Por cumplir una promesa
Hola a todos, les dejo mi segundo relato, perdon por la demora, pero la verdad es que me entretiene mucho mas leer algunos de los excelentes relatos que escribir, pero asi y todo, ha que despuntar el vicio no? Saludos a todos y que tengan una gran semana.
Valeria se despertó agotada, parecía que no hubiera dormido en días, menos mal q era sábado, pero hacia ya varias semanas que se venía sintiendo así, estaba agotada, necesitaba vacaciones urgentes, pero sabía bien que no podía permitírselo en este momento. Trabajaba en una importante empresa de sistemas muy reconocida por su calidad, ingreso allí con 18 años, recién salida del colegio y a sus 32 años era la mano derecha del dueño, el Ingeniero Roberto Rey, a decir verdad Don Roberto y su esposa Clara era como sus padres, ya que no tenía una buena relación con los propios, y menos cuando les confesó su homosexualidad, vivían en un pueblo pequeño del interior y para ellos era poco menos que una aberración que su hija fuera lesbiana, así que cuando termino el colegio se fue a la ciudad con los pocos ahorros q tenia, primero vivió en una pensión y empezó a trabajar de cadete en la empresa, todavía recordaba cuando Don Roberto la contrato, no podía creer q se postulara para el puesto, no tenía la mas mínima idea de lo que eran los sistemas, apenas sabía manejar una computadora, pero será q lo enterneció porque tenía una hija de la misma edad a la que le sobraba todo lo que a Valeria le faltaba y mucho mas.
Ya con un empleo seguro y guiada por lo que veía en su trabajo se anoto en la universidad, para estudiar la carrera de ingeniería en sistemas. Resulto que la carrera de la que no entendía nada en un principio termino apasionándola, tenía un don natural para eso, sabia como nadie detectar los problemas y solucionarlos, su mente era como un cuchillo de precisión, ella diseñaba en días lo que a otros les llevaba semanas.
Si bien era reservada y tímida, cuando entraba en confianza era muy agradable y simpática, pronto la empresa paso a ser su familia, tenia alma de líder, sus compañeros la adoraban y sus dueños también, es mas como la única hija que tenían, Natalia, se fue a estudiar al exterior, Vale paso a ser como su hija, comían juntos muchos domingos, y se preocupaba por su salud, ya que eran mayores y la Sra. Clara siempre estaba delicada de salud, era Valeria la que velaba y se preocupaba por ellos, nunca jamás les comento porque la adorada hija, a la que solo conocía por fotos no volvía del exterior para ayudar a su padre en la empresa. Don Roberto cada vez empezó a delegar más cosas en Valeria, el prácticamente se ocupaba de las relaciones publicas, cosa que Vale detestaba y ella se ocupaba de la parte operativa, es decir del trabajo jajaja, se querían mucho, sin embargo sus peleas era legendarias, siempre con respeto y cariño pero cuando uno de los dos creía tener la razón no cedía hasta convencer al otro, esto le encantaba al viejo señor, que estaba aburrido de los empleados aduladores, jajaja, siempre de esas discusiones salían ideas geniales.
Se había formado un muy buen grupo, todos trabajaban a la par y eran absolutamente leales a Vale, sin embargo ella jamás dejaba nada sin consultar con Don Roberto, para ella él era el jefe y eso no admitía discusión. Pero últimamente el jefe no se sentía bien, y la tenia preocupada, hacia semanas que le insistía para que fuera al médico, hasta se alió con su esposa para convencerlo, ese sábado le pidieron que fuera a almorzar con ellos y una rara inquietud se apodero de ella, algo no andaba bien.
Al mediodía llego a la Casona, en su Porsche negro del año 1976, un lujo que le había salido caro pero amaba a su auto, además como vivía sola y trabajaba mucho, francamente no gastaba demasiado dinero, hacía años que no se tomaba unas vacaciones como debería, y sus salidas se limitaban a ir a tomar algo después del trabajo con sus compañeros cuando podía, estaba bien sola, no necesitaba de nadie, le había costado mucho llegar a ese lugar y lo disfrutaba, cuando empezaba a salir con alguna chica, no entendían sus brutales 12 o 14 hs de trabajo y la mayoría de sus fines de semana, siempre le reclamaban más tiempo y francamente con ninguna sintió la necesidad de perderlo.
Sabia que era atractiva, no tenia sentido negarlo, tenia el pelo negro, lacio y largo que siempre usaba en una coleta, sus ojos eran de un celeste muy claro, ecsondidos por sus anteojos cuando trabajaba, lo que ocurria casi todo el dia, su labios eran sensuales y tenia un muy buen cuerpo, una cola dura y piernas bien formadas, fruto de correr todos los dias 1 hora, asi se tuviera que levantar a las 5 de la mañana para trotar en la cinta, y sus pechos sin ser exagerados, eran llenos y firmes.
Toco a la puerta y Doris, la mucama la recibió con una sonrisa más grande de lo habitual- pase, pase Srita Valeria, hoy es un gran día-, Valeria no entendía nada, había ido allí preocupadísima por su jefe, y resulta que era un día de festejo
Cuando entro al gran salón, comprendió todo, estaban los Sres. Rey, hablaban con su hija, la chica de las fotografías - Valeria, te estábamos esperando, te presento a mi hermosa hija, al sol de mi vida, Natalia-, guau sí que era hermosa, la foto no le hacía justicia, tenía el cabello largo y ondulado, el color era castaño con reflejos dorados naturales, unos increíbles ojos negros bordeados por las pestañas más largas que vio en su vida, su boca, su nariz, su piel todo era armonioso, y su cuerpo a pesar de estar cubierto por un sencillo pantalón y una camisa, se veía de infarto, -llego ayer de Europa para quedarse, el jefe se vía feliz, sin embargo las caras de su mujer e hija no demostraban lo mismo, se notaba que habían llorado, aun quedaban rastros de lagrimas en sus ojos.
