Pollón III: Su hermano

Descubrí que el pollón era cosa de familia

A la mañana siguiente me desperté y lo primero que vi fue su rostro, no pude evitar esbozar una amplia sonrisa, me gustaba mucho. En ese momento me di cuenta de que su cabello revuelto le quedaba francamente bien, pero seguramente no debía decírselo, no se fuera a molestar o algo… Su respiración era pausada, y no roncaba; me le acerqué y le besé en los labios, un beso suave y tierno. En ese momento me abraza y le siento la polla dura, como prácticamente cualquier hombre en la mañana. Me subió de pronto un calor propio de la excitación, y le agarro la polla. No continúo con esa labor porque Sergio duerme plácidamente y no quisiera despertarlo, así que me dispongo a irme a la ducha nuevamente.

Salgo de la cama completamente desnudo, con una erección abismal, entro en la ducha y me la abro con la intención de sentir el agua caliente sobre mi. Pero lamentablemente el agua estaba helada así que me aparto temblando y espero a que se caliente.

Me encanta estar bajo el agua, sentir como cae por mi cuerpo y como cada parte de mi se estremece con el contacto, como se me calienta el cuerpo y la respiración me disminuye, es un momento terapéutico para mi. Ya no me dolía el culo de la penetración la noche anterior, pero cuando el agua me rozó sentí el recuerdo del pollón de Sergio en mi interior y mi polla dio un pequeño respingo.

En medio de mi ensoñación sentí abrirse la puerta de la entrada de la casa, pero no lo tomé demasiado en serio porque como las paredes son tan finas aquí pensé que podría ser en casa de algún vecino. Mi sorpresa fue cuando de pronto se abre la puerta del baño y me empiezan a saludar y a decirme que había acabado de llegar, y a contarme como le había ido la noche. Yo estaba de piedra, porque de hecho no era Sergio, era un chico que comienza a hacer pis mientras me hablaba. En ese momento abre la puerta Sergio.

S: ¿Qué haces Alex? – Se le notaba un tanto alterado.

A: Pero… ¿No estás en la ducha? ¿Entonces quién es? – Comentó entre asombrado y avergonzado.

S: ¡¡NO!! Sal anda, y deja que David se tome la ducha tranquilo…

Les siento fuera hablando de mí, que quien era yo y todo eso. Pero yo había entrado desnudo y pretendía irme de nuevo a la cama a lo que surgiera. Entonces me enrollo en la toalla a la cintura y salgo de esta forma denotando bastante tranquilidad. La verdad es que estaba muy tranquilo, nunca había estado con ningún hombre pero si me había duchado con muchos (Sin hacer nada claro). En ese momento veo a su hermano, se le parecía muchísimo, ambos eran muy altos, pero Alex era más guapo que Sergio, el pelo un tanto más largo y de punta pero con efecto seco, se veía francamente fuerte, y muy bien a la vista. Sergio nos presentó muy cordialmente y yo le saludé tranquilamente, le comenté que perdonara por mi aspecto, pero estaba deseando darme una ducha y no sabía que podría pasar esto, él sonrió y me dijo muy amablemente que incluso en esas condiciones era un tremendo placer conocer a un novio de su hermano.

Yo me disculpé y fui al dormitorio a vestirme, pero sentí a mi espalda como Alex le decía a Sergio que estaba muy bien y que era muy guapo.

Sergio volvió al dormitorio y yo me estaba poniendo los calzoncillos así que me agarró por detrás y me dijo al oído que estaba más bueno que el día anterior y que quería cogerme el culito. Yo, simplemente con sentirle, ya estaba con la polla tiesa, los calzoncillos me cubrían solos los huevos y el culo lo tenía a medio cubrir. El aprovechó esta situación y me cogió la polla con una mano, yo sentía su erección por encima de sus calzoncillos, y de espaldas a el me dio una ligera mordida en el lóbulo de mi oreja derecha, quedando a su merced. Yo gemí ligeramente, no me había ni preocupado en ese momento por su hermano, simplemente me dejé llevar. El me seguía comiendo el cuello apasionadamente y con su otra mano me acarició mi culo, me metió un dedo y me dijo al oído que era suyo y que si quería que me follara ahí mismo, yo asentí, quería volver a sentirme suyo. Pero en ese momento su hermano le llamó para que le llevara una toalla, estaba en la ducha… Yo me quedé gimiendo, y el estaba esperando a que se le bajara ese pedazo de polla que quería poseerme. Entonces estuvimos hablando y me pidió que me quedara ese día con el, que comeríamos juntos y tal.

A él se le bajó la excitación y yo me terminé de vestir, así que fue a llevarle al hermano la toalla y yo me senté en su sofá. El volvió y después de ponerse algo cómodo se sentó a mi lado y me besó. Nos pusimos la tele y estuvimos tranquilos. Su hermano salió del baño y no pude evitar fijarme en que estaba muy bueno. Nos sonrió y se despidió, dijo que iba a dar una cabezadita. Así que después de un rato, con la televisión puesta, siento como Sergio me empieza a sobar los huevos, yo automáticamente siento mi polla a reventar, y el me sonríe y me baja los pantalones. Cuando ve que estaba chorreando se soba su pollón y dice “UFFFF”, todo prácticamente en un susurro para no despertar a su hermano. Comienza a chuparme la polla con la misma maestría del primer día, y yo estaba al borde del orgasmo, le detengo con la mano, tenía miedo que nos pillaran, el cuarto del hermano estaba justo a nuestras espaldas, por lo que teníamos que ser muy sigilosos. Sergio me mira y sonríe, comienza a besarme cuando me dice al oído:

S: Quiero metértela, quiero volver a estar dentro de ti y sentirte mío.

