Polvo tras polvo...
Un sábado cualquiera le conozco en un bar. Pronto acabamos follando en los aseos, pero la noche no termina ahí...
Era un fin de semana. Como cualquier otro sábado, quede con mis amigas para tomar algo. Salimos por los bares de siempre, tomamos unas copas, hablamos, bailamos como solemos hacer normalmente pero fue en un bar a eso de las dos cuando sucedió algo fascinante. Mis ojos se fijaron en un chico que por alguna razón destacaba entre la gente. Él se dio cuenta que yo le observaba y decidí acercarme a conocerle. Me contó que se llamaba Andrés y que estaba de paso en la ciudad, había venido por motivos de trabajo y esa era su última noche aquí. Estuvimos bebiendo unas copas y riéndonos, cada vez estábamos más cerca, podía sentir su caliente aliento en mi cara, entonces Andrés empezó a tocarme la pierna y eso me gustó, no le dije nada con lo cual él siguió, cada vez acercaba más su mano a mi entrepierna hasta que empezó a frotar su mano contra mi coño la apretaba fuerte, y yo decidí contestarle con lo mismo poniendo mi mano en su paquete. Al cabo de un rato decidimos ir al baño no podiamos aguantar más !!!
En el baño Andrés me empujó contra la pared y empezó a pasar su lengua por mi cara a la vez que desabrochaba mi blusa suavemente. Yo comencé a soltarle los botones del pantalón, él me abrió la blusa, me quitó el sujetador y chupó mis tetas. Le bajé el pantalón y el calzoncillo y cogí en mis manos esa maravillosa polla. Era grande y gorda y empecé a masturbarle. Él también me bajó los pantalones y mi tanga e introdujo un dedo en mi coño y luego dos, al mismo tiempo que estimulaba mi clítoris. Andrés se agacho y empezó a lamerme el coño, su lengua se deslizaba entre mis muslos tocándome el clítoris y entrando dentro de mí y su dedo se introduzco en mi culo. No podía creer lo que estaba sucediendo esa noche. Cuando Andrés terminó con el trabajito que me estaba haciendo fui yo la que me agaché y me metí su verga en mi boca, se la chupé desde el glande a los testículos y luego me la metí entera entonces Andrés empezó a moverse, la metía y sacaba de mi boca, y no tardé en sentir su caliente semen en mi boca que se deslizaba fuera de ella y bajaba hacia mi cuerpo, así que hice lo que más me gustaba me extendí su semen por mis tetas y chupé lo que quedó en su polla mmmmmmm!!!. Satisfechos los dos, nos vestimos y salimos del baño. Pero la historia no iba a terminar ahí Mis amigas seguían en el bar y fuimos a tomar una copa con ellas, les presenté a Andrés y quedaron boquiabiertas, ya que no lo había dicho, pero era guapísimo. Entre copa y risas me di cuenta que Andrés estaba intranquilo, me acerque a él y vi que su polla estaba otra vez caliente, en su pantalón se apreciaba su erección. Con disimulo me puse delante de él y empecé a frotar mi culo contra su paquete, eso me puso tan excitada que pronto mi tanga estaba empapado. Llegado a este punto nos despedimos de mis amigas y fuimos a coger su coche para ir al hotel en el que se hospedaba. En el camino hacia el coche las caricias no cesaban pero decidí que era mejor llegar al coche para continuar. Andrés conducía camino al hotel, pero yo no podía aguantar el calentón que tenía con lo cual desabroche mi pantalón, me lo bajé y también el tanga, introduje mi dedo en la boca de Andrés y cuando estaba mojado me lo metí en el coño y empecé a masturbarme. Con la otra mano empecé a tocar su paquete, su polla estaba a punto de explotar por lo que la saque del pantalón para liberarla y se la chupé, me la comí entera de arriba abajo, chupando sus testículos y mordisqueando su glande. Andrés enseguida llegó al éxtasis y se corrió en mi boca, fue tan grande la explosión que yo no daba abasto con tanto semen en mi boca para tragar y parte de él salió cayendo en sus testículos que enseguida limpié relamiendome, mientras seguía tocándome el coño para no perder toda mi excitación. La habitación del hotel tenía una cama enorme, yo solo verla me tiré en ella y me quité la ropa. Andrés fue a por champan a la nevera y al llegar y verme así descorchó la botella y derramó el líquido sobre mi cuerpo y comenzó a beberlo de él. Ahora me tocaba a mí, así que cogí la botella y eché champan en su polla y la chupé. A Andrés se le puso gorda enseguida y yo seguí lamiéndosela. Él quiso también chupar mi coño con lo cual nos pusimos haciendo un 69. Su lengua recorría mi vulva sin parar, estimulaba mi clítoris muy rápidamente y con la excitación que yo llevaba enseguida empecé a tener un orgasmo tras otro. Mi coño chorreaba pero Andrés se encargaba de limpiarlo con su lengua. De pronto, me cogió y me puso a cuatro patas e introdujo su polla en mi coño de golpe, eso hizo que yo me pusiera más caliente todavía.
