Ponerse al día
Mi Hermana me dio la clave cuando me dijo "mira que eres tonta"
PONERSE AL DÍA
Mira que eres tonta ¡fue la frase que un día lo cambio todo.
Me case muy joven y ahora a mis 42 años con un hijo de 8 me siento perdida aunque empiezo a darme cuenta que eso a veces es mejor que tenerlo todo controlado.
Mi hermana, mayor que yo cinco años y soltera, viene a menudo por casa a verme, siempre nos llevamos muy bien , ella lleva una vida muy distinta a la mía, es representante de una marca de cosméticos y le va muy bien, siempre anda de aquí para allá y de fiesta en fiesta.
Que bien vives le digo muchas veces a lo que me responde con guasa que no crea que es muy sacrificado lo de andar de fiesta en fiesta aguantando a moscones aunque hay que reconocer que algunas veces la suerte te sonríe…ya me entiendes, me dice riéndose a carcajadas, lo que, aunque lo disimulo, no dejo de reconocer que me da envidia, que para que no se me note le respondo que, yo con mi marido tengo bastante.
Mira que eres tonta… ¡ con la cantidad de tíos buenos que hay, follar solo con uno; de verdad que no te apetece aunque sea una vez… probar con otro? ; me di la vuelta rabiosa y le clave los ojos unos segundos sin atreverme a decir nada, ella al verme así me pidió perdón y me dijo que no me enfadara que era una broma .
Cambiamos de conversación y aunque ya fue distendida y en otra dirección no dejé de pensar y darle vueltas a lo que me había dicho.
Estaba haciendo la cena mientras mi marido y mi hijo jugaban y se reían en el salón esperando a que terminara, quejándose de vez en cuando entre bromas, que hoy estaba tardando más de la cuenta, y es que en verdad no estaba a lo que tenía que estar, no dejaba de darle vueltas a lo que mi hermana me había dicho, incluso durante la cena mi marido me preguntaba si estaba bien, -estas rara hoy, me decía, me duele un poco la cabeza solo eso le dije.
Ya en la cama, tardé en dormirme dando vueltas y vueltas a lo mismo, hasta atreverme a fantasear e imaginar la polla de otro hombre follándome…,me gustó tanto que me dormí con la mano metida entre las piernas.
Al día siguiente me levante todavía más nerviosa y más caliente con lo que agradecí que mi marido ya se hubiera ido al trabajo porque me lo hubiera notado y desde luego no era su polla la que me apetecía y aunque me costó calmarme no pude evitar de camino al colegio de mi hijo mirar a todos los hombres que me encontraba por el camino, percatándose más de uno de mi estado de perra en celo, por lo que me serene y me fui a casa rápidamente.
Faltaban 10 días para el cumpleaños de mi hermana y lo solía celebrar a lo grande con sus amigas que eran también casi todas solteras, a una gran cena noche a la que también me invitaba y siempre le decía que no podía por el niño…pero que este año me apetecía y así se lo dije a mi marido para que se ocupara esa noche del niño.
Mi cabeza no descansaba; salí a comprarle un regalo a mi hermana y algo para mí también como no…últimamente no salía mucho así que decidí comprarme un vestido para la ocasión que no llamara mucho la atención pero que fuera sexi…quien sabe lo que puede pasar esa noche me dije, después de lo que mi hermana había desatado en mí y como tenía mi ropa interior algo desfasada…me compre algo atrevido que no enseñaría a mi marido claro.
Pero que tonterías estás pensando me decía ya de camino a casa, anda vuelve a tu realidad, guardé lo que había comprado en el armario y no lo volví a mirar.
Al día siguiente mi vida cotidiana echó un tupido manto por encima de todo aquello, aunque algo se removía en mi interior que no me dejaba centrarme, pero pensé…ya se te pasará.
Uno de los días que llevaba a mi hijo al colegio me encontré con una amiga de mi hermana y se paró hablar conmigo diciéndome que se había enterado que yo iba a la fiesta de cumpleaños y que se alegraba mucho ya que ella también estaba casada y con un hijo al igual que yo y así ya no sería de las únicas casadas y podríamos hablar, aunque ella se iría pronto, claro , me dijo; no sé si me alegró o más bien al contrario ya que no me gustan mucho las personas que hablan tanto y ella lo hacía. Le dije que tampoco tenía tanta importancia que al fin y al cabo de trataba de reírse un poco y pasarlo bien sin importar si estábamos casadas o solteras; le di una disculpa y me marché diciéndole que ya nos veríamos y esperando que fuera cierto lo de que se iría pronto de la fiesta.
