Policias y ladrones 2ª parte
, mi ano fue dilatándose y era placer lo que sentía, ambas vergas de más de 22 cm, se clavaban muy dentro de mí, ahora Caín con la cámara en mano sacaba fotos
POLICIAS Y LADRONES 2ª PARTE
Casi un mes después mi hermano Pau vino de visita, nos llamábamos, mejor dicho yo lo llamaba por teléfono, una vez por semana, pero continuaba muy distante conmigo, después de comer se encerraron él y Jaime nuestro abuelo en el despacho, me acerqué a la puerta para poder escuchar algo, no podía captar mucho, pero el tono de voz de Pau era más elevado y decía: ¡Abuelo he visto tus fotos detenido y espero que no hagas ninguna tontería, que pueda afectar a la familia, ya que pronto estaré dentro del cuerpo de policía y podría perjudicarme! La voz airada del abuelo tronó: ¡Egoísta sólo piensas en ti, no te preocupas de tu hermano menor, todo tiene que ir a tu alrededor y como tú quieras! ¡Y no te preocupes por nosotros, que estamos la mar de bien y antes que te vayas te diré una cosa, yo haré lo que se me antoje, has oído eso niñato arrogante! ¡Además nunca han podido demostrar nada contra mí!
Mi abuelo añadió: ¿Y no vas a decirle a tu hermano nada, sobre entrar en la policía? Pau respondió más calmado: ¡Aún no sé si pasaré todas las pruebas, pero lo voy a intentar, estaría bastante tiempo fuera de aquí y mejor sería que se lo dijeras tú, sabrás como explicárselo! Oí los pasos acercándose a la puerta y me fui al salón deprisa, antes de irse me revolvió el cabello diciendo solamente: ¡Adiós, pórtate bien!
Ésa noche Jaime después de cenar, reunió a todos en el gran salón, incluidos a los padres de Bruno y tomando la palabra comenzó: Todos los aquí presentes, excepto los dos más jóvenes, tenemos cosas ocultas en nuestras vidas, yo por ejemplo he visitado en varias ocasiones comisarías de policía en varios países, pero nunca me han podido culpar de nada, pero estoy fichado por la interpol, en teoría por falsificación y robos de piezas de arte.
Caín tomó la palabra diciendo: Yo estoy fichado por prostitución callejera y carterista, pero trabajaba en tecnología audiovisual.
Paolo, uno de los chicos dijo: Yo nací en Nápoles y me ficharon trapicheando con pastillas y hackeaba programas con el portátil, pero hace tiempo lo dejé.
Otro de los jóvenes dijo: Yo soy de New Orleans, pero me embarqué en un yate que fue interceptado antes de llegar a Francia, con objetos robados, también fui fichado, trabajaba en un taller de joyería, mi nombre es Ethan.
Uno más de los chicos tomó la palabra diciendo: Mi nombre es Louis-Michel, pero todos me llaman LM, soy francés y me pillaron robando en una tienda de bellas artes, pinto cuadros y también me ficharon.
Después habló otro diciendo: Mi nombre es Lyon, nací en Amberes (Bélgica), trabajé allí en una empresa de diamantes, me acusaron de haber sustraído mercancía, pero no fui yo y me cargaron el muerto, por eso también estoy fichado.
Entonces Mikel, el padre de Bruno dijo: Cuando hacía transportes y paraba a comer metían cosas de contrabando en los camiones, en un control revisaron el camión y me ficharon, pese a que no había hecho nada y a los propietarios nada.
Su mujer Carmen, se retorcía la mano nerviosa y soltó: Antes de casarme era cleptómana, cogía cosas de las tiendas, pero después de años de tratamiento no lo he vuelto a hacer.
