Por amor al arte (2)

Entre risas y risas, me encontraba yo, al lado de la mujer que pronto derrumbaría no solo una simple estructura, sino además nos provocaría un llanto bastante perdurable, sin embargo era inevitable virar a verle, aparte de que sentía deseos de detallarla, ese olor a channel que expedía su piel era incomparable, hacia lo posible para disimular y concentrarme en lo que supongo era lo que me debía interesar, la obra y la felicidad que sentían los niños en ese momento.

Entre risas y risas, me encontraba yo, al lado de la mujer que pronto derrumbaría no solo una simple estructura, sino además nos provocaría un llanto bastante perdurable, sin embargo era inevitable virar a verle, aparte de que sentía deseos de detallarla, ese olor a channel que expedía su piel era incomparable, hacia lo posible para disimular y concentrarme en lo que supongo era lo que me debía interesar, la obra y la felicidad que sentían los niños en ese momento. Se presentó en el show un instante tremendamente gracioso, lo cual le produjo a Isis mucha gracia, volteó a verme y me dedicó una sonrisa estupenda, era imposible tratar de odiarla o despreciarla, simplemente no podía, o más bien no quería.

-veo que te entretienes mucho Isis.

  • no tienes idea Nicole…., son muy divertidos. Me respondió sin dejar de reír.

Al terminar el show, los niños retornaron a sus habitaciones, los chicos del espectáculo recogieron las tarimas y los demás objetos que habían utilizado para la presentación y se marcharon, al parecer todo volvía a la normalidad, bueno relativamente, Isis aún no partía, ayudaba a Richard a doblar unos manteles que se habían utilizado para cubrir unas mesas, estaba estupefacta de verla ayudando con oficios que seguramente no practicaba muy a menudo.

-vaya, vaya, pero que juiciosa eres, no tenía idea que …..Corté mis palabras porque pensé que le iban a sonar ofensivas, dicho y hecho.

-y yo que creí que hoy no te ibas a meter conmigo, me respondió Isis algo afrentada.

  • no, no, si no lo digo para que te ofendas…quiero decir

  • por favor, por favor, no comiencen a discutir, nos solicitó Richard de forma piadosa.

Por mi mente atravesaban pensamientos efímeros que me repetían una y mil veces que me ocurría?, porque siempre que tenía que compartir un sitio con Isis, sin quererlo conseguía la forma de molestarla y sin buscarlo ella la manera de aturdirme.

-no lo dije por mal vale? ….vale Isis?, le dije con una mirada llena de sinceridad.

  • vale Nicole…vale, aunque lo quisieras no me vas a molestar hoy, he reído demasiado, y todo gracias a tu invitación, así que si quieres puedes tratar de hacerme enojar, me respondió de manera afable.

-no que va, muchas gracias, respondí tajante.

Richard se retiró a los depósitos para guardar los manteles, mientras que Isis observaba unas esculturas donadas al hospital por la galería de arte nacional, realizadas por el escultor Francisco Narváez, entre tanto para mi mente, era irremediable pasar desapercibido el tema de la demolición del hospital, me sentía un poco intranquila y perturbada de pensar que pronto no vería a los niños, no escucharía sus risas, sus llantos, sus quejas, no sentiría sus bracitos rodeando mi cintura…son tantos recuerdos en ese lugar y con esas personitas, que podría escribir un libro de reminiscencias. Isis notó mi angustia y dejó de prestar atención a las Tres Gracias, se dirigió hacia mí y colocó su mano cálida y suave sobre mi mejilla, sentía que mi cuerpo se estremecía al sentir el roce de cada caricia suya.

-dime que pasa Nicole?, me habló con un tono tan armonioso y con una mirada tan profunda, que no tuve otra salida que complacerla.

  • es un poco difícil Isis, no los voy a ver muy a menudo, habrá algunos que ni siquiera volveré a ver, estoy tan acostumbrada a ellos y ellos a mí que no sé cómo manejar la situación….sin remedio rompí en llanto, y como por instinto de protección me abalance sobre ella, pude sentir como su cuerpo me recibía y la manera como sus manos pasaban muy gentilmente sobre mi cabello, cómo sus palabras de aliento y consolación me trasmitían una paz inmensa. No sé cuánto tiempo estuvimos así, me sentía tan cómoda en sus brazos, respirando su seductor aroma, escuchando y asimilando sus palabras, de repente me sentí invadida por una improvista preocupación..que hacía yo en brazos de Isis? porque me sentía tan placentera?, acto seguido me separé de ella muy delicadamente y le solicité disculpas por tener que soportar un momento tan emotivo, al lo cual respondió:

-prefiero que estés llorando, a que andes como una inquisidora conmigo, además creo que tengo que ver algo con esas lágrimas, o me equivoco?.