El día del cumpleaños llame a mi hermana a primera hora para felicitarla y hablamos un buen rato, le dije lo mucho que la quería y quedamos un poco antes para tomar algo ella y yo solas.
Como iban a estar solos…mi marido me dijo que se irían a media tarde a casa de sus padres y dormirían allí ese día, para que el niño disfrutara un poco más de los abuelos, lo que me pareció muy bien, así yo me sentiría más relajada para prepararme.
Me di una relajada ducha y ya en mi habitación me empecé a vestir; me miré antes un rato al espejo desnuda, había engordado un poco y mi culo y mis tetas eran más grandes; había madurado estaba claro pero creo que estaba más guapa y más apetecible que nunca, me veía guapa, con un cuerpo bonito y al momento mi cabeza empezó a mandarme señales mientras me daba crema al cuerpo; notaba que cada vez me sonreía más…¡ cuanto más me miraba en el espejo, como queriendo decirme…ni se te ocurra…! y me seguía riendo mientras me ponía el precioso tanga que apenas tapaba mi rasurado coño al que también le di un poco de crema…ya que seguramente esa noche iba a tener visita, aunque no sabía de quien, lo que al pensarlo me excitaba y me daba más morbo…porque desde luego iba a la fiesta de mi hermana…pero con la idea de perderme durante…o al final… en algún laberinto.
Mi hermana es más puntual que yo pero esta vez no me lo echo en cara, si no que se quedó como una tonta mirándome sin decir nada hasta que llegue a su lado, eh eh…que es mi cumpleaños no el tuyo, estas guapísima como me gusta que te decidieras a venir a la fiesta y así de guapa; la abrace y le di un gran beso de felicitación mientras nos reíamos como cuando éramos crías.
Tomamos algo mientras hablábamos y nos reíamos repasando anécdotas de nuestra vida, olvidando casi el presente lo que hizo que tuviéramos que salir a contrarreloj para no llegar tarde al restaurante donde habíamos quedado con las demás chicas.
La cena estuvo fenomenal entre risas, anécdotas y una alegría que iba a más detrás de cada sorbo de vino al que adornaba el sonido de las copas cruzándose y chocando entre si acompañadas de frases, palabras y dedicatorias que hacían presagiar una larga y movida noche.
Ya fuera del restaurante nos organizamos para pedir taxis y quedar en algún sitio de marcha para bailar y tomar algo, algunas ya se fueron directas a casa, entre ellas la amiga de mi hermana, la que su hijo iba al mismo colegio que el mío, lo que me hizo relajarme aún más y es que me sentía pletórica y con ganas de marcha.
En sitios de tanta marcha y con tanta gente es imposible ir en grupo así que sin darnos cuenta en poco tiempo estábamos cada una por un lado, yo estaba a gusto, relajada, me sentía como hacía tiempo no me sentía…flotaba en el aire, bailaba, me reía con mi hermana, desde y entre la multitud, había bebido algo más de la cuenta y como no estoy acostumbrada decidí no beber más y disfrutar de la noche y del ambiente… disimuladamente me empecé a fijar en los hombres que alcanzaba mi vista, cruzando la mirada con alguno de ellos, mientras daba vueltas bailando y riendo, cuando entre la multitud, uno de ellos me hace un gesto con la mano para saludarme con una bonita sonrisa, me quede un poco como sin hacerle mucho caso porque no le conocía, pero él insistía y de echo se estaba abriendo camino entre la gente para llegar hasta mí.
A medida que se acercaba me parecía cara conocida, guapa por cierto y algo más joven que yo, bastante más.
Hola que tal?
Hola le dije, sonriendo y dándome tiempo para intentar darme cuenta quien era, aunque enseguida me sacó él del apuro.
Era el hijo de la vecina de mi suegra; y que además había ido a mi boda, si claro ¡¡ ahora me doy cuenta, perdona es que entre tanta gente y la oscuridad no te conocía; ya me di cuenta no te preocupes, me dijo, mientras nos saludábamos y nos dábamos dos besos en la mejilla captando el rico olor que desprendía aquel joven y fibroso cuerpo diez años más joven que yo…como mínimo.