Mientras ella hablaba un coche deportivo se había acercado a la entrada y entonces apareció una increíble visión, una joven muy hermosa y escultural, aunque apenas se notaban sus pechos, enfundada en un traje pantalón muy masculino negro muy entallado, zapatos de tacón de aguja, pañuelo verde claro alrededor de su cuello, melena pelirroja ondulada, gafas de pasta y cristales oscuros, me recordaba a las actrices de la época dorada de Hollywood, se fue sacando los guantes negros, con una voz grave y sensual con algo de acento dijo: Para los que no me conocéis, soy Katrina, Kat para los amigos, soy prostituta de lujo y nací en San Petersburgo (Rusia), pero hace tiempo también fui fichada, por no quererme acostar con un alto funcionario de mí país.
Entonces se acercó a mi abuelo besándole ambas mejillas soltando: ¡Hola papá, veo que he llegado a tiempo! Yo me quedé de piedra, entonces se quitó las gafas mostrando unos ojos verdes preciosos, que hacían juego con el pañuelo, su cabello estaba ondulado a lo Rita Hayworth en “Gilda” realmente estaba impresionante, entonces dijo: ¡Me voy a cambiar y ponerme algo más cómodo! Salió dejando un ligero olor de su perfume, Jaime preparó unas copas para todos en espera de Kat.
Todos nos mirábamos, nadie hablaba, Jaime se acercó a mí pidiéndome que trajese mi Tablet y salí a recogerla de mi habitación, al volver a bajar encontré a un desconocido bebiendo una copa junto a los otros hablando entre ellos, me senté mirando al intruso, era delgado, bastante alto, pelo rubio corto y despeinado, una cara algo familiar, ojos azules, llevaba una sudadera y vaqueros con bambas, aparte de sus cejas que estaban muy arregladas se le veía muy varonil y guapo, entonces caí era Kat, intenté escuchar su voz y efectivamente era ella-él.
Mi abuelo dijo en voz alta, habéis visto a Kat, experto en cambiar de imagen, continuó diciendo: Mi nieto mayor se va a presentar a las pruebas de la academia de policía y me ha advertido, de que no me metiera en líos. Casi todos los presentes tenemos cuentas pendientes que aclarar, todo se hará paso por paso, pero primero tendremos que controlar a mi nieto Pau-entonces mostró mi Tablet con la visión del ojo del oso de peluche- y dijo que yo lo había hecho, pero que era muy simple, teníamos que saber sus movimientos y llamadas. Cada uno fue dando ideas y Jaime designó a un grupo para encontrar la forma de saber sus movimientos y llamadas.
Los siguientes años pasaron volando, muy excitantes, la policía vino en varias ocasiones a registrar toda la finca, pero no encontraron nada, se iban con el rabo entre las piernas. Se habían producido varios robos y detenciones en diversos países.
Durante una exposición rusa en Paris, fueron sustraídas varias piezas pertenecientes a los Romanov, un huevo de Fabergé, esmaltado de un azul intenso, con diamantes sobre filigranas de oro y en su interior un elefante de igual hermosura, una tiara de diamantes y una gargantilla-collar a juego repleto de diamantes, todo perteneciente a la última zarina Alejandra, regalos de su esposo el Zar Nicolás II, todo ello de incalculable valor, las cámaras de seguridad apenas grabaron algo, sin saber cuánta gente participó, una semana después fueron encontradas dentro de una caja fuerte de una compañía de transportes española, bastante importante, los detuvieron, lo mismo que al comisario de la exposición un alto funcionario ruso, sus huellas estaban en las piezas, también a unos policías corruptos, pero lo que no salió en prensa, las piezas eran falsificaciones muy perfectas, meses después las originales fueron entregadas en Moscú desde Bombay por correo y sin huellas, días después las copias falsificadas desaparecieron del departamento de pruebas.
Dos castigos en un solo golpe, fue una victoria, que todos festejamos. Mikel y Carmen, ya notaban lo cercanos y unidos, que estábamos Bruno y yo, una noche le preguntaron a Bruno sobre nuestra amistad, él solamente les dijo, que se encontraba muy a gusto conmigo y yo con él, por su lado ellos tenían muy buena relación con Kat.
Kat llevó a Carmen de compras, a la peluquería y apareció totalmente cambiada, con más estilo, su marido Mikel y los restantes la piropearon, se sintió como una reina, ahora la compra y la cocina la llevaban dos cocineros y la limpieza de la casa, una empresa.
