Polvazo a domicilio
Cuando una clienta te sorprende, y no te puedes resistir...
Verano, calor... era un asco tener que trabajar en pleno julio... y con las perspectivas de vacaciones en agosto, todavía más. Pero faltaba menos para las vacaciones, y tampoco me podía quejar: no iba muy cargado de trabajo, me lo podía tomar con calma. Llegué a la siguiente visita, aparqué cerca de la vivienda, y tras bajar de la furgoneta, cogí la bolsa herramientas y me acerqué al portal indicado. Llamé al timbre. Al rato, escuché una voz femenina en el interfono:
-¿Sí? ¿Quién és?
-De la compañía de internet, señora.
-Ah, si, adelante, pase.
La puerta se abrió. Accedí al segundo piso, llamé con los nudillos a la puerta indicada. La puerta se abrió, y apareció una mujer bajita, muy guapa de cara, con el pelo de mechas rubias recojido en una coleta. Tenía una sonrisa y unos ojazos negros preciosos. Mis ojos no pudieron evitar bajar un momento de su mirada, admirando que lo único que llevaba era una camiseta de tirantas, blanca, ceñidita, que dejaba entrever que debajo no llevaba sujetador, pués se le transparentaban los pezones, se adivinaban unas tetas grandes, una cien o noventa y cinco juraría, y bien puestas. Tendría unos treinta y pico. Además el vestido le quedaba corto, llevaba las piernas desnudas, iba descalza. Mis ojos volvieron raudos a su mirada, esperaba no se hubiera notado el "repaso" que le había dado.
-Encantado, señora, soy Jorge -le extendí la mano-
-Pasa, pasa -dijo dándome la mano y invitándome a entrar- soy Carla, no puedo estar ya más tiempo sin internet, te esperaba con ganas.
-Bueno, indíqueme dónde están los equipos...
-¿El router?
-Sí, eso, el router...
-Sígueme Jorge...
Empezó a andar por el pasillo, y puede apreciar que sí, que el vestido era realmente cortido. Se le adivinaba un buen culo bajo ese vestido, además al ser ceñido no se le veía marca de las bragas. O no llevaba, o iba en tanguita... bufff.... Llegamos al salon, y me indicó la televisión.
-Esta allí Jorge, justo al lado de la tele.
Miré el mueble dónde estaba la tele, no era muy alto, al lado de la tele solo vi un marco con una foto de ella con un señor (su marido supuse), otra de unos niños pequeños (¿hijos o sobrinos?), y un jarrón. Ni rastro del router....
-¿Y el router, señora?
-Llámame Carla, por favor... esta justo aquí debajo...- se agachó a abrir la puertecita del mueble bajo la tv. Lo hizo justo a metro y medio de mi, y sin doblar las rodillas, lo que provocó que se le levantara el vestido hasta la mitad de su culito, dándome una vista maravillosa de sus preciosas nalgas, y de un coñito tapado por el tanguita que resultó que llevaba.
Madre mía.... pensé.... a mis treinta y ocho años, la situación no era nueva, pero no necesitaba más calor.... llevaba un tiempo sin follar con mi mujer, y no quería caer en las garras de esa mujer, que seguramente buscaba lo que buscaba.
-Gracias, Carla - le sonreí-
Tras un breve análisis, intuí que el equipo estaba fallando, y se lo cambié por uno nuevo. Carla estaba dando vueltas por ahí, la verdad poniéndome nervioso. No podía evitar echar alguna mirada a ese cuerpo femenino que se movía por la estancia como quién recoje cosas, pero en realidad estaba pendiente de lo que hacía yo, y seguramente, de si la miraba de reojo: se agachó a recojer un jersey del sofa (otro vistazo a su cada vez más apetecible trasero), se levantó de puntillas a poner algo sobre una estantería (sus pechos aún se le marcaron más, el vestido se le levantó pero esta vez la contemplé de frente, me enseño el tanguita negro que apenas le cubría el coñito, que se veía totalmente sin vello)... se me estaba empezando a poner dura.
-Le he cambiado el router, Carla. Parece que ya funciona, pero tendrás que introducir la clave nueva en todos los equipos.
-Ay, no puedes ayudarme, yo soy muy torpe con estas cosas....
-Por supuesto que si. Dime todo lo que usais y te lo conectaré -dije mientras le hacia una foto a la contraseña del wifi-
-Pues mira, mi móvil -dijo ofreciéndomelo...
Lo cojí, pero estaba bloqueado con pin..
-Pon el pin, por favor..
