Por fin me atrevo a contar mi doble vida
Mi esposo peligroso, mis hijos y familia no saben lo que hago para mejorar obtener unos pesitos mas y pasarla bien
Por fin me atrevo a contar mi doble vida
Les voy a contar mi historia: me llamo Mariana, soy una mamá de 35 años, con 2 hijos, casada con un tipo peligroso y machista, y que me considera solo mujer de él, pero no sabe lo que tengo que hacer para mejorar mis ingresos y pasarla un poco mejor. La descripción de mi, la voy a hacer según las palabras de un amigo, quien me describió: "una mujer de talla baja (1,60 cms que disimula con tacones altos, que la ponen supersensual), rellenita, mas no gorda, de piel color canela, ojos grandes, boca grande con labios voluptuosos, cabello negro brillante y largo, unas tetas de tamaño medio pero que se observan sensuales con escotes, lo que mas se destaca en ella son sus hermosas piernas gruesas, firmes, que cuando los hombres la miramos en minifalda nos quedamos anonadados, pensando hasta donde van a parar esos hermosos caminos, aquellas piernas no son el punto medio, ni tan duras, ni tan flácidas, es el punto medio sensual, además de su caminar placido que invitan a ser , tocadas, besadas, lamidas, mordidas, etc".
Bien, palabras mas palabras menos esa soy yo, mi marido es un tipo "peligroso", que anda metido en asuntos turbios, se la pasa ausente de casa por semanas y a veces hasta por meses, confiado de que como él es muy malito, nadie me va a molestar. No sabe que yo soy conciente de lo que logro, sin embargo soy una mujer, que no se lo va dando a cualquiera, soy selectiva, identifico antes quien podría darme algo que este necesitando. Ante mis familiares soy una madre modelo, y aunque no lo crean lo es, en mi tiempo en el hogar soy dedicada, cuando mi marido viene le dedico su tiempo y lo satisfago adecuadamente, aunque el no es mucho lo que me pida, una clavada rápida y ya. También me desvivo por mi hijo, para lo cual hago lo que sea, pero no con quien sea, soy bien selectiva y trato de conservar un solo amante, no tantos porque esas viejas que follan con muchos tipos, y a tan temprana edad tiene demasiado kilometraje en esa cuca y se ven acabadas y añosas, yo considero prudente dejar pasar unos meses antes de darlo después de conocer a alguien, y prácticamente tiene que ganarse mi cosita, algo que no cualquiera lo hace.
bueno pues, alguien que se supo ganar mi cosita, fue un dirigente político con mucho poder y plata (interesada soy no lo niego), que me conoció desde pequeñita, el tiene unos 50 años, trabaja en una ciudad cercana a donde yo vivo, cuando tenía 25 años volvió a encontrarme con mi madre en una reunión política y se quedó extasiado de cómo había cambiado de niña a hembra (él me había conocido cuando tenía apenas 10 años). Me dijo mi niña como estas de linda, yo le dije "gracias doctor", me di cuenta como me miro disimuladamente, porque eso si el doctor es muy respetuoso. El es un tipo alto (1,85), se dibujan en sus cabellos unas canas, es grueso no tiene barriga, blanco, de ojos negros, cara varonil, boca grande, labios gruesos, tiene una sonrisa matadora, dientes parejitos y blanquitos, sus manos son grandes y de piel suave, denotan un tipo estudiado, es abogado de profesión.
El doctor Martinez comenzó a llamarme al celular y al fijo, y me ofreció trabajo, que no me preocupara, yo ya sabía a donde iba el agua al molino, al principio yo le huía, me parecía muy viejo para tener algo con él, sin embargo me propuse hacerle un poco de caso, sin irme tan rápido, con el fin de sacarle algunos pesitos y de verdad quería tener un buen trabajo, por lo que acepte su propuesta de irme a trabajar a la ciudad en donde el residía, además de todo no me era indiferente el doctorcito. Me coloco en una empresa en la cual, el tenía influencias, como secretaria, donde me pagaban además muy bien, todo esto me toco aceptarlo como dije al principio porque necesitaba mejorar mis ingresos, y al doctor definitivamente tenía que aceptarle sus insinuaciones, y en el fondo me gustaba su porte, así que cuando viaje para el lugar de mi trabajo me dije así misma seré la amante de este tipo, a pesar de que sentía algo de miedo por mi maridito, lo confieso.