Un día por la mañana Kat, había visto las miradas que lo traspasaban y acorraló a Mikel en las duchas de la piscina, acercándose como una pantera, lo abrazó besándole el cuello y la boca con voracidad, él no pudo resistir tal envite y saboreó la boca oponente, sin tener en cuenta que era otro hombre y cuando Kat se agachó delante de su verga engulléndola, gimió de placer, mientras las delgadas manos masculinas de Kat acariciaban el vello de su tórax, los labios apretaban su verga produciéndole escalofríos, sus manos acariciaban la cabeza del joven agachado, éste le dio la vuelta empujándolo sobre el embaldosado y de cuclillas le fue comiendo el culo, mientras mordisqueaba las nalgas, luego su lengua frotaba el rosado agujero del culo, las manos juveniles abrían las nalgas enterrando más su lengua dentro del ano palpitante.
El joven se enderezó y sujetando su rabo lo fue apretando contra el agujero de Mikel, que iba a protestar, pero fue acallado por los ardientes labios de Kat, el culo le dolía pero esa boca devorando la suya, lo sacaba de quicio y apenas notaba su culo siendo taladrado constantemente, se dio cuenta que su verga saltaba con cada empujón en su ano, los brazos del joven lo abrazaban con fuerza y sus manos se deslizaban sobre sus rosados pezones endurecidos como su verga, que no pudo aguantar y explotó salpicando las baldosas con fuertes chorros de semen sin tocarse apenas, gimiendo de placer mientras apretaba el esfínter notó que el joven Kat inundaba su culo con el semen que soltaba, mientras soltaba su viscoso líquido Kat continuaba empujando su polla dentro del culo de Mikel, que volvió a gemir de placer, poco a poco se fue retirando del interior y Mikel se dio la vuelta.
Kat levantó su mirada hacía él y esta vez fue Mikel que poniendo sus manos en la cara del joven devoró con fuerza su boca, lentamente se separaron, se ducharon en silencio, pero la mirada de ambos era reveladora de lo sucedido, se vistieron y a punto de salir al exterior Mikel le dio un ligero beso en los labios.
Casi una hora después Carmen se fue con Kat de compras a una gran superficie, hablaban de todo un poco, el joven comenzó a preguntarle cosas íntimas sobre sus relaciones con los hombres y sobre su marido Mikel, poco a poco se fue explayando contándole sus intimidades, sentimientos y frustraciones, habló bastante al terminar parecía estar casi en trance-sentados en la terraza del bar se terminaron las bebidas- En silencio la llevó a una tienda de lencería femenina, estuvieron mirando, pero ella apenas veía las prendas, estaba ensimismada, Kat tomó varias prendas, sujetadores y braguitas, algún culote y mostrándolo a la dependienta les indicó el vestidor, que tenían puerta en lugar de cortinas, Kat entregó un billete doblado a la dependienta.
Kat ayudó a quitarse la ropa a Carmen, le sacó el sujetador y delante de ella la abrazó, Carmen puso su cara sobre el hombro de Kat, éste al poco le levantó la cara y puso sus labios sobre los de ella, separándole los suyos con la lengua y la besó con mucha pasión, ella fue reaccionando devolviendo el ardiente beso, Kat fue deslizando su lengua por el cuello, ella gemía quedamente, le dio la vuelta dejándola casi tocando el gran espejo Kat se puso detrás de Carmen besando su nuca y deslizando su mano alrededor de la cintura, la metió dentro de las braguitas que ella llevaba puestas, sus dedos buscaron su zona femenina y comenzó a frotarla con intensidad, ella tenía la cabeza echada hacía atrás y él mordisqueaba su cuello, los dedos de la otra mano estaban dentro de la boca de ella, que lamía con ganas.