Carla cogió el movil, introdujo los numeros y me lo tendió de vuelta. Al dármelo, pude ver como sus ojos iban hacia la pantalla, los mios como es lógico, también: una foto de ella, desnuda, en la cama, recostada boca abajo, mirando a camara, dejándo ver su espalda, su culito, sus piernas....
-Vaya...-exclamé-
-Uy! -reaccionó ella quitándomelo de nuevo- perdón, lo dejé en unas fotos que iba a borrar....
-Pués es una lástima borrar fotos tan bonitas...
-Jaja, no me hagas reir - me tendió de nuevo el movil, ahora en ajustes -
Tras ponerle la contraseña, se lo entregué.
-Ya puedes navegar... ¿Qué más usas?
-Bueno, la tablet... -se fue a recojerla del sofá, agachándose de nuevo, dejándome disfrutar de la mitad de su culito al aire....-
-Esta vez sin fotos, jajaja -dijo tendiéndomela-
-Lástima, jajaja
Le conecté la tablet. También, como me indicó, el tv del salón.
-Algo más.
-Bueno Jorge, no quiero abusar....
-No es molestia señora, tengo tiempo, y en la casa se está más fresquito que en la calle.
-Pués si me puedes conectar la tv de la habitación...
-Como no, ¿Dónde es?
-Sígueme...
Se dirigió a la escalera, y empezó a subir hacia arriba. La seguí. Lo podéis imaginar, el espectáculo que me dió era maravilloso. Ya iba medio empalmado. Tenía unas ganas de darle un bocado a ese culo que subía delante mía, que no podia con ellas. De repente se giró, me pilló mirándola el culo descaradamente...
-Cuidado al llegar arriba, el último escalón está roto...
-Gracias por avisar, porque es dificil concentrarse en los escalones...
Si pilló la indirecta, no hizo nada. Llegamos a la habitación, sencilla, con una cama amplia de matrimonio, un armario empotrado, y un estante alto frente a la cama, con una tv pequeña. Me tendió el manto de la tele...
-Gracias, Jorge..
-No es molestia.. -me puse enseguida a encender la tele y buscar en el menú...-
-Tengo que ir a trabajar, ¿Te importa si me cambio..?
-No, claro, haz lo que tengas que hacer, yo tengo para un rato, el menú de esta tele se ve muy raro...
-Ok gracias...
Y para mi sorpresa, abrió el armario, sacó un uniforme (parecía de camarera...), y se quitó el vestido sin ningún reparo, quedándose con aquellas fantásticas tetas al aire... casi se me cae el mando...
-Joder, Carla... asi si que no me concentro...
-Es que... -se dirigio hacia mi, andando despacio, mirándome con ojos viciosos- has sido muy amable, si no tienes prisa... te lo podría recompensar....
No pude reaccionar... su mano ya había rodeado mi cuello, y me atrajo hacia sí, besándome, metiéndome la lengua, invitándome a saborear la suya. La otra mano se dirigió a mi entrepierna, que tuvo que notar bien abultada ya.... Yo la atraje hacia mi, rodeándole la cintura con una mano, y con la otra buscando abarcar una de aquellas fabulosas tetas... no pude más, quería saborearlas, y bajé por su cuello hacia sus pechos... me metí uno de sus pezones en la boca, lo lamí, lo succioné, y la escuché gemir.... Ella me paró, y empezó a besarme de nuevo mientras buscaba quitarme el cinturón con las manos. Me quité el jersey, los zapatos, mientras ella ya me había desabrochado el pantalón. Se agachó, bajándome a la par el pantalón y los boxers, dejando que saltara mi polla, ya tiesa, frente a su cara. No lo dudó, me la agarró con la mano derecha, y mientras empezaba a pajearme lentamente, me miró a los ojos mientras se la introducía en la boca...
-Joder, que diosa...- exclamé-
Y era verdad, que rico la mamaba. Estuvo un rato dándome placer, acompasándo su mando al ritmo de su boca, saliendo, bajado con la lengua por todo el tronco, llegando a mis huevos, succionándolos, lamiéndolos.... joder, que rico...
-Quiero follarte -le dije-
Se levantó, y abriendo un cajón de la mesita de la tv, me tendió un condón... mientras me lo abría y me lo colocaba, ella se tumbó en la cama, quitándose el tanga, abriéndose de piernas, dejándome contemplar su maravilloso coñito, efectivamente depilado, se veía mojado, que rico... Me tumbé encima de ella, y la penetré con ganas, hasta el fondo, provocándole un intenso gemido... Empecé a bombearla, con ganas, mientras veía sus tetas moverse al ritmo de mis embestidas... no pude evitar comérmelas, mientras seguía follándomela... que rico...
