Por culpa de un paquete (2)

Cada soy introducido mas en ese mundo desconocido para mi.

POR CULPA DE UN PAQUETE

Hay estaba yo sentado en un sillón del salón preguntándome que hacer, solo tenia cinco minutos para decidir si quería que un tío me follara o que enseñara un video en que se me veía con unas botas de chica a todas las personas que conocía y sumirme en la vergüenza, yo que nunca había mostrado a nadie mi lado mas fetichista, pensé en mi trabajo, mi familia, mis amigos y la vergüenza pudo conmigo, hice de tripas corazón me fui a mi habitación me desnude y me puse mis botas sin ninguna otra prenda mas, al pasar por el baño me vi. En el espejo y tuve una erección al verme y pensar lo que se me avecinaba cuando sonó el timbre.

Abrí la puerta mirando al suelo cuando le oí:

-Muy bien Carlos no esperaba otra cosa de ti, acompáñame.-Le seguí oyendo el taconeo de mis pasos por el pasillo hasta llegar a mi habitación. Nada mas entrar me dijo que me tumbara en la cama mientras el se desnudaba. Empecé a observar como se desnudaba, era mas alto que yo incluso con los tacones de 14 cm. que llevaba y también era mas fornido que yo con unos brazos fuertes y unas piernas robustas y unos marcados abdominales, hasta que entonces lo vi., un pene enorme con un marcado glande como una seta y unos testículos también muy grandes totalmente depilados como el resto de su cuerpo, mi cara debía de ser una sorpresa mayúscula, porque comento:

-No te preocupes, todas han pensado lo mismo al verla, pero si una chica ha podido con ella tú que eres un tío también podrás. Venga acércate a chuparmela-dijo mientras se tumbaba en la cama.

Me acerque no muy seguro y la cogi con la mano por el tronco, era enorme no la abarcaba con mi mano, me empujo hacia abajo la cabeza guiándome hasta su glande, estaba muy rojo y como el resto de su polla no estaba aun muy dura, ¿Cómo seria en total erección? Cerré los ojos y saque la punta de mi lengua hasta que toco en su caliente carne -Así muy bien, veras como al final te gusta- empecé a darle pequeñas lamidas a su glande ya sin tanta presión de su mano, No se como aumente el ritmo de mis lamidas ahora ya con toda la lengua igual que muchas chicas habían hecho conmigo mientras que con mi mano comencé a pajearlo, mí mano subía y bajaba con facilidad ya que esta circuncidado, comenzó a ponerse dura cuando me dijo que me la metiera en la boca, la abrí y me metí su glande como podía mientras intentaba chuparlo con mi lengua y mi saliva caía por la comisura de mis labios abiertos de sobremanera por el tamaño de esa polla. Su mano volvió a ejercer presión en mi nuca por lo que me vi. Forzado a tragar un poco mas de su pene, notaba como su glande se acercaba a mi garganta como una tuneladora cava un túnel, me atragante entre el tamaño y la saliva de mi boca que no terminaba de salir de ella pero el siguió forzándome a meterme mas, le mire a los ojos implorándole un poco de aire cuando dijo:

-Empieza a lamerla arriba y abajo igual que te lo hacen a ti las chicas que te la han chupado.- Hice lo que me dijo mientras notaba su pene ponerse cada vez mas duro, Me puse de rodillas para estar mas cómodo cuando note el cuero de mis botas acariciar mis muslos y el tacón metálico rozar mis nalgas, no se porque al notarlo y recordar que llevaba esas botas puestas me puse muy cachondo.

Hay estaba yo, chupando una polla descomunal en mi cama con unas botas de mujer puestas y poniéndome cachondo a mas no poder. Empecé a lamerle la polla como si me fuera la vida en ello mientras lo pajeaba, pase mi lengua por ese glande que hace poco me ahogaba y lo lamí cuando note el sabor del liquido preseminal que empezaba a salir, tenia un sabor salado que no disgustaba, la polla estaba dura a mas no poder cuando me dijo que parara. Se puso de pie cogio dos almohadas las puso en el centro de la cama y me hizo poner el estomago encima de ellas.

Ya sabia lo que iba a ocurrir ahora, me iba a partir por la mitad con esa polla que tenia, se puso de rodillas entre mis piernas y con sus piernas separo las mías, se tumbo sobre mi sin penetrarme, notaba su peso encima y su aliento en mi cuello, empecé a sudar cuando me lamió el cuello y me susurro al oído:

  • Estas preparado, hoy la tengo como nunca de dura, vas a sentir mis treinta por doce en lo más profundo de tu culo. Además con esas botitas me vuelves loco.- Las botas, por culpa de esas botas yo me encontraba en esa situación, pero algo dentro de mi me suya manteniendo excitado.

-Por favor antes lubricalo un poco- le dije susurrando.

-No, ya te he dicho que mi fantasía era follarme a un chico y partirle por la mitad, si te lubrico no te dolerá tanto- el muy cabron quería partirme literalmente hablando.

Note su glande en mi ano y sus manos en mis caderas asidas con fuerza:

-No, no, no por favor, no, no.-empujo con todas sus fuerzas metiendo su glande de una sola vez.

-Aaaaaagggghh- ese grito termino en un apenas audible gemido de dolor que acompañaba a las lágrimas que corrían por mis mejillas.

