Por fin cogi a mi deseada alumna 2
Por fin había quedado con mi alumna rubia, mi capricho desde hace varias semanas desde que reparé en sus piernas y cachas sentada al sentarse en su pupitre...
Por fin había quedado con mi alumna rubia, mi capricho desde hace varias semanas desde que reparé en sus piernas y cachas sentada al sentarse en su pupitre, desde entonces era la musa de mis pajas, me tiré a una compañera pensando en ella –lo que esta profesora agradeció enormemente por la follada que le di en mi despacho- , y finalmente tras recibir su visita me comió la polla como anticipo ante lo que se auguraba una noche loca de sexo.
Pasaron las horas preparando la velada en mi domicilio donde habíamos concretado vernos, era más cómodo para ambos. Al abrir la puerta apareció ante mí una escultural mujer, llevaba taconazos por lo que ahora su altura rondaba el 1,72 aproximadamente, su preciosa cara dibujó una sonrisa bonita y seductora en sus labios pintados de rojo intenso, llevaba el cabello suelto, vestía de negro con una faldita corta de color rojo a juego con sus labios, y cubría sus piernas con unos eróticos pantys negros transparente, calzando unos zapatos de tacones del mismo color con adornos en plata, cubriéndose el cuerpo con un abrigo rojo que, al quitárselo, aprecié como toda su ropa marcaban totalmente su silueta de arriba abajo: sus pechos, los generosos muslos marcados y su asombroso culo. Se me acercó y sus labios pintados de rojo me besaron, aprovechando para meter la lengua devorándome la boca, ¡que manera de besar!, no solo metía su lengua sino que me chupaba la mía y me hacía meterla dentro de la suya también, “mmmmm, que bien besa esta niña” , pensaba mientras le sobaba los muslos y el culo por todas partes, era la primera vez que apretujaba y hundía mis manos en aquellas piernas que tanto me habían mareado, incluso pasé la mano por la rabadilla, desde la parte superior hasta el chochete evidenciando algo que al poco tiempo se me confirmaría, sobretodo al sentarse en el sofá distinguiéndose perfectamente las nalgas y todo su sexo al traslucirse en demasía los pantys, no llevaba prenda interior, quede satisfecho para mis adentros.
Tomamos un refresco y tras una charlita amena e insinuante pasamos a la cena con velas que le tenía preparada, todo muy ambientado. Duró alrededor de una hora, con miradas traviesas, sonrisas y comentarios de todo tipo, obviaré los detalles por no ser significativos, eso sí cenamos muy bien Al finalizar, ya muy calientes nos fuimos a la habitación entre arrumacos, caricias y besos, nos desnudamos mutuamente, yo quede totalmente desnudo con la polla colgando, mostrando ya un buen tamaño, ella quedó solamente con los eróticos pantys dejando ver todas sus gracias perfectamente, bajo los pantys indudablemente se apreciaba como tenía depilado su sexo con un poco de vello en forma de hilera en el pubis, ya me entienden, y se le veía un culo rico, redondo y firme; colocándome estratégicamente a su espalda para admirar su lindo culito, pude contemplar como se agachó en pompa para dejar parte de sus ropas, marcando todo el relieve del coño a través de la fina tela, la polla creció y engordó aun mas al tiempo que me tocaba de verla en esa posición tan ingenua para ella. Sin embargo era tanta la fijación que tenía por sus zonas inferiores que me olvidé por completo de sus tetas, quedando expuestas al aire con sus grandes aureolas y colosales pezones apuntados de color marrón clarito, eran majestuosas y muy bien puestas, como intuía blanditas y con buen canalillo. Nos abrazamos y nuevamente nos comimos la boca mutuamente, igual que antes devorándome la boca, aprovechando para llevar una de sus manos al tranco dándome varias friegas arriba y abajo poniéndomela todita extendida, gruesa y dura como una piedra, mientras me clavaba los pezones yo, rodeando con un brazo su estrecha cintura, con la otra mano hurgaba en los muslos, culo y el chochete ya mojado enterrándole varios dedos que la hicieron estremecer de placer. Sonriendo me susurró al oído ofreciéndome hacerlo con o sin preservativo porque tomaba la píldora, no lo dude a pelo, a pelo…, indudablemente era mi día.