Tras un rato, noté como se iba a correr...
-Oh, sí, sí, no pares cabrón -me dijo agarrándome de la nuca con una mano, y apretándome la nalga con la otra...
Se vino, en un intenso orgasmo, pero no pare en el ritmo de mis embestidas... notaba como el orgasmo no se le acababa, disfrutaba haciendo gozar a aquella mujer....
Al rato paré, quería cambiar de postura. Me salí, y le indiqué que se girara, la volteé con las manos. Se puso a cuatro patas, adivinó mis intenciones. Me deleité un momento en la vista de ese culito en pompa, esas nalgas bien contorneadas, redonditas, aquel coñito húmedo, palpitante.... y aquel agujerito de su culo, que se adivinaba algo entreabierto, seguramente ya había sido estrenado, a lo mejor tendría suerte y lo podía catar, si aguantaba lo suficiente....
Me puse de rodillas tras ella, y apunté mi polla hacia ese húmedo coñito... poco a poco, fui entrando, joder que gusto, hasta el fondo. Empecé de nuevo a bombearla, mis manos buscaron, agachándome, sus tetas, que bailaban al vaivén de mis embestidas. Me encantó notar sus duros pezones rodando en las palmas de mis manos. Me incorporé, mis manos agarraron aquellas nalgas tan apetitosas... al ritmo que la penetraba, iba estrujándolas, y abriéndolas, viendo como mi polla entraba en ella y como su ano palpitaba del placer que le estaba dando. Ella no paraba de gemir, agachó su cabeza hasta las sabanas, agarrándolas con fuerza, levantando más el culo hacia mí...
-Joder, si, jode, no pares....
Bufffff... que diosa estaba echa, tenía ganas de correrme pero no quería hacerlo todavía, estaba siendo un polvo maravilloso..... Noté como ella si se corría de nuevo, esta vez gritando sin contemplaciones (no sabía si algún vecino nos podía oir...)
-Siiiii, siiiii, dioooos, siiiii....
Seguí follándomela, sin parar, mmmmmm que rico. No pude evitar, salir y frotar mi polla contra su ano, dejándolo empapado de sus fluidos, volviendo a meter mi polla en su coñito... Mi dedo se dirigió a su ano, y no tuve que jugar mucho para introducirlo en su interior.....
-Ohhh, siii, siiii -decia ella- Joder, ¿estás sano?
-¿Perdón?
-Que si estas sano, cabrón... follas muy rico pero quiero saber si tienes alguna enfermedad.... yo estoy sana.....
A lo mejor quería invitarme a follarla a pelo...
-Si, estoy casado, y nunca soy infiel... contigo no me he podido resistir zorra, pero estoy sano.
-Pues fóllame el culo, follámelo a pelo, quiero tu leche en mi culo....
Joooooder como me pusieron esas palabras. No tardé un segundo en salirme de ella, quitarme el condón, y apuntar con mi polla hacia ese estrecho agujero, sin ponerme crema ni nada (tampoco ella me lo pidió)... Se vió que estaba “entrenada”, pues empezó ella a mover su culo hacia mi polla, y pude ver como poco a poco, se fue enterrando en su interior, noté mi tronco apretadito por ese culito tan rico.... para mi sorpresa, yo no quise empezar a bombear, fue ella la que apretó su culo hasta mis huevos, enterrándo mi polla en él....
-Ohhh, siii, que polla tienes cabrón..- dijo mientras empezaba a moverse- fóllame el culo...
Empecé a bombear.. buf, que rico, que estrecho agujero.... la agarré de las caderas, empujándola hacia mi, mi polla entraba y salia, podia ver todo mi falo abriendo ese culo tan rico....
No tardé en notar que me venía....
-Oh, si, si....- exclamé--
-Siiiii, -dijo ella viendo que la iba a llenar-
Y me corrí en su interior, en su culito, noté como me salián los borbotones de esperma, que rica corrida...
Me quedé un rato quieto, ella también, y al notar que había salido mi última gota de leche, me salí de su culito, pudiéndo observar la imagen preciosa de ella a cuatro patas y ese culito abierto. Ella se levantó y fue al baño, a “vaciarse”. Yo me tendí en la cama, que locura, que polvo más rico.
Al rato vino y se tumbó a mi lado, besándome con cariño.
-Que buen polvo, amor.... -me dijo-
-Siiii, mi vida, me hacer gozar – le dije-
Y es verdad. Porque tener una esposa con la que realizar estas fantasias, es una gozada. Se había metido en el papel muy bien, y yo también. Y menudo polvazo.