Por deudas de mi marido me volvi esclava sexual

Me casé muy enamorada y no me fije que mi marido gastaba demás, ese dinero lo robó de unos ganster, quienes me hicieron pagar a mi por la deuda.

Normalmente escribo sobre mis travesuritas sexuales pero en esta ocasión les cuento lo que sucedió a la hija de una amiga, quien como parte de su recuperación me lo contó y permitió escribirlo, por supuesto que con los nombres cambiados. Ojala les guste.

Conocí a Jorge desde la escuela primaria a la que asistimos juntos a pesar de las  grandes diferencias en la condición socioeconómica.

Con el despertar de las hormonas en la secundaria la amistad se convirtió en amor, sin embargo, al pasar a la preparatoria nos tuvimos que separar, el papá de Jorge se había ido al Norte buscando trabajo pero no se sabia nada de él por lo que tuvo que trabajar en el taller mecánico de su abuelo, sin embargo, encontramos la forma de vernos, mi abuela materna vivía cerca del taller, yo insistía en ir a verla y luego escapaba por momentos para encontrarme con Jorge. Pero un día simplemente desapareció, igual que su padre, lo único que dijo era que se iba al Norte.

Finalmente me resigné y con el tiempo me convertí en una chica normal, de  buen ver sin grandes exageraciones mi pelo obscuro, mis curvas muy bien marcadas, mis pechos no muy grandes pero bien firmes y culito respingón  hacían que muchos chicos de la universidad me invitaran a salir. Por cierto mi nombre es Nora y la verdad me gusta ser atractiva a los hombres.

Un día regresé  al pueblo para  las ferias patronales, como un fantasma, Jorge apareció  detrás de un árbol en la plaza central del pueblo. Era otro Jorge, su timidez infantil había desaparecido, se presentaba más seguro, vestido a la moda, su forma de hablar y moverse mostraba a un Jorge más dueño de sí mismo que lo hacía más interesante. Fueron tres días bellos e intensos, con ayuda de mi prima logramos tener tiempo para nosotros solos.

Incluso logré darle  lo que había soñado. En su decimonoveno cumpleaños fuimos en el nuevo carro de Jorge hasta un pueblo cercano en donde en un hotel le entregue mi virginidad, cosa que había soñado desde aquellos tiempos de secundaria. Fue tal como lo había yo soñado, tomamos unos tragos, platicamos y subimos al cuarto, sin  prisa nos besamos como siempre quisimos hacerlo me quito la ropa delicadamente lentamente acarició mis pechos permitiéndome conocer sensaciones totalmente nuevas para mi, pronto sentí como los jugos de mi vagina escurrían e inundaban mi rajita, la forma en que me besó los pezones, primero el izquierdo y luego el derecho para hacer que se pararan aún más haciéndome sentir que hiban reventaban. Mi corazón latía a 100 km por hora, poco a poco bajo besando todo mi abdomen y acariciando mis nalgas, me quitó lo pantalones sin prisa pero no dejando que yo perdiera la emoción, regresó a besarme y tomo mi tanga con los dientes deslizándolas hacia abajo y dejándome totalmente desnuda frente a un hombre por primera vez en toda mi vida, me recostó en la cama y acarició la parte interna de la ingle, después llego a mi clítoris, para entonces yo solía masturbarme regularmente pero la forma en que él lo manipuló con maestría me llevaron hasta un éxtasis, mi cuerpo se arqueaba sólo y tuve el primer gran orgasmo de mi vida. Exploró luego el interior de mi coño hasta que encontró mi himen asegurándose que le daba yo lo que había guardado para él.  Mientras yo recuperaba el aliento de ese primer orgasmo se paró en los pies de la cama, se desvistió sin prisa, la vista me pareció maravillosa, su cuerpo atlético, el vientre plano y su pecho fuerte,  incluso sus testículos pegados a su miembro erecto al máximo  produciendo en mi aún más deseo  y que mi vagina  derramara nuevamente su  líquido.

Despacio, como si el tiempo se hubiese detenido, subió a la cama y me besó la vagina, luego nuevamente el abdomen, luego se hincó y dejó ver su polla, junto antes de meterla en mi vagina, llegó hasta el himen y la retiró sólo para nuevamente llevarla por el húmedo canal que facilitaba su deslizamiento, en un tercer embate rompió el himen, la verdad que el dolor fue mucho menor que lo que me había imaginado, la penetración siguió lentamente recorriendo mi canal casi pude sentir como llegó a mi útero, luego inició el mete y saca lento, suave haciéndome  sentir cada momento hasta alcanzar un orgasmo tras otro.

