Policía corrupto (4: Hector el macarra)

Después de escuchar a Hector contar aquella orgía, tenía un calentón encima que me subía por las paredes, los calzoncillos estaban chorreando de pre-cum, sentía como las gotas se me escapaban por la raja del capullo sin control y la polla me pedía insistentemente que la liberara de aquella cárcel de tela.

POLICÍA CORRUPTO (4)

(HECTOR EL MACARRA)

Después de escuchar a Hector contar aquella orgía, tenía un calentón encima que me subía por las paredes, los calzoncillos estaban chorreando de pre-cum, sentía como las gotas se me escapaban por la raja del capullo sin control y la polla me pedía insistentemente que la liberara de aquella cárcel de tela. Me quedé mirando con ojos de vicio el redondeado y morboso culo del niñato, todavía vestido, tendido en la cama, y pensando en las sabrosas vergas que habían degustado ese agujero. Rescaté con la mano mi cipote, dejándolo libre de ropa, provocando al chulillo de Hector, … que al verlo la boca se le hizo agua y los ojos se le salían de sus órbitas.

El muy hijo de puta para excitarme y ponerme mas cachondo, se  puso manos a la obra bajándole los  pantalones del chándal, descubriendo el esquisto trasero del chaval y metiéndole la lengua hasta el fondo del ano.

Movía la lengua escandalosamente hábil, separaba las nalgas del muchacho y se zambullía entre ellas a lametadas. Aquello era super estimulante y lujurioso, el marica mamón me tenía salido perdido, me miraba ardiente, acalorado, pervirtiéndome para que me uniera a él y pusiera a trabajar mi nabazo. Yo seguía sentado pajeandome suavemente la polla con la mano, mirando el cuadro de los dos jóvenes, … uno inconsciente semi desnudo y el otro aprovechándose de la situación, mientras se hartaba de comerle el ojete. Hector se acercó hacía a mí de rodillas como un perro, sin dejar de magrearle el boquete al Niko, pasó con delicadeza la lengua alrededor del glande, bajó lamiendo todo el tronco hasta llegar a los huevos, degustando, gozando y metiéndoselos uno a uno en la boca. Le atrapé con fuerza los pelos de la cabeza, mis manos tiraba de ellos violentamente, obligando al chupa pollas a tragarse de un golpe mi trancazo, y a violarle la boca como se merecía, … como un cerdo vicioso. Hice que se atragantara por la presión que ejercía al joderlo, no le cabía entera mi polla, …  nunca le ha cabido, aunque lo ha intentado muchas veces, le permití que retrocediera y que se concentrara en el capullo, que me lo pelara lentamente y que le metiera la lengua en la rajita en busca de pre-cum. Con una mano me masturbaba frenéticamente el miembro de acero, y con la otra me apretaba los huevos tirando de ellos hacía abajo, hasta que conseguía hacerme gritar y gemir de dolor con fuerza.

–                   Dani:. ¡Para maricón! … vas a conseguir que me corra enseguida, y todavía no quiero, … hay mucha tela que cortar, y un par de culitos que romper. Toma, coge las esposas y esposalo al cabecero de la cama. Quítale la ropa y despiertalo, quiero que sienta plenamente la follada que le voy a dar, … quiero disfrutar mientras lo oigo berrear de dolor, … chillar de sufrimiento, … que no se le olvide nunca este puto perro, de las dimensiones de mi cipote entrando en su ano.

Lo desnudó enteramente arrojando la ropa al suelo, cogió de la mesita de noche un tarrito de poper´s y lo pasó por las narices de Niko, reanimándolo con una buena calentura, del mismo subidón. Se apreciaba una erección de cojones, el cipote se le hinchaba por segundos, el glande granate palpitaba tumbado sobre la sábana, rezumando gotitas de pre-cum por la rajita. El niñato tenía una polla de caballo, de las grandes y apetitosas, una bolsa escrotal encerrando dos gordas pelotas, … pero lo mejor era su culo respingón, dos perfectas nalgas redondeadas, jóvenes y firme como montañas, y un suculento túnel en el centro, para taladrarlo vilmente con mi pollón.

–                   Niko:. ¿Que me hacéis? … ¿Por que estoy esposado? … ¡Cabrones!, dejadme en paz, soltarme de aquí, … por favor.

–                   Hector:. ¡Callate pedazo de zorra!, … ¿Que venías a pegarme? … pues te has equivocado niñato de mierda, ahora vas a recibir tú. ¿te gusta como se han cambiado los papeles? … ¿Te gusta, cabrón?

–                   Niko:. Te voy a partir la boca cuando te coja maricón, te voy a rajar de arriba a bajo y me voy a comer tu hígado. ¡Sueltameeeeee!