-Papa por favor- su voz era suave pero firme , -deja ya de hacer como que no pasa nada, terminemos con esta charada- ni siquiera miro a Valeria, la ignoro por completo.
-Que pasa Don Roberto? pregunte ansiosa, no entendía nada, - porque me invito a venir hoy, por lo visto es una reunión familiar, no quiero incomodar- tampoco la mire, quien se creía que era para tratarme así
-Valeria por favor, vos sos como de la familia y tenes que enterarte de lo que pasa, además esta situación va a afectar tu trabajo también-, zas un balde de agua fría me cayo por la cabeza, todo era muy raro. Don Roberto carraspeo, como no sabiendo como continuar, y dijo -Natalia a venido a tomar mi lugar en la compañía, yo me retiro, pero no te preocupes, esto no afectara en nada tu trabajo, es más, hemos decidido, junto con mi hija, hacerte socia de la empresa, a partir de ahora la empresa se llamara Sistemas Rey Franco- me dijo sonriente
Inmediatamente busquesus ojosla, pero ni aun en ese momento me concedió su mirada, - Esto es una broma no?- dije sonriendo, si esta es su manera de ayudarme a que me relaje, le aseguro que no es la mejor, y reí con una sonrisa que solo llegaba a mis labios
-_No, Valeria, es la verdad, Natalia es Licenciada en Marketing, además es contadora, así que funcionaran como lo hemos hecho hasta ahora tu y yo, ella se encarga de las relaciones publicas, los cleintes, puede dale un fuerte impulso a la empresa en ese sentido, y vos seguís con la parte operativa, además Natalia va a intentar ponerse al día con lo mas macro del tema, vas a tener que ayudarla en ese sentido hasta que se ponga al día para poder ayudarte, obvio que tu sueldo se incrementara y además vas a participar de las ganancias y otros beneficios, y ......-
-Un momento Don Roberto-, lo interrumpí con respeto pero las venas de mi cuello estaba hinchadas por la indignación, usted me está diciendo que tengo que ser la niñera de su hija, que no sabe un pito de sistemas, que tengo que cargar con toda la parte pesada del trabajo, cuando estoy agotada porque hace años que no me tomo vacaciones, cuando todo el peso de la empresa recae en mi, y nuca me he quejado, pero sabe porque, porque lo aprecio y lo respeto Don Roberto, pero si usted no va a estar a cargo, prefiero independizarme y formar mi propia empresa, no me interesa ser la nana de nadie y menos de alguien que no está a mi altura, seguro Sebastián, Paola o algunos de los chicos pueden ayudar a Natalia, pero yo no puedo ni quiero hacerlo- ahora sí que había captado su atención, sus ojos negros me miraban incrédulos.
-Te lo pido como un favor personal Valeria, por todos estos años de amistad-me dijo Don Roberto visiblemente consternado,- ya sé que es mucho lo que te pido y que preferirías tener tu propia empresa a ser la vicepresidenta de la mía, de seguro lograrías llegar más alto, pero solo te pido un par de años, hasta que la empresa con Natalia al mando este consolidada, si la dejas ahora, tantos años de esfuerzo se irían a pique irremediablemente.-
-Papa, por favor, no le ruegues mas, es obvio que no le interesa, - dijo Natalia y me miro con rencor- seguro podremos contratar a alguien mejor- sus palabras destilaban veneno.
-Por favor Natalia, cállate la boca, sin Valeria no podrías seguir adelante, y Valeria que me contestas?- me miro serio como nunca lo había visto conmigo
-Don Roberto, siento que me está manipulando, y no me parece justo que utilice mis sentimientos y ......-
-Valeria me estoy muriendo, me quedan como mucho 6 meses de vida, y si, te estoy manipulando, pero por favor te necesito- me miro suplicando
No sabía que decir, fue como un mazazo en el pecho, mi jefe, mi maestro, mi padre prácticamente estaba muriéndose y yo me negaba a ayudarlo? por Dios que estúpida fui, debí saber que había un motivo más que importante para que me pidiera esto.
Con la voz entrecortada y las lagrimas que asomaban en mis ojos, solo pude decir- por supuesto, cuente conmigo Don Roberto--
La tension disminuyo en su rosto,-bueno ahora me voy a descansar, estoy agotado, seguiremos esta conversación mañana sino te molesta, espero que las dos se queden hablando para limar asperezas, no pueden existir ahora que van a trabajar juntas, vamos Clara, acompañea acostarme- y se fueron los dos de la sala
Yo seguía parada como una estatua, tratando de asimilar lo que acababa de ocurrir, me sentía terriblemente mal, la angustia me había agarrotado la garganta y no podía hablar, entonces ella se levanto y se acerco a mí, se paro delante mío y me miro con sus fríos ojos negros,- vete preparando el uniforme de niñera entonces, te prometo hacer todo lo posible para que tu instrucción sea breve, es más, si por mi fuera, te dejaría marchar, pero por ver feliz a mi padre yo también voy a fingir que te soporto- rápidamente salió del habitación y me dejo sola.