Se tumbó en la cama sobre un costado esperándome, desnuda de cintura hacia arriba y desde la cintura, cubriendo su entrepierna y extremidades inferiores, los reseñados pantys, estaba suculenta viéndola así con una gran sonrisa en su rostro montando la pierna derecha sobre la izquierda dejando apreciar toda su contorno, percibiéndose claramente al mismo tiempo los escasos pelos del coño bajo la fina tela translucida. Me tumbé al igual que ella mirándonos fijamente, quería disfrutarla antes de entrar en faena, sino había comenzado ya; rápidamente se precipitó sobre mi cuerpo quedando debajo del suyo clavándome sus ricos y duros pitones en el pecho mientras continuábamos comiendo la boca, enroscándose nuestras lenguas, la giré y comencé a manosearle las tetorras y a comerlas por todos lados lentamente dando con la lengua en los pezones duros y tiesos; me detiene e inicia una mamada espectacular, bastante ensalivada, era una mamadora de poyas estupenda como me demostró horas antes, se la traga prácticamente entera la voy acariciando y le pido un 69 y sola se pone, dándome una bonita visión bastante erótica con sus pantys puestos, se lo comienzo a bajar desde la cintura y… ¡menudo culo y coño tenía la chica!, saco enterita la prenda por ambos perniles e, inmediatamente, abro un poco las piernas aguantándola por los muslos interiores para comerle enterito el carnoso y rosáceo coño, primero dándole bocaditos en el exterior haciéndola gemir y estremecer, y cuando le meto la lengua estimulándole el clítoris noto como que se emplea intensamente en la felación, al rato me dice que se va a correr, “córrete bien, date el gusto” contesté removiendo enérgicamente los dedos en el interior del jugoso coño, estallando pronto abundantemente como un torrente, paró un poco y seguidamente continuó apresuradamente para terminar de comérmela, quería que me corriera y no pude aguantar mas, esta vez fui yo quién le llené toda la boca de viscoso líquido seminal.
Pasados unos minutos continuaba tumbada boca arriba con las piernas recogidas sigo un poco más comiéndole la almeja, así hasta poder recuperar todo el vigor, hasta que noto por sus encogidas como vuelve a correrse, nuevamente erecto me situé entre las piernas abiertas de mi alumna que seguía tumbada, la penetro trabajando yo encima de ella, reconozco que estaba sumamente caliente al ser la primera ocasión que le metía la tranca a mi deseada alumna rubia, la misma con la que me había encaprichado al verla en clase con sus muslos y cachas al descubierto, la misma musa de mis pajas, y la misma persona por la que me había follado a una compañera; a la vez que la ensartaba pasionalmente me apretaba fuerte el culo con sus manos contra ella, y pegaba pellizcos así como besitos en el cuello, excitándome en abundancia, terminé por abrir y levantarle las piernas por los muslos interiores para suministrarle fuertes embates, poco más tarde colocó las piernas sobre mis hombros aumentando aun mas la cadencia de la follada, marcando los tiempos de menos a mas, “ dame profe, hasta dentro… ahhhhhhhhhh…, que…. ríííícaaa…, así… …más fuer..te… más fuer…te… asíííííííí…, ahhhhhhhhhh…”, empezaba a apretar su chocho bien empapadito aprisionándome el miembro hasta que me vacié abundantemente en su interior, ¡que ricura!.
Después de recobrarnos, se subió encima mía con una gran sonrisa, sin duda estaba satisfecha y estaba disfrutando del sexo tanto como yo, era buena señal, me atrapó el miembro, se lo clavó en la vagina y a cabalgar mirando para mí, moviéndose primero suavemente en redondo con un agradable y erótico contoneo de cintura, dándome con las tetas en la cara, besándome, y moviéndose como una diosa a la vez que permanecí agarrado apretando ese culazo espectacular, empujándole las nalgas hacia arriba, puso sus manos en mis hombros y empezó a subir y bajar, mi verga entraba y salía resplandeciente, sus tetas bailaban a la altura de mis ojos y tuve que hacer esfuerzos para apresar uno de sus pezones, mientras continuaba agarrándola por las nalgas mientras puesta ya en cuclillas botaba y botaba sobre mi polla. Vaya polvazo que estaba echando a esta “nena” con cuerpo de diosa, a mi ambicionada alumna rubia, incrementó las acometidas y echó la cabeza atrás, salían grandes gritos desde su garganta, sus tetas se propagaron en ambos direcciones del pecho jadeando intensamente al igual que un servidor, “¿cambiamos de postura, profe, antes de corrernos…?” me inquirió ella con respiración algo cortada, acto seguido se coloca del mismo modo pero dándome la espalda para poder disfrutar de ese espectáculo de culazo redondo, sedoso y sin un gramo de grasa, parecía un melocotón, toda sudorosa la deje trabajar y, ¡mmmmmmm, como sabía moverse en esa posturita!, cada vez brincaba y botaba mas apresuradamente poniéndose al poco en cuclillas a la vez que le cogía con fuerza el culo , dándole cachetazos y pellicos poniéndoselo rojo, mientras escuchaba sus gemidos de placer, follábamos con tanta intensidad y excitación que terminé bombeando con ella hasta que empezamos a gritar al unísono en el momento de los orgasmos que fueron mutuos… Espectacular.
