Poligamia

Algunas balas tienen nombre...pero ella se llama POLIGAMIA

POLOGAMIA

Un corazón dividido en muchos pedazos. Un corazón que le corresponde con el mismo sentimiento a otros corazones, femeninos, delicados, sensibles, dispuestos a darle todo lo que tienen para hacerlo feliz.

Ella está perdida, deambula, se pierde en sus propios pensamientos, se busca y no se encuentra. No sabe quién es, no sabe en que se ha convertido.

Su desastre mental o desesperación la encierran en un débil globo que flota sin helio. Su respiración tan parecida al globo, se traslada a cada una con aire de pertenencia. Sonríe y no lo siente la ven y se ve hermosa, su oscuro lado tiene forma ¿pero ella tiene control? Con su aroma embriaga, provoca perderse en ella. ¿Que hace que llame tanto la atención? ¿Será su tono de voz? ¿su dulzura? ¿su cabello? ¿su cuerpo? ¿su piel?  Tal vez, solo tal vez.

Su cabeza parece una máquina, nombres y nombres, y ella al lado de cada uno de ellos. Enclavo el mío y solo me asfixia el modo de igualdad que me da. ¿Sabrá alguien describirla mejor que ella misma?

Su peculiar particularidad la hace maravillosamente increíble, tanto que atrapa y al mismo tiempo suelta. Huye cada vez que se siente atada.

Antes, antes ella era decidida, fuerte llena de seguridad, chica aventurera, volaba, trepaba montañas. Era la chica malditamente ideal. Sus palabras atravesaban huesos, y regalaba tranquilidad, pero al mismo tiempo desestabiliza los sentidos ocultos que no cualquiera logra despertar. ¿acaso sus palabras dan paz? No lo sé, solo sé que estar a su lado provoca nunca irse.

La mente me juro mil veces que como ella no había más. Me mintió, me mentí. Atrapada en días con ella amaneció y se convirtió en fugaz, el mundo que creí se volvió arena movediza. De la nada se convirtió en aguacero. Frágil y a la vez impenetrable.

Un día la miré a los ojos y la desconocí. Sus ojos neutros, quietos, sombríos. Parece un cuerpo sin alma donde solo se siente su respirar. Me pregunto ¿las amará a todas? ¿Qué sentirá al saber que todas le corresponden y ella a todas? Pienso que sus energías deben estar desgastadas. Ella está agotada, cansada.

Ojalá fuera sexo de una noche, roce de piel por unos minutos, algunos segundos. Pero es increíble, impregna el alma, altera las emociones y las deja correr. Ha llegado a un punto donde todo lo hace tan natural. Le es fácil envolver, le es fácil mentir, le es fácil hacerte única. Única en su mundo. Antes, ella no era así. ¿en qué momento la perdí? ¿en qué momento la perdimos?

Ella nos hace suya, nos eleva y nos corta los pasos justo al asimilar lo que nos hace crear con su sola ligera presencia, su existencia nos desnuda llevándonos a correr en un abismo, este mismo sin precipicio, en el que irónicamente no terminamos de caer por completo, ella no nos deja. Se ata, te enlaza, nos traba. Si, somos su juego, es un juego que no quiero llamar “poligamia” pero ella tiene ese nombre en cada rincón de su cuerpo y lo destila a cada paso.

Unió sus piezas, y aun su rompecabezas está incompleto. Hace cinco meses, todas nuestras historias se ligan a ella. Me muerden los ojos ver como hace flotar, me corta la respiración escuchar cada detalle que dicen de ella, me hace agonizar que me haga temblar y luego huya a otras piezas. Su inestabilidad agota, su belleza atrapa, su existencia no hace fácil las demás vidas. Es un vicio, es un reto, es un crucigrama de palabras convertidas en laberinto. Nunca sales, no te escapas. A menos que ella te saque del juego y diga “basta”.

Lo extraño no es conocernos, sino lo distintas que somos todas. Es como si de la unión de lo que somos sacara el ser perfecto del cual ella cree que es ideal para sí. Es confuso, lo sé y lo entiendo. Puesto que aun escribiendo estas líneas la historia en la vida real no ha tenido fin.

