Por confiada

en este relato se cuenta la forma en que una chica es penetrada por su hermano sin que ella se de cuenta.

Soy carla y tengo 14 años, soy una chica alegre, simpática, buena y aun así no puedo explicarme porque me hicieron esto.

Hace dos semanas tuve relaciones con mi hermano, el es mayor que yo por un año y tres meses, sin que yo estuviera de acuerdo.

No se puede decir que me violo, pero tampoco que yo estaba de acuerdo con hacerlo con él.

Resulta que desde hace dos meses salgo con Jorge un chico de la escuela de la misma edad que mi hermano incluso los dos tienen el mismo nombre, los fajes con Jorge eran muy cachándoos pero no habíamos llegado todavía a tener sexo completamente.

Todo iba muy bien pero un día se me invito a salir Samuel un ex novio que tuve a mediados del verano pero que deje por que salía con mi mejor amiga.

No se como, pero Jorge se entero, discutimos muy fuertemente y nos apartamos por espacio de tres días, sin embargo él se acercó a mi y reanudamos nuestro relación.

El día de lo ocurrido salimos de día de campo a un bosque a fueras de la ciudad, estábamos pasando un rato sumamente agradable, los besos y caricias no se hicieron esperar.

Jorge me acostó sobre el pasto y me beso apasionadamente, me acariciaba mis piernas muy lentamente subía entre ellas y alzaba mi diminuta falda, llego a tocar mis nalgas y me las froto fuertemente.

Por mi parte yo le comencé agarrar su paquete sobre la tela de su pantalón, en eso estaba cuando se detuvo y saco un pañuelo y me lo puso, el me dijo que le daba pena verme a los ojos, yo incrédula me lo creí y acepte que me cubriera los ojos.

Él se apartó un instante de mi y me dijo que iba a buscar un preservativo, no tardo mucho y pronto comenzó acariciarme nuevamente me besaba con mucha pasión y deseo, realmente estaba excitado.

Sin quitarme la falda me quito mis bragas y me desabotono la blusa, la cual me quito y a la vez me quito el sostén, su mano derecha hurgaba en mi vagina, haciéndome sentir una excitación sublime, su mano izquierda acariciaba mis piernas y mis nalgas mientras el chupaba con a hinco mus pezones.

Era una sensación placentera, yo le decía, si Jorge sí sigue así, ahahaaahahha me vuelves loca, así si, si, si ,si.

Mientras, lo le sobaba la verga, lo masturbaba, en mi mano podía sentir como crecía ese pedazo de carne, palpitaba, babeaba impaciente por entrar en mi cuerpo.

El no decía nada, solo jadeaba, yo le gritaba: "ya hazme tuya, mátemela".

Sin embargo no conseguía contestación alguna el continuo en mis senos y poco a poco comenzó a bajar hasta llegar a mi monte de venus, ahí el se entretuvo lamiendo y succionanando todo lo había ahí.

Sentía que me desvanecía con su legua en mi vagina, era riquísimo sentir como entra en mi y como juega con mi botoncito de placer.

Yo no hacia mas que jadear y gritar, "oh si, si, sigue, no pares Jorge, eres único, si me matas, me enloqueces".

De nueva cuenta el volvió a subir sobre mi cuerpo, me beso tierna y apasionadamente y me mordió la oreja cuando de una sola estocada me penetro.

Di un ligero grito de dolor por la brusquedad de la arremetida, pero poco a poco comence a sentir lo caliente de ese fierro taladrándome las entrañas fue sensacional, sentir como me partía, como entraba y salía en mi.

Yo jadeaba y pugaba y le decía al oído, "si mi amor, dame más, si dame mas, te quiero eres lo máximo".

Continuamos asi por espacio de unos minutos cuando se levanto de mi y me acomodo en cuatro patas y así me comenzó penetrar, con mayor fuerza, sus embestidas eran mas salvajes y profundas, me sentía en el cielo, que volaba sobre las nubes, era eminentemente que ya tenia un largo y riquísimo orgasmo.

Jorge que hasta el momento permanecía callado me pregunto que si lo estas disfrutando, a lo que conteste, " si Jorge eres un amor, que bien me lo haces me matas".

En eso, me quita el pañuelo mientras continua con su sabrosa cogida con mayor fuerza al parecer se iba a correr, apenas mis ojos se acostumbraron a la luz lo vi frente a mi y con una cámara de video grabándome mientras me penetraban en posición de perrito.

Rápidamente reaccione y voltee a ver quien era quien me poseía, quede con la boca abierta mientras veia a mi hermano Jorge  con su verga en la mano y lanzándome chorros de semen que fueron a dar a mi cara, incluso algunos cayeron en mi boca abierta.

Mí hermano bufaba y se descargaba su leche en mi cara asombrada y desencajada, la cara de su propia hermana.

Sin más me puse a llorar y me vestí rápidamente, me limpie el semen de mi hermano y ya una vez vestida me  detuvieron y Jorge, hasta ese momento mi novio me dijo que eso fue en venganza por haber salido con otro.

Sin más, soltó una carcajada y se fue, yo con lagrimas en los ojos mire con coraje a mi hermano quien simplemente agachó la cabeza, no se si de vergüenza o para reírse de mi sin que lo viera.

Esta es la primera parte de una serie de relatos que publicare.