Tan rápido como apareció así desapareció Jorge, la verdad no lo sentí demasiado volví a la Universidad en donde,  me sentí libre de salir con varios compañeros llegando a la cama con varios de ellos.

Más de dos años habían pasado de la última vez que vi a Jorge, cuando durante unas vacaciones de fin de año apareció nuevamente de la nada, una vez más apelé a la complicidad de mi prima para pasear con él por varios días. Fuimos al mismo hotel en el pueblo cercano y tuvimos sexo, al terminar y con un poco de madurez le pregunte que si nuevamente me iba a dejar    y me sorprendió pidiéndome que nos casáramos.

Hablar con mis padres tuvo el resultado esperado, el enorme enojo de mi padre y el llanto de mi madre. Sin embargo yo no pude ver con claridad y acepte fugarme con él, lo único que le pedí fue que nos casáramos. Así dos días más tarde nos encontramos en el registro civil en donde realizamos el trámite oficial y partimos.

El viaje fue fabuloso, viajamos por automóvil deteniéndonos en cuanto hotel encontrábamos para pasar la noche y hacer el amor con toda intensidad, al día siguiente salíamos comíamos y avanzábamos otro poco solo para detenernos nuevamente a continuar con nuestras relaciones sexuales como desesperados viajamos desde el sur este hasta el noroeste del país, viaje que pudimos hacer en 4 días pero como nos detuvimos a cada momento hicimos casi 9 días. No me preocupaba por el gasto, Jorge parecía tener todo lo que se necesitara, como yo había salido sin nada él me compró ropa y todo lo que yo quería, especialmente ropa interior sumamente sexy, minifaldas, blusas muy ligeras, transparentes y de pequeños tirantes.

Al fin llegamos, en efecto Jorge tenía una casa esperando para mí se encontraba a las afueras de la ciudad bastante bonita y amplia. Al principio todo parecía estar bien, Jorge viajaba frecuentemente y yo aprovechaba para salir y conocer los alrededores.

Pero poco a poco la situación fue cambiando Jorge salía de viaje y al regresar teníamos sexo pero este ya no era un sexo amoroso y romántico con mucha pasión sino un sexo salvaje duro, en donde me penetraba analmente con fuerza como hacía calor cuando estaba en la ciudad me obliga a dormir desnuda para que en el momento que él llegara pudiera cogerme a su antojo. Esto sucedía sobre todo cuando llevaba a sus amigos a casa. Yo les servía de comer y luego subía a dormirme pero lo debía hacer desnuda, Jorge llegaba después y me follaba con toda fuerza por todos los agujeros hasta que nos quedábamos dormidos.

Una noche llegó acompañado de tres amigos, como siempre los atendí de manera fría, pero algo parecía distinto, Jorge estaba muy raro casi no hablaba y no me quería ver. Cuando acabamos de cenar los cuatro hombres se fueron a la sala y yo me prepare para subirme. En ese momento uno de los hombres que parecía el jefe me dijo

No señora no se vaya, vengase aquí con nosotros.-

Me sorprendí, voltee a ver a mi esposo pero este no me miró.

Ándele señora, venga con nosotros- el tono era bastante imperativo lo que me hizo aceptar.

Me sentaron en el sofá en medio de dos de los tipos, mientras que el jefe estaba en frente de mí y me dijo con fuerte acento norteño.

Aquí su esposo nos ha hablado mucho de usted-

Nos ha dicho que es usted muy bella, lo que ya estamos viendo, nos ha dicho que tiene unas curvas muy buenas, lo que tambien estamos viendo-

Yo no entendía a donde quería llegar así que solo acerté a decir un tímido – gracias-

De pronto dijo – Sabe que más nos dijo, que Ud. tenía unos pezones pequeños y rozados que dan ganas de chupar y lo queremos comprobar.

Yo no podía creer lo que oía y me paré como impulsada con un resorte pero al mismo tiempo se incorporaron los dos hombres que estaban a mi lado bloqueandome cualquier salida.

Vamos, muchachos la señora nos mostrara esos pezones ¿Verdad Norita? -

CLARO QUE NO- grité buscando a Jorge para que me ayudara. En ese momento el tipo que estaba justo frente de mi tomo mi blusa, que era una de tirantes, y de un brusco movimiento la rompió en dos. Instintivamente traté de taparme los pechos aún y cuando aún tenía el brassiere. El que estaba tras de mi rápidamente me sujetó ambos brazos.