Me follaba el coño a un ritmo infernal, pero de repente iba mas despacio y me empezó a estimular el culo con su dedo. Le pedí que me la metiera en el culo, y no tardó en complacerme. Puso su polla en la entrada de mi culo, jugo un rato y enseguida empezó a meterla en él muy suavemente. Una vez que estaba dentro dio un golpe fuerte encajandomela entera, y yo di tal grito de placer que él siguió follandome sin parar. Notaba como salía y entraba, y a le vez metió su dedo en mi coño y me lo masturbaba a la vez que seguía dándome por el culo. Aquello hizo que volvieran los orgasmos seguidos, y entre gritos y gemidos de placer Andrés acabo corriéndose en mi culo. Estábamos exhaustos, nos fuimos al baño y nos duchamos para quitar los restos de sudor, semen y flujo que teníamos por el cuerpo. Ya limpios nos tumbamos en la cama y enseguida nos quedamos dormidos, agotados después de todo lo que habíamos vivido. A la mañana siguiente me desperté yo la primera. Andrés dormía desnudo boca arriba. Me puse a pensar en la noche de placer que había vivido con él y eso me hizo que me excitará, y no pude evitar meter su polla en mi boca y empezar a chuparsela. Poco a poco su rabo reaccionaba a mis lamidas y Andrés abrió los ojos, me dio los buenos días y dejó que yo siguiera chupándosela. Su inmensa verga ya estaba lista, así que me senté encima de ella dándole la espalda a él. Me movía lo mas rápido posible, sacándola por completo y metiéndola de golpe. Andrés gemía de placer aquello le estaba poniendo muy caliente, y empezó a estimular mi culo con su dedo. Eso me gustaba mucho, muchisimo Cuando paso un rato me lo metió entero y comenzó a moverlo al ritmo que yo saltaba sobre su polla. Me levante y me puse a cuatro patas y Andrés me la metió en el culo de golpe. Di un grito de dolor que hizo que Andrés se excitara aún más y se moviera más rápido. Se movía freneticamente dentro de mi culo y eso produjo un placer que hizo olvidar el dolor. Me ofreció su dedo y empecé a chuparlo como si fuese su polla. Después lo quitó de mi boca y me lo metió en mi coño, y de nuevo estimulo a la vez mi clítoris. En ese momento yo solo pensaba en meter su enorme y gorda polla en mi coño y que me lo taladrara, así que saque su polla de mi culo y poniéndome boca arriba le entregue mi coño encharcado. Él lo tomó de forma rápida metiendo su polla en él, que chorreaba de tal manera que su rabo entraba solo. Follamos salvajamente y para terminar Andrés sacó su polla y la puso en mis tetas yo la apreté entre ellas mientras él no paraba de moverse en pocos minutos explotó todo su semen hacia mi cuello que se llenó entero de líquido caliente. Fue entonces cuando me quede sorprendida, ya que Andrés chupó su propio semen, limpió mi cuello con su lengua y también mi coño que estaba empapado en flujos, acabando dándome un beso en la boca para que yo lo saboreara también. Andrés tenía que marcharse ya que su avión salía en pocas horas. Recogimos todo y salimos del hotel, y decidió llevarme a casa pero en el camino me dí cuenta que ya no le iba a ver más. Esos eran los últimos instantes de ese maravilloso encuentro, así que le pedí que subiera a casa para tomar la última copa juntos y él acepto, pero tenía que ser rápido o perdería su avión. Llegamos a mi casa, me cercioré que no había nadie ya que comparto piso. Fuimos al salón, puse un par de copas y nos sentamos en el sofá a hablar de lo que había pasado. Noté como Andrés se excitaba igual que yo hablando de ello y pensé -"éste será el último polvo"-. Le quité el pantalón y el calzoncillo, y empecé a masturbarle. Cuando su polla estaba tiesa me quité el pantalón y el tanga y me senté encima de él y le follé con todas mis ganas. Fue algo muy rápido ya que enseguida se corrió por las prisas de ir al aeropuerto. Nos vestimos y él se fue para siempre de mi vida, dejandome el recuerdo de la noche más intensa que jamás he tenido. Porque no todos los relatos que se escriben son ciertos, pero éste si lo ha sido
Espero que os haya gustado. Y si encima he conseguido que os hayais masturbado mientras leeis mmmmmmmm me doy por satisfecha!!!!. Ya sabeis, agradezco mucho todos vuestros comentarios. Escribidme a martasex69@hotmail.com
Besos!!