El comentario me dejó algo pasmada, tenía razón, en el fondo la culpaba por ser la dueña de la constructora o más preciso en este caso de la demoledora de hospitales, pero a la vez entendía que ella solo cumplía con un contrato, y al igual que yo tenía el deber de cometer con su responsabilidad, así le gustara o no a la mayoría de las personas.

El celular de Isis timbró de manera estridente, le hablaban de su oficina, por lo que pude escuchar se había presentado un inconveniente con el alquiler de unas maquinarias o algo así.

-Nicole, tengo que irme, se ha presentado un improvisto en la empresa, pero hay algo muy importante y de suma urgencia que debes saber, ven a mi oficina mañana en la mañana y te lo cuento todo si?...

No me dejó parpadear, sin escuchar mi contestación me sorprendió con un beso que estampó en mi mejilla, lo cual me hizo sonrojar tanto que sentía hervir mis pómulos, gracias a Dios no pudo notarlo, afortunadamente salió muy deprisa, que vergüenza si hubiera visto lo ruborizada que estaba.

Ese domingo ni los siguientes trabajaría en la clínica, como estaba cansada por el ajetreo de los títeres y las preocupaciones que se me avecinaban, decidí irme a comer mi plato predilecto a un restaurant que se encontraba cerca de mi edificio, donde cocinaban un exquisito Strogonoff, luego sin objeción tenía pensado caer rendida en mi cama. Así lo hice, fui al restaurant, disfruté del Strogonoff con una copa de vino tinto y claro sin dejar de pensar en la tarde tan candente que había pasado, en mi mente daban vueltas y vueltas las palabras de Isis, que sería lo que me iba a decir, aún sentía el efecto que me producían sus caricias y por supuesto recordaba el inesperado beso que me dio, me sentía avergonzada por conmemorar a una mujer de esta forma, no faltaba más ahora que insecto me picó pensaba.

Al llegar a casa, me dispuse a ducharme, permanecí en la tina por más de veinte minutos con el fin de relajarme y dejar a un lado mis inquietudes, posteriormente me coloqué una pijama y me recosté en mi cama para descansar, me costó poco quedarme dormida, solo quería soñar y soñar.

Y vaya sueño el que tuve….algo húmedo por cierto…. Ilusoriamente estábamos en mi apartamento, Isis lucia ese conjunto negro precioso que resaltaba su silueta, mientras yo estaba recostada en el sofá cama de la sala, no muy linda y provocativa seguramente, me cubría una pijama de seda blanca con encajes en los bordes de los dobladillos, no sé ni cómo entró o cual fue el motivo de su visita en mi abrumadora ilusión, sólo evoco que se acercó hacia mí, me tomó de las manos y muy delicadamente se fue aproximando, traté de levantarme, acto reflejo de ella, me tomó de las muñecas y enérgicamente me empujó contra el sofá, se colocó sobre mi abriendo sus piernas y me susurró al oído que me deseaba, posteriormente fue abriendo los botones de su blazer y dejó a la vista un sujetador del mismo color de su cabello, el cual me pedía a gritos que liberara ese par de agraciadas esculturas que su dueña pretendía entregarme.

-hazme tuya Nicole, por favor,… te deseo tanto….murmuró a mi oído, lamiendo sensualmente el lóbulo de mi oreja, lo cual me ocasionó un inevitable suspiro.

Como no escuchar esa petición y como no complacerla, inmediatamente la acerqué hacia mi tomándola por su espalda, procuré proveerla de un beso que apaciguara sus deseos y tranquilizara un poco mi ansiedad por su cuerpo, la despojé de su blazer y cambiamos de posición, ahora era yo quien estaba sobre ella, me dispuse a desabotonar su pantalón y bajar el cierre de la cremallera, mis ojos pudieron advertir una tanga color negro que cubría ese fruto prohibido y codiciado por mí en aquel momento, finalmente me interrumpió diciendo:

-no, primero yo…..levántate, me dictaminó serenamente, por mi parte no tuve otra opción que obedecerla.

Estando de pie, se quitó muy sensualmente el pantalón dejándolo caer sobre el piso de la sala, me tomó por mi brazo izquierdo y me acercó hacia ella volteándome, de manera que mi espalda quedó aprisionada contra su pecho, se dispuso a quitarme la parte de arriba de mi pijama, besó delicadamente mi nuca, descendió sus manos suavemente por mi espalda y apretó deseosa mis glúteos, me sentía tan extasiada, tan ansiosa por sentirla de esa manera, traté de girarme hacia ella para besarla, pero fue en vano, desbastó mis deseos y me susurró al oído..