Kat deslizó las bragas hacía abajo mientras la masturbaba y apretó su cuerpo sobre la espalda de ella, tuvo dos orgasmos seguidos, Kat se arrodilló entre el espejo y Carmen acercó su boca al cuerpo de ella enterrando su lengua dentro, la movía de tal forma, que no tardó en tener otro orgasmo, convulsionando todo su cuerpo, Kat se incorporó y ella lo besó como nunca había besado a nadie, al separarse se miraron a la cara y el joven le sonrió.
Le hizo probar las prendas que había elegido para ella y le gustaron mucho, ella susurró; ¡Me siguen temblando las piernas! A lo que Kat respondió: ¡Muéstrale a tu marido lo que realmente te gusta, para disfrutar los dos! Pagaron las compras y fueron de nuevo a sentarse en un bar para reponerse, Kat no se había ni masturbado. Allí Carmen le preguntó cómo era que estaba con Jaime y él comenzó a relatar parte de su historia.
Mi nombre real es Kiryl, mis padres eran actores de teatro, mi infancia transcurrió entre bambalinas y potingues de maquillajes, veía como se cambiaban de ropa a velocidad de vértigo, también las bailarinas y los bailarines, ya que me colaba en el teatro cuando actuaban. Todo era bastante perfecto y en ese ambiente fui creciendo, un día mi padre algo achispado hizo comentarios sobre la política del país, días después se lo llevaron, mi madre se pasó todo el mes visitando a diario-pese al riguroso frío- diversos lugares preguntando por él, nadie sabía nada de su paradero, no volví a verlo más.
Cuando mi madre actuaba me dejaba con un joven bailarín, que era vecino nuestro, hacía las veces de canguro, los abuelos habían muerto y entonces mi madre enfermó de neumonía, escribió una carta-que fui a correos a echar- y en la cama me contó, que mi padre vendría a buscarme pronto, fue en ese momento que me dijo que Vladimir, no era realmente mi padre, mi padre biológico se llama Jaime y es un experto en arte. Cuando ella falleció los compañeros del teatro se hicieron cargo de todo o casi todo, ya que nadie reparó en mí y de alguna forma pasé a vivir con el joven bailarín, ya que nuestro piso era de alquiler.
El piso del joven Boris, era minúsculo y había solamente una cama, por lo cual dormíamos juntos, los primeros días me abrazaba para que yo entrara en calor, pero poco a poco todo fue cambiando, comenzó besándome y acariciando mi cuerpo, yo me encontraba a gusto con él, poco después me enseñó a chuparle la verga, los huevos y el culo, él hizo lo mismo conmigo, entonces me poseyó clavándome su verga dentro- con un dolor terrible – pero insistiendo me fue abriendo cada vez más, como no podía pagarme el colegio dejé de ir, pasábamos muchas horas en la cama, cuando no tenía ensayos ni actuación. Algunas veces venían unos amigos de él y jugaban a las cartas mientras bebían, si ganaba todo iba bien, pero si perdía yo era la moneda de cambio y fui pasando por las manos de todos ellos en alguna ocasión, yo lloraba desconsolado mientras me usaban a su antojo.
Ahora venían hombres de todas las edades, no jugaban, hablaban y se metían en la cama conmigo dejando dinero en la mesa y alguna noche me llevaba a una calle llena de jovencitos de todas las edades, me dijo que si se acercaba un coche tenía que pedir dinero a cambio de subirme en él, al principio Boris se quedaba y recogía el dinero, pero casi cuatro meses después tenía que llevar cada noche el dinero, sino dormiría en el rellano o en la calle y tuve que espabilarme, aprendí viendo al resto de jóvenes y me reunía con ellos para darnos calor, comencé a beber vodka barato. Un día paseando me acerqué a la entrada de un lujoso hotel, me quedé mirando la gente que entraba y salía del mismo, tan elegantes y bien vestidos, tanto los hombres como las mujeres, se me acercó uno de los otros chicos-Kodiak, es su nombre- y me señaló a unas chicas que entraban del brazo de un hombre muy corpulento y él me comentó: ¡Ves esas sí que ganan dinero, hacen lo mismo que nosotros, pero con gente de pasta! Al volver a nuestro callejón, casi tropezamos con una mujer sentada en el suelo con la espalda apoyada en la pared, muy pintarrajeada y una botella en la mano, Kodiak soltó: ¡Ésta también lo es, pero es de las tiradas, se vende por una botella! Esa noche vi las dos caras de la moneda de ése trabajo.