El me llamaba mucho, pero lo único que podía hacerme, era llamarme mas no verme tanto, porque es un hombre muy conocido, y casado, por lo que no podía exponerse abiertamente, lo único que en los primeros meses le pude dar fue besitos en su despacho el cual permanecía muy ocupado, yo le regalaba unos besitos, deliciosos decía él, (siempre me han dicho que beso de locura), pero el también besaba muy rico y tierno, lo cual me mataba, ya que mi marido para nada es así. Un día me mando unos pasajes para que lo acompañara a la ciudad capital, pero no acepté porque me dio miedito que de pronto alguien me descubriera. Sin embargo un día lo ví en la capital pero no porque el me pago los pasajes, esto lo hizo otro tipo mucho mas joven que me encantó también y era compañero de trabajo, me convenció y accedí a "pasear con el", pero ésta, es otra historia que más adelante les contaré.
El doctor siguió insistiendo, un día me llamó a mi celular, me dijo que estaba solo en su casa, que su mujer había viajado, yo le dije y para que quiere que yo valla ah?, que me quiere hacer ah?, el me reitero: " venga para acá!!, acompáñeme que me siento solito", y yo tan rogada accedí. Me dirigí en mi moto, como me llamó de improviso no tuve tiempo de cambiarme, me fui como estaba, con un short cortico, que dejaba ver mis encantadoras piernas. Cuando llegué lo llamé para que me abriera la puerta, dejé mi moto una cuadra lejos del lugar para no despertar sospechas. No conocía su casa, era grande con muchas comodidades, una poltrona grande y abollonada, centrada en la sala, fue el lugar donde el doctor me hizo sentar, muy respetuoso como siempre, a ratos me parecía que me respetaba mucho, las veces que me había besado solo me abrazaba y apretaba contra él pero no más. Cuando me saludo en la puerta solo nos dimos un beso en la mejilla por si alguien nos miraba desde afuera.
él estaba vestido con un pantalón de tela, con camisa blanca un poco seriongo, pero se veía elegante y riiiicooo. Me hizo sentar y comenzó a besarme yo le cogi la carita y respondí a sus labios con mi lengua y labios gruesos, nuestra lenguas se entrelazaban excitándonos a los dos, la respiración mutua fue haciéndose cada vez mas intensa, yo pensaba "por fin me va ha coger", dejo un poco su mojigatería acariciando de abajo a hacia arriba mis piernas, sus manos grandes y suaves se dirigían hacia mi entrepierna, lo cual comenzó a humedecer mi sexo, sus labios comenzaron a caer sobre mi cuello y luego una parte de mis senos que se dejaban manipular algo por el escote de mi camisa.
Sus manos comenzaron a ser inquietas, querían tocar y aprovechar las ganas acumuladas que me tenía, me comenzó a bajar la blusa me abrió el sostén por delante y dejó al descubierto mis pezones oscuritos y bien parados por la excitación del momento, el los miro y dijo: "ohhh mamasita, mi niña tienes unos pezones hermosos, y sin mas palabras procedió a abrir su jetica, sacar su lengüita y tocarlos, a esto repondí con un: "ahhh ahhhh ahhh", lameteó un poco e introdujo todo lo que pudo de teta en su boca y comenzó a succionar, "ahhh" cada succión me provocaba un cosquilleo en la cuquita que la mojaba mas y mas y mas, mientras urgaba deliciosamente mis tetas, su mano ya se había apoderado del botón y cierre de mi short, el cual fue bajando poco a poco, yo le facilitaba las cosas, al fin al cabo en el fondo deseaba ser clavada por aquel hombre tan poderoso, de dinero y con mucha experiencia, además me excitaba saber que mi maridito ni se imaginaba donde y que le estaban haciendo a su mujercita.