–no tan rápido… pretendo hacerte padecer, si quieres que continúe pídemelo con ganas.

Colocó sus manos sobre mi senos e inicio con un juego macabro que estaba torturándome, mi cuerpo estaba retorciéndose de excitación, mientras que ella muy relajada subía y bajaba lentamente su mano por mi vientre hasta llegar a la liga del short de la pijama, haciendo amagues de introducir su mano dentro de mi braga, que digo le pedí le rogué que terminara con esa tortura.

  • Isis por favor, por favor cariño, anda mi vida… hazme tuya, si?...le solicite ansiosa.

Finalmente dejó de atormentarme, me viró hacia ella y me concedió la dicha de besarme, mis manos sostenían su rostro, como tratando de que no se fuera de allí, entre tanto las suyas acarician dulcemente mi cabello y mi espalda, sutilmente esquivó mi boca y con tiernos besos fue bajando hasta llegar a mi sujetador, pasó su lengua sobre la tela de una manera muy sexy, mi respiración se aceleraba cada vez más, intenté deshacerme del brassier por mi cuenta, pero ella no lo permitió.

  • aguántate pilla… te gusta?.

  • Isis por favor no hagas eso, le dije algo desconsolada y urgida.

  • te gusta o no?.

– sí, si me gusta… feliz…? le respondí molesta.

  • no empieces a afrentarme Nicole o te quedas caliente, me dijo de forma amenazante.

Sorprendentemente hasta en los sueños discutíamos…que ironía

Al ver mi cara de desconsuelo y angustia me dijo:

  • bueno, bueno..ven no te enojes conmigo, inmediatamente retornó a mis labios, mientras me besaba desabrochó mi sujetador y liberó al fin mis senos anhelantes por su boca, me miró fijamente con aquellos preciosos ojos azules y me dijo: - me encanta provocarte Nicole, se arrodilló quedando frente a mi ombligo, me atrajo más hacia ella y muy delicadamente fue pasando su lengua por mi vientre hasta llegar a mis senos, estando allí, los besó de una manera tan..cómo decirlo…sensual.., que me puso millón, mordisqueó gentilmente mis pezones y para colmar mi fogosidad, mientras se ocupaba de mi busto ,fue resbalando su mano derecha por mi abdomen hasta llegar a mis bragas, abrió espacio entre las ligas y se dispuso a masajear de forma delicada mi ya muy excitada vagina, entre gemidos y agitaciones la tomé por el rostro y le pedía no se detuviera.

Cuando estaba a punto de estallar por el eminente orgasmo que se aproximaba, me desperté, estaba tan excitada que mi cuerpo aun sentía las contracciones vaginales que me había producido aquel erótico sueño.

–esto es el colmo, pero qué coño me pasa?...miré el despertador y marcada las 3: 56 am.

  • que bien… ahora soy homosexual?… y de paso estaba disfrutándolo, pero que cabrona soy. Pensé.

A las 4: 10 tuve que ducharme, y después de lo del sueño aun más, todavía seguía bastante excitada, pero no me atreví a masturbarme ni nada parecido, me avergonzaba pensar en Isis de esa forma, no sé a qué hora salí de la ducha, lo que recuerdo a mi pesar, eran perfectamente sus caricias y sus besos.

-ya es lunes, Dios por qué a mí, por qué, la voy a llamar, no puedo verla después de esto,…si claro, la llamo al número invisible que tengo en mi agenda, ella me dijo que era importante, no puedo faltar…igualmente no es para tanto…pero si sólo fue un simple sueño…, bueno en realidad ni tan simple. Me comportaba como una desequilibrada mental hablando sola, mientras daba vueltas como un trompo buscando algo que no existía.

Traté de distraerme, saque de mi closet como la mitad de toda mi ropa pensando en lo que iba usar, nunca me había preocupado tanto por mi imagen, siempre andaba muy bien parecida, a mi criterio claro. Escudriñando, encontré un jersey blanco con botones de fantasía que me había regalado mi madre cierto día del médico, me gustaba colocármelo con una falda semi-larga negra de algodón, la cual tenía corte muy provocativo en el medio, busqué los zapatos adecuados para el vestuario y me dispuse a cambiarme.

Salí del apartamento más temprano que nunca, supongo que no eran ni las seis de la mañana, las calles se notaban solas y oscuras, obviamente era demasiado presto para ir donde Isis, así que me dirigí al hospital para adelantar algunas cosas de rutina y dejar a un médico de guardia mientras me ausentaba.

