Por debajo de la mesa
Lo que mas me impresinaba era verle las caras a todos y saber que no tenian ni idea de lo que sucedia debajo de esa mesa...
Por debajo de la mesa
por Gonza
Hola, me llamo Gonzalo y antes de empezar a describiros lo que me paso aquel día quiero contaros por encima de donde viene mi historia.
Trabajo en una oficina de Los Angeles, USA, aunque soy de Madrid, hasta ahora he vivido en Los Angeles catorce años, de los cuales 8 he trabajado en esta oficina de turismo en la cual de vez en cuando aparecen ciertas chicas que la verdad no está nada mal, también como es normal siempre cae algún vejestorio, pero claro no os voy a aburrir con esas historias.
Hace 3 años y medio mas o menos empezó a trabajar una chica, su nombre es Pili, que la verdad no estaba nada mal, pelo negro, delgada, unas piernas alucinantes y una tez dorada la cual destalla un fervor especial cuando la miras, en cuanto empezó a trabajar con nosotros los demás tíos de la oficina y yo le pusimos el nombrete de Selma (por el parecido con la dicha actriz).
Durante todos estos años siempre he tenido mi mirada fijada en ella, en sus increíbles ojos negros y en sus maravillosas piernas, también en sus pies los cuales adorna siempre con unos zapatos muy sensuales que me sacan de quicio.
Pili tampoco se queda atrás cuando decidía hincarme sus ojos negros, había habido ocasiones en las cuales su mirada era tan profunda que no podía soportar sus ojos encajados en los míos. Como podéis ver nuestra atracción era mutua, pero la verdad es que nunca me atreví a hacer de esa atracción, que yo diría muy sensual, una realidad, por -h, o por -b, o quizás más importante por miedo a su rechazo, lo cual me hubiera puesto muy pero que muy mal.
Hace unos meses atrás, todos los de la oficina nos fuimos a tomar unas copas a un bar de los que esta muy de moda, el cual siempre esta a tope, además tiene en la parte de atrás del mismo una pequeña sala en la cual a veces hacen fiestas privadas, en esta ocasión y como en el lugar no cabía un alfiler mas, el dueño nos dio indicaciones para que no nos sentáramos en cualquiera de las mesas del salón privado, se sentaron todos mis compañeros en una mesa y yo me senté en un taburete próximo a la misma mesa. Nada mas pedir las primeras copas de la noche, Pili nada mas que hacia mirarme y decirme que por favor me sentara al lado de ella, yo como siempre con un corte que te cagas siempre diciéndole que no, la verdad es que yo alucinaba desde el taburete, el cual al estar mas alto que los demás podía fácilmente ver el valle de sus pechos y contorno de sus piernas, ese día tenia puesto una falda negra con una raja en el frente la cual le dejaba entrever la parte superior del muslo dando a conocer a los que allí estábamos esas maravillosas piernas de las cuales antes os hablaba.
Después de un buen rato, gracias a dos whiskeys a la roca y la persistencia de Pili, decidí sentarme al su lado, a los cinco minutos de estar sentado noto el empeine de su pie derecho rozándome ligeramente el gemelo de mi pierna derecha, yo no me lo puedo creer y la miro de reojo para no llamar mucho la atención y veo como ella esta totalmente ajena a mí mis miradas como si ella no fuera la misma que me esta tocando por debajo de la mesa, esta situación me esta poniendo a mil y ya no puedo contener mi excitación, poco a poco los movimientos de su pie en mi pierna se hacen cada vez mas rítmicos y excitantes, suaves caricias mezcladas a tiempos con una agresividad que me tenia loco. En el instante que ella mantenía, lo que parecía una conversación muy candente con nuestro jefe decidí que era el momento de contestar su propuesta y acercándome junto a ella y escondiendo mis manos por debajo de la mesa acerque mi mano a su rodilla, primero por la parte externa de mi mano, y de una manera muy sutil casi dejando un pequeño hilo de aire entre mis dedos y su rodilla, empecé a acariciar su suave y firme pierna.
Al percibir y no notar ningún tipo de rechazo y sabiendo que su pie todavía seguía y ahora con mas fuerza seguía tocando mi pierna como diciendo sin palabras que siguiera con mis caricias, ahora con mi mano invertida y empezando a tocar y a acariciar la parte interior de su rodilla empezaba a subir poco a poco por ese maravilloso muslo, siempre volviendo a al rodilla como punto de origen, poco a poco subía mas y mas, para mi sorpresa y delirio de mi polla, que en este momento estaba que iba a explotar, Pili abrió sus piernas debajo de la mesa dándome a entender que el camino era mío si quería continuar con mi aventura, sin menos preciar su abierta invitación, poco a poco me acercaba mas a su parte mas privada la cual manaba tanto calor que lo podía apreciar en mis dedos, al llegar a sus braguitas pude enseguida apreciar que no era yo el único que estaba sumamente excitado, sus braguitas estaban totalmente bañadas en excitación y podía palpar el fluido del liquido embriagador saliendo de su ahora palpitante clítoris, mantuve mis caricias rítmicas por unos minutos pudiendo observar como cada vez se la hacia mas difícil a Pili mantener nuestras habituales conversaciones de compañeros de trabajo que en esa mesa nos dábamos cita. Para mi era increíble como habiendo a nuestro alrededor seis o siete personas ninguna de ellas se podía imaginar que Pili y Yo estuviéramos disfrutando de tanto placer en silencio y ajenos a las charlas de los demás.
Pasados unos minutos pensando que poco mas podríamos hacer delante de todos, sentí como la mano de Pili me empezaba a acariciar mi pierna y poco a poco llagaba a tocar mi ya erguida polla, la cual estaba necesitada de sus caricias, Pili me la agarraba y ligeramente me tocaba la punta por encima de mis pantalones, a la misma vez notaba como su pierna izquierda se levantaba y la subía encima de la pierna derecha mía dándome una gran facilidad para que mis dedos jugaran con su clítoris con mucha mas libertad, a la misma vez que con su otra mano empujaba mi codo y a su vez mi brazo hacia su vientre como para enseñarme él camino que debía coger y como para decirme que no tuviera miedo de introducir mis dedos lo mas profundamente posible en su afeitado y hasta ahora cremoso conejito. Yo ya estaba que no daba para mas y por instantes pensaba que me podía correr en cualquier momento al sentir su mano sobre mi polla y sentir sus caderas moverse por debajo de la mesa al compás de mis dedos introducidos en su, ya empapada vagina.
Ya estaba a punto de correrme de tanta excitación cuando uno de nuestros compañeros de trabajo se despedía de todos e interrumpía nuestra entrega total debajo de esa masa. Aproveche ese forzado descanso para ir a servicio y refrescarme y así calmar las ganes que tenia de follarme a Pili esa noche. Cuando volví la mayoría de mis compañeros ya se habían marchado y solo quedábamos Pili, Grio, Luz, y Yo. Sin mas preámbulos decidimos todos despedirnos de aquel, para mí, maravilloso lugar de entretenimiento e irnos.
Cuando salimos por la puerta del bar Pili se ofrece a llevarme a mi coche él cual estaba bastante alejado de la zona en uno de los aparcamientos del área. Al montarme en su coche y tenerla tan cerca era muy extraño el pensar que hacia cinco minutos los dos estábamos al borde del éxtasis y ahora apenas nos podíamos ver a los ojos, no fue hasta llegar a mi coche que nos besamos, ahora sin testigos, y nuestras manos recorría nuestro cuerpo sin ningún tipo de barreras o restricciones........pero todo lo que paso en ese aparcamiento es para contarlo en otra historia mas adelante...............
por Gonza