Por eso me gustas (1)
Mira muñeca, a las nenas como tú me las como de postre, y se ve que eres cachondísima y rejega, pero yo te voy a quebrar vas a ver
Por eso me gustas
Primer round
Tuve que bajar al lobby contra todas mis costumbres, envíe a mi mensajero a recoger unos papeles importantes y olvidé mandarlo antes por insumos para mi, lo que debía ser aún más importante que cualquier papel, así que me tomé unos minutos para bajar a comprar cigarros.
Observar a la gente que pasa por el lobby de ese edificio es toda una aventura, entra y sale gente de todo tipo, nacionalidades y razas multicolores, unos más ocupados de sus asuntos que otros, gente bonita, fea, extraña, de todo un poco
Cavilaba en esos pensamientos mientras esperaba en la caja del dutty free a que me cobraran.
Me detuve a aspirar los aromas mezclados de café y panquecillos recién horneados del coffe house y de la pastelería francesa que habitan en el transitado lobby del edificio de comercio internacional.
Caminé pausadamente hacia los elevadores, ya con mi botín en las manos; mis cigarrillos, un café con doble cafeína y una revista de modas, que adquirí en la misma tienda el elevador se abrió y entre hasta el fondo distraída con los anuncios de los nuevos perfumes de temporada publicados en la revista y pensaba que tal vez esa quincena buscaría alguno en la tienda departamental de la planta baja, después de todo, lo merezco, tan absorta estaba en mis frívolos pensamientos que olvidé oprimir el número de piso que habito por oficina.
Algo me hizo notar que el elevador no se movía, levanté la vista y noté que no estaba sola, había 5 tipos de espaldas a mi, pero que fácilmente podían verme en las paredes de espejo del elevador, 4 de ellos eran altos vestían traje oscuro, de manufactura corriente según mi apreciación, tenían ese tipo de cara gris, de esas que no recuerdas si las vuelves a ver, en el medio se encontraba un quinto tipo más bajito y algo rechoncho, de lentes, bigote y mirada traviesa, tenía una expresión vacía en el rostro, me dio la impresión de ser el "jefe" de los otros cuatro, este llevaba un traje gris claro, de mucho mejor calidad que los de sus acompañantes, me llamaron la atención los botines de tacón cubano que usaba, tan relucientes y nuevos como pasados de moda.
Interrumpí mis pensamientos y el incómodo silencio con uno de mis acostumbrados sarcasmos, -si alguien oprime el botón de algún piso, seguramente el elevador se moverá-, -el hombre del traje gris me miró y me dijo, -¿a que piso vas?-, -¿a que piso vas tu, respondí?-, acercándome pausadamente a la placa de los botones del elevador, oprimí mi piso, y esperé su respuesta, -eso nena, no es asunto tuyo-, contestó, -no, claro, solo que no sé si tu o tus gorilas saben leer lo suficiente para oprimir un botón-, contesté molesta, a lo que el respondió con una sonora carcajada, -¿como te llamas muñeca?-, me pregunto, -eso no es asunto tuyo-, respondí; él esbozo una sonrisa y yo me bajé en el piso de siempre, regresé a mi oficina y olvidé el incidente, al menos por el momento.
Habían pasado algunas horas, cuando mi asistente entró con cara de susto a decirme que me buscaban en la recepción, -¿Quién me busca?-, pregunté, -pues me dijo que, busca a una chica que entró en esta oficina, que no sabe su nombre pero que es bastante insolente- dijo mi asistente, -¡Ah!, y por supuesto adivinaste que se trata de mi ¿verdad?, agregue soltando sonora carcajada, -hazlo pasar, anda- le dije a mi asistente.
D. Cherry: -Pasa toma asiento, no tengo nada agendado contigo según veo-
Hombre de traje gris: -No, mande a uno de mis muchachos a seguirte, me gusta tu estilo, y tenía que conocerte-
D. Cherry: -Y ¿Qué te hizo pensar que yo quería conocerte a ti?-
Hombre de traje gris: -No te estoy preguntando, y no me interesa lo que pienses, vengo a invitarte a comer y no me iré hasta que aceptes-
D. Cherry: -Pues ponte cómodo por que no iré-
Hombre de traje gris: -De momento ya descubrí tu nombre, es bonito-
D. Cherry: -eso me pone en injusta desventaja, por que yo no se quien eres-
Hombre de traje gris: -¿no sabes quien soy?