A las ocho y media aproximadamente, me dispuse a partir a la empresa de Isis, estaba un poco ansiosa por saber que era lo que iba a decirme, al llegar a sitio, saludé muy cordial a sus secretarias y algunas personas que se encontraban cerca de su oficina, una de sus asistentes me indicó:

  • pase Dra. la Ing. la está esperando desde temprano.

-muchas gracias... le respondí.

Con algo de ansiedad me dispuse a girar la manilla de la puerta, que pronto revelaría mi presuntuoso tormento.

-buenos días…cómo estás? Expresé muy afablemente a Isis, quien se encontraba en su escritorio firmando algunos documentos. Era zurda, dicen que los izquierdos son muy inteligentes, quizás sea cierto, pero de lo que no cabe la menor duda, es que Isis representaba a la belleza femenina.

Al verla fue inevitable no conmemorar la noche anterior, mientras me repetía internamente:

-no puedo empezar con mis loqueras, ojala que no tarde mucho en…por un instante dejé de respirar, Isis interrumpió la firma de los documentos y se levantó de su asiento, se dirigió hacia mí, supongo que por mi indiscreción notó que mis ojos la estaban detallando, no podía evitarlo, dejó a las vista de los chismosos sus esbeltas pantorrillas, al igual que yo llevaba una falda, pero la de ella era un poco más corta y de color gris, su blusa del mismo matiz de la saya, pero un poco más clara, mostraba el perfil de una miss universo.

  • buenos días Nicole, me dijo con una esplendida sonrisa.

  • ven por favor, siéntate, me apuntó señalando con su mano un mueble tapizado con un color vinotinto muy llamativo y elegante.

-gracias, y que es eso tan importante que vas a decirme? Le pregunté algo intrigada.

  • es sobre el hospital, te han llamado los del bienestar?.

Mi cara se descompuso, cada vez que recordaba este tema o me lo mencionaban, me irritaba instantáneamente.

-esta semana no, sólo el martes pasado, cuando hablaron con Richard sobre unos traslados,… por qué me lo preguntas? …no me digas que vas a adelantar la demolición?... indagué confusa.

-bueno…en realidad no creo que haya ninguna demolición, pienso participar en la subasta de va a realizar PRAYAS sobre la propiedad y…seguramente la ganaremos.

  • que quieres decir con eso?...explícate por favor.

  • bueno, ya te lo he dicho, que si ganamos la subasta no hay demolición…además he llamado personalmente a los del bienestar y hemos llegado a un arreglo de… la interrumpí bruscamente preguntándole:

-Isis...quieres decir…que los niños se quedan si compras la propiedad?

-Nicole, si dejas de interrumpirme te puedo contar la historia

-disculpa…es que…por favor continúa, le solicite apenada.

-aja….como te venía diciendo, hablé con los directivos del bienestar y les informé de algunos cambios que pretendemos realizarle a la infraestructura del viejo hospital, la idea les gusto mucho y postergaron los traslados hasta tener noticias de la compra.

Mi cara cambió totalmente, me sentía tan feliz por escuchar aquellas palabras, inesperadas y llenas de esperanzas, que no pude contener mi emoción, asalté a Isis con un improvisto abrazo lleno de agradecimiento y exaltación.

-gracias...gracias….eres un ángel, le dije tan emocionada y radiante de felicidad mientras la rodeaba con mis brazos. No duró mucho aquel inesperado apretón, como es habitual, me separé de ella al recordar que había traspasado una línea que no debía ni tantear.

  • ah sí…ahora soy un ángel verdad? Me dijo con una sonrisa ladina.

-disculpa no quise abrazarte…bueno en realidad…me emociona mucho lo que acabas de decir, le dije un poco nerviosa.

-por qué no querrías abrazarme?...acaso no lo has hecho antes? .. que yo recuerde esta es la segunda vez Nicole…sólo es un abrazo

-la primera vez no fue un abrazo y esto solo fue un impulso… una emoción efímera. Le dije muy cortante, mientras meditaba: ..bravo, bravo, me acaba de dar la mejor noticia del día y lo arruino….qué raro… pero que me ocurre?..

Me exterminó con una mirada, al parecer siempre que trato de mantener una conversación amena con Isis ,ocurren dos teorías, una de ellas, abro la boca para decir alguna estupidez, o ella me ocasiona un lapsus mental que me prohíbe comportarme como una mujer civilizada.