-Lo has notado ya esta dentro.- empezó otra vez a lamer mi cuello y a continuar penetrándome. Mis manos fueron a su pubis intentado frenar esa dura embestida que seguía lenta pero continua invadiendo mi culo pero era inútil, la primera embestida me había dejado exhausto respirando por la boca para intentar coger algo mas de aire con los que llenar mis pulmones vacíos por el grito inicial, mientras su glande seguía abriéndome las entrañas yo soltaba leves grititos y quejidos mientras lloraba como una chica recién desvirgada. Muy cansado agarre con fuerzas las sabanas de mi cama intentado aguantar el dolor que me producía la penetración mientras las lágrimas se juntaban con los mocos que salían por la nariz cuando volvió a hablarme:

-Bueno ya casi esta, un ultimo empujón- me temí lo peor me agarre con fuerza a las sabanas con los nudillos blancos intentado ofrecer alguna resistencia con los músculos de mi ano, pero no me respondían. Me cogio por lo hombros y acompañando con un movimiento de su pelvis sus huevos chocaron bruscamente con los míos siendo la señal de que me la había clavado hasta el fondo. Todo esto fue acompañado de un desgarrador grito y un dolor indescriptible que me hizo poner los ojos en blanco llevándome cerca del desmayo, cerca, pero sin llegar a el.

Con una de sus manos me cogio la cabeza girándola hasta que mi boca se enfrento con la suya y su lengua se introdujo hasta lo mas profundo de mi boca comenzando a recorrerla como si fuera su propia boca, fue un beso muy húmedo y con mucha saliva al que no pude oponer resistencia alguna pues me encontraba exhausto por su penetración. Al sacar su lengua de mi boca me dijo entre susurros:

-¿Te ha gustado?-no conteste.

-Pues vas a ver cuando me corra dentro.- dijo lamiéndome los labios y empezando a moverse dentro de mí. Note su pene y sobre todo su glande como empezaba un movimiento de vaivén dentro de mi culo bastante molesto para mí por la nula lubricación que había recibido. Comenzó a penetrarme con más énfasis sacándola hasta su glande, el cual dejaba dentro, cuando la sacaba iba acompañado de un suspiro o una fuerte respiración mía y al meterla lo acompañaba de un quejido ahogado o un grito atenuado.

Estuvo bombeando dentro de mí durante unos interminables treinta minutos en los que solo se escuchaba su respiración y mis gemidos:

-Aaaaahh.

-Mnnnn.

-Aaaahh.

-Mmmmm.

No se como el notar su pene moviéndose dentro de mi empezó a provocarme un intenso cosquilleo que fue aumentando hasta convertirse en un placer indescriptible, por mucho que yo quisiera enterrarlo en lo mas profundo de mi ser en cada embestida salía a la superficie cada vez con mas fuerza pese al dolor que me producía cada una de sus penetraciones y las lagrimas que habían vuelto a brotar por mis mejillas. Me encontraba debatiéndome en mis sentimientos cuando le oí:

-Me corro Carlos, vas a ver como te gusta.-

En ese momento note un candente, viscoso y abundante líquido que se derramaba en mi interior quemándome las entrañas allá por donde pasaba. Se desplomo sobre mi volviendo a sentir su peso.- A sido fantástico, el culo mas prieto que abre penetrado nunca.- me dijo mientras su lengua volvía a mi boca en otro húmedo beso. Estuvo así, encima, hasta que note como su pene iba menguando y la fue sacando lentamente hasta llegar a su glande el cual saco bruscamente haciendo que a mi se me escapara un gemido inesperado.

-Mira como me has puesto toda la polla, ¿No te limpiaste bien antes de que yo llegara? Bueno no importa, ahora lo solucionaremos para el siguiente, no te muevas de aquí.

Moverme, estaba yo como para moverme, notaba mi culo abierto y mis piernas temblaban incontroladas y me decía que no me moviera. En ese momento me di cuenta de lo que me acababa de pasar y rompí a llorar desconsoladamente, había sido prácticamente violado si hubiera sido por mi pasivo consentimiento. Seguí llorando cuando el volvió.-Bueno Carlos vamos a limpiarte, levántate y vamos al baño- me arrastre hasta el borde de la cama y me incorpore para sentarme, al hacerlo sentí una tremenda punzada en mi culo que me hizo soltar un quejido haciéndome levantar y poniéndome de pie sobre mis tacones, casi me caigo, ya no recordaba que llevaba puestas mis botas. Empecé a caminar cojeando visiblemente por la brutal penetración y los tacones, que no ayudaban mucho, por lo que me tuve que ir sujetando a la pared.- ¿Qué te pasa Carlos? Cuando te grabe en la cocina te movías con mas gracia con tus botas- Llegue a duras penas al baño y entonces note algo resbalando por mis muslos, me mire y vi. Un líquido rosado corriéndome piernas abajo.

Me cogio como a un pelele y me sentó en el bidet cogio el mango de la ducha y con agua templada empezó a lavarme el ano y mis muslos lo que me produjo un escozor tremendo, me inclino hacia delante y entonces note algo que se metía en mi ano mire para atrás y vi. Como había quitado el mango de la ducha y me metía la goma dentro empezando a introducir agua fría que alivio un poco mi dilatado culo. El agua caía en el bidet con un montón de sangre y grumos de esperma, siguió aun más tiempo hasta que vi. Como empezaban a caer algunas heces, no debería haber demasiadas ya que no había comido nada desde el día anterior.

-Bueno tienes que alegrarte Carlos, por lo menos no te he desgarrado el ano, pero no imagino lo que te debe haber dolido, vamos a descansar un poco y así cogemos fuerzas para el resto de la tarde.

Espero que este te haya gustado como el primero, si me quieres comentar algo, no dudes en decírmelo.