Al rato, cuando me di cuenta ya estaba otra vez con el plátano en la boca, chupándome el glande, ¡que cosquilleo!, de pronto se detuvo y de espaldas me hundió el húmedo coño en mi cara, agitándose para darnos mayor placer, gemía y suspiraba de gusto como una posesa y se agitaba tanto que tuve que sujetarla por las caderas para poder seguir chupando y lamiéndole el coñito salobre, dándole al mismo tiempo bocaditos en los labios del mismo, hasta que se apartó y se puso a cuatro patas, llevaba la voz cantante, todo ardiente le hago saber mi complacencia, quería follármela y darle duro por detrás, en esta postura espectacular que tanto me gusta, pude apreciar nuevamente su culazo perfecto con su carnoso conejo al aire todo para mí, estaba muy humedecida y decidí penetrarla inmediatamente metiéndosela hasta el fondo, hasta la bola como se dice en el argot taurino, bufábamos y gemíamos por parte y parte, aumentando desde el principio el ritmo de acometidas mientras, viéndole como se movían y colgaban sus ubres con sus sobresalientes puntas, me puse mas torito y me inclino para agarrárselas, masajeárselas y cosquillearle los pezones a la vez que gritaba de placer como una perra en celo, se sitúa en pompa y fue todo un espectáculo hincarle la polla deleitándome con ese pandero todo para mi, era tan frenético el mete y saca que resolví parar un poco para no correrme tan pronto, quería disfrutarla bien, en ese momento empezó a moverse hacia atrás y adelante para hacer lo que yo tendría que hacer, le di varios azotes consentidos para avivarla aun mas y noté como se excitaba moviendo sus nalgas aceleradamente, “así me gusta, que seas traviesa, que seas un poco putita…”, se le puso culo enrojecido por los cachetes, empecé a bombearla con fuerza, desfogándome a base de bien eyaculando en su interior con muchísima lujuria hasta caer agotado. A la hora de follar, ella no tenía límites, cualquier postura era buena, sabía que era buena folladora. Me tenía loco.
Acabamos cansados sobre la cama, decidimos parar y desnudos tomarnos algo mientras charlábamos. Observé como tenía el coño enrojecido por tantos bandazos.
YO: “porque haces esto”, le pregunté.
ELLA: “¿El que, no entiendo…?”, me dijo mirándome extrañada.
YO: “Follar conmigo, si casi te doblo la edad”, “no lo necesitas para aprobar, eres buena estudiante”.
ELLA: “Y eso que tiene que ver, me daba mucho morbo follar contigo, profe, además aunque he tenido oportunidades nunca me había follado a un madurito, aparte que no eres tan mayor”.
YO: “mmmmmmm, vaya, vaya, y… ¿te esta gustando?”.
ELLA: “Muchísimo, me gustas como follas, mejor que muchos de mi edad, aun podemos estar un ratito más, porfa…”. Me suplicó con cara de niña traviesa que me ponía un montón.
YO: “siiiii…, claro que si chica, eres insaciable”.
ELLA: “mmmmmmm, gracias, veo como se te ha empinado otra vez, vamos a lio…”. Refirió sobándome suavemente el nabo con una mano.
Me eche sobre ella comiéndole nuevamente las tetorras, sobándola por todo el cuerpo, hurgando en el caldoso coño masturbándola, pasado un rato se corrió intensamente dándole a chupar mis dedos llenos de sus propios flujos, “se que te gusta, chupaste tus propios flujos en clase, ¿verdad?”, “admito que me pusiste muy cachondo y la polla como un cañón” , refería incitándola aun con dos dedos en su sexo, oyendo esto se incorporo jadeante poniéndose a cuatro patas, moviendo el trasero de forma sensual, “métemela por el culo, me apetece mucho” ,me propone firmemente, “¿deverdadquieresque te de por el culito? ,le comenté enseñándole mi tranca que estaba larga y gorda como la de un caballo, le podría doler pero le daba igual, si bien no era muy incondicional me dijo que ya se lo habían follado en otras ocasiones, aunque no demasiadas, y el dolor se mezclaría con el placer, “hace tiempo que no me dan por el culo, y quiero hacerlo hoy…,estoy cachonda profe…muy cachonda…”.