-así,...emociones efímeras... no?..tienes que llevarme la contraria verdad?...vaya que eres difícil Nicole

Me sentía como la idiota más grande del planeta, no, con certeza soy la idiota más grande que digo del planeta, del sistema solar.

Se levantó del mueble, se dirigió a su escritorio y dándome la espalda me expresó:

-te mantendré informada sobre la fecha de la subasta, para mi fortuna tienes que acompañarnos

Esas palabras me solicitaban de forma disfrazada que me retirara de allí, coloqué mi mano derecha sobre mi frente, quizás porque se me avecinada un derrumbe colosal motivado a la vergüenza que sentía en ese instante. Tomé aire y me acerqué hacia ella, la tomé de su ante brazo y la volteé en torno mi.

-yo…mira Isis, ocurre que me….lo siento de verdad, pero… es mejor que me vaya, supongo que soy un desastre hasta para pedir disculpas…no era mi intención

Cuando estaba a punto de abrir la puerta, oí una afinada voz que me decía:

-espera…no quiero que te vayas…quiero decir…es que tengo que hablarte de unos documentos que debes conseguirme

-es mejor que me lo digas otro día, en este momento no creo que sea buena idea. Mis ojos estaban a punto de reventar en un irremediable llanto, y si pasaba un minuto más con ella, estoy segura de que empezaría a lloriquear como una desquiciada.

-es importante Nicole….debes quedarte.

Estaba contra la espada y la pared, aunque me sintiera como una tonta por el comentario absurdo del abrazo, me tenía que importar mucho más la situación del hospital. Respire profundo y le respondí:

-está bien, dime cuáles son los documentos?..

Isis se dirigió a un archivo y sacó una carpeta que contenía una infinidad de papeles.

-acércate, no te voy a morder…me dijo con sarcasmo, seguidamente me convidó de nuevo a sentarme en el mueble, a regañadientes acepté.

  • en esta carpeta están los documentos que necesitamos, tenemos que tener todo organizado para que se haga más fácil ganar la subasta.

-te agradezco mucho lo que estás haciendo,..no tienes por que ...pero es un gesto muy amable y bondadoso de tu parte, siento ser una molestia para ti,…se que empezamos mal…y que yo...bueno en realidad creo que no nos llevamos muy bien… no me caes mal pero…mejor me callo, no quiero seguir diciendo mas tonterías….y dime mas sobre los documentos por favor

  • no son tonterías Nicole, para ser honesta, siempre estás de guardia conmigo, hoy después de darte una noticia….que pensé que te iba a gustar…..la interrumpí refutándole:

  • no me gusta, me encanta de verdad, pero…no sé cómo decirte esto…tienes razón siempre estoy a la defensiva contigo, sin embargo a veces me haces colocarme así… no lo hago por molestarte es solo que…simplemente ocurre y ya…después no puedo hacer nada para remediarlo.

Deseaba tanto que se abriera la tierra y me tragara, que tocaran a la puerta, que la llamaran por teléfono…..que se yo, con el fin de terminar con ese suplicio de estar a solas con ella.

-no se vale que me esté interrumpiendo siempre Dra.…me dijo con una mueca.

-perdón

-mira vamos a olvidarnos del que nos llevamos mal, o del abrazo o como tú lo llamas emociones efímeras o lo que sea y concentrémonos en la subasta te parece?... me dijo de manera muy cordial.

Debo admitir que me impresionó su grado de madurez, no pasaría de los veintiséis años y estoy segura que siempre obtenía lo que ella quería por ser así, tan segura y manipuladora, que mortal se negaría a complacer a semejante mujer, llena de virtudes, belleza y recursos de toda índole.

-me gustaría mucho,… borrón y cuenta nueva si?. Por inercia extendí mi mano para cerrar aquel pacto, al juntarla con la de Isis, sentí que un escalofrió corrió por mi cuerpo, que incomodidad, reviví aquel casi orgasmo ilusorio que casi tuve con ella en mi excéntrica imaginación.

  • te parece si salimos a….cenar?, me gustaría saber un poco más acerca de ti…quiero decir…ahora que no vamos a tener disputas ni nada… que dices?...me preguntó Isis con picardía

  • ah…por supuesto...pero tengo una condición…preparamos la cena en casa, que dices?...le pregunté ansiosa.

-no tengo problema,…claro, si es en tu casa y tu cocinas...yo..soy muy mala con esas cosas y en mi cocina solo hay cubiertos….me respondió algo apenada.

La verdad no me sorprendía que no fuese tan doméstica, lo que si me causaba un poquito de temor era tenerla en mi casa….al parecer se tornaba muy difícil dimitir de Isis….