Dos días después un gran coche paró delante de mí, bajaron la ventanilla trasera y la voz de un hombre me llamó por mi nombre, me acerqué para preguntarle cómo sabía mi nombre, pero me dijo: ¡Sube al coche y rápido! El chofer arrancó y yo miré al desconocido, era bien parecido y muy elegante, de pronto el coche paró delante del bloque de pisos y me hizo bajar, él salió detrás de mí y fuimos subiendo al piso donde vivía con Boris, llamó a la puerta con el mango de su bastón, Boris abrió quedando perplejo de encontrarme allí con un hombre trajeado, se puso bastante tenso, el hombre dijo: ¡Kiryl, coge tus documentos y tu ropa, que nos vamos! Boris se envalentonó enfrentándose al desconocido, le dio un leve empujón, pero el hombre le dio un sonoro golpe con el mango del bastón en plena nariz, que comenzó a chorrear sangre, sacando su cartera soltó tres billetes de 1.000 rublos sobre la cama y mirando con despreció a Boris le soltó: ¡El resto, Kiryl te lo ha pagado de sobras! Y salimos definitivamente de allí.
El coche paró frente The State Hermitage Museum Official Hotel, uno de los más céntricos y caros de San Petersburgo, me colgué la mochila en la espalda y le seguí sin mediar palabra, entramos y subimos a su habitación, era una suite, más grande que la casa de mis padres, yo miraba absorto todas las cosas bellas que encontraba mi vista, me encontraba en el medio del salón anonadado.
Entonces me percaté que el hombre me miraba de arriba abajo y en perfecto ruso me dijo: ¡Mi nombre es Jaime, recibí la carta de tu madre, siento tu pérdida, en la carta me decía que eres mi hijo y que se había casado con su amigo Vladimir, que sabiéndolo te crió como hijo suyo! ¡Tu madre y yo estuvimos juntos más de tres meses, pero cuando tuve que marchar no me dijo nada de que estaba embarazada de ti! Entonces del sobre sacó mi pasaporte y me lo entregó diciendo: ¡Tú madre me lo envió para que pudiera llevarte conmigo!
A partir de entonces todo fue bueno para mí, vine a Barcelona, aprendí idiomas, estudié arte y nuevas tecnologías, a escondidas compré cosméticos de teatro, unas pelucas y diversa ropa, Jaime me lo daba todo, se preocupaba de mí, me quería y yo lo notaba, un día me maquillé y disfracé de un hombre mayor, a Jaime casi le da un infarto de la risa, me apuntó a unas clases de maquillaje teatral, a veces bajaba a cenar disfrazado de otra persona y me sentía como tal. Me enseñó sexo con mujeres y con hombres, empecé a vestir como chica cuando salíamos a cenar, al teatro o conciertos, me fue aconsejando la forma de vestir de forma más elegante y no parecer una cualquiera, se fue corriendo la voz de que yo era una prostituta de lujo y dejamos que la gente pensara eso, también iba bien para nuestros fines.
Algunas personas poderosas se acercaban a mí y me iba con ellos consciente de que sabríamos cosas de ellos y me presentarían más amigos, era una forma de acercarnos al poder y sus trapos sucios, las estafas y conexiones.
Tiempo después recibían su castigo...
De pronto Kat mirando a Carmen dijo: ¡Tenemos que volver! Y regresaron a la finca.
Por la tarde Bruno, Caín y yo (Marc), teníamos sesión de fotos con LM, en el sótano blindado se hicieron los preparativos. Sobre unas cajas de plástico de frutas se colocaron cojines y sobre ellos tela de arpillera (de saco), detrás unos botes de pintura unos sobre otros formando una columna y tapado también con saco, Kat que también se encontraba allí maquilló mi cuerpo con unas flechas clavadas, nuestros cuerpos rezumaban aceite, unas grandes velas daban una atmosfera algo lúgubre.