–                   Dani:. ¡Callaros ya los dos! … tu, Hector traete algo de droga de las que tienes escondidas y dale algo fuerte para que se entone. No te preocupes chaval, verás como te animas cuando el marica este te de lo que tanto te gusta, … y tranquilizate que no te vamos hacer nada que no te haga disfrutar y pasártelo divinamente. Y después, cuando termine contigo chaval, cuando termine de destrozar ese culo que tienes con mi polla, y desgarrartelo mientras me lo follo, me dirás todo lo que quiero saber, … y créeme mocoso cuando te digo que me vas a cantar hasta la traviata.

El camello drogata le dió varias cosas a Niko para colocarlo, no tardó mucho en ponerse a tono, lo que tardé en ofrecerle a su boca mi nabo y que catara el sabor tan ameno que le iba a dejar en el paladar. Hector y yo, también nos metimos algo en el cuerpo para estimularnos, algo menos que el chico pero suficiente para vaciarnos y tener la mente sucia. Un pensamiento perverso me rondaba por la cabeza, mientras mi compañero de juego sacaba mi polla de la boca del niñato y la impregnaba de narcótico, de nieve blanca. Imaginaba al chaval con el culo en pompa, bien abierto por sus manos, tragándose por el boquete enrojecido un consolador aberrante de grande junto con mi cipote, y gritando como un desesperado por el dolor, por el gustazo de sentirse lleno.

–                   Dani:. Colega, traete el vibrador que te regalé por tu cumpleaños, que quiero que lo pruebe nuestro invitado, … verás como nos vamos a divertir juntos pibón, … ya verás, … te vas a correr de gusto muchacho.

–                   Niko:. No me hagas daño tío, … yo no he hecho nada, te lo juro por mi niña chica, poli, … créeme por favor.

–                   Hector:. ¿Lo amordazo Dani? ¿Le tapo la sucia boca?

–                   Dani:. Ni se te ocurra cabrón, … la boca se la tapo yo con la polla, … cuando me lo tire quiero escuchar como se desgañita la garganta a chillidos, … que ladre como lo que es, una perra calentona y guarra.

–                   Hector:. Toma la polla de plástico, que le voy a ensalivar un poco el agujero con la lengua, y a prepararlo para tu entrada triunfal.

Menuda polla te estás comiendo colega, esto no se pilla todos los días, … así que aprovecha y hartate bien, por que cuando te devore el culo vas a flipar en colores.

La lengua viperina y experta de Hector se puso en marcha, … la maestría que demostraba el muy mamón trabajándose aquel trasero, se manifestaba fogosamente en la boca del niñato que cada vez tragaba con mas rapidez y sin tener que obligarlo. Estaba gozando, se le veía en la cara de gusto que ponía, mientras me daba en la polla aquella chupada de escándalo. Cada vez le metía la verga con mas fuerza y rapidez, su lengua me recompensaba con ávidas sacudidas de placer, que percibía mi cuerpo descontrolándose y sacándome la parte salvaje a relucir. Enseguida empezó a hervir la leche de mis huevos, subiendo por la polla y descargándose en chorros ardientes dentro de la garganta del chaval. Niko chupaba y tragaba con ansiedad, satisfecho de haberme sacado por cojones, el zumo blanco y baboso almacenado en los testículos de su violador. El semen se le desbordó de la boca y empezó a correrle por la barbilla, cayendo a goterones sobre la cama y manchando las sábanas.

Cuando terminé de usar la boca del muchacho como clinex para mi cipote, me bajé para abajo hasta tener su culo a la altura del rostro, contemplando el boquete cerrado, aún, y super mojado de saliva. Le toqué con las manos los glúteos duros como rocas, pasé las yemas de los dedos manoseando su agujero, se los metí dentro comprobando el fondo, como el que toca y comprueba la mercancía que va a comprar. El chavalito se cobraría mis buenas lametadas, mis descomunales clavadas de polla y mi abundante leche caliente.

Coloqué el cabezón de mi polla a las puertas de su cerrado agujero, presionando con suavidad hacía dentro, robando de las cuerdas bocales un gemido de placer, al tiempo que resbalaba el duro tronco por el angosto y ensalivado recto de Niko. Nunca había metido la polla con tanta facilidad, con tanta naturalidad en un culito joven, siempre he sentido algún dolor en el capullo, hasta que se ha adaptado el boquete a las dimensiones de mi tranca, y eso sucedía después de varias clavadas, … pero este trasero, … este culo sabía bien lo que era tragarse una verga. Me lo follé con fuerza y vigor, clavándole una y otra vez mi rabazo en su movedizo culo, sosteniéndole los huevos y la picha con una mano, y mientras con la otra le azotaba con furia, con rabia los cachetes desnudos.