D. Cherry: -Y ¿Por qué habría de saberlo?
Hombre de traje gris: -Por que pensé que leerías el periódico o verías las noticias, es importante saber que pasa en el país-
D. Cherry: -Pues si, leo la sección de finanzas, comercio, sociales y la cartelera, y no me resultas ni remotamente conocido, y ahora ¿me vas a decir que eres importante para éste país?-
Hombre de traje gris: -Tal vez no has visto en la sección correcta, busca en la sección de política
D. Cherry: -Ni de casualidad, me parece un circo barato al igual que los chismes de "artistas", y ¿podríamos dejarnos de adivinanzas?, algunos tenemos mucho trabajo que hacer -
Hombre de traje gris: -Me llamo Antonio Ruvalcaba, muñeca y paso por ti a las dos para ir a comer, nos vemos en el lobby si no bajas vengo por ti-
D. Cherry: -Mucho gusto Sr. Ruvalcaba, pero no iré contigo aunque subas, al menos hoy no -
Antonio: -Me parece bien, ya te estas ablandando muñequita, y no hagas muecas que tienes una carita muy linda, te llamo mañana para pasar por ti-, dijo, tomando una tarjeta mía del tarjetero de plata con mis iniciales que me regaló mi marido y que decoraba mi escritorio-
D. Cherry: -Me parece, llámame mañana, a ver si puedo o quiero
Y salio Antonio, esbozando una sonrisa , inmediatamente después entro mi asistente con su acostumbrada cara de susto, y me dijo, -¿Quién era?, ¿si te buscaba a ti?, ¿viste que tenía guaruras?-, -si lo vi, y si era para mi-, respondí, -entro tu jefe y los vio me hizo señas pero no supe que decirle-, dijo mi asistente, -no le digas nada, déjamelo a mi- añadí.
Al día siguiente llamó a eso del medio día, y acepté ir con la condición de que saldríamos solos, o sea sin guarda espaldas, no me gusta tener testigos además no sabía que esperar, y para ser honestos lo que estaba haciendo era una verdadera locura, no quise investigar nada del tipo, por temor a lo que pudiera encontrar de él, pero me daba cierta curiosidad saber hasta donde podía llegar esto
Dieron las 2:00 p.m. y sonó mi celular, era él para decirme que me esperaba abajo, al salir le dije a mi asistente, que si llamaba mi marido, diera el mensaje de siempre
Ese día yo llevaba un traje sastre azul-gris de pantalón muy holgado y saco halter con una blusa vaporosa de colores contrastantes, armada de mis lentes obscuros y mi bolsa me dirigí a la planta baja, para encontrarme con este pedante tipejo
Subí a su camioneta, ni por asomo se tomó la molestia de abrirme la puerta, una vez dentro, me saludo con un beso muy tronado en la mejilla, y pregunté -¿A dónde vamos?-, - Tu déjate llevar y no muelas- respondió, - No, si cada vez me caes mejor- dije con sarcasmo
En cuanto abandonamos el edificio, Antonio me dijo, mira muñeca, a las nenas como tú me las como de postre, y se ve que eres cachondísima y rejega, pero yo te voy a quebrar vas a ver
Jajajajajaja, solté la carcajada, y le dije, -¿Tu y cuantos más papi?-
Antonio: Yo solito, no necesito ayuda
D. Cherry: Y ¿Cómo si se puede saber?
Antonio: Por donde más te guste-, dicho lo cual metió su mano dentro de mi pantalón y fácilmente llego a mi clítoris, y lo aprisionaba con sus dedazos, lo oprimía con fuerza, como si quisiera exprimirlo, pero fue tan rápido, que apenas reaccioné, me gustaba, era una sensación diferente a lo acostumbrado, cuando caí en la cuenta de que estábamos en la vía pública, -No.., basta, nos van a ver- repliqué,
Antonio: Tranquila mamacita, tu relájate y disfruta
A pesar de tener puesto el cinturón de seguridad, apoyé mis manos en su brazo, me estaba derritiendo , cuando sacó la mano en un alto y me subió la blusa, bajó mi sostén y mordió el pezón que le quedó mas cercano .volteé a ver a mi alrededor, y había un camión del transporte público, junto a nosotros, me dio miedo mirar, seguro que los ocupantes contemplaban la escena, nos dio la luz del siga, y regreso su mano a la tarea inicial, mientras nos dirigíamos al restaurante
Nos estacionamos justo cuando sentí llegar el orgasmo, entonces Antonio subió de nuevo mi blusa mientras continuaba apretándome el clítoris y mordisqueo mis pezones, Mmmmm . Me vine, en su mano, el sacó sus dedos y los metió en su boca, y me dijo ¿ya ves como no eras tan difícil?..., nomas hay que saber tratarte
Me molestó mucho el comentario, así que hice mueca de disgusto, -¡eres un bruto!- le dije, me arregle la ropa y me bajé del coche .