Caín desnudo sentado sobre las cajas cubiertas, con las piernas separadas, yo también desnudo sentado sobre su verga, LM puso una tela sobre mi verga de manera que la cubriera, pero que se notaba la erección, mi cabeza reclinada sobre el hombro de Caín y a nuestra izquierda Bruno de pie, con una de sus piernas sobre las cajas metía dos dedos dentro de mi boca y su cuerpo acercándose sobre mi cara, solamente iba cubierto por un lienzo blanco a modo de falda, con un gran cinturón romano en su otra mano un arco y en la espalda un carcaj con flechas, finalmente Kat con un lienzo sobre un hombro sujeto con un cinturón igual que Bruno, sobre su cuerpo un gran arco cruzado sobre el mismo, un carcaj en la espalda y colgando del cinturón una espada enfundada, una mano de Kat sujetaba las cuerdas que sujetaban mis muñecas tirando mis brazos hacía arriba, la otra mano sobre mi cuello. El lado de la espada estaba desnudo, marcando su buen cuerpo, su duro culo y las buenas piernas del joven Kat.
Y LM comenzó a tirar fotos de diversos ángulos, movía las velas, nos mojaba con un spray de agua, que resbalaba sobre el aceite, pasamos un buen rato cambiando de posturas y por fin terminó la sesión.
Yo notaba la dura verga de Caín apretándose contra mi culo giré la cara mirándole y él se encogió de hombros, acercó su boca a la mía y me besó con ímpetu, Bruno dejó su arco y el carcaj arrodillándose entre mis piernas, apartó el paño y su ansiosa boca capturó mi polla, que crecía por momentos, Kat también dejó su arco y el carcaj se acercó a nosotros y de pie apartó la liviana tela que cubría su verga y la puso entre nuestros labios, ahora nuestros labios masturbábamos tan digna pieza de carne palpitante.
Levanté ligeramente mi trasero y Caín sujetando su verga la fue clavando en mi culo, yo gemía de gusto, entonces poco después Bruno y Kat, uno a cada lado me sujetaron por debajo de la axila y la parte trasera de las rodillas, me subían y bajaban sobre la verga de Caín, ambos gemíamos de placer, LM seguía sacando fotos de nosotros, se había despojado de toda su ropa, dejó un instante la cámara y agachándose delante mío fue chupando mi polla mientras subía y bajaba, al poco se puso en un lado ofreciéndome su verga que fui chupando con intensidad.
Poco rato después LM y Kat, se colocaron uno frente al otro sentados entrecruzando sus piernas estiradas y colocándose un preservativo XXL sobre sus dos pollas juntas, me coloqué con una pierna a cada lado de ellos y agachándome fui metiendo con dolor las dos vergas en mi culo, mi ano fue dilatándose y era placer lo que sentía, ambas vergas de más de 22 cm, se clavaban muy dentro de mí, ahora Caín con la cámara en mano sacaba fotos moviéndose alrededor nuestro, Bruno colocó su cuerpo frente al mío y se fue sentando sobre mi verga clavándosela hasta el fondo, yo lo levantaba clavándome más dentro de él y al bajar me clavaba las dos pollas juntas, Kat y LM se sujetaban por los brazos, Caín se acercó desnudo dejando su polla delante de mi boca y de Bruno que la íbamos chupando al mismo tiempo, mientras él sacaba fotos desde arriba.
Nuestros cuerpos sudaban y las gotas resbalaban por encima del aceite de nuestros cuerpos, me levanté sacando las dos vergas de mi culo y LM dijo que nos pusiéramos en la primera posición de las fotos y eso hicimos nos indujo a masturbarnos y soltáramos todo el semen sobre mi cuerpo, él incluido, mientras apretaba el disparador de la cámara, mi cuerpo quedó totalmente mojado con el semen de todos y también el mío, en ése momento LM soltó: ¡Será un cuadro magnifico! Y creo que tengo el nombre: ¡El éxtasis de San Sebastián!