Se situó a cuatro en el borde de la cama, abriéndose de piernas se pone en pompa, hincados un codo en el colchón y abriéndose los cachetes con el pulgar y el índice de su mano derecha, enseñándome y ofreciéndome el orificio del ano y el coño bien abierto con su interior sonrosado, ambos suculentos esperando ser penetrados. Por mi parte me situé de pie en el suelo, desde mi posición se la veía imponente con un jugoso culazo redondo y elevado, con la vulva brillante, los muslos recios, y las tetas colgando, me masturbé durante varios segundos observando aquel espectáculo para la vista, era una escultura viva, posteriormente decidí comerle un poco la almeja, hasta que decidí introducirle varios deditos por el ano removiéndolos en su interior durante varios minutos para dilatar y lubricar la abertura, los mismos en los que no paró de estremecerse, gemir, jadear y gritar al tiempo que me decía lo que le estaba gustando y como estaba de caliente, le toqué el chocho con la palma de una mano, estaba ardiendo, “… ahhhhh…no puedo masss, fóllame…, métemela rápido” , terminando la frase se adelanta a mis intenciones, y me coge la porra introduciéndola poco a poco en su apretadito ano dilatándose el recto a medida que entraba la verga, al ver su acción.
Trincándola por las caderas la ayudo empujando con la pelvis hacia dentro, clavándosela poco a poco abriéndose cada vez mas, que cosquilleo estaba sintiendo en el cuerpo, para comenzar a bombear con fuerza hasta el fondo sabiendo que ahora tendría mas aguante, ahí es cuando empieza a pegar gritos de dolencia, placer y satisfacción, todos mezclados, e incorporándose un tanto me dice que le toque los pezones a la vez que inicio un mete y saca por el trasero suministrándome su comprimido ano mucha satisfacción, con su cuerpo el compás de mis ataques, los huevos muy duros se estrellaban contra su sexo que estaba muy mojado, introduje varios dedos en la vagina estimulándole el clítoris, ya había alcanzado el orgasmo y salía un rio de flujos, cerré los ojos y me acordé de cuando la miraba en el aula al tiempo que cerré sus piernas y me hacía una buena paja en su interior, varios embestidas rápidas mas y aparecieron los espasmos para comenzar a eyacular en el recto, alternaba suavidad con rápidas y fuertes envestidas, me estaba poniendo como una moto follándole el culo a mi tremenda alumna rubia, “mueve ese culo, cariño, muévelo rápido” , avivándola, al tiempo que se estaba corriendo manándole los flujos intensamente derramándose por los muslos, concluyo sacándola del ano para correrme en sus pechos y cara llenándonos de gozo.
Terminamos jadeantes y desfallecidos, tumbados en la cama el uno al lado del otro acariciándonos, al pronto vuelve a sentárseme encima atrapando la tranca para ordeñarme poco a poco mientras le masajeo los muslos, se daba mañas para enderezarla enseguida, “te gusta lo que te hago, profe? , “¿he aprobado la lección o volveré a repetirla otra día”, decía sensualmente dándome piquitos a la vez que me masturbaba, “volverás a repetirla, no lo dudes, repetirás seguro” le comenté exhausto a la vez que pellizcaba un duro y erecto pezón y le sobaba el interior de los muslos. Entre una cosa y otra, nos habían dado las tantas, estábamos ya cansados, al poco me la chupa poniéndome más cachondo, se la metió en la boca, aproveché para detenerle la cabeza y empujar para follarle la boca, avisé que me venía y no lo importó tragándose con apetencia toda la leche caliente, una vez mas, le encantó hasta el punto de correrse intensamente.
La invité a quedarse esa noche en mi casa, pero prefirió dormir en su casa, al rato nos montamos en el coche y la acompañé a la misma en un camino en e que no faltaron los toqueteos y arrumacos. Nos despedimos y emprendí la vuelta con una gran sonrisa en la cara, de haber tenido la suerte de ver cumplidos mis deseos, de poder estar con mi deseada alumna rubia, todo un pivón que todos los maromos de la facultad querían follarse, empalmado mientras conducía recordé todos los momentos a cada detalle, había sido un buen amante disfrutando del sexo el uno y otro, superando mis temores. Por supuesto que repetimos, aun continúo los contactos con ella y de vez en cuando tenemos sexo, espero que dure y dure…