Ayúdale güero – dijo el jefe- él con una habilidad pasmosa sacó una navaja afilada y cortó los tirantes de mi sostén, el cual cayo hacia delante dejando mis pechos expuestos, luego rompió el elástico y mi bello sostén azul cayó al suelo.

El jefe desde el otro lado del salón dijo con sorna – vaya tampoco mintió en eso-  y luego continuó – ¿y sabe que más nos dijo?

Ya muy asustada sintiéndome expuesta y dominada moví negativamente la cabeza.

Que tiene un conejito muy bonito y depilado no más con un rayita de pelos.

Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, me sentía totalmente indefensa y no sabía hasta donde llegarían.

Está bien Muchachos- Dijo el jefe-creo que la señora ya comprendió y estoy seguro que no necesitara ayuda para mostrarnos su bello pubis.

Luego dirigiéndose a mi digo -¿Verdad Norita?

Yo estaba perpleja buscaba la mirada de Jorge quien descaradamente volteba para otro lado,  pregunte -¿Que pasa Jorge?

Con una sonrisa maliciosa el jefe me dijo - Lo que pasa es que tu marido gastó dinero que no era suyo, con eso pagó muchos de los gustos que te ha dado últimamente pero olvidó pagarlo y sabes que el cobarde prefirió que nos cobráramos contigo a pagar con su vida ese dinero - hizo una pausa y continuo- Claro que ayudó que le dijéramos que después de matarlo vendríamos a divertirnos contigo de cualquier forma - esto desato la risa de él y sus compinches.

Todo estaba claro, debí suponerlo, nunca pregunte a Jorge sobre su empleo o como obtenía todo ese dinero, los gánsters no se limitarían en nada.

Estamos esperando señora - volvió a decir el jefe sacándome de mi marasmo-queremos ver el conejito.

Comprendí que que no había salida así que lentamente empecé a bajar mi tanga que había hecho juego con el bra que habían roto. Las lagrimas rodaban por mis mejillas cuando me doble para sacarías de mis piernas.

Con una voz de mando el jefe me ordeno - tráemela -

El sonido autoritario de su voz me causo tal escalofrío que ni siquiera dude en obedecer, los esbirros me abrieron paso y cruce la sala mostrando mi desnudez tratando de evitar las miradas lujuriosas de aquellos hombres.

Al estar junto a él tomo mis bragas y me sujetó las manos y con su mano áspera acaricio mis labios mayores produciendo una sensación muy desconcertante, luego olió la tanga y dijo a sus compinches - huele a hembra – y se las arrojo. Uno de ellos la recogió la olió también y la paso al otro, finalmente la arrojaron a donde estaba Jorge.

¿Sabes que mas nos dijo tu esposo sobre ti? - me pregunto el jefe -

A lo que solamente pude responder moviendo la cabeza negativamente

Que haces unas mamadas magnificas - voltee a ver a Jorge con furia, cierto era que yo le había hecho sexo oral muchas veces y sabia que lo disfrutaba pero jamas imagine que lo platicara a personas ajenas.

Sin darme mucha oportunidad para reaccionar abrió sus piernas y me obligo a hincarme frente a el jalando fuertemente mi brazo - ¿Que crees que te voy a ayudar putita haz tu trabajo? - era inútil resistir o fingir que no sabia lo que quería, baje el cierre del pantalón y metí mi mano para sacar la polla que se encontraba bastante recta, era una polla larga aunque no tan gruesa. Me metí primero la cabeza, tenia u sabor horrible, claramente no la había lavado en un tiempo y sabía a orines, sudor y algo mas que supuse serian jugos de mujer. Jorge me había ensañado como relajar la garganta para poder introducir mas al fondo la polla con lo que logre tragaría casi toda resistiendo las arcadas. Entonces él se abrió el cinto y bajo los calzones dejando libres los huevos, yo lamí todo el tallo hasta llegar a ellos y luego los lamí en un momento abrí la boca y quise morder lo mas fuerte para hacerlo gritar, pero como si adivinara mis intenciones me dijo - No te atrevas - y al voltear la mirada hacia arriba vi que tenia una pistola en la mano con intención de darme una bofetadas con ella, solo tome sus bolas entre mis dientes y los acaricie, luego volví a tragarme la polla llegando mi nariz hasta su vellos púbico.