Hector se deslizó por debajo de mi herramienta folladora, rozándome con la lengua las gordas pelotas, el tronco del cipote cuando salía del ano, la rabanilla del niño, hasta llegar a la porra dura de Niko y engullirla toda por completo. No tuvo que trabajar mucho, a punto estaba aquel cipote, solo lo exprimió un par de veces con la boca y en cuestión de segundos el capullo soltó la carga de semen. Llenó absolutamente el gaznate del macarra maricón, que habilidoso como el solo no dejó escapar ni la mas mínima gota del rico esperma, se lo bebió entero y lo saboreó en la boca, al tiempo que derrababa su corrida en su abdomen.

–                   Dani:. Hector, … ¡Drogata de mierda! Trae para acá tu culo de calienta pollas, … súbete en lo alto de este cerdo, que te voy a perforar el agujero con el manubrio, … y a abrírtelo como a ti te gusta, ramera.

–                   Niko:. ¡Follatelo! … ¡Destrozale el culo al chivato maricón este! … un palo con pinchos te metía yo por el ojete, ya verías como se te iban a quitar las ganas de hablar con los maderos, … ¡Escoria! … cocainomano de mierda.

–                   Hector:. El palo te lo voy a meter yo en el pandero, … maricón del culo, que eso es lo que te gusta, … que te follen por detrás una polla tras otra, y mamarle los nabos gordos a los tíos, … que te jodan los machos y abrirte de piernas como una puta ramera, como la maricona guarra que eres. Yo lo reconozco niñato, no como tu que vas de machito, … me encanta y disfruto con una polla en el culo, me gusta mamar buenas vergas, y también me pone cachondo un coño, aunque menos, pero me lo follo si hace falta. ¡Cabronazo! … el sexo es sexo y nada mas, así que no vayas de estrecho cuando yo mismo te he metido la polla hasta el sentido.

–                   Dani:. Jajaja … eso es verdad colega. Preparate culito que aquí vaaaaaaa.

Diciendo esto le hundí mi vergón inflado en el sieso, la vi desaparecer lentamente en aquel ojete prieto y angosto. Hector tiene el boquete del culo muy pequeño, super estrecho, … incluso me cuesta meterle la polla entera, aunque lo intento con ahínco y tesón, … al final termino jodiéndolo como un bárbaro, desgarrándole el recto y dejándoselo sangrante. La verdad es que el cabrón sabe darme placer, sabe ponerme a mil por hora, super cachondo, sobre todo cuando me pide suplicando como un perro que me corra dentro de él. La cara que pone mientras se traga mi semen, o como bombea el culo contra mi estómago durante me devora el cipote.

Sentí, que me venía la leche caliente galopando desbocada, recorriéndome la vena hinchada desde los huevos hasta el palpitante cabezón de la polla. Se la regalé toda al marica de Hector, lo bañe por dentro con mi pegajoso jabón,  deslizando por completo el tallo marcado de gruesas venas, y logrando de una puta vez metersela entera, … aunque le rajara la piel.

–                   Hector:. ¡Ay! … ¡Que dolor! … Pedazo de cabrón me has matado, que daño joder, … ¡Me quema! … ¡Me arde tu leche! … tío, me duele y me gusta.

–                   Dani:. ¡Siiiiiiiiii! … ¡Por fin! … te la has tragado colega, … ¡Ahhhhh! … ¡Que gustazo! … ¡Toma zorrón! … te dije que te la metería como fuera, por cojones. ¡Asiiiiiiiii! Ahora te toca a ti otra vez mocoso, … dame el consolador Hector, que vamos a gozar como locos.

Desposé al chaval del cabecero, sabiendo que no había peligro de que se escapara o que hiciera algo peligroso, el colocón que llevaba encima y la follada que le había dado, le habría cada vez mas el apetito al guarro vicio.

Nos tumbamos Hector y yo en la cama uno frente a otro, pegando al máximo las rajas del culo. Le dí al niñato el cipote de plástico para que nos lo metiera en nuestros boquetes, una punta para el drogata y la otra para mi. Estábamos unidos por el placer, notaba como mi ano se llenaba por el frío falo, y devoraba lentamente hasta el fondo, mi conducto anal. El sucio vicio recorría cada centímetro de mi cuerpo, me encontraba super excitado y muy cachondo. Se me vino a la mente el pensamiento que había tenido durante toda la follada, el deseo que había tenido desde que vi la polla del chavalito, … esa polla joven, … esa polla padre de una cría, … esa polla de chulo macarra, … esa polla de tío macho, … y el codicioso deseo era chuparle la polla hasta que se corriera en mi boca.