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Un día cualquiera ella me escribe preguntándome “¿Qué haces?” y yo solo atine en contestar “leo, analizo y escribo”. Fue allí donde me dice “escribe para mi algo que no tenga sentido”. Yo me inspire y le escribe con puño y letra cosas abstractas, profundas, pero sin significado alguno. Esa tarde hicimos cita en un parque, nos sentamos e hicimos conexión visual. Un poco nerviosa y algo asustada tomé el papel donde le había escrito para ella y se lo leí:

Experimentar y experimentarte son cosas completamente distintas, pero van de la mano. El ensayo a ti me lleva a sentir sensaciones nuevas en mí, quiero hacerlo. Quiero que mi mente o mi cuerpo vuelva a sudar como ese día que sin acariciarte provocaste en mi tanto descontrol. Quiero vivirlo, deseo sentirlo, sin tocarte. Aun sin hacerlo me sofoque, cuando lo haga me ahogare. Eso pretendo, hundirme en una piel desconocida que no sabe cuántas veces ha estado en situaciones como estas, lo que sí sé es que será distinto y divertido. Tu mente me encanta, es misteriosa y simpática, es racional y a la misma vez irracional. Tienes esas cosas que atrapan mi atención, con la única diferencia que no sé si pasa lo mismo por tu cabeza. En cambio, la mía es un sitio donde unas personas se enamoran y otras se asustan. Es un misterio, nunca llegas a comprenderla realmente, es algo que no se puede manejar. Pero tú… tienes en tus manos el poder para explicarte un poco de ella. De mis cosas más locas y de ese secreto que pocos saben. Repito, tienes el poder en tus manos.

Solo quisiera que esta locura y ansiedad que está en mí, empiece a nacer en ti. Así el encuentro será más divertido y tendré más valor cuando logre tocarte por primera vez. Es una pasión, es un sueño. Lo conviertes en realidad o escapas de una vez.”

Ella fijo su mirada en la mía, me abrazo y susurro a mi oído

−me encantó

Caminamos tomadas de la mano, comimos algo y con ese sentido nervioso donde el solo contacto visual me hacía vibrar el cuerpo. En el momento donde ella me tomó de la mano, sentí el mundo derretirse. Sus manos cálidas entrelazadas a las mías, era como estar en el mismo paraíso. Nos perdimos entre el basto bosque. Sin hablar, solo andar.

−     No quisiera irme a casa- hablo con tono bajo y pausado.

Me acompaño a la estación de trenes, aun sin soltarme de la mano me dijo:

−     ¿Y si te acompaño a casa?

−     No podemos. - le contesté

Me fui a casa, volviendo a mi realidad. Ella anclada a mi mente con la duda si yo estaba en la suya.

De esta manera nos ausentamos físicamente por unos días, pero jamás mentalmente. Me confundía, no sabía con exactitud que quería. Con esa declaración que le di en ese escrito era para que me hubiese robado un beso, hacerme su novia. Pero no lo hizo. Solo quería llevarme a la cama sin ningún sentimiento alguno y eso me dolió, pues así lo descifre.

Otro inesperado día de nuevo me escribe “vi algo, pensé en ti y te lo quiero regalar. Pasa por mi oficina por favor”. Me cole en nervios, y solo rondaba en mi cabeza un “¿qué será?”. Impulsivamente me dirigí a la estación. Perdida en un mar de pensamientos, confundida y ansiosa llegué a su sitio de trabajo. Y allí estaba ella, sentada en su escritorio abollada en su asiento, da la vuelta y me hace señas que me acerque a ella. Lo hago, temblorosa. Me toma de ambas manos y me dice

−     Espero te guste, espero lo cuides porque no acostumbro a regalar cosas. -tomó una bolsa y saco de ella una cajita- sólo ábrelo en casa.

−     Está bien lo haré- moría de nervios.

Luego de ello la acompañé hasta que terminó su jornada laboral. Fuimos a la estación. Cada quien tomo su camino. Confieso que moría de ansiedad por abrir esa caja y saber que contenía. Me gustaba, me gustaba el hecho de que estuve presente para ella, al punto de comprar un suvenir en memoria de mí.

Llego a casa coloco mis cosas en el sofá, voy por una cerveza me siento en el balcón. Con el sonido de la lata de cerveza, siento cerca el momento de saber el contenido de esa caja.

La abrí y vi en ella dos hermosos collares. Uno de ellos era un collar artesanal, de color verde manzana con el símbolo de la paz. El otro era como la mitad de otro collar, también artesanal. Los amé y sin pensarlo, les tomé una fotografía y los publiqué en mis redes sociales.

A los cortos minutos de hacer aquella publicación. Recibo un mensaje de mi amiga Key: “¿QUE HACES TÚ CON ESE PUTO COLLAR?” al ver ese mensaje solo contesté: “me lo regalaron” en seguida me respondió “¿conoces a Dayana?” respondí “si” y ella solo dijo “ella es mi novia y ese collar es mío…Tengo la otra mitad”

CONTINUARÁ…