Tomo mi cabello y me folló la boca unas tres o cuatro veces y cuando creí que lo haría hasta venirse me jalo y tiro al piso. Yo caí de espaldas - vaya tampoco mintió en eso- dijo visiblemente agitado por la felacion y continuo - pero estoy seguro que lo hará mejor con su marido ¿No creen muchachos? - los compinches rieron y le dijo a Jorge - tu que dices ¿No extrañas una de las deliciosas mamadas de tu esposa? - Jorge no contesto se limito a ver al piso - TE ESTOY HABLANDO- grito - ¿Quieres una mamada?- dede mi posición podía ver que el desgraciado de Jorge tenia una erección - tímidamente contesto un Si a lo cual el jefe le dijo - ¿Que dijiste no te oí? -

Si- contesto Jorge un poco mas fuerte

No oíste hazle una mamada a de esas que le gustan a tu marido - me dijo a mi

Trate de incorporarme pero el jefe dijo - no acercate en cuatro patad como la perra que eres

Senti gran verguenza y creo que volvi a llorar, Jorge estaba en uno de los sillones de la sala a unos tres metros de mi, me puse en cuatro y empece a avanzar hacia él lentamente, pase frente al jefe que estaba a medio camino sentí como introducía la punta de su bota picuda en mi rajita dandome un pequeño empujón hacia donde estaba mi marido y diciendo – camínale, no lo hagas esperar-

Cuando llegué frente a Jorge lo vi a los ojos con mucha furia por comprender que lo que me estaba sucediendo era culpa de el. El jefe dijo - hazlo bien, encuéralo -

Aun con más rabia tomé el cinturón de Jorge y los desaté, le quité las botas y las arroje lo más lejos que pude en clara señal de rabia, y bajé los pantalones y calzones de un solo tirón dejando al descubierto su polla y huevos.  La polla que antes me parecía hermosa al estar erecta ahora me parecía repugnante. Algo sucedió en ese momento en mí y decidi convertirme en la más puta de las putas.

Tome los faldones de la camisa vaquera y tire hacia afuera, casi todos los botones saltaron al unísono lo empuje y cayo sentado nuevamente en el sillón y me lance ligeramente  para besar su ombligo y abdomen fui bajando hasta llegar a donde inicia el vello púbico y mordí un mechón, jalando lo mas fuerte que pude el grito y causo la risa de los demás, luego inicie la mamada escupiendo su polla y lo empece a masturbar, me metí el glande a la boca luego introduje todo el tallo saque la polla de mi boca y lo lamí incluyendo los huevos, pensé en morderlos pero me empezaba a exitar sentía mi vagina húmeda y trate de recordar cuando disfrutaba mamandosela. Volví a meter toda la tranca en la boca, ahora era yo la que forzaba la follada bucal, volví la mirada hacia su cara y vi la confusión que tenia, hacia mucho que no lo chupaba así. Acompañe la mamada con una masturbación manual, al cabo de un rato sentí los movimientos de su verga que indicaban que estaba a punto de venirse y apure el movimiento. La primera descarga llego al fondo de mi garganta y la trage para la segunda logré sacarla y parte cayó sobre mi cara y mis pechos y una tercera fue a dar al piso. Jorge cayó sobre el sofá desfallecido.

Los esbirros habían buscado en la casa y encontraron la provision de cerveza que Jorge tenía siempre en casa, cuando me incorporé, mostrando una actitud muy diferente a la timidez inicial, me dieron una cerveza la cual bebí casi de un trago por la sed que tenia y para quitarme el sabor a semen -¿Quien sigue? – pregunte.

Al que llamaban el guero se agarro el paquete y me dijo - aqui esta -

Ya sin dudarlo tome otra cerveza, le di un trago y me dirigí hacia él, sin que me dijeran nada abrí el pantalón y en cuclillas empece mi labor, después de un poco las piernas se le aguadaron y se sentó, tuve que estirarme para alcanzar su tranca que ya estaba totalmente erecta, eso hizo que mi culo quedara al aire, el otro secuaz  que llamaban Chuy y empezó a acariciarme las nalgas y a pasarme el dedo por la rajita y metiéndolo en mi vagina. “El güero” sujeto mi cabeza contra su pene en el momento en que se venia lo que provoco que todo su semen llegara hasta la garganta y obligándome a toser saliendo el semen por mi nariz y manchando toda mi cara.

Cuando me recuperé, me dieron más cerveza y por supuesto tuve que mamársela a Chuy. Su polla era mucho mas gruesa y mucho mas oscura  que la de cualquiera de los otros, me costo trabajo acomodaría en mi boca, por lo que tuve que hacer uso de muchos trucos que había aprendido en la Universidad escupí en todo el tallo, lo masturbe y lamí sus huevos, la verdad me sentía diferente y empezó a gustarme. En una de las salidas y entradas se vino y me lleno la cara y los senos con una abundante corrida, para gusto de todos me incorpore y recogi el semen con los dedos y lo disfrute no pudiendo esconderlo con mi mirada.