Introdujo sus dedos grandes y suaves a través de mi tanguita blanca, busco mi sexo, hasta encontrar mi agujero, el dijo: "Ohhhh mi niña esta calientito, mojadito, y todo suavecito", sí, así era y además listo para ser acometido por su herramienta. Yo no aguante la excitación y mande la mano a la presa por encima de su pantalón, estaba empalmado, y se notaba una buena herramienta de trabajo, la agarre, la apreté y el se emocionó, ya que no le había hecho antes esto. Por ello su paquete parecía crecer mas y mas a través de su pantalón. El debía sentirse en el cielo con esta hembra, 18 años menor que él. Se acomodó frente a mi y yo entendí el mensaje, le comencé a desabotonar y bajar el cierre de su pantalón, metí la mano y saque con algo de dificultad aquella herramienta, que inicialmente agarré y verifique su ancho y longitud, la saqué completamente y pude visualizar un tranca de unos 20 cms, su grosor no era tanto, pero su largo invitaba a todo , acerque deliciosamente mi boca hasta lamerle suavemente la cabecita, él lanzó un quejido , pero estaba tan deseoso que me empujó hacia atrás, caí hacia atrás y me recibió el espaldar del mueble, mis piernas se bambolearon y abrieron hacia arriba.
Fue cuando el doctor las tomo con sus manos y dijo: "no aguanto mas, quiero clavarte mi niña", yo le respondí: "a esto fue que me llamaste, papito, soy toda suya" corrió la tanga hacia un lado porque las ganas no ameritaba tiempo de quitármelas, me observó la cuquita se acercó a ella y exclamo: "ohhh mi niña tienes una cuquita hermosa, depiladita, color piel canela, uhmm y huele delicioso, otro día le dedicaré mas tiempo (por ese entonces a mi en realidad, no me gustaba que alguien me besara por allá abajo así que reaccioné), ohh papi clávame, no es lo que deseabas?, me dijo: "siiii mi niña!!!!!!", se ubico en medio de mis piernas con lo pantalones a medias y apuntando con su huevo considerablemente tieso y cuando iba a empuñar y cumplir su sueño y el mío, de pronto alguien tocó a la puerta, y le gritaba desde afuera: "doctor Martinez lo necesito urgente", lo único que se le escucho a mi doctor fue "uff quien será el hijuemadre", inmediatamente nos vestimos, el me escondió en una habitación mientras atendía al hombre, pero esto duró como más de una hora, esto me ocasionó una rabia sin control, que cuando el tipo se fue, yo le dije que me iba inmediatamente, ¡qué mamera oye!. Ese día lo dejé con ganas de cogerme al cabrón ese, pero no niego que yo también me quedé cortita y empezada, tal ves eso fue lo que mas me emputó.
Otros días intentó llamarme y cuadrar una cita conmigo, pero al final sus ocupaciones o su esposa no lo dejaban, hasta que un día
Eran como las 7:00 p.m. de un día laboral, y me dijo que fuera a su oficina, yo le dije: "ah pillín, estas solito no?" ese día me fui con una minifalda amarillita, que le facilitara las cosas. Llegué y el portero, tenía instrucciones de dejarme pasar, inmediatamente entré a la oficina, el doctor martinez, se volcó hacia mí, me abrazó me besó apasionadamente, mientras sus manos se llenaban de mis nalgas, deslizó sus manos por debajo de la mini, y la levantó con fuerza, no quería esperar nada, tenía unas ganas de cogerme, que me levantó, me hizo abrir las piernas en el aire, y me traslado cargada así de la puerta hasta su escritorio, me sentó en él, me hecho hacia atrás, me rompió el diminuto hilo que llevaba, el cual ya estaba mojadito de las ganas que traía desde la casa, y lo tiro hacia una esquina de la oficina, se quito los pantalones e interiores, su tranca venuda, salió disparada de lo tiesa que estaba, y dijo:"!por fin vas a ser mía!" (era lo esperado ya después de medio año de estar filteando y