Antonio: anda muñeca, no hagas berrinche que no hemos comido todavía, además se nota que te gustó dijo esto moviendo sus dedos
D. Cherry: lo que no me gusta es que me trates como si fuera un animal igual que tú
Antonio: jajajaja, anda que nos están esperando
Entramos al restaurante, donde Antonio había hecho una reservación, era un restaurante de una cadena de restaurantes franceses, que son obscuros, y para agregar ambiente nos dieron la mesa más alejada y obscura del local, me alegré mucho que no fuera el mismo que acostumbra visitar mi padre, aunque estaba muy cerca
Hostess: ¿La mesa de siempre Licenciado?
Antonio: La mismita, y llévanos unos tequilas pa agarrar calor
D. Cherry: ¿más calor? ¡Yo no tomo!, estoy en horas de oficina, y debo volver
Antonio: Bueno no te voy a obligar chaparrita
Nos sentamos y nos llevaron el menú, el volvió a meter la mano en mi pantalón y ahora abrí las piernas todo lo que pude para facilitarle el trabajo . La mesa donde estábamos era de esas que tienen como sofás largos y cóncavos, además desde donde estábamos difícilmente se podía ver lo que hacíamos aún así me tapé con el menú, mientras Antonio me masturbaba, me subió las piernas en su regazo y me inclinó en el sofá, me subió la blusa y me bajó el pantalón y la ropa interior, y me metía los dedos lo más que podía mientras que con la otra mano me megreaba los senos y les daba chupetones a los pezones, me estaba provocando otro orgasmo
D. Cherry: Así papacito, así massss
Antonio: ¿No que no?, si esa carita de niña buena es pura pantalla, eres una putita como todas
D. Cherry: si lo soy, por eso estoy aquí contigo , dame lo que me gusta
Antonio: tranquila putita, va a ser cuando yo quiera
D.Cherry: ¡No!, es cuando yo quiera, donde yo quiera, por que yo quiero y si quiero ¿entiendes?... dije al tiempo que trataba de ahogar mis propios gemidos
Antonio: No, así no es mija, aquí mando yo .
D. Cherry: No te detengas . MMmmmm así así más .. AAAAAAHHHHMMMMM!!!!
Yo sentía como me penetraba con sus gordos dedos, y hacía mis delicias en mi ardiente vagína, además pensar que podían oírnos, me excitaba, saber que nos habían visto y que nos podían ver, me tenía completamente rendida, eran sensaciones nuevas y afrodisíacas para mí .
D. Cherry: Así, papi mas . Oooohhhhh . Si, si no pares ..aaaah
Antonio: yo te voy a quitar lo modosita, ¿Cómo me dijiste? Papi? Dime lo que soy
D. Cherry: Un bruto, eres un bruto .pero no pares
Antonio: Bruto? Jajajaja! eres bien tierna ¡que soy anda!, dime o me detengo y te dejo a medias ese orgasmo que ya te estas saboreando puta
D.Cherry: No, no pares, no ahora cabrón!!
Antonio: jajajajaja así me gusta, ya nos estamos entendiendo dime más.. que soy?
D.Cherry: Cabrón!! Hijo de puta me voy a venir
Antonio: Anda putita, quiero sentir como te mojas
D.Cherry: UUUHHHMMMM si . Aaaahhh . Mmmmm .
El seguía metiendo sus dedos en mi vaginita y con el pulgar me oprimía el clítoris con fuerza, con la otra mano pellizcaba mis pezones, no cabía lugar a dudas este "cabrón" sabía lo que hacia me hizo tener un orgasmo que tuve que morder el mantelito para no gritar, me dejé vencer en sus brazos, y entonces me besó, sacó sus dedos de dentro de mi y los chupo y me los dio a chupar -que rica estas putita mmmm - me adelanté al postre, y se levantó a lavar las manos, yo ordené mi ropa lo mejor que pude, ordenamos y entonces charlamos, me dijo que era político, escritor, y casado pero la cosa no paró aquí, yo tomé revancha.. Y la verdad queridos lectores, resulta que no siempre es un plato que se disfruta en frío
Espero que disfruten este relato tanto como yo disfruté recordarlo .
Besos,
Dark Cherry