Me sorprende verte por aquí; si bueno es que hoy estoy de celebración aprovechando para reír, bailar y pasarlo bien; que bien y tu marido?...estoy sola con unas amigas que creo…mirando a un lado y a otro…dándome cuenta que ya no estaban por allí, …que ya hace rato las perdí , le dije riendo pícaramente imaginándome donde estarían ya algunas de ellas…captando él el mensaje, arrimándose bien a mí para acompañarme en el baile rozando hábil y sutilmente mi culo, lo que hizo que una descarga eléctrica atravesara todo mi cuerpo.
Decidí despreocuparme tanto de mi hermana como del resto, ya que me di cuenta que ellas ya hacía tiempo que lo habían hecho conmigo.
El chico se dio cuenta claro; estas guapísima, tomamos una copa? me dijo, al oído arrimándose bien a mí por detrás mientras yo, con la disculpa del baile…,al sentirlo, removí mis caderas un poco más de la cuenta para sentir, su ya hinchada polla estrellarse contra mi culo en uno de los muchos empujones de la multitud y que aprovechó descaradamente para abrazarme desde atrás cogiéndome del vientre apretándome contra él en una clarísima declaración de intenciones y aunque me hice un poco la molesta, me encantó, con lo que no me hice demasiado la estrecha devolviéndole una pícara sonrisa …sellando con ello y sin palabras, un tratado inmediato .
No debería de beber más..., me dije, pero con lo caliente que entré ya en el bar y aquel olor a macho, acepte la invitación…y… entre en el laberinto¡¡¡
La barra del bar estaba imposible de gente, pero estaba claro que aquella iba a ser mi noche porque justo cuando nos dirigimos a ella…salía una parejita de un rincón más que discreto al fondo de la barra y al que me apresure casi corriendo a ocupar, sorprendiéndome a mí misma y por su cara, también a él, que riéndose dejo su chaqueta y se fue a pedir dos copas.
Mientras le esperaba algo nerviosa en aquel rincón oscuro pensé por un momento en mi marido y en mi hijo, intenté levantarme del taburete pero me sentí pegada a él por mi calentura así que a partir de ese momento lo tuve claro…me quería perder en el laberinto con aquel chico, estaba loca por follar, por sentir otra polla y otra leche que no fuera la de mi marido y eso iba a pasar aquella noche, estaba más que decidido.
Sabes que cada vez que vas a visitar a tu suegra me alegras el día a mí? me decía mientras me daba la copa arrimando su taburete al mío, sentándose frente a mí, metiendo mis rodillas entre sus piernas hasta el punto de rozar prácticamente sus huevos; brindamos y bebimos al mismo tiempo un largo trago mientras pensaba que no había más tiempo que perder; no me había metido en el laberinto para romanticismos así que me lancé; posé el vaso mientras me levantaba del taburete para meterme entre sus piernas sintiendo al momento sus manos en mi culo apretándome contra él mientras nos dábamos el primer morreo, gimiendo con esa respiración acelerada que delataba mi calentura.
Ese preámbulo antes de irnos a follar fue una gozada; besos, caricias, el olor de mi coño en sus dedos… nunca había disfrutado tanto pensando que además me quedaba lo mejor…su polla explotando dentro de mí y es que hasta por poco follamos allí mismo.
Aunque estaba muy caliente, no quería tener demasiada prisa, saboreaba sus besos y su lengua en aquel oscuro rincón mientras sus manos, subiéndome el vestido, acariciaban el desnudo culo que dejaba mi tanga, pasando luego adelante apartándolo para mojar sus dedos en el lago de mi coño.