–                   Dani:. Niño, pon el condón alrededor de los dos cipotes, siéntate encima y follanos. ¡Cabalgate estos nabos! … ¡Folla mariconazo!

Se sentó en lo alto de los nabos tragándolos íntegros, aquel culo era como un pozo sin fondo, una mina de placer a explorar, y explotar las delicias con nuestras largas palas, recorriendo juntas un mete y saca bastante brutal. Al chulito le cabía lo que no hay escrito, nos devoraba las pollas con egoísmo, con codicia, acaparando para el solo el gustazo de follarse los cipotones siameses.

–                   Niko:. Estoy alucinando colegas, … ¡Que gusto mas grande! … ¡Darme mas! … ¡Así! … ¡Que pollas cabrones! … mira mi verga con el capullo mojado del gustazo, se me escapan los chorros de pre-cum del calentón que tengo encima, … ¡Seguid! … tíos, vamos, mas fuerte, … ¡Siiiiii!

–                   Dani:. ¡Que puta eres tío! … me encantaría verte tirándote a una tía, follándole el coño mientras te doy por el culo con mi polla, … ¡Ufff! … ¡Que placer mas grande, colega! … Dame tu verga.

Atrapé el cipote del muchacho con la mano, palpé el grosor, sentía el ardor, percibía lo empapado que estaba de líquido preseminal por el calentón, … y comencé a masturbarlo frenéticamente, con fuerza y brutalidad, al mismo tiempo que intensificaba las sacudidas de mi polla.

–                   Niko:. ¡Tíos! … ¡Me corroooooooo! … ¡Siiiiii! … no aguanto mas, me voy de vareta, … ¡Que gozada cabrones! … ¡Ahhhh! … Toma lechazo.

–                   Dani:. Ahora nos toca a nosotros, abre la boca que te la vamos a llenar de jugo, … semilla de buen macho, …  de lefa riquísima y deliciosa.

Nos levantamos dejando al chaval de rodillas, con la boca bien abierta y lista para ser saturada de abundante carga. Los chicates de semen volaban hasta su cara, manchando su pelo, su frente, los ojos cerrados, … mojaba sus labios, inundaba su sucio boquino, y el muy mamón, sacaba la lengua para relamer los pegotes incrustados fuera de su boca. Después de darle al sediento bien de beber, nos lavó a cada uno la polla, limpiando todo resto de esperma y dejando los capullos super relucientes.

–                   Dani:. Bueno ahora me vas a decir todo lo que sabes del policía muerto y su mujer. Y mas vale que hables, o lo vas a pasar realmente mal.

–                   Niko:. Tío, te he dicho que yo no se nada, … no tengo nada que ver en todo eso.

–                   Dani:. Hector, coge el consolador, … por mis cojones que vas a hablar, por las buenas o por las malas. Méteselo con rabia de un golpe, con todas tus fuerza y sin miramientos.

Me senté en su pecho apresando sus brazos, presionándolos con mis piernas y colocándome de cara a él. Hector, levantó sus muslos hacía arriba elevando así el culo de Niko, al agujero se le podía ver la profundidad, lo enrojecido que estaba y lo maltratado que se lo habíamos dejado. El macarra hizo lo que le ordené, de un empujón agresivo se lo introdujo hasta el fondo, taponando el boquete con el nabo de plástico, sacándole de su garganta un grito de angustia y desconsuelo.

Mientras tanto yo, le arreaba puñetazos en la cara, le pegaba fuerte en la boca, … no pare hasta que le partí el labio, … hasta que los nudillos de mis manos se mancharon de sangre, y el pobre muchacho pudo suplicarme llorando que parara, … que hablaría.

Dani:. Dime basura, … habla, ¿Quién mató al policía y a su esposa?

–                   Niko:. Hablaré, pero no me pegues mas, … por favor, … y sacame eso del culo que me duele muchísimo. Yo solo se, que al poli lo mataron por que se estaba acercando demasiado a alguien, en breve iba a informar sobre un tío que trabaja en el departamento y que está de mierda hasta arriba.

–                   Dani:. ¿Quién es? Dime su nombre.

–                   Niko:. No lo se, te lo juro, … solo te puedo decir que el Mindi lo unta con dinero, y que le hace trabajos.

–                   Dani:. ¿Y la esposa?

–                   Niko:. De la mujer tienes que hablar con la Choni, … por lo que se eran amigas intimas.

–                   Dani:. ¿Amigas intimas? … pero si la Choni es puta, … es la dueña del Conejito Rojo. ¿Que me estás contando chaval?

–                   Niko:. Es la dueña del Conejito Rojo y la hermana del Mindi. Ata cabos madero, … yo que tú, hablaría con ella.