Yo acto seguido me pongo en pie y me bajo los pantalones, dejando libres mis huevos y sobretodo mi culito. El simplemente se saca el pollón y los huevos, estaba con una cara malévola, y me tenía loco. Yo simplemente me arrodillé y empecé a succionar todo ese bestial pollón y llenarlo de saliva, bufff quería tenerlo dentro de mi, quería sentir su leche. Entonces me puse de pie y me di la vuelta, empecé a hacer una sentadilla dejando mi culo completamente empinado sintiendo su polla en la entrada de mi culo; hice lo mismo que había visto en innumerables pelis pornos, y quería gozar como en todas ellas.

Comencé a descender, sintiendo esa polla abrirme y rajarme en 2. Me estaba perforando, yo gemí levemente y Sergio me tapó la boca con la mano, me agarró de la cintura y me puso recostó contra el respaldar del sofá, quedando Sergio detrás de mi con la polla durísima y yo con el culo empinado esperando ser profanado nuevamente por mi hombre. En eso sentí como Sergio me la metía de golpe, le sentí frenético, le sentí fuerte, creo que la excitación del momento le nublaba el sentido común, pero no me importaba, yo sentía que podía hacer de mi lo que quisiera, su mano fuerte contra mi boca ahogo el grito de dolor. El la sacó y volvió a meterla de golpe y lo repitió varias veces mientras me mordía con lujuria el cuello. Me preguntó en ese momento si quería que parara y yo le dije que ni loco, que me follara duro y me partiera el culo en 2, quería sentirme suyo y su leche mmmmmmm.

Esa fue la aprobación que esperaba, así que con la mano en la boca y la otra en mi cintura comenzó a embestirme como un animal, yo gemía, quería gritar, en ese momento de placer. Entonces me anuncia que se va a correr dentro de mi, y le digo que si, que me preñe el culo y me siga haciendo suyo. El comienza a embestirme más frenéticamente y comienza a correrse en silencio. Su leche me llena mi culo, pero esta vez no siento que me chorrea, el la ha metido más dentro de mi para evitar mancharme. A los pocos segundos me besa y me la saca suavemente y sin mediar palabras se va al baño a ducharse. Pero antes vuelve y me da unas toallitas húmedas y me pregunta si estaba todo bien, le dije que si que me había encantado, cosa que era cierta. Me dice que le acompañe para que me corra, pero sinceramente no era necesario, había sentido tanto placer que no hacía falta hacer nada más, y así se lo hice saber, que luego lo podíamos hacer de nuevo para que yo acabase pero sin necesidad de cohibir nuestros gritos. Me sonrió y me anunció que se iba a duchar.

Yo me limpié un poco la polla y el culito, notando su semen en mi entrada. Este hombre me tenía fuera de mi…

Recogí mis cosas para dejarlo todo organizado por su casa, y tiré las toallitas húmedas. Estando en la cocina entra su hermano, pero no venía de forma normal, venía con una erección impresionante. Estaba completamente desnudo salvo unos calzoncillos tipo slip, y su polla no tan inmensa como la de su hermano, pero si bastante grande (De unos 20cm), y notablemente más gruesa. Tal era la polla que apenas le cabía en los gayumbos. Yo estaba ahí de pie, mirándole fijamente la polla, mientras el, con su cuerpazo, bebía agua directamente de la botella del refrigerador. El se percató de que estaba mirándole y me sonrió, me dijo:

A: ¿Te gusta lo que ves? – Me sonreía igual que su hermano.

YO: No, no, no, perdona… - Estaba ruborizado, no sabía donde meterme.

A: Tranquilo, entiendo que te llame mucho la atención, la tengo francamente deliciosa. Las chicas se vuelven locas con ella, y los chicos ya ni te cuento – Si, era bisexual – Aunque los que realmente disfrutan de ella son los chicos, que me la chupan y me hacen de todo.

YO: Ya… Es normal, se ve impresionante, aunque perdona de verdad por mirarte… - Volví a sentirme un poco incómodo, pero notaba que el quería algo más.

Se me acercó y para coger un tazón, que los tenía detrás de mi y me pegó ese pollón a mi muslo, dejándome tocarlo y sentirlo. Yo no daba crédito, pero sentí además como se le movía. Y susurrándome al oído me dijo:

A: Pues ya sabes, aquí me tienes para lo que desees.

Y con una sonrisa diabólica me dio la espalda dejándome ver su perfecta espalda, abrió la nevera, se sirvió leche y se fue a su dormitorio.

Yo flipaba, pero la verdad es que me sentía mal porque no sabía cómo se lo tomaría Sergio, aunque si ese comportamiento existía suponía que había pasado antes.

Cuando Sergio hubo terminado se lo comenté, y el muy serio me dijo que cuales eran mis intenciones. Yo le dije que el me encantaba (Sergio), que claro que me atraía su hermano porque era muy guapo, pero que no pensaba que podría pasar nada entre nosotros. El se relajó y me dijo que no pasaba nada, que el entendía que me pudiera gustar y que si yo quería podría pasar lo que quisiera, que ellos habían compartido en el pasado experiencias sexuales con algún que otro chico, que nosotros no estábamos atados y podíamos seguir siendo novios y solo compartir sexo con su hermano. Cuando me dijo eso no daba crédito, pero ante aquellos 2 hombres no podía negarme, así que le dije que si.

Ese día no pasó ninguna otra cosa, pero no tardé en probar el pollón de mi cuñado.

Saludos ;)