Estaba en la gloria, quería saborear un poco más aquel momento; el chico estaba también como loco, me pare un segundo y le mire mientras él también se paró; su reacción fue sujetarme la mano cuando cogí la cremallera de su pantalón; quiero acariciártela solo un momento necesito sentirla en mi mano; miro rápidamente a los lados y se dio cuenta que estaba muy oscuro y nadie nos miraba, le baje la cremallera pero estaba tan hinchada que tuve que desabotonarlo también, me tuvo que ayudar porque yo sola no podía; que sensación que caliente, que dura y que grande, estaba chorreando también me hubiera bajado a mamarla allí mismo pero me conforme con acariciarla hasta los huevos…era bastante más grande que la de mi marido, mientras le acariciaba la polla y los huevos se quedó como inerte jadeando encima de mí con lo que supuse que estaba a punto de reventar y sería una pena desperdiciar una buena corrida en el suelo de un bar …mi coño la estaba esperando; vamos a follar algún sitio ,le dije, mientras me colocaba la braga y bajaba el vestido. Te recojo en la esquina me decía mientras colocaba dentro del pantalón aquella preciosidad.
Era tal la gana que tenia de follar que el roce de mis piernas al caminar hasta la esquina casi me hacen correr del gusto; subí al coche y arranco rápidamente; por el camino no paraba de meterme mano entre las piernas apartándoselas yo pidiéndole por favor que no siguiera porque si no me iba a correr y quería su polla dentro para eso. Me miro con tal lascivia que casi me pareció sentir ya su polla en la entrada de mi coño.
Aunque vivía con su madre tenía un pisito en el centro que estaba preparando y al que no tardamos más de diez minutos en llegar.
Nada más entrar me arrastró de la mano hasta la cama tirándome sobre ella boca arriba sin darme tiempo tan solo a ver como se quitaba la camiseta para abalanzarse sobre mí .
No me costó abrir bien las piernas ya que mi fino vestido estaba enroscado en la cintura desde prácticamente el trayecto del ascensor a casa en el que no paramos de meternos mano y en el que yo también le desabotone el pantalón.
Nos abrazamos comiéndonos la boca; y mientras él arrastraba mi vestido para llegar a mis tetas y morderlas con gana… yo, empujaba hacia abajo con desesperación su pantalón y slip para por fin sentir aquella gran polla que al momento, cogiéndola con una mano la arrimo a mi coño apartando la braga de un tirón y metiéndola de un empujón hasta el fondo haciendo que tuviéramos que dejar de comernos la boca para gritar los dos al mismo tiempo de un placer ya sin límites.
Por fin…¡¡¡, por fin ya tenía dentro otra polla y que polla ¡¡¡ con tantos jugos acumulados del deseo entraba y salía como un émbolo bien engrasado, me llenaba toda incluso a veces me hacía daño de lo grande que era, pero que dulce dolor, que maravilla sentir sus huevos cada vez que empujaba hasta el fondo por la ganas que me tenía también, era imposible aguantar más, no podíamos…¡¡¡, me corrí gritando, casi llorando…, retorciéndome de gusto debajo de él, abrazándolo con fuerza, sintiendo perfectamente los primeros bombazos de aquella rica y tan esperada leche, explotar dentro de mí, mientras lo sentía rugir en mi cuello cara y oídos, como un león, golpeándome sin parar con sus huevos apretándome el culo contra él hasta descargar la última gota dejándose caer sobre mi besándome y comiéndome toda; nunca me había corrido así y tampoco nunca había visto a mi marido tan satisfecho de follarme como aquel chico.
Cruce mis piernas y le atenace sobre mí para que no se saliera mientras comiéndome a besos las tetas, me daba bombazos como queriéndose meter entero dentro de mí; mi coño ya se había adaptado al tamaño de su polla, la cual seguía dura, casi como al principio, así que sin sacarla me dio la vuelta y me colocó encima de él sin dejar de bombearme suavemente sujetándome por el culo y empujándome hacia delante para que me derrumbara sobre él, besando y lamiendo yo su cuello mientras acariciaba y mordía mis tetas.
Me gustaban sus labios, su cuello, enredarme en su pecho y decidí seguir y seguir despacito hacia abajo para buscar más cosas que me iban a gustar también.
Me gustó sentir los borbotones de leche arroyar por mis piernas cuando me desenchufe de él para volver a enchufarme rápidamente por la boca…aquella enrojecida, brillante y monumental polla.
No me reconocía a mí misma, nunca pensé que lo haría y menos que me enloqueciera de gusto lamer y tragar toda la leche que bañaba su polla y sus huevos mientras se retorcía entre las sabanas gimiendo de placer susurrándome que me montara otra vez encima de él.