Nos duchamos todos juntos, entonces Kat delante de mí sujetó con fuerza mi nuca besándome con mucho ardor, su lengua saboreaba mi boca a placer y por mi columna vertebral me corrían unas sensaciones extraordinarias, mi verga se puso dura de nuevo, Kat se agachó delante mío y comenzó a chuparla con tanta fuerza como el beso y consiguió que volviera a correrme dentro de su boca, al incorporarse se relamió los labios paseando la lengua por ellos, por su lado Bruno estaba siendo penetrado por LM y Caín, se iban alternando y también terminaron corriéndose los tres soltando su semen sobre la ducha, Kat no quiso masturbarse, dijo, que se reservaba para más tarde.
Esa noche en la casa cercana, Mikel y Carmen-los padres de Bruno- estaban acostándose en la cama y Mikel dijo: ¡Te veo muy contenta Carmen!
-Ella contestó: ¡Sí, Kat es genial, su hacer me hace sentir distinta!
Mikel- ¡Sí es un joven genial, tiene unos labios...!
Carmen- ¡Sí es cierto, sus labios y la boca...!
Mikel- ¡Te hacen perder la compostura...!
Carmen- ¡De verdad te provoca un cosquilleo por todo el cuerpo...!
Mikel- ¡Es muy sensual...!
Carmen- ¡Creo que ha conseguido satisfacerme...!
Mikel- ¡Y a mí también...!
Los dos se miraron a la cara y se besaron, cada uno pensando en el joven, cuando de pronto Kat los miraba arrebolado a ambos desde los pies de la cama totalmente desnudo y mirándolos con dulzura dijo: ¿Me estabais criticando?
Los dos algo desconcertados respondieron: ¡No, al contrario! Kat apartó la ropa de la cama colocando su cuerpo entre ambos, pasó sus brazos por sus espaldas y acercándolos a él comenzaron a besarse los tres. Esa noche en esa habitación hubo fuegos artificiales, los tres gozaron muy intensamente, Kat penetró a Mikel mientras él entraba dentro de su mujer, más tarde fue Kat quien penetró a Carmen mientras era penetrado por Mikel y finalmente los dos penetraron a Carmen por delante y por detrás mientras los dedos de sus manos penetraban el culo del oponente dándose más placer, al terminar estaban totalmente exhaustos de tanto placer, Kat se quedó a dormir con ellos.
Algunos de los chicos desaparecían durante días y aparecían después de nuevo, siempre tras la desaparición de algo importante, en esta ocasión fue en Amberes (Bélgica) habían sustraído una gran cantidad de diamantes de una gran empresa dedicada al monopolio de esas piedras preciosas y por un importe de varias decenas de millones de euros- eso según la propia empresa- la realidad era muy distinta, la cantidad era infinitamente menor, pero el seguro pagaría por el total y la empresa nunca perdía.
Una semana después en un Banco de Montecarlo, una mujer entrada en años, muy elegante y distinguida descendía de un Cadillac, el chofer un joven enfundado en su uniforme ceñido al cuerpo, le había abierto la puerta y entraba con ella llevando un maletín, se dirigieron a una de las mesas, la señora solicitó obtener una caja de seguridad en ese banco, ya que le habían asegurado de los más seguros, el chofer entregó a la mujer el maletín disculpándose que tenía que aparcar bien el coche y volvería al instante, mientras el empleado del banco avisó al subdirector, éste comenzó con los trámites necesarios pidiendo la documentación a la mujer mayor y rellenando en el ordenador los datos y de pronto apareció de nuevo el joven chofer.
El subdirector, miró al joven de arriba abajo, como evaluando su potencia mientras la punta de la lengua mojaba su labio superior, la verdad que el chofer era para quitar el hipo a cualquiera, su chaquetilla entallada terminando sobre la cintura del pantalón, éste tan ajustado que remarcaba su verga prominente y sus esplendidos huevos, esa visión era espectacular. Cuando terminó con las firmas y la entrega de la llave la acompañó a la cámara de seguridad, el joven chofer los seguía llevando el maletín, cuando la mujer entró en la sala reservada el chofer le dijo: ¡Señora condesa, la esperaré arriba! Pero el subdirector le respondió: ¡No hace falta que espere arriba, se puede quedar en esta otra sala contigua a la de la Sra. Condesa, por si necesita su ayuda en algo, yo también me quedaré y no tenga prisa!
