¡Por fin! (2)

Tras ese fin de semana de iniciación, quedamos en vernos otra vez y llegar más lejos.

Hola de nuevo.

Para los que ya habéis leído mi anterior relato, os diré que ese fin de semana fue genial, con el handicap de ser mi primera vez y estar algo asustad@.

El caso es que decidimos quedar el siguiente fin de semana y mejorarlo...

Tuve toda la semana para pensar en lo que había pasado y en lo que me apetecía para la siguiente cita. Quedamos en que le recibiría ya transformado en chica, así que decidí ir de compras para ponerme ropa interior muy sexy, ya que decidimos que mi vestido sería el de sirvienta francesa que tanto nos gustaba a ambos.

Compré unas medias de rejilla, un liguero de 6 anclajes, un sostén con algo de relleno de espuma, una nueva peluca rubia de larga melena, y varios pintalabios entre rojo y rosa que tuvieran buen sabor y olor.

Al llegar el viernes por la tarde me llamó al movil para decirme que venía y que si estaba lista. Le dije que me diera una hora, y comencé a vestirme.

Me di una ducha, me puse crema hidratante por todo el cuerpo y comencé con las medias, el liguero, el sostén, el tanga, y me maquillé. Me puse mi vestido de sirvienta y me apliqué la peluca, luego unos pendientes, anillos, pulseras y por fin unas sandalias negras con cordeles hasta encima de la rodilla de 12 cms de tacón.

Estaba más tranquila que la vez anterior, pero aun así me puse una copa que bebí con ansia.

Sonó el timbre y le abrí la puerta. Me miró de arriba abajo y con sólo ver su cara supe que le gustaba lo que veía, así que me abracé con ambos brazos a su cuello y le besé la boca con pasión, al tiempo que le decía de vez en cuando cuanto le había echado de menos, y me reafirmaba a mi misma diciéndole "aquí tienes a tu chica cariño".

Pasamos al salón y nos sentamos en el sofá mientras nos acariciábamos y besábamos.

Entonces me dijo: Levántate y compórtate como debes; eres mi chica-sirvienta y quiero que me atiendas como tal. Tráeme algo de beber, pero quiero ver como caminas léntamente y contoneándote, pues ese vestido te queda de maravilla!!!

Le llevé un cubata, tomó un trago y me pidió que pusiera un canal porno en la tele.

Comencé a buscar y en uno de ellos había un travesti haciéndoselo con dos tios, uno de ellos de color con un rabo impresionante, y al rato se les unió una chica.

¿Te estás excitando? – le pregunté, y sólo con ver su mirada no hizo falta que me dijera nada, así que me puse de rodillas delante del sofá, le separé las piernas, le saqué el rabo y comencé a lamerlo lentamente, sintiendo como le iba creciendo en mi boca.

Al poco rato noté como le venía la corrida y me aseguré de que no cayera ni una gota fuera de mi boca, y de dejársela bien limpia.

Nos pusimos a cenar, y cuando estábamos en el café sonó el timbre. Yo me quedé de piedra ya que no esperaba a nadie, y además estaba transformada en chica.

Me dijo que iba el a responder al telefonillo, y tras cruzar un par de frases oí como pulsaba el botón de apertura....

Le dije que qué estaba haciendo, y me respondió que confiara en él...

¿Me escondo?- le dije, No_ respondió, es un buen amigo que sabe lo nuestro y al que me he permitido invitar para que te sientas más social como chica...

Yo no sabía que hacer o decir, así que me limité a ir a la cocina mientras el nuevo chico entraba en casa.

Oí como se saludaban, y mi chico le dijo: Espera Dani, (Era su nombre), te voy a presentar a mi amiga Sonia. Es una criada muy eficiente y nos atenderá a los dos como es debido.

Me llamó dos veces más, yo no sabía que hacer, hasta que vino a buscarme a la cocina, me cogió de la mano y me llevó al salón.

Dani resultó ser un chico de color de muy buen porte. Le di dos besos y le pregunté qué quería beber. Me miró de arriba abajo y me dijo que por el momento un zumo de naranja, pero que luego ya veríamos.

Se sentaron en el sofá y llegué con la copa para Dani. Al ofrecérsela me di cuenta de que mi chico, que por cierto se llama Luis, había puesto otra vez la película porno de antes, y me dijo que me sentara en medio de ellos.

Así lo hice, y ambos comenzaron a tocarme, cogieron mis brazos y llevaron uno de ellos a cada entrepierna de ellos.

Ya verás,-dijo Luis- lo vamos a pasar muy bien con Sonia.

Entonces me puse de pie, me giré y me agaché, les saque el rabo de los pantalones a los dos y comencé a menearles las pollas con la mano, hasta que empecé un turno de mamadas a los dos.

Yo estaba como loca, estaba disfrutando mucho con esa situación, y además cada vez me sentía menos cortada y llegó un momento en que no podía parar.

Yo era toda una chica vestida muy sexy, con dos chicos en casa que me respetaban, sin malos rollos, me excitaban muchísimo, y me hacían sentir una verdadera viciosa obediente.

Seguí meneando y chupando hasta que ambos se corrieron en mi cara y boca. Me dijeron que les limpiase bien las pollas con mi boca, y el resto de la noche estuvimos charlando los tres como muy buenos amigos, sintiéndome tratada y respetada como chica.

Esto fue el viernes, el primer dia. Lo que pasó después será mi próximo relato.

Un besito a tod@s