Dándole el ultimo chupetón y sin soltarla de mi mano, lo monté, clavándomela yo misma hasta el fondo.
El segundo polvo fue más relajado pero igual de maravilloso, no teníamos prisa, cabalgando encima de él… nos movíamos despacio, acariciándonos, mientras nos recuperábamos un poco del primero, aunque no tardamos en darnos cuenta que nuestros cuerpos ya seguían otra vez un único ritmo mientras nuestras risas se convertían en jadeos y dentro de mí ya no había más espacio…ya lo ocupaba todo su polla.
Me decía que estaba preciosa cabalgando encima de él con su polla bien metida, mientras…acariciaba mis caderas y otro poco amasaba mis tetas, al tiempo que se removía debajo de mi sin dejar ya de bombear suavemente acompañando mis movimientos algo más acelerados y que fueron cada vez a más cuando…, soltó una mano de una de mis tetas para meter el dedo gordo en mi boca mojándolo bien de saliva para meterlo entre su cuerpo y el mío acariciándome el clítoris mientras acelerábamos el ritmo, el chico sabia follar bien, ya lo creo.
Aquel dedo en mi clítoris, acompañando mis movimientos, buscando yo el roce justo de su polla , hizo que me volviera loca de gusto cuando empecé a notar que me corría…no pare de gemir y gritar corriéndome, mientras él, me bombeaba ahora desde abajo con tal fuerza que en algunos de los envites …incluso me levantaba con él, sujetándome fuerte con la otra mano por mi culo mientras yo clavaba mis dedos en su pecho aprisionando su polla con la fuerza de mis caderas y mi coño; madre mía ¡¡¡ que gustazo me daba aquel chico y no se había corrido todavía.
Me dejo descansar un rato tirada encima de él aplastando mis tetas contra su velludo y bonito pecho mientras recuperaba la respiración y acariciaba mi culo, con su polla tiesa y palpitando dentro de mi coño; se fue saliendo debajo de mí con suavidad dejándome tendida boca abajo.
Lo sentí colocarse encima de mí, apoyando sus manos a los lados de mis hombros, mientras subía arrastrando por mi cuerpo al mismo tiempo su lengua y su polla; la primera lamiendo mi espalda hasta llegar a morder mi cuello y la segunda simulando el arado…al que dulcemente y con mucho gusto…aunque haciéndome de rogar un poco para calentarlo más, le iba abriendo despacito, el surco de mis piernas, hasta sentirla en la entrada de mi coño.
Su respiración era muy agitada, la sentí en mi cara cuando iba a meter su mano por debajo de mi vientre…pero no hizo falta, le ahorre el esfuerzo y yo misma me puse a cuatro patas sin dejar de sentir su nerviosa e impaciente polla pegada a mi coño con ganas de meterse; no hizo falta ayudarla, en cuanto encontró la entrada…su dueño no desperdició la ocasión para empujarla hasta el fondo haciéndome culear para acomodar semejante polla dentro de mi antes de empezar un mete saca desesperado y que no iba a durar mucho…ya que se veía… o más bien… con sus bufidos…se oía venir cuando… soltando mis caderas la saco de repente poniéndose en cuclillas agarrándola con la mano apuntándome mientras le daba los últimos bombazos para correrse, girándome yo para ver aquel precioso espectáculo.
Cada borbotón de leche que salía iba acompañado de un rugido, el primero salió con tal fuerza que llego a mi cara arrollando por mi mejilla hasta la boca, la cual se abrió para saborearla mientras iba sintiendo el resto de la corrida por mi espalda y sobre todo por mi culo que se removía suavemente para agradecérselo; ver aquel semental cubriéndome con tal cantidad de leche el cuerpo era una verdadera gozada; nunca imagine que un hombre pudiera tener tanta leche en sus huevos.
Se dejó caer a mi lado recuperando la respiración y sonriéndome mientras yo seguía a cuatro patas y me giraba hacia él buscando su polla para lamer hasta la última gota que le quedara.
En el taxi de vuelta a casa pensé en lo que me dijo antes de despedirnos…-nos quedan cosas por descubrir juntos…lo pasaremos muy bien…aunque no sé yo…si mi virgen culo podrá con semejante polla, pero lo que si se…es que la idea me gusta.
Ya os contaré.