El jefe con una cerveza en la mano ordeno desde su sito - traiganmela - para ese momento yo ya estaba un poco ebria y quería ser cogida.

“El güero” me tomo fuertemente del brazo y me llevo hasta donde estaba su jefe, él sin ningún respeto me acaricio la raja y me metió el dedo en mi vagina, se recostó sobre el sillón en donde estaba y me indico que me ensartara su polla en mi cuevita, puse mis piernas a cada lado de las suyas y con la mano guie la polla al interior de mi intimidad,  me agarró los pechos y empezó a estrujarme los pezones mientras con las piernas me hacia subir y bajar.

En eso uno de sus compinches se acercó por detrás y me metió una pastilla en la boca y luego puso una botella de cerveza, luego sabría que lo que me dieron era un excitador sexual, así que yo me volví en una verdadera puta. Al estar rebotando sobre las piernas del Jefe la cerveza brincaba por todos lados, no tuve más remedio que  tragar la píldora y la cerveza salpicó mis pechos y casi todo mi cuerpo.  Brinco a brinco me fui excitando cada vez más y llegue a un orgasmo estupendo, y empecé a gritar – más, más dame más verga-  El jefe dijo a Jorge - ves lo puta que es tu esposa- Yo sentí vergüenza pero lo que fuera que me hubieran dado me hacia querer coger así que acepté-

Si soy una puta.

Cuando yo ya había tenido al menos tres orgasmos y mi vagina era una fuente el jefe se vino adentro de mí con una corrida muy abundante, aun jadeando tuve que limpiar la polla del jefe, quien resoplaba en el sillón.

Chuy me tomo por el pelo y mientras me estrujaba las tetas y me obligó a beber otra cerveza casi entera me llevó hasta el otro lado de la sala, en donde ya esperaba “El güero” con el mástil listo para clavarse en mi vagina, al igual que su jefe me hizo abrir las piernas para ensartarme yo sola en esa polla que no era tan larga pero si ancha, quede de frente a él y comenzó a pellizcarme los pezones, pero yo estaba tan excitada  que  no me importó empecé a cabalgarlo,  él abrió sus piernas haciendo que las mías se abrieran casi al máximo y tiró de ambos pezones a la vez para acercarme y morrearme la boca, entonces sentí como algo viscoso corría desde la parte baja de mi espalda por mi ralla hasta mi ano, entonces  Chuy me metió el dedo en el culo.

Yo había recibido mucha ñonga por ahí pues a mi marido le gustaba, sobre todo últimamente, pero aun así cuando Chuy metió su negro rabo sentí dolor y traté de levantarme pero “El Güero” jaló mis pezones. Mi agujero pronto se acostumbró y con placer sentí toda la longitud de la reata de Chuy en mis intestinos. Tenía entonces la primera doble penetración de mi vida.

Ambos se movían de manera acompasada,  yo alcance un nuevo orgasmo, entonces ellos cambiaron de posición. Chuy se recostó en el sofá y me puso de espaldas a él sin siquiera sacarme la verga del culo, me abrió las piernas para que “El Güero” me penetrara en la vagina, ambos se movían  y empujaban fuertemente. Mi cuerpo estaba empapado en sudor y cansado después de tener un nuevo orgasmo. El Jefe y Jorge observaban desde sus sillones, alcance a ver que mi esposo estaba bien empalmado el muy desgraciado.  El primero en correrse fue Chuy llenando mis intestinos con su semen.  “El Güero” se corrió también pero los movimientos y mi vagina empapada y llena del semen del Jefe su pene se salió y su leche me llegó hasta los pechos la cara y el abdomen.

Tiraron algunos de los cojines de la sala en la alfombra y me colocaron boca abajo sobre ellos, dejando mi culo en pompa, uno a uno me cogieron por el culo, incluyendo Jorge que estaba muy excitado, todos excepto Chuy que no como no me había cogido por la vagina me acomodó para hacerlo.

Puesto que ya se habían corrido previamente, las cogidas fueron largas, llevándome a varios orgasmos aunque yo estaba tan cansada que ya no podía más. Aunque todas fueron con poca leche casi toda la esparcieron en mis nalgas y espalda.

Lo ultimo que recuerdo antes de perder el sentido es que me tiraron sobre la alfombra de la sala y todos me mearon, apuntando en particular a mi cara, pechos vagina y culo.

Y esto fue solo el principio.

Si les gustó espero sus comentarios.