Momentos después estaban en la sala contigua, el joven apoyó su trasero sobre la mesa dejando más a la vista el pronunciado abultamiento en su entrepierna, el subdirector, apoyó su mano cerca de la del joven rozándola, con su dedo pequeño, el joven no dijo nada, el hombre puso su mano sobre la del joven mientras acercaba su cuerpo al de él, su otra mano se apoyó sobre el abultado miembro del chico, con la presión de la mano comenzó a crecer con más potencia, el banquero desabrochó el pantalón juvenil y agachándose le sacó la enorme polla de la ajustada prenda, la tomó en su mano y acercando sus labios comenzó a chuparla con ansia.
Mientras mamaba tan rico manjar se abrió su pantalón sacando su verga fuera masturbándose, la cara del hombre estaba roja de forzarse a tragar semejante trabuco, poco después el joven puso al hombre contra la mesa mientras le bajaba los pantalones hasta el suelo, mientras pasaba la llave maestra a la mano enguantada cerca de la cortina, cogiendo su verga la fue clavando en el culo del banquero, que se mordía los labios de dolor y placer, el chofer lo penetraba con consistencia y le metía los dedos dentro de la boca para que los chupara y de esa forma no soltara gemidos, la enculada fue creciendo cada vez más y más cuando soltaba su semen dentro del goloso culo, la mano enguantada devolvió la llave maestra y el joven la puso de nuevo en su sitio, mientras gemía escupiendo el semen dentro del culo del hombre, poco después le dio la vuelta y le chupó la verga con tanta pasión que el pobre hombre terminó muy rápido dentro de la boca del joven chofer de ojos verdes, se arreglaron la ropa y la voz de la condesa llamándoles los devolvió a la realidad, el banquero le dio una tarjeta con su teléfono y dirección.
Instantes más tarde la condesa con su atractivo chofer desaparecían de la vista de todos los presentes.
Una semana después la policía visitó al subdirector en su casa, ya que el director estaba de viaje, al ser festivo lo encontraron en la cama, les abrió la criada y avisó a su jefe, pero uno de los policías entró en la habitación, encontrando al hombre, que se estaba vistiendo y en la cama un joven muy apuesto totalmente desnudo, el intruso se disculpó esperando en la puerta, el joven salió de la cama mostrando su gran virilidad, se puso los pantalones y la chaquetilla de uniforme y salió de la habitación, sus verdes ojos parecían semejantes a los de un lobo, tan hipnóticos y sensuales, que pegaban con su espléndido cuerpo-eso pensó el policía- el banquero siguió al policía y junto al otro que esperaba junto a la entrada, le contaron que en el banco habían entrado a robar en las cajas de seguridad, ya que la alarma lo había detectado.
Una vez en el banco descubrieron que bastantes cajas de seguridad habían sido forzadas, no se sabía a ciencia cierta que se habían llevado los ladrones, pero no pudo ser mucho, ya que en algunas de las cajas todavía quedaban joyas, concretamente en tres habían unos saquitos de gamuza negra con diamantes en su interior.
Debido a la crisis económica no salió en primera página de las noticias, pero sí se habló de ello, detuvieron a tres altos personajes vinculados a la empresa de diamantes de Bélgica, cada bolsita de diamantes era la comisión del robo o eso dieron a entender, la Sra. Condesa recuperó sus preciadas joyas, ya que pudo demostrar mediante fotos que le pertenecían, canceló la caja de seguridad. La condesa y el joven chofer no volvieron a ser vistos en Montecarlo.
Pasada una semana descubrimos, que el policía de paisano que entró en casa del banquero, era Pau, mi hermano mayor, que estaba colaborando sobre varios robos y estafas...
Continuará.