dándonos solo besitos) restregó un poco mi rajita con su cabezota hinchada, de arriba abajo, y la fue hundiendo hasta el fondo, "!ohhhhhh, papi por fín me tienes, húndela asíiiiiiiiiiiii, que riiiiiiicooooooooo", sentí un poco de dolor por lo larga (mi marido y otros tres especímenes que me habían cogido tenían en promedio unos 15 centimetros de largo) , la sentí hasta mis ovarios, y el coloco una carita de deseo y satisfacción gritando: "!ohhhh mi niña que ganas que tenía de enterrártela, desde ahora serás mía, solo mía!", me decía el muy cabrón. Diciendo y haciendo comenzó a follarme, una y otra vez, me la enterraba de tal manera que con cada embestida, parecía que me la hundía mas y mas, esta escena que podía observarla ampliamente en un espejo que se encontraba al lado de nosotros, me ocasionó un excitante placer prohibido con sentimientos encontrados entre aguantarme un poco el dolor por la larga y dura tranca hasta recordar que yo una mujer casada y respetada, madre de dos pequeños, estaba siendo clavada por el doctor, quien me hacía un delicioso pollo asado encima de su escritorio, "ohhh papi que ricooo me coges, lo haces mejor que mi marido, asíii, no pares "aghhhhhhhggggggg aghhhhhhhhhggggggggggggg, papiiiiiiiiitoooo que traaaancaaaahhg, tan riiicaaagh, aghhhhhhhhhhh, ayyyyyyyy, mi amor delicioso" el mientras tanto gemía, oh oh oh, ogh ogh oghhhhhhoooooogh mi niiiiiiiña, mi hembra, queeee riiiiiica, marianita oh, oh oh, oh o oo , hasta que arqueó su cuerpo enterrandola fuertemente y se vino en un chorro de lefa caliente y espesa que inundó mis entrañas, yo no podía creer que aquel viejo tuviera tanta lefa guardada, yo con mis movimientos internos de mi cuquita, se lo acabé de exprimir, a lo cual el lanzó un último quejidito de emoción,
Se tumbó sobre mi, me besó, y su verga se fue adelgazando dentro de mí, lo cual lo hizo volver a la realidad, en cualquier momento podría llegar alguien, y así fue, preciso tocaron a la oficina, nos levantamos y acomodamos en carrera, por el afán no encontré mi hilo, el hombre que llegó era un compañero político, amigo de mi marido que me tenía ganas, y yo no le había querido dar nada, pero que prácticamente no vió, pero si escucho. En ese momento en que yo ya me iba a retirar al doctor lo llamaron al celular, y el salió de esa oficina, me dejó solo con el tipo, yo allí sentada sentí que un chorrito de líquidos me salía de la cuquita por lo cual me levante hacia el baño, se deslizó un chorrito de liquido por mi entrepierna, el tipo no me quitaba la mirada de mis piernas, por lo cual pudo observar la situación, me miraba que me desvestía y se observaba el resultado en su entrepierna, la cual yo miraba disimuladamente que la estaba empalmado, el muy iluso se estaba masturbando mentalmente, porque como me lo hizo saber otro día, el había escuchado todo lo que hacíamos en aquella oficina. Salimos y cuando mi macho de aquella noche se descuidó el desgraciado, el hilo que había tirado mi amante, él lo había encontrado y metido en su bolsillo, lo sacó y lo acercó a su nariz para olerlo, yo le voletee la mirada, e hice que no me importaba, además que gozará y se pajeara a mi nombre, que era lo único que podía obtener de mí, pero como dijo otro amigo, sólo con poder oler tus braguitas me extasiaría de locura sexual, pues entonces que disfrutara de mis juguitos.
A eso de las diez de la noche llegué a casa, me bañe, mientras tocaba mi cuquita con los labios entre abierticos por la deliciosa faena que me había dado mi amante de turno con su verga. Mi pensamiento era: "increíble lo que hice, que mi maridito no se de cuenta porque nos mata". Hasta otra de tantas historia de mi vida que tengo para contarles