar litros y litros de saliva, el placer es inexplicable, me encanta comerme esa polla, la quiero adentro, métemela con fuerza, pensaba, no podía decir nada con esa cosota en mi boca así estuve un momento, al ver como mis ojos estaba exaltados, me la saco y me dijo. _que bien lo mamas zorrita.

Me levanta, me quita mi ropa, me voltea e introduce su polla detrás de mí, su miembro me sale de frente mío como si fuera mía, era tan grande que el estando detrás de mí, su polla se la acariciaba por delante, jejejeje pareciera que tuviera polla, le empiezo a pajear, le aprisiono con mis piernas, el hace su movimiento rozando mi labios vaginales, que sensación de placer, yo estoy más que mojada, quiero esa polla dentro de mí.

Me inclino un poco, guio con mi mano su polla, busco que me la meta, me pongo de puntitas, y siento como lentamente ese monstruo parte mi interior lentamente, el placer producido hace que grite, el me sujeta con sus manos mi vientre, empieza a bombear más suave, siento que mis piernas se doblan, tiemblo de placer, me dejo llevar totalmente, me sigue sujetando, yo estoy en el clímax total, su polla se siente bien rico dentro de mí, mis jugos vaginales bañan mis piernas, y mis gritos de placer son increíbles.

Te gusta zorra, siempre quise follarte, así por detrás, rozarte con mi pene, sentir tu culito en mi vientre, y tenerte por la espalda y meterte mi polla, porque eres una zorra calientapollas Nadia, me decía, quiero metértela por el culo, y te la voy a meter perra.

No importaba lo que yo quisiera, yo estaba lista para lo que quisiera.

Sabía que esa tarde daría rienda suelta a mis pasiones, de repente introdujo un dedo en mi culito, lo ensalivaba con en mi boca, y lo metía en mi ano, no espero a que se dilatara más y de un empujón metió su polla en mi culito, sentí como un fierro ardiente penetraba mi ano, sentí dolor, me dolió la forma en que lo hizo, solté unas lágrimas, sentía como me partía en dos, con esa tremenda polla, me tenía abrazada, ambos de pie, y el metiendo rápido y fuerte su polla detrás mío, sus manos jalaban mis pechos, y su boca me mordía el cuello, no sentí placer al momento en que me penetraba por mi culito, pero una vez dilatado, no batallo para follarme por mi agujerito, sus manos bajaron hacia mi coñita y empezó a dedearme, mi vagina respondió a su estimulo, me volví a calentarme, empecé a llevar el ritmo moviendo mis caderas, su polla continuaba penetrándome el culo, sentí de nuevo placer, ohhhhh era maravilloso lo que me estaba haciendo, sentí un placer maravilloso, sentí como el exploto en ese momento, el chorro de lechita recorriendo mi interior, se había venido en mi culito. Así me tuvo unos momentos, su polla empezó a perder vigor.

No quería que ese momento terminara, me volteo me arrodillo y empiezo a lamerle su polla, tenía un sabor diferente a la lechita, olía diferente, mientras le mamaba, lo miraba.

¿Te ha gustado zorra?

Si

Pues cada vez que quiera vendré a tu casa y te voy a follar, me dijo

Yo acepte, porque después de lo que hicimos no podría vivir sin esa polla.

Espero sus